Deja que hable Ezra Pound |
Si no tienes nada que decir cállate deja que hable Ezra Pound desde las sombras el espléndido anciano desde la fina línea de agua el magnífico anciano te muestra los genuinos billetes de su fortuna y todos brillan legítimos peces de un río infinito que sí ése nunca se detiene. Si no tienes nada que decir cállate los altos caballeros las damas abigarradas que vivieron y murieron y nacieron por esta sola causa no pueden tener al lado el tartamudeo de un enano la cojera de un monedero falso que delata que el oro de sus verbos carece de aquella delgada línea de agua esa finesse salvaje la impecable mancha que no adorna la cabeza del animal escrito -que cruza sólo un instante por el papel- sino que sale de adentro del animal desfondado de las vísceras vivas donde corre la sangre real -ésa de donde proviene el color del colorado- y palpita afuera como un monstruo de luz como una imagen sin otra capilla que cada cosa de cada universo posible e imposible la que podría muy bien ser adorada de pie y sin velos sin altares ni nada -ni siquiera acólitos- bajo el nombre de nuestra señora de los verbos nimbada de estiércoles y nervios de eclipses y novas oh tú alta y baja sublime maliciosa poesía que reinas sobre la amplia noche y el delgado día |
Luis Benítez
De "Fractal"
Ediciones Correo Latino, Buenos Aires, 1992
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