18 Whiskies |
-Acto
único- Personajes DAYSY DYLAN DECANO MALCOM (INTERIOR
DE DEPARTAMENTO ELEGANTE DE MUJER QUE VIVE SOLA, EN NUEVA YORK, 1951.
LIVING. NOCHE. DOS SILLONES, MESA LLENA DE BOTELLAS DE BEBIDAS
ALCOHOLICAS, DOS SILLAS JUNTO A LA MESA. PUERTA DEL DEPARTAMENTO AL FONDO
DE LA ESCENA. RADIO GRANDE. TELEVISION. DAYSY, LA AMANTE DE DYLAN THOMAS,
DUEÑA DE CASA. DYLAN, DESPARRAMADO EN UNO DE LOS SILLONES, EN MANGAS DE
CAMISA. SU CHAQUETA SOBRE EL RESPALDO DE SU SILLON, NOTORIAMENTE VISIBLE) DAYSY
(preparando dos tragos)
-Dylan,
¿querés lo tuyo con un poco de leche? DYLAN
(sin mirarla, ensimismado) -No. DAYSY
-Digo,
porque el whisky con leche lo aguantás mejor. No vomitás. DYLAN
-No,
no vomito. DAYSY
(levemente molesta)
-No,
no. DYLAN
(repentinamente divertido) -Sí,
sí. DAYSY
(mirándolo con ternura)
-Sí,
sí, no. no. ¿Qué forma de pedirle a la amante un trago es esa? DYLAN
(fingidamente serio)
-Nosotros
no somos amantes. DAYSY
(fingidamente molesta)
-¿Marido
y mujer? DYLAN
(soltando una risita)
-No,
no. DAYSY
(riendo ella también)
-¿Primos
en concubinato cuando venís a Nueva York? DYLAN
(afectando seriedad)
-No,
no. (DYLAN
SE RIE SIN PODER CONTENERSE) DAYSY
(acercándose con los tragos) -¿Hermanos
incestuosos? DYLAN
(repentinamente entusiasmado) -
¡Sí. sí! DAYSY
(quitándole el trago de las manos)
-Así
te va a costar mucho que te devuelva... (SE
PASA EL VASO POR
LA
CINTURA)
...esto. DYLAN
(sin mirarla)
-Eso
es mío. (DYLAN
LE ARREBATA EL VASO Y SE LO BEBE) DAYSY
-¡Desgraciado! DYLAN
(mirando a otra parte) -Muy
desgraciado. Muy desgraciado. Soy un poeta muy desgraciado. Lejos de
Gales, lejos de todos los que conozco, lejos, en un país donde las
hamburguesas tienen el triple de tamaño que en Inglaterra, donde me pagan
por leer malamente mi poesía en campus universitarios llenos de académicos
que me consideran el mayor poeta vivo de la lengua inglesa.... DAYSY
(como al pasar)
-Después
de T.S. Eliot.... DYLAN
(sarcástico)
-Un
norteamericanito que se hizo adoptar por una familia inglesa confundida,
además de católica...En fin, volvamos a mí... Decía, en campus
universitarios donde me esperan dos mil o tres mil estudiantes de piernas
bronceadas, recién salidas de las duchas, con el pelo mojado, parecidas a
mujeres con impermeables de plástico pegados a los cuerpos, oh, qué
cuerpos, bajo la lluvia serena de Massachusetts... DAYSY
-No
saben que ya sos casi impotente por los tragos... DYLAN
(La mira airado)
-Ansiosas
de copular, iba a decir. Gracias, muy atenta. DAYSY
-Es
que tengo que sentirme feliz porque me digas tantas boludeces
después de venir de un recital al que ni siquiera me
invitaste.... DYLAN
-No
era discreto. Nadie debe saber de tu existencia... DAYSY
-¡Gracias!
¡Vengo a ser como un forúnculo en el culo del poeta! DYLAN
-Soriasis. DAYSY
-Idiota. DYLAN
-Bastante
idiota. DAYSY
-Lo
suficiente como para aceptar que tu representante te saque el cuarenta por
ciento... DYLAN
-Qué
puede hacer un poeta.... DAYSY
-Y
tu esposa todo lo demás. DYLAN
-Si
empezamos otra vez me voy... DAYSY
-Caitlin
no está aquí para defenderte. DYLAN
-Eso
se nota. Ella no permitiría que me hablaras así. DAYSY
-¡Qué
hombre! DYLAN
-Whisky
con leche tomaba mi tío Hugues, en Gales, cuando ya no
podía soportar las impertinencias de su estómago.No estamos en Gales, no
soy mi tío Hugues. DAYSY
(se le acerca, maternal. Le
acaricia los cabellos)
-No,
Dylan, no estés tan triste.El anterior recital fue un éxito. ¿Te
acordás cómo te aplaudieron en Pennsylvania? No podés haberte olvidado
en una semana. Me sentí tan orgullosa de ti... (LAS
LUCES BAJAN Y SOLO ELLOS QUEDAN ILUMINADOS TENUEMENTE. EN OFF, LA VOZ DE
DYLAN RECITA) DYLAN
(OFF)
Y la muerte no tendrá dominio.
