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Esoterismo y posmodernismo |
Walter Truett Anderson (1933- ), politólogo, psicólogo social y escritor estadounidense. Su libro REALITY, Isn’t What It Used To Be, traducido al español como: La Realidad Emergente. Ya nada es como era, cuenta con el mayor número de ediciones y fue galardonado como “Uno de los 100 libros más importantes sobre el futuro”. Guía práctica de sobrevivencia en el mundo posmoderno. Tres enseñanzas esotéricas. Parábola Zen Limitaciones de las tradiciones esotéricas orientales Resultados de la escuelas esotéricas Búsqueda de experiencias trascendentes El nuevo principio absoluto. Ernest Becker. Una compra selectiva La posmodernidad es el globalismo. Identidad. Ideología. Religión El Trust Un fascinante relato La Segunda Guerra Mundial La Guerra Fría
Guía práctica de sobrevivencia en el mundo posmoderno En Oriente, muchos han utilizado las enseñanzas esotéricas, como el budismo, como guía en la vida, sin hacer de estas enseñanzas su religión o, más exactamente, sin considerarse muy religiosos. Espero que en Occidente suceda lo propio, muchos ya lo han hecho. Hemos visto libros de casi todo sobre el Zen. Las enseñanzas esotéricas tienen mucho por ofrecer, y esto incluye instrucciones hasta para cuidar una motocicleta. Tres enseñanzas esotéricas. Existen tres enseñanzas que resultan útiles como una guía práctica para sobrevivir en el mundo posmoderno. Primera, la idea de una vida religiosa sin el concepto de Dios. La vida religiosa está dedicada a deshacerse de todo concepto de Dios tan pronto como aparezca en la mente. Religión sin teología es un pensamiento refrescante. La religión es demasiado importante para ser dejada en manos de los teólogos. Segunda, aprender acerca de la naturaleza ilusoria de nuestros propios procesos de pensamiento. Acceder a material teórico sobre el tema, proveniente de los científicos cognitivos y los críticos literarios. Dominar esta idea, integrarla de verdad en la propia concepción del mundo, es un proceso dificultoso de cambio personal y no sólo un simple ejercicio intelectual. Tercera, superar la presunción de que si abandonamos la convicción acerca de la verdad absoluta de cualquier concepto o doctrina, perdemos el sentido de la vida y de la inmortalidad. Por el contrario, abandonar todas las doctrinas deviene en beneficios y entusiasmo. Parábola Zen, el maestro ordena al estudiante que suelte lo que lleva en la mano derecha. El estudiante lo suelta. Luego le ordena soltar lo que lleva en la mano izquierda, y lo hace. El maestro pregunta entonces que le queda y el estudiante contesta: Nada. Suéltala también, dice el maestro. No todos abandonan sus convicciones, pero para sobrevivir en el mundo posmoderno, deberemos desarrollar una confianza mayor en nuestra capacidad de sobrevivencia, sin la certeza de que poseemos un sostén cósmico para nuestros valores y creencias. A algunas personas, la práctica de las enseñanzas esotéricas puede ayudarles a conseguir esta confianza. Limitaciones de las tradiciones esotéricas orientales Las tradiciones esotéricas orientales tienen una oferta muy amplia, pero también muchas limitaciones. Si nos acercamos a ellas, debe ser con cierto escepticismo. Suele citarse a un antiguo experto en la materia que dice: · No hay que creer en la fuerza de las tradiciones, aun cuando hayan sido honradas por muchas generaciones y en muchos sitios. · No hay que creer en nada porque muchas personas hablen de eso. · No hay que creer en la fuerza de los sabios antiguos…
· Después de investigar, hay que creer en lo que cada uno haya probado y encontrado razonable……
Estas afirmaciones en sí mismas debieran ser consideradas con escepticismo, en especial porque provienen de un antiguo sabio (Buda), pero suenan sensatas. Además se puede encarar un conjunto de enseñanzas sin necesidad de rechazarlo de plano o adoptarlo por completo.
