Requisitos básicos para ser un hombre invisible |
¿Alguna
vez, estando completamente solo, te has sentido observado? ¿Alguna
vez sentiste que había otra presencia en la habitación? ¿Alguna
vez, caminando por una calle desierta, creíste escuchar el sonido de
pasos detrás de ti? MÁXIMA: Nunca cometas ningún acto que sólo pueda ser explicado suponiendo la existencia de hombres invisibles. El anonimato de la especie está por encima de los intereses individuales. Éste debe ser protegido y preservado incluso con la propia vida. Cualquier conducta que ponga en peligro este tesoro milenario será irreversiblemente aleccionada. I. Tolerancia al frío o resistencia térmica: La ropa invisible no existe. Los hombres invisibles son seres audibles. 1. Un hombre invisible debe saber respirar silenciosamente. Especialmente cuando realiza grandes esfuerzos. A veces resulta muy útil saber contener la respiración por varios minutos. 2. Un hombre invisible debe saber desplazarse, a cualquier velocidad, silenciosamente. Esto es de suma importancia dada la dificultad que implica caminar descalzo sobre cualquier superficie sin hacer el menor ruido. Suele funcionar muy bien ponerse en puntas de pie. III. Tolerancia al dolor o resistencia nerviosa: Un hombre invisible no puede darse el lujo de gritar de dolor. Alguien podría escucharlo. IV. Paciencia: Los hombres invisibles son seres bestiales y territoriales. Los hombres invisibles son más numerosos de lo que cree el común de la gente. Un hombre invisible debe saber esperar el tiempo suficiente hasta estar seguro de que no hay otro hombre invisible en los alrededores antes de actuar. Debe saber buscar e interpretar cierta clase de signos que delatan la presencia de un competidor. Algunos de estos signos suelen ser: una envoltura de caramelo tirada en la calle que de repente se comprime y queda aplanada, una ramita mecida por el viento que repentinamente deja de moverse, una anormal curvatura en un elevado cable de alta tensión, etc. Los hombres invisibles suelen imitar a los pájaros. V. Animales: Éstos pueden detectar y delatar nuestra presencia. ¡Cuídate de los perros! VI. Clima: Un hombre invisible debe poseer la habilidad de predecir el clima en sus manifestaciones más elementales. Un hombre invisible no puede arriesgarse a ser sorprendido por una lluvia torrencial. Un hombre invisible debe permanecer en su cubil los días de niebla. VII. Peso: Un hombre invisible debe comer sólo lo necesario para mantenerse en pie, con vida. Un hombre invisible debe ser tan delgado como físicamente sea posible, viviendo así al borde de la muerte por inanición, como un equilibrista delicado. Esto le permitirá ampliar su rango de desplazamiento sobre superficies blandas. Nuestras huellas nunca son lo suficientemente tenues. VIII. Alimentación: Un hombre invisible sólo puede comer en la más absoluta soledad. IX. Soledad: Un hombre invisible debe procurarse un refugio en algún lugar apartado que pueda ser cerrado herméticamente desde adentro y así poder actuar libremente sin miedo a ser descubierto. Un hombre invisible necesita de estos momentos para no volverse loco. X. Eliminación del excremento: Los hombres invisibles defecan excremento invisible. Tus excrementos son un problema. Los alimentos visibles en el acto de ser digeridos se tornan invisibles. Mientras más hombres invisibles haya mayor cantidad de materia invisible habrá en el universo. Es fundamental que entierres tus excrementos. La creación y destrucción de materia invisible está lejos de alcanzar un equilibrio. XI. Creatividad: Un hombre invisible debe valerse únicamente de los medios usuales para trasladar los frutos de sus actos. Un maletín lleno de dinero flotando en el viento es algo inaceptable. Esto es sólo un ejemplo. Las motivaciones de un hombre invisible no tienen ningún punto en común con las de un hombre visible. XII. Trabajo comunitario: Caridad: Misericordia: Un hombre invisible debe promover el caos y el asombro. XIII. Amor: Un hombre invisible sólo puede expresar sus sentimientos y deseos más profundos mediante la violación y el asesinato. Vale aclarar que los hombres invisibles no son aficionados a las masacres. Ellos prefieren ceremonias más sencillas e íntimas. Las lágrimas invisibles son más densas que las lágrimas visibles. XIV. Consideración: En contra de lo que algunos creen, y muchos afirman, los hombres invisibles no se tornan visibles cuando mueren. Tu cadáver es un problema. Cuando un hombre invisible sufre una herida mortal o presiente la cercanía de la muerte debe internarse en el desierto y esperar allí a su último aliento, y luego a los buitres. Debe internarse en el desierto lo más rápido y profundo que pueda. La única máquina capaz de curar la invisibilidad es el sistema digestivo de un animal. Es el único camino que puede devolvernos al mundo de lo visible. Hasta donde sabemos no existen en la naturaleza sistemas digestivos lo suficientemente grandes y benévolos para que un hombre invisible quepa entero y pueda salir de ellos intacto. Tampoco existen motivos para que un hombre invisible desee ser simplemente un hombre. Los desiertos saben destruir la carne, pero los huesos perduran bajo el sol abrasador. Los huesos invisibles no son una excepción a esta regla. Tus huesos son un problema. Lo más sensato en estas circunstancias es prenderse fuego. El fuego debe ser lo suficientemente intenso para consumir los huesos. Las cenizas de un hombre invisible carbonizado también son invisibles. Tus cenizas son un problema. Pero no tanto como tu cadáver o tus huesos. |
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Diego Bermani
La ciudad ficcional
Diario Puntal de Río Cuarto
30 de abril de 2011
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