Los hombres desnudos han de ser uno solo
con el hombre en el viento y la luna poniente;
cuando sus huesos queden limpios y los limpios
/huesos se dispersen,
ellos tendrán estrellas en el codo y el pie;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el
/amor;
y la muerte no tendrá dominio. DAYSY
-¿Todavía
te sentís así por ese... incidente? DYLAN
-¿Cómo
podés llamarlo incidente? ¡Fue una barbaridad! Nunca podré volver a
Pennsylvania!¡Nunca! ¡Quedé como un salvaje con toda esa gente! ¡Personas
que me trataron con la mayor amabilidad.... con la mejor cortesía... de
la que son capaces! DAYSY
-Una
colección de aburridos académicos, atentos a lucirse con sus esposas y
sus mejores corbatas posando para las fotos con un poeta brillante, de
visita... DYLAN
-Daysy,
me pagaron 400 dólares por insultar al decano y a su vulgar esposa.... (PAUSA) (DYLAN
COMIENZA A REIR BAJO. DAYSY HACE LO MISMO) DAYSY
-En
realidad, fue divertido... DYLAN
-No
digas eso, Daysy... DAYSY
-La
verdad es que fue muy divertido... DYLAN
-No
parabas de reírte durante el viaje de regreso... DAYSY
-En
ómnibus, porque nos negaron el auto de la universidad por lo que sucedió... DYLAN
-Como
dos prófugos.... como dos ladrones... (DE
PRONTO SE PONE PESAROSO) DYLAN
-Y
Malcom no me llamó desde entonces... este último recital ya estaba
concertado.... DAYSY
-Vos
cumpliste con tu compromiso... él tendría que haber estado allí... fue
una grosería de su parte, después de todo cobra lo suyo...
¿No pensaste en cambiar de representante? DYLAN
-Ni
lo menciones. A Malcom le debo todo, hasta el haberte conocido. Arriesgó
su prestigio para traerme a los Estados Unidos, a mí, prácticamente un
desconocido... DAYSY
-¡Mentira!
Tenés dos libros publicados en Penguin, vas a editar un disco... ¿Cómo
podés decir eso...? DYLAN
-Debo
llamarlo y disculparme... Debo disculparme y decirle que no voy a hacerlo
más... DAYSY
-¡Dylan!
¡Como si fueras un niño! DYLAN
-Sólo
los niños, y exclusivamente los niños estúpidos hacen lo que yo hice.
Los niños idiotas arruinan sus propias fiestas... No debí hacer
eso.Siempre termino diciendo lo mismo: “No debí hacer eso” (POR
LA DERECHA, INGRESA AL CONO DE LUZ EL DECANO, VESTIDO DE ETIQUETA Y SE
QUEDA A DISTANCIA DE DAYSY Y DYLAN, CUCHICHEANDO SIN SONIDO PARA SI) DAYSY
-Dylan,
vos sabés... yo soy mujer de negocios y...bien... creo que yo bien podría.... DYLAN
-¡Ni
pensarlo! DAYSY
-¿Ni
pensarlo...? ¿Qué quiere decir en galés “ni pensarlo”? Dylan, no sé
si te das cuenta de que estoy intentando ayudarte... No cobraría nada por
hacerlo... sería todo para ti... DYLAN
-Y
para Caitlin y los niños. ¿Vos le girarías el dinero a Caitlin, en
Gales, eh? ¿Le enviarías la plata a mi esposa con tu firma en un cheque,
para que pudiera mantener a mi familia en Swansea, un cheque con tu firma
al pie? (DESDE
SU LUGAR, EL DECANO DEJAN DE
HABLAR PARA SI, AL PERCATARSE
DE LA DISCUSION ENTRE DYLAN Y DAYSY. EL DECANO SIGUE SUS INSTANCIAS CON
GRAVE ATENCION) DAYSY
-¡Por
supuesto! DYLAN
-Se
trata de la misma persona que me hizo quitar la foto de mi familia de la
billetera. DAYSY
-Las
chicas somos así. DYLAN
-Tenés
que tener relaciones y contactos académicos y literarios para hacer lo
que hace Malcom. Conocer a todo el mundo en Estados Unidos. Lo que puso en
juego él cuando me contrató para la gira y lo que yo arruiné... Ser
agente literario no es lo mismo que ocuparse de asuntos inmobiliarios... DAYSY
-¡Oh!
Parece que el Sr. Escrúpulos Familiares también tiene los detalles de
sus conveniencias comerciales bien pensados... DYLAN
-¡Caitlin! (SE
OYE A NIVEL BAJO LA CANCION “I AM IN HEAVEN”.
EL DECANO SE ADELANTA HACIA ELLOS. ) DAYSY
-Me
llamo Daysy y no me parezco en nada a esa bruja irlandesa... DYLAN
-¿Quién
te pensás que sos para hablar así de mi esposa? ¡Te prohibo que la
llames así! DAYSY
-¡Caitlin
es sólo una maldita mantenida! DECANO
(adelantándose con la mano extendida) -Sr.
y Sra. ... yo... DAYSY
-Oh,
encantada, señor decano. Soy Daysy Persons y él es Dylan. DECANO
-Mi
querido poeta, nuestra universidad se siente muy honrada de recibirlo y el
éxito de su espectáculo augura que, antes de que se
vaya de nuestro país, volveremos a tener el honor de escuchar sus magníficos
poemas. Casualmente, en un aparte con Malcom, recién, en el otro salón,
algunos miembros del consejo académico y yo, hablábamos sobre ello...
