Tu vida. Mi vida |
He vivido deseando que mi vida corriera, apurando el paso por alcanzar la meta, como peregrino que busca lugar dónde tenderse, como sediento que apura el vaso que le tiende la muerte. Y así, día tras día, penas, odios, amores, sueños y anhelos, fueron quedando atrás, como árboles que a la vera del camino corren en alocada carrera hacia el pasado. Hoy, sentada bien alto en la montaña, en medio del trayecto de mi vida, mirando hacia ambos lados del sendero, entendí que el destino me ha tendido la mano, me ha rodeado de flores y de cosas hermosas, me ha acercado la luna, ha rozado mi boca, ha tocado mi frente. Hoy camino, no corro, humedezco mis pies en la arena mojada y me detengo en la noche, a admirar las estrellas. |
María Cristina Berçaitz
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