Resultados de la escuelas esotéricas En su conjunto, el promedio de resultados obtenidos por las escuelas esotéricas, o empresa esotérica, desde Buda, no es muy alto. Tales escuelas han intentado con valor comprender la condición humana, aprender y enseñar acerca de la posibilidad de vivir en el mundo simbólico con libertad y responsabilidad al mismo tiempo. Pero sólo consiguen el éxito, esporádicamente, cuando producen personas con un alto grado de introspección en los temas que intentan comunicar. Los sabios al objetivar sus visiones interiores pasan a ser algo denominado Iluminación, y con ello: · Millones de personas se convierten entonces en sus adoradores, como en el caso de Buda. · Comienzan a crecer inmensas estructuras exotéricas con jerarquías, reglas, doctrinas y códigos de conducta. Al visitar el Oriente nos maravillamos ante la monumental capacidad que poseen los seres humanos para no entender nada, al ver las monumentales estatuas de un hombre que intentó explicarnos que debíamos abandonar los fetiches. Tampoco entendemos nada si pensamos que con el estudio de enseñanzas o prácticas esotéricas tales como la meditación: · Conseguiremos un estado natural que está más allá de toda simbolización, cultura y construcción social de la realidad, · o nos transformemos en seres moralmente superiores. Búsqueda de experiencias trascendentes La búsqueda de experiencias trascendentes a través de la religión es muy similar a la misma búsqueda a través: · del desafío público a la sociedad, (el camino punk), · la lucha contra sus instituciones políticas (el camino revolucionario), · la sátira imaginativa contra sus expresiones culturales (el camino del arte vanguardia),
· la búsqueda del Verdadero Ser (el camino de la terapia)
· o la inmersión de la mente en sustancias químicas (el camino de la droga).
En estas y otras experiencias, pueden suceder muchas cosas interesantes como, cambiar como persona, y aprender y desaprender muchas cosas, pero aun así seguimos siendo humanos y, por lo tanto, residentes del universo simbólico.
Podemos adquirir nuevas concepciones del mundo, nuevos valores y creencias, pero no nos libraremos de todas las concepciones del mundo ni de todos los valores y creencias.
El Verdadero Ser que imaginamos encontrar es una construcción social de la realidad, al igual que el Nuevo Ser que encontramos. Puede ser una gran mejora sobre el ser con el que hemos comenzado, pero continúa siendo inseparable de la historia, la cultura, los demás, las palabras. Es probable que también sea inseparable de nuestro gurú y su filosofía.
El nuevo principio absoluto Ernest Becker en, La negación de la muerte, (The Denial of Death), argumenta que los diversos conceptos que entran en juego cuando las personas intentan despojarse de toda la cultura y perseguir el ser interior natural, se convierten de manera sutil en nuevos absolutos, nuevas metafísicas acerca de, el poder y la justificación del más allá. Becker dice que, el nuevo principio absoluto puede tener diversas denominaciones, ya sea: “el gran vacío”, el “cuarto interior” del taoísmo, el “reino de la esencia”, el origen de las cosas, el “eso”, el “inconsciente creativo”, o lo que sea, y que se convierte en la nueva Piedra de las Edades, a la cual el que la busca adjunta su identidad y de la cual el maestro y la escuela son los intérpretes privilegiados. No es necesario dejarse subyugar de esa manera, a pesar de que el hechizo potencial está siempre presente: en las necesidades de los que buscan, en la dinámica de la relación maestro-estudiante y, por desgracia, en los programas de muchas escuelas espirituales que no están del todo seguras de que desean que nos liberemos del apego a todas las doctrinas. Una compra selectiva. Con una compra selectiva en el bazar oriental, podemos hacernos de una concepción del mundo que incluya: · una visión interior de la naturaleza de las concepciones del mundo · y los mecanismos de nuestra propia mente en su cotidiano trajín de concebir el mundo. ¿Nos convertimos así en mejores personas? - Puede ser que sí. - Puede ser que absorbamos algunos de los preceptos que