Lamentaríamos mucho aquí que no volviera antes del año próximo... ¿Sabe?
es usted muy popular entre los estudiantes... yo... estimo que todos querríamos
verle de nuevo antes de un mes, quizá algo más importante que esta
primera presentación.... De hecho, mis estudiantes han sugerido... DYLAN
-No
les haga caso, decano... Es toda la marihuana que fuman mientras recito lo
que los induce a pensar en eso... DECANO
-¿Perdón? DYLAN
-Detuvieron
a Robert Michum por fumarla, lo leí en el diario antes de salir de Nueva
York, y aquí los baños apestan.... DECANO
-Lo
que usted dice es muy grave, Dylan, y lamento profundamente haberle dado
esa impresión en nuestra institución... Puede que algunos becarios del
Estado... Gente venida de... usted sabe, es una tradición democrática de
nuestra universidad... gente que también merece una oportunidad, pero que
no se adapta... DYLAN
-Negros. DECANO
-¿Perdón? DYLAN
-Usted
dice pobres y entonces dice negros. En Inglaterra no tenemos suficientes
negros como para que el país mejore, pero sí suficientes pobres. DECANO
-Creí
que el sentido de mis palabras era otro... No entiendo, je, je, parece que
no me expresé bien, usted disculpe, poeta, pero... DYLAN
-No
debe disculparse, decano. Yo también soy un hombre pobre. Pero nunca seré
un pobre hombre. DAYSY
-Dylan,
el señor decano estaba hablando, inicialmente, sobre tu próxima
presentación aquí... DECANO
-En
este momento, de su probabilidad... DAYSY
-¡Oh!
¡Conoce palabras de varias sílabas! DECANO
-Ya
lo creo que sí, querida. En fin, Dylan, sigo admirándole pese a todo y
ahora, si me lo permite... DYLAN
-Yo
no lo admiro, viejo. Sólo admiro las tetas inmensas de su esposa, como
hace todo el mundo, estudiantes, profesores y hasta el portero y pienso cómo
demonios un pobre diablo como usted.... DECANO
-Si
no se retiran, no me queda otro remedio... DYLAN
-Tiene
razón, abuelo. Los tipos como usted no tienen ningún remedio y pienso
que usted y su universidad se pueden ir a la mismísima... (LA
MUSICA SUBE DE VOLUMEN. BREVEMENTE, SIN SONIDO, LOS HOMBRES HACEN GESTOS
DE DESAFIO Y LA MUJER DE PELEA. CESA LA MUSICA. APAGON) (LAS
LUCES SE ENCIENDEN COMO AL COMIENZO DE LA ESCENA) (DYLAN
Y DAYSY EN EL MISMO LUGAR) DYLAN
TOMA SU CHAQUETA DEL RESPALDO DEL SILLON Y AMAGA PONERSELA. DAYSY SE
VUELVE, INDIFERENTE. DYLAN
VA RESUELTO HASTA LA PUERTA. ANTE ELLA VACILA. DYLAN SE VUELVE HACIA
DAYSY. DYLAN
-Me
voy. DAYSY
-.... DYLAN
-Maldita
mula sorda. Dije que me voy. DAYSY
-.... DYLAN
-¿De
qué están hechas las mujeres, que nunca ceden? Me-voy.
Me-voy-ahora-me-voy. DYLAN
-Están
hechas de mierda vieja, acero eterno y de hielo, sabiduría y poder de
procreación. De vocación de injusticia como un juez borracho en Gales,
de furia contenida durante trescientos años como mínimo en cada una, de
jugo de hienas exprimidas, de náuseas de estar vivo para todos los pobres
hombres buenos como yo de todo este girante mundo velludo, de niños por
nacer que te extorsionan, de esta puerta que es la de la eternidad aunque
sea apenas una triste puerta de pino colocada en Nueva York en 1951...
Para joderme definitivamente la vida. DAYSY
-Además
de toda tu pobrísima lírica improvisada, está cerrada con llave, como
la de abajo. DYLAN
-¿Tengo
que entender que soy un hombre afortunado? DAYSY
-No.
Puedo bajar a abrirte. DYLAN
(intentando abrazarla)
-Parece
que un poeta no está a salvo de las mismas circunstancias que un hombre
común... DAYSY
(se desliza de su abrazo). DAYSY
-Desde
luego. DYLAN
-¿Y
eso acaso te parece justo? DAYSY
-Hay
pocas cosas más justas en esta bendita tierra. DYLAN
-
Una sola. DAYSY
-Que
te vayas. DYLAN
-Oh,
no me pidas eso. DAYSY
-Exactamente
eso. DYLAN
-¿No
puede suceder ahora un milagro? DAYSY
(mira hacia uno y otro lado y luego a DYLAN) DAYSY
-Parece
que no. ¿Por qué no vas pidiendo el ascensor? (SUENA
EL TELEFONO. DAYSY SONRIE A DYLAN) DAYSY
-No
creas que es el gong, mi peso pluma galés. El match continuará luego de
que conteste. Palabra de chica norteamericana. (DYLAN
SONRIE, ESPERANZADO Y SE RELAJA, DEJANDO LA CHAQUETA SOBRE EL SILLON) (DAYSY,
CON EL TUBO DEL TELEFONO EN LA MANO, LE HACE GESTOS DE QUE SE PONGA LA
CHAQUETA. DYLAN, APESADUMBRADO COMO UN NIÑO, LE OBEDECE Y SE QUEDA
VACILANTE, CON LA CHAQUETA PUESTA, FRENTE A LA PUERTA. VA HASTA DAYSY,
ELLA SACA UN LLAVERO DEL BOLSILLO. SE LO DA. DYLAN ABRE LA PUERTA. LUEGO
LA CIERRA DE UN GOLPE. DAYSY LO OBSERVA, DESAFIANTE. LUEGO HABLA POR EL
AURICULAR) DAYSY
-¿Qué
pasa, Ramón... están asaltando el edificio? (ESCUCHA
Y DE PRONTO MIRA A DYLAN DIVERTIDA) DAYSY
-Oh,
sí, Ramón. Haga pasar al señor Malcom. (DYLAN
SE ATERRA AL ESCUCHAR EL NOMBRE DE SU REPRESENTANTE. DAYSY CUELGA Y SUELTA
UNA ALEGRE CARCAJADA) DAYSY
-Llegó
mi vengador. Llegó justo el viejo aguafiestas. Justo para darte tu
escarmiento, mi pequeño poeta malvado. El mal está tomando ahora mismo
el ascensor. El reproche, la culpa, el horror encarnado. Y no está
Caitlin para defenderte. Sólo yo, que no lo haré de ninguna manera, no,
no. no, de ninguna manera. (DYLAN
INTENTA SERVIRSE OTRO TRAGO. ELLA SE LO IMPIDE SUAVEMENTE Y LO OBLIGA A
SENTARSE) DAYSY
-No,
Dylan, no. Deberás afrontarlo sobrio. Como todo un hombre. (DYLAN
ESTA ATERRORIZADO) (SUENA
DE FONDO, DEBILMENTE PRIMERO, “WHAT A LITTLE MOONLIGHT CAN DO”, POR
BILLIE HOLIDAY) DYLAN
-Tengo
miedo... tengo miedo de él. Me va a cortar en rebanadas. ¿Hay cuchillos
en la casa? DAYSY
-Por
todas partes, en cada habitación. Yo misma llevo uno en este momento,
oculto entre mis ropas. Largo, mellado y afilado. Malcom está enojado....
