De lo que huye |
Pensar que Spinoza murió puliendo lentes. Que Blake se fatigaba en una imprenta esperando la conversación de ese día con los ángeles. Que por vivir Baudelaire se humillaba ante su madre. Que Rimbaud fue silenciado por Rimbaud, para que este ingenuo me hable de la literatura. Como si posible fuera otra cosa que inventar ante otros la forma de lo informe y cobrar un salario. Qué persuadido está de lo improbable. Esas palabras han erigido congresos y simposios y prestigios y famas quizá más perdurables. Y en el centro, el errante, de esta cosa mundana, ese brillo salvaje que por disfraz, por burlarse o por escapar aun más del terco intento, ha inventado también estas criaturas, seguro ríe en alguno desde el fondo de la sala. O mira con piedad su simulacro. |
Luis Benítez
De "El pasado y las vísperas"
Ediciones Aleph /Universidad de los Andes, Venezuela, 1995.
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