se encuentran en general en los círculos espirituales (la no violencia, por ejemplo) y vivamos de acuerdo con ellos. - Puede ser que pasemos por algunos de los misteriosos procesos internos que nos hacen madurar y estar más vivos moralmente. - Y puede ser que no. Conozco muchas personas que están convencidas de que: - las enseñanzas esotéricas y la meditación producen mejores personas de manera automática - todos los problemas del mundo se acabarían si sólo pudiéramos hacer que todos meditaran. Nunca pude estar de acuerdo con ellos. He recogido demasiada experiencia de que es posible ser en forma simultánea, un santo de gran reputación y un tonto irresponsable. Las tradiciones esotéricas no son un asunto terminado, sino una larga y, con todo, honorable y valiosa parte de nuestra evolución. Tenemos mucho que aprender de ellas y ellas tienen mucho por aprender. Espero que las futuras reuniones del pensamiento oriental y el occidental ayuden a adelantar en este esfuerzo evolutivo, y a encontrar las partes que a cada uno resulten útiles en el mundo posmoderno. También supongo que habrá mucha tontería en el camino. Siempre la hay. La posmodernidad es el globalismo El derrumbe de las creencias al que hemos asistido a lo largo del siglo veinte sobreviene con el globalismo. La condición posmoderna no es un movimiento artístico o cultural ni una teoría intelectual, aunque éstos se desprenden de ella y de alguna manera la definen. Es lo que inevitablemente ocurre a medida que millones de personas alrededor del mundo comienzan a darse cuenta de que existen muchas creencias, muchos tipos de creencia, muchas formas de creer en algo. La posmodernidad es el globalismo, es la forma aún no del todo descubierta de la única unidad que trasciende todas nuestras diferencias. En la era de la globalización, todas las viejas estructuras de realidad política, las antiguas maneras de autodefinirnos, de decir que estamos a favor o en contra de algo parecen estar evaporándose. Identidad. ¿Cómo lograr una identidad? · El nacionalismo se vuelve casi obsoleto antes de lograr sus objetivos. · Los gobiernos nacionales se ven amenazados desde el pasado y el futuro. Se ven forzados a combatir las identidades étnicas y tribales premodernas, a protegerse de las amenazas contra su frágil, y obviamente ficticio poder soberano, provenientes de intereses económicos y organismos y movimientos internacionales. · Cuanto más se aleja la soberanía nacional de ser un principio absoluto, menos seguros nos sentimos de definirnos como ciudadanos de una nación. Ideología. ¿Qué ocurre con la ideología? · Durante la era de la Guerra Fría, las ideologías globales parecieron reemplazar las lealtades nacionales como base de la realidad política. Durante este tiempo, el mundo estuvo dividido en dos sistemas de creencias opuestos y no en diversas naciones. · Pero, en realidad, las ideologías nacionales nunca lograron separase del nacionalismo. · El marxismo tuvo problemas en este aspecto, al ser considerado una simple herramienta de las ambiciones soviéticas. Hoy en día casi nadie, excepto unos pocos comunistas intransigentes y algunos acérrimos anticomunistas, creen que el mundo es bipolar en el aspecto político. Religión. La religión aún conserva su poder, que de hecho es enorme, para definir la realidad política, el único tipo de guerra que sobrevive es la guerra santa. Pero también la religión se ha vuelto vulnerable a ser denunciada como creación de la mente humana. Cada uno de estos conjuntos de categorías, cada una de estas formas en las que las personas construyen su identidad y sus creencias, se torna cada vez más quimérica, capaz de evaporarse en el mismo instante en que el individuo altera su manera de ver el mundo. Se pueden obtener definiciones de la realidad más duraderas, basadas en la clase social o la raza, ya que establecen con mayor claridad quienes somos nosotros y quiénes son ellos. Pero en el mundo posmoderno, estas definiciones también se vuelven impredecibles: · Los desilusionados del mundo pueden convertirse en una fuente de cambio, ya sea porque creen en algún tipo de doctrina marxista