Malcom sube... (LA
MUSICA SUBE DE VOLUMEN UN POCO) DAYSY
-Canceló
todas tus giras y volverás a Gales sin un peso..... (LA
MUSICA SUBE MAS SU VOLUMEN) DAYSY
-La
bruja te matará..... DYLAN
-¡Basta!
Dejá de hablar! DAYSY
-Tarda en
llegar al piso veintitrés y es porque paró en alguna parte el ascensor
para calcular mejor como arruinarte.... DYLAN
-Atendélo
vos. ¡Decíle que salté por la ventana! DAYSY
-¡Dylaaannnn!
¿Qué sos? ¿Un hombre, un poeta o una rata? (SE
OYE SUPERPUESTO A LA MUSICA EL SONIDO DE UN ASCENSOR SUBIENDO. LA MUSICA
SUBE DE VOLUMEN Y TAPA EL DEL ASCENSOR. DYLAN POR TODA RESPUESTA A LA
PREGUNTA DE DAYSY COMIENZA A SOLTAR CHILLIDOS Y A IMITAR A UNA RATA,
CORPORALMENTE, MIENTRAS JUEGA A ESCONDERSE DETRAS DE UNO Y OTRO MUEBLE.
DAYSY SE RIE A CARCAJADAS PERSIGUIENDOLO
POR LA CASA. LA MUSICA Y ELLOS IMITAN UNA ESCENA DEL CINE MUDO POR ALGUNOS
INSTANTES. JADEANTE Y AGOTADA, DAYSY ABRE TRIUNFAL LA PUERTA. LA MUSICA A
TODO VOLUMEN. LA MUSICA CESA DE PRONTO. INGRESA MALCOM, CON MUECA FEROZ) MALCOM
-
¡Dylan! ¡Sos una maldita rata y voy a demandarte por violación de
contrato! ¡ESTOS SON LOS ESTADOS UNIDOS! ¡EL IMPERIO DE LA LEY, LA
RESPONSABILIDAD Y LA MADUREZ DE SENTIDO! ¡Vamos a liquidarte entre todos,
borracho degeneradooooo! (LOS
TRES CONGELAN DONDE ESTAN. FLASH DE LUCES COMO PARA UNA FOTO. APAGON. LAS
LUCES VUELVEN A ESCENA. SENTADO A LA MESA, DYLAN LA COMPARTE CON EL
DECANO. AMBOS BEBEN Y HABLAN COMO VIEJOS AMIGOS, SIN QUE SE LOS OIGA MAS
QUE COMO UN MURMULLO. EN EL OTRO EXTREMO DE LA ESCENA, DAYSY PARECE ESTAR
SOLA y HABLA SOLA. GESTICULA. NO SE LA ESCUCHA. MALCOM VUELVE A ENTRAR POR
LA PUERTA DEL CENTRO.) MALCOM
-Cuando
él murió, en 1953, ya éramos viejos amigos. (MALCOM
SE ACOMODA EN UNO DE LOS SILLONES, DE FRENTE AL PUBLICO Y SACA UNOS
PAPELES DEL BOLSILLO. ENCIENDE UN CIGARRILLO) DYLAN
-Decano,
lamento que lo haya dejado su esposa. Pidamos otro trago y cuénteme cómo
fue. Yo también quiero separarme de la mía, pero créame que no lo haría
jamás. Nunca tendría el valor de permitir que ella me dejara, como usted
lo hizo. Créame que lo admiro. Es un gusto volver a verlo, viejo. DAYSY
-El
se fue y se fue porque yo lo eché. Nunca dejará a su esposa. Ni por mí
ni por nadie. Es tan débil que puede soportar cualquier cosa. Hasta a
Malcom y a mí. MALCOM
-Damas
y caballeros, si este aniversario nos convoca aquí, en este mismo salón
donde hace sólo dos años recibimos por primera vez al poeta, es para
relevar nuevamente las características de su verba singular. A ese
respecto me atreví, dado que fui invitado para ello, a escribir algunas
glosas sobre quien fue, en vida, uno de los mayores poetas de la lengua
inglesa del siglo XX. Si me perdonan, voy a ayudar a la memoria.... (MALCOM
Y LOS DEMAS SEGUIRAN GESTICULANDO EN SILENCIO SUS PARLAMENTOS MIENTRAS SE
DESARROLLA CADA PARLAMENTO AUDIBLE DE LOS OTROS HABLANTES) DAYSY
-Malcom
estuvo anoche demasiado duro con él. No tendría que haberle hablado así,
como lo hizo, y fue todo por mi culpa. No tendría que haberle permitido
la entrada, sabiendo que a él iba a hacerle mal. Tan mal. Parecía...
parecías un niño, Dylan. Mi Dylan. Mi pequeño Dylan que no estás hecho
para este mundo. MALCOM
-...es
verdad que, en ocasiones, tratar con personalidades tan... singulares,
acarrea a quienes no estamos tan acostumbrados a
las alturas del genio, muchas dicultades.De entre los presentes, quienes
hayan asistido a las bambalinas de cada presentación de Dylan en público,
no dudarán en confirmar, algunos de ustedes en carne propia, la veracidad
de lo que digo. (RISAS
EN OFF, AL ESTILO DE LOS PROGRAMAS DOMINGUEROS) DYLAN
-
Decano, no sabía que lo habían sumariado por eso.... Tendría que haber
comenzado por allí. ¿Qué dice su siquiatra? DECANO
(murmura algo inaudible) DYLAN
-El
tipo tiene razón. Todos tenemos un mal momento.... pero lo suyo, bueno,
eso sí que estuvo bueno.... Oiga, no pongo ironía en lo que digo. De
hecho, me siento más cerca de usted con esto que me cuenta, hasta puedo
hacerlo yo en algún recital, de un momento a otro.... (PAUSA)
DYLAN -
Correr desnudo por los pasillos.... Algo fuerte hasta para los Estados
Unidos.... Se sintió, ¿Cómo diablos se sintió? DECANO
-¡Feliz.
carajo, feliz! ¡Si hubieses visto a todos esos desgraciados saliendo de
sus aulas! Recuerdo especialmente a Morrison, ¿te
hablé ya de Morrison? DYLAN
(asiente y hace ademán de llamar al mozo y pedir otra vuelta) DECANO
-No
sé qué me pasó. De pronto, estaba en mi despacho, esa mañana, oí
cantar a los pájaros en la encina y me invadió un gozo de por lo menos
cuarenta años atrás.... (EL
DECANO SE LEVANTA DE SU SILLA Y COMIENZA A GESTICULAR Y DANZAR, INVADIENDO
EL ESPACIO ESCENICO DE MALCOM Y DAYSY. SE SIENTA FRENTE A DAYSY EN UN
SILLON, DICIENDO SU PARLAMENTO) DECANO
-Era
algo así como una alucinación. De algún modo la estoy volviendo a vivir
ahora.... DYLAN
(fingiendo estar preocupado)
-¡Cielos,
decano! Todos nos están mirandoen este bar, ahora. DECANO
-No
importa, lo que importa es vivir, Dylan. Vivir es lo más importante.
Comprendí esa mañana en mi despacho que quizá me quedaban,
no sé, cinco, ¿diez? años de vida, y que me iba a ir a la tumba sin
hacer nada que llamara la atención de nadie.... Es verdad que tuve que
usar un medio violento para lo social.... Por lo menos eso.... Pero.... es
que siempre, siempre, en el fondo deseé hacerlo... Que todos esos
desgraciados me vieran desnudo, mi cuerpo viejo, arrugado, roto, desnudo,
corriendo como un espectro por los corredores.... Me atraparon en el
campus ¿sabes? Hay como quinientos metros desde la puerta de la que era
mi oficina hasta la entrada del campus... quinientos metros que fueron míos
paso por paso.... ¡quinientos metros! Unos diez minutos de algo en
sesenta años de nada.... DYLAN
-¡Viejo
loco! ¿Un bendito viejo loco? MALCOM
-Supo
cosechar entre nosotros numerosos amigos.... DECANO
-¿Sabe,
Dylan? Aunque contraté su presentación de aquel día, siempre detesté lo
que escribe.... MALCOM
-Devotos
lectores, fervientes admiradores... DECANO
-Ni
siquiera ahora, con permiso para salir del asilo y una ruina académica
como soy, peor que un paria, puedo soportar lo que escribe.... DYLAN
-No
lo culpo, a muchas personas les pasa lo mismo. Yo, entre ellas. DECANO
-¡No
me interrumpa, mocoso desgraciado!Usted es un presumido. Todos los autores
son lo mismo. Malditos presumidos. Cretinos. DYLAN
-No
creo haber escrito nada tan potente. DECANO
-Su
modestia es una porquería, Dylan. Una perra y profunda porquería.
Ustedes, todos ustedes, lo que pueden hacer es mantenerse, gracias a lo
que escriben, a unos milímetros de la raya... ¿sabe de que raya estoy
hablando, desgraciado? DYLAN
-Greenwich, supongo... (EL
DECANO AVANZA FURIOSO Y BORRACHO, Y VA HASTA DYLAN, INCREPANDOLO CARA A
CARA. DAYSY LO VE PASAR, ASUSTADA) MALCOM
-Demostrando
la vigencia, si bien empleando formas singulares y propias, de la mejor
tradición de la poesía inglesa, desde John Donne hasta William Blake...
desde Shakespeare, si se me permite el paralelismo generoso hacia nuestro
desaparecido amigo, hasta el mejor Byron... DECANO
-Ustedes,
soberbios, infames, bastardos, lo que hacen es cabalgar sobre la raya, la
maldita raya que conocen tan bien, ¿no es cierto? ¿No es cierto? ¡Decíme
si estoy en lo cierto, dame una certeza! DYLAN
-Es
cierto. DECANO
-¡Maldición!