sobre el conflicto de clases, o sólo porque dejan de creer en las distintas construcciones sociales de la realidad que asignaban a su condición un lugar en el esquema divino. · Crece el escepticismo entre las razas oprimidas, a medida que se vuelven más evidentes para el mundo las estrategias de los opresores, sobre las construcciones sociales de la realidad que definen su lugar y tienden a mantenerlas en él. · Vemos por todas partes conflictos políticos unidimensionales del tipo que solíamos comprender o creíamos comprender: nación contra nación, clase contra clase, etc., en el marco de reglas claramente definidas. · También vemos luchas multidimensionales en constante cambio que muchas veces intentan cambiar las reglas de juego. Y, en medio de estas luchas, muchos individuos logran cambiar sus propias reglas cambiando su identidad política. · Aunque subsisten las viejas polarizaciones, si miramos con mayor detenimiento observaremos nuevas como: fundamentalismo contra tendencias relativistas o liberales en el seno de religiones, culturales e ideologías; localismos contra globalismo; nostalgia del pasado contra expectativas de progreso. Es la formación de un mundo, de una civilización global que nace ante nuestros ojos, la primera que haya existido jamás, que al mismo tiempo parece ser víctima de un proceso de destrucción. A la vez es, y no es víctima de estos procesos. Se está convirtiendo en un sistema cuya organización no responde al concepto de creencia tal como lo conocimos. Quizás no tengamos aún una civilización global que podamos reconocer con tal, pero sí contamos con un teatro global: por primera vez, todas las personas tienen, en mayor o menor medida, la posibilidad de saber que habitan un mismo mundo y de estar al tanto de lo que está ocurriendo en él. No todos los seres humanos miran el mismo programa de televisión a la vez, y quizás nunca lo harán. Pero, de todos modos, la cantidad de gente que puede enterarse de un mismo hecho ha crecido enormemente: · Según quienes se encargan de registrar este tipo de frivolidades, la boda del príncipe de Gales con la princesa Diana obtuvo en récord histórico de audiencia para este tipo de eventos. · De acuerdo con una historia apócrifa relatada por Neil Postman, cuando la serie televisiva Dallas se hallaba en la cúspide de popularidad, los Lapps pospusieron su emigración anual para saber quién le había disparado a J. R. Ewing. · En Junio de 1989, cuando se produjeron los sangrientos hechos que siguieron a la demostración a favor de la democracia protagonizada por los estudiantes chinos, comprendí que la plaza de Tiananmen se había convertido, en ese momento, en el centro del mundo. Los pasajeros del tren que me llevaba de Estocolmo a Copenhague no hablaban de otra cosa. En los puestos de revistas, las portadas de los diarios extranjeros mostraban las mismas fotografías con epígrafes en media docena de idiomas diferentes. En Bonn, miles de estudiantes, en su mayoría asiáticos, marchaban por las calles entonando cánticos. El mundo entero observaba. · Sin embargo, no pude dejar de notar que el mundo entero no hacía más que observar. Algunos organizaban marchas. La mayoría leíamos las noticias, las comentábamos y sentíamos esa profunda pena que nos embarga al ver lo peor de la condición humana. Los líderes políticos lanzaban gritos imponentes acerca de sanciones. · No sostengo que debiésemos haber enviado a los marines o a una fuerza militar internacional, sino que los humanos nos encontramos en un punto en el que algunas veces los hechos se convierten en objeto de la compasión global y del juicio moral, pero en el que no existe una forma institucionalizada de evitar que éstos se resuelvan apelando a la fuerza. Existe un teatro global, no una civilización global, un escenario en el que se representan obras cuyo contenido hubiese asombrado al mismo Shakespeare. El Trust En 1921, año en que los artistas europeos experimentaban con las viejas ideas acerca de la realidad de maneras diversas, un funcionario del gobierno soviético llamado Aleksander Yakushev se puso en contacto con un exiliado anticomunista