¡Maldición! ¿Es que nunca habrá una certeza en todo lo que dicen? DYLAN
-Una
mitad es mentira y la otra mitad no es cierta. DECANO
-¡No
me repitas en prosa tus malditos versos! MALCOM
-Dándole
a nuestra lengua una renovación de principios que son sus pilares y
ratificando en formas nuevas las antiguas verdades, desde la épica del
Beowulf hasta nuestros días.... DYLAN
-¿Buscás
verdades en la poesía, viejo malandra? ¿Viviste cuarenta años de enseñar
su falsificación, de destruirla clase a clase, de inculcarle a miles de
infelices que no existe, que no existió nunca, que jamás existirá, que
siempre será el sonido y la furia en la boca de un idiota, y ahora,
cuando estás encerrado en un manicomio con permiso para salir tres horas
los jueves por la tarde, pretendés que ella, por boca mía, que no soy
nadie, nadie, nadie, te ratifique que tu idiotez de correr desnudo como un
orate por los corredores de una oscura universidad, tuvo algún sentido,
rey Lear de supermercado? ¿Creés que fue un acto poético, atorrante,
escamoteador? ¿Pensás que alcanza con eso para hacer las paces, que la
poesía es eso, la ridícula demencia final de un viejo acabado, diez
minutos de catarsis, como te van a explicar de un momento a otro algunos
comedidos que, después de unos meses, cuando uno se manda una cagada
absurda, nunca faltan? ¿Pensás que hiciste algo tan grande, pobre
diablo? Somos tan parecidos. DAYSY
-Yo
estoy de acuerdo con él. MALCOM
-De
algún modo, también yo. DECANO
-Yo,
por supuesto, estoy a favor mío. DYLAN
-Váyanse
todos al carajo. DAYSY
-¿Acaso
no somos tu mejor compañía? DYLAN
-A
todos los que me comprenden y también, aparte, a mis mejores amigos,
siempre terminan llevándoselos a la casa de orates. Siempre les pasa lo
mismo. MALCOM
-¡Malagradecido!
¡Después de todo lo que hice por vos! ¿Sabés las veces que tuve que
humillarme, que suplicar, que pedir por favor que no te cancelaran un
contrato por alguno de tus disparates, de
tus payasadas de borracho? ¡Por favor, qué falta de dignidad! DAYSY
-Dylan,
Dylan, ¿No te quería yo? ¿Nunca te diste cuenta de que te amaba? ¿Jamás
me prestaste atención? ¿Cuándo me abandonaste....? DYLAN
-Sí,
sí. ¡Por favor, basta! DAYSY
-Cuando
te volviste a Inglaterra, a los brazos de esa perra pelirroja.... DYLAN
-¿Inglaterra? DAYSY
-Caitlin. Caitlin. Inglaterra. DYLAN
-Los
chicos_ Swansea... mis padres.... DAYSY
-El
pasado. Vos siempre elegiste el pasado. Creo que eso fue lo que te mató. DECANO
-¿Nunca
me va a contar qué es... qué es esa porquería donde usted vive... de
verdad....? DYLAN
-Ustedes
también están muertos. No tendría que importarme nada de lo que digan.
Nada. Los muertos están peor que todos los locos de este mundo.... MALCOM
-Error.
Yo estoy vivo todavía y no estoy loco. Nadie se animaría, de todos los
que conozco y trato, a decir que estoy loco. Sería tan disparatado como
decir que estoy muerto. DECANO
-De
mí, también decían que estaba muerto, hace unos años, cuando Dylan
todavía estaba vivo. Ahora ya no dicen nada, nada. DAYSY
-No
me suicidé, fue casual, como pasa casi siempre. ¿Querés saber, Dylan? DYLAN
-Malcom
tiene razón. Todavía está vivo y se nota. DAYSY
-No
sé, decía... como no tuviste tiempo de enterarte. ¿No querés saber cómo
fue? MALCOM
-Después
de todo, Dylan, ¿quién iba a acordarse de vos en esta época si yo no
insistiera, eh? ¿Quién? DYLAN
-Desde
acá, apenas es para todos nosotros una pizca de curiosidad, un poquito de
interés... ¿Editaron mucho? ¿Ganaron mucha plata? MALCOM
-No
mucha. Gano más traduciendo.... en fin, aparecieron algunos poetas
nuevos... lo tuyo, no sé... es tradicional. DECANO
-Seguro
que está cayendo en desuso.... Todo y todos terminamos cayendo en
desuso.... Como la locura. La
locura es como la pimienta: como condimento, bien. Pura, nadie la quiere. DYLAN
-Metáforas
de viejo idiota. Malcom, respecto de los nuevos: conseguí libros de ellos
y tirálos al aire. Alto. Bien alto. Lo más que puedan tus brazos flacos
y amarillos, saltá lo más alto que puedan tus piernas que ya muerde la
artrosis y yo voy a estirar la mano para agarrar todos los que pueda.
Tengo mucho tiempo para leer ahora. Mucho tiempo. todo el tiempo. DAYSY
-No
me tiré debajo de un tren. DYLAN
-En
1953, cuando me morí, ya me había olvidado de vos. DAYSY
-¡Mentira!
¡Te acordaste de mí hasta el último minuto, hasta antes mismo de dejar
de respirar en el hospital! DYLAN
)dirigiéndose al DECANO)
-Le
digo la verdad. Yo siempre estuve enamorado de Pamela Hansford Johnson, mi
amor de juventud. El día en que me casé,
si bien amaba a mi esposa, sólo pensaba en ella. Cuando me morí, desde
luego, ya ni pensaba en mí mismo. DECANO
-¿Y
cómo es morirse? DYLAN
-¡Viejo
crápula! Si lleva cinco años de enterrado. DECANO
-Bueno,
lo mío... no me lo creo del todo... DYLAN
(fastidiado)
-Pida
otra copa, déle... que esto va para largo.... DECANO
-No,
la verdad, la verdad, poeta. Porque, mire, a mí me parece que todos nos
morimos de un modo muy individual... no sé, por lo que oí por ahí... ¿vio
que cada uno lo interpreta distinto...? DYLAN
-Ahí
tiene razón. Ahí tiene razón. Cada uno se muere como vivió. DECANO
-Y....
si se puede saber, digo, no se ofenda, porque desde luego, cosas como esta
que estamos tratando, bueno, digo, son muy íntimas.... No sé si me
quiere contar.... MALCOM
(Se sienta junto a ellos)
-Perdón,
perdón, disculpen que me entrometa, yo estoy dando una conferencia sobre
vos, Dylan, en California, ¿sabés? Pero naturalmente, el tema me
interesa.... DYLAN
-Yo
me pasé tres días viendo triángulos de colores que se me venían
encima.... DECANO
-¿Nada
de esas cosas tan desagradables...? Digo...¿ratas y arañas peludas que
suben por los brazos... ciempiés? DYLAN
-El
delirium tremens tiene otras posibilidades, no menos aterradoras.... MALCOM
-¡Claro!
¡Claro! ¡Triángulos, formas geométricas, qué poder de abstracción! DYLAN
-De
hecho, ustedes saben todo lo que pasó de ese lado.... DECANO
-¡Sí!
Salió la crónica en todos los diarios. Usted estaba.... ¿cómo
dijeron...? Ya no me acuerdo.... Y tenía varios recortes guardados hasta
el día que me tocó a mí... También lo dijeron por radio... DAYSY
-¡Dylan! ¡Dylan! MALCOM
(enrollando sus papeles como si fueran un micrófono y usánsolos como
tal)
-...La
radio dijo: “en el pináculo de su fama, el malogrado autor extranjero
de visita en nuestro país, fue hallado por la policía de la ciudad en el
trayecto que une al hotel Chelsea, donde se hospedaba, y un bar denominado
The White Horse Tavern, inconsciente por el coma desde horas atrás. Las
pericias determinaron que el occiso había ingerido bebidas alcohólicas
de modo exagerado en el citado establecimiento, jugando una apuesta con
parroquianos del lugar, aventuraron fuentes consultadas en el lugar de los
hechos. En avanzado estado de ebriedad, el nombrado abandonó ese despacho
de bebidas asiduamente frecuentado por gente del arte y bohemios de
Greenwich Village y, al intentar tambaleante por el peso de lo ingerido,
dirigirse a su hospedaje, distante sólo diez manzanas del White Horse
Tavern, cayó desvanecido en medio de las vía pública hasta que fue
encontrado por la fuerza policial.... DAYSY
-Dylan,
¿de veras que no pensabas en mí? MALCOM
-Conducido
de inmediato al hospital Mount Sinaí. tras unos pocos días de lenta agonía
y sin recuperar ni por un momento la conciencia, falleció ayer en horas
de la tarde. Los facultativos del nosocomio, consultados por este medio,
aseveraron que el afamado autor, incluso sin la irrupción de este
incidente, de todos modos tenía los días contados, dado que la autopsia
reveló que su organismo ya estaba minado por dolencias tales como la
diabetes, una avanzada cirrosis y el progresivo envenenamiento de las células
nerviosas a causa de
su afición etílica. De todos modos, en sus dramáticas declaraciones,
los galenos informaron que el fin del ilustre visitante se aceleró por
las circunstancias en que fue encontrado por la policía, esto es, a la
plena intemperie, en horas de la madrugada y bajo los efectos de una
intensa nevada, que azotó esa noche la ciudad de Nueva York. La
hipertermia y la ingesta de alcohol en grandes cantidades hicieron el
resto. Antes de su deceso, habiendo sido oportunamente cablegrafiados sus
familiares en Inglaterra, su esposa voló a los Estados Unidos sin que la
premura de su proceder le permitiera, más que durante unas pocas horas,
asistir a los prolegómenos del fatal desenlace. Los restos del extinto
fueron embarcados rumbo al Viejo Mundo, donde.... DAYSY
-¡Dylan! DYLAN
-Oigo
un murmullo, una voz que no puedo identificar, de todas las que oí en mi
vida... No es la de Pamela Hansford Johnson.... DAYSY
-Dylan... (DAYSY
SE ALEJA HACIA LA PUERTA) (AL
LLEGAR A LA PUERTA, LA ENTREABRE Y SE VUELVE HACIA DYLAN) DAYSY
-Yo...
me estoy desvaneciendo de tus recuerdos de muerto.... DECANO
-¿De
veras Dylan oye alguna voz? Yo lo que escucho es como un viento... un
viento que me llama a mí también, porque nos llama a todos... me parece
que a uno por uno... (DAYSY
ABRE LA PUERTA Y SE VA POR ELLA) DYLAN
-Vamos,
Decano, déjese de joder y pague otro trago, hay tanto tiempo para decir
estupideces.... DECANO
-No,
no. Le digo en serio. Es... como una brisa que uno en vida comienza a
sentir que le agita la ropa. Primero despacio, muy despacio. Y no siempre,
de tanto en tanto. Cada vez más seguido. Cuando se quiere acordar, está
soplando todo el tiempo. Dentro de su casa, las ventanas y las cortinas se
mueven, usted lo ve, y trata de no hacerle caso, pero allí está,
sacudiendolo todo. Y a uno también. Sobre todo a uno. Porque el viento
sale de adentro de uno. Y es como un viento que se va a tragar todo. Todo. MALCOM
-¡La
mierda! ¿Saben que eso mismo me está pasando últimamente? Pero no puede
ser que me esté por morir, justo ahora... y yo. No puede ser que yo me
esté por morir. No, no. no. Son todas boludeces. De ninguna manera me
puede estar por pasar a mí. (SE
ALEJA NEGANDO GESTUALMENTE HASTA EL SILLON DE CONFERENCIA Y ALLI ACOMODA
SUS PAPELES) (EL
DECANO SE INCORPORA Y SE DIRIGE HACIA DONDE ESTA MALCOM. LE PALMEA EL
HOMBRO VARIAS VECES Y LE HACE GESTOS DE CONSUELO. MALCOM SE RESISTE) MALCOM
-Es
que... tengo conferencias que dar... Mis clases.... mis cursos.... yo....