durante un viaje fuera de la URSS y delató una conspiración de grandes proporciones a la que él pertenecía. Estaba compuesta por una red de funcionarios de alto rango en varios sectores del gobierno y las fuerzas armadas y estaban listos para asumir el control de la república tan pronto como el Régimen Comunista se derrumbara, lo que, según Yakushev, esta a punto de ocurrir. El exiliado se puso en contacto a su vez con agentes de inteligencia franceses e ingleses para informales que la economía y el sistema político soviéticos estaban a punto de zozobrar y que Yakushev deseaba colaborar. Al mismo tiempo, otros funcionarios soviéticos contactaron otros anticomunistas en Europa, confirmaron la historia de Yakushev de que el régimen estaba al borde del desastre y de que una organización secreta conocida oficialmente como la Unión Monárquica de Rusia Central y apodada el Trust, estaba tratando de acelerar el proceso. Algunos de los exiliados y de los agentes de inteligencia tuvieron sus sospechas en un principio, pero éstas se disiparon cuando el Trust comenzó a actuar: · logró sacar familias de disidentes fuera de Rusia, · compró armas y provisiones para los grupos contrarrevolucionarios soviéticos, · consiguió visas y pasaportes falsos para que los exiliados pudiesen entrar subrepticiamente a Rusia, · destruyó estaciones de policía, · coordinó fugas de las prisiones · y obtuvo documentos económicos y militares secretos para los servicios de inteligencia. Un fascinante relato Edward Jay. En pocos años, de acuerdo con en su fascinante relato de la guerra invisible, once de las principales potencias occidentales dependían casi por completo del “Trust” para obtener información acerca de Rusia. El Trust había logrado crear la realidad oficial para Occidente, la imagen de una Unión Soviética desfalleciente e internamente dividida. Hacia el final de la década surgieron problemas: · Algunos de los líderes exiliados desaparecieron durante sus misiones secretas en Rusia. · Algunos documentos demostraron ser falsos. · Y lo más serio de todo, la Unión Soviética no se desmoronó en el momento previsto. · En 1929, un funcionario del Trust desertó y reveló que toda la operación había sido manejada por la Central de Inteligencia Soviética. · Las centrales de inteligencia occidentales y los exiliados rusos terminaron muy decepcionados. · El episodio sembró confusión y desconfianza, en especial cuando se supo que el funcionario que había revelado la operación del Trust había vuelto a Moscú a trabajar para la inteligencia soviética. · Según Epstein, ya que el engaño resultaba difícil de sostener para 1929, y… ya no tenía un fin estratégico, los soviéticos decidieron ponerle fin de la manera más provechosa para ellos, y dejaron a los anticomunistas más confundidos de lo que lo habían estado hasta el momento. La Segunda Guerra Mundial La Segunda Guerra Mundial fue diferente a todas las guerras que la precedieron: un conflicto global en el cual la propaganda desempeño un papel sin precedentes en apoyo del uso de la fuerza. La Segunda Guerra Mundial dio a luz una nueva arma, la bomba atómica, la cual hizo tomar conciencia a las grandes potencias de que había mucho que perder y muy poco que ganar si se declaraba una nueva guerra mundial. En busca de una solución descubrieron el teatro de operaciones global, y crearon nuevas armas como el lavado de cerebro y la desinformación, armas cuyo objetivo eran las construcciones sociales de la realidad. La Guerra Fría Al final de la Guerra Fría nos introdujimos casi de inmediato en otro conflicto global muy distinto de la Segunda Guerra Mundial, a tal punto que hubo que inventar un nombre para esta nueva situación: la Guerra Fría. Las armas pasaron a desempeñar un papel sin precedentes en apoyo de la propaganda. Su dirigimos nuestra mirada hacia las primeras décadas del siglo veinte, podremos ver que este nuevo juego ya se practicaba mucho antes de la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: La Realidad Emergente de Walter Truett Anderson. Autor: Rafael Bolívar Grimaldos |
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