Mi madre se va a quedar sola.... (EL
DECANO INSISTE, SEÑALANDOLE LA PUERTA) MALCOM
-Vive
en Oregon... disfruta de una pensión desde que se fue mi padre.... Está
orgullosa de sus dalias... No soporto ir a verla una vez al año... sólo
dice idioteces, todo el tiempo.... (EL
DECANO TIRONEA DE MALCOM) MALCOM
-¡No!
¡No! ¿Por qué yo? ¿Por qué yo y no ella? Tiene 89 años. ¡Ella tiene
89! Es una vieja estúpida... Es una vieja estúpida desde hace mucho.... (EL
DECANO OBLIGA A MALCOM A PONERSE DE PIE Y LO LLEVA, MIENTRAS TODAVIA SE
RESISTE, A IR HASTA LA PUERTA. EN EL TRAYECTO LE ACARICIA LA CABEZA Y LO
CONSUELA, SIN QUE SE OIGA LO QUE LE DICE. ) MALCOM
-Estoy
escribiendo un ensayo sobre la nueva poesía canadiense... (SE
VAN ATRAVESANDO LA PUERTA, QUE SIGUE ABIERTA) (PAUSA) DYLAN -¿Y
después de muertos qué nos queda sino seguir estando muertos? Yo en vida
creí que podía... ¿Qué creí que podía hacer? ¿Creí que podía
dejar en unos pocos versos, lo que quedara de mi obra después de unos
pocos años, el resumen de todo lo que quiere decir estar vivo? ¿Eso creí?
¿Creí que podía? ¿Creí que podía expresar el sentido de cada minuto,
que podía poner en palabras el sentido de las horas, de los años? Mi
mayor vanidad era esa. La misma vanidad de todos los desgraciados que me
precedieron. Qué importa ahora cada sílaba de sus nombres. Qué importa
que murieran por esos ocultos sentidos de cada cosa. ¿Es que la muerte es
el final de todas las creencias en un solo descreimiento, absoluto, una
desembocadura en la negación de todo? Me causa gracia pensar en la
grandilocuencia de lo que estoy diciendo. A quién le importa ya esta
sutileza. Lo que para mí fue la médula más profunda de todo es para
otros una corteza más, la más superficial de todas las que cubren las
apariencias de las cosas. Soy patético. Siempre fui patético. Cuando me
arrastraba por la vida detrás de palabras que eran para mí la sencia de
la vida, de la muerte, del sentido último, de la relación entre vida y
muerte: el amor, la santidad, la intensidad de cada acto como una comunión
con el universo, la parte en el vientre del todo que cobra conciencia de sí
misma y de su identidad igual con todas las cosas, perdía año tras año,
poema tras poema, la conciencia de que el final era el fracaso. El fracaso
definitivo, triunfal, absoluto, el triunfo inevitable de lo contrario de
aquello que yo buscaba. Los demás, claro, me juzgaron por mi apariencia,
que por demás les agradaba, porque era lo que esperaban de mí. Un
borracho, un primo de los locos, un pariente cercano de todo lo que nunca
puede tener voz alguna, un hijo de lo que no se puede ni se debe oír.
Pero algo que tiene que seguir escuchándose en alguna parte. Una
vocecita, un eco ahogado, algo que les diga que siguen en la orilla
opuesta, que no se han deslizado hasta aquí, hasta estos terrenos
resbaladizos. El viejo decano tenía razón. Era un imbécil, por eso es
que tenía razón. El se preguntaba por la raya, la línea, la frontera.
Su pecado fue creer que haciendo esa estupidez de correr desnudo por los
pasillos de una universidad cruzaba la raya. En cambio, Malcom no la cruzó
nunca, pero sabía donde quedaba. Y
Daysy... ¡Ah. Daysy! Daysy
creyó que podía ir y volver de ella.... qué inexperta, qué ingenuidad.
De gentes como éstas van a estar habitados los años que vengan. De frívolos,
de ilusos. Serán lo mejor, sin embargo. Yo creí que era otra forma de
ser un hombre. Ahora sé que fui el final de aquello que alguna vez,
intentó otra cosa. Mi único mérito fue pensar que todavía era posible.
¿qué puede ser posible hoy? Me engañé y por eso me maté trago a
trago. No, en mi tiempo ya era imposible unir una cosa con otra. Por ahí
nunca fue posible.... pero un poco más.... aunque fuera, un poco más....
Que yo muerto muera de vuelta al entender esto, es una paradoja bestial,
poco conveniente al mundo del puro espíritu, pero si pienso en lo que
vendrá, si vuelvo a mirar lo que ya fue... Yo
dije alguna vez que la muerte no tendrá dominio. Hoy vivo, qué ironía,
en él, y sé que el triunfo final es el de la oscuridad, sobre lo que va
a estar vivo y sobre todos los que ya estamos muertos. Me lo habían dicho
y no escuché. También ayudé a que no escucharan otros, alentándolos.
No tengo perdón. No lo merece nadie.
FIN. |
LUIS
BENITEZ
Belaustegui
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CP
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