Hace dos décadas ocurrieron en Argentina
eventos que culminaron con la privatización de casi todo lo que el
Estado conducía en el proceso económico interno. No era reacción
singular del gobierno en turno. En todo el orbe se había infiltrado la
tendencia neoliberal de eliminar la participación del Estado en la
economía, para ponerla en manos del mercado. Este se regularía por si
solo y permitiría mejores resultados en las empresas, bajo la conducción
privada, ya que el Estado demostraba su incapacidad para ello.
Por supuesto que esto estaba enmascarado; contradecía determinaciones
soberanas, basadas en constituciones y leyes reglamentarias de los
países para controlar, nacionalmente, el manejo de sus recursos
naturales, desde su extracción, transformación y uso. Ello no restringía
su colocación en mercados internacionales, pero permitía apuntalar
estrategias nacionales, incluso regionales que se pretendieron con las
primeras organizaciones de integración, fundamentalmente.
En la cátedra y después lo corroboramos en los organismos económicos
regionales –nuestro caso la Comisión Económica para América Latina(CEPAL)-
se nos enseñó y encausó al uso racional de nuestros recursos –para el
caso los energéticos- con el objeto de que adquiriesen calidad de
impulsores de la formación y crecimiento de mercados internos –con sus
secuelas de empleo y nuevas inversiones- ruta incuestionable para
avanzar a la equidad social.
Cincuenta años antes ocurrieron hechos que corroboraban tal tesis de
crecimiento económico y justicia social. Baste recordar, en Argentina,
Arturo Frondizi lleva al país al autoabastecimiento de hidrocarburos. La
expropiación petrolera mexicana consumada por el General Lázaro
Cárdenas, el 18 de marzo de 1938, da el banderazo al crecimiento
mexicano con el Plan Sexenal y los subsiguientes planes, que dieron a la
economía incrementos por arriba del 6% anual. Pero volvamos a la
realidad vigente y veamos razones y consecuencias de la determinación
del gobierno Argentino, para expropiar Yacimientos Petrolíferos Fiscales
(YPF) que había sido vendido hace dos décadas a la española Repsol.
El 16 de abril pasado, Cristina Kirchner, en atención a las cuentas
fiscales y el sistemático agotamiento de las reservas de YPF, terminando
con el autoabastecimiento energético del país, anunció la “expropiación”
de Repsol–YPF. Casi 10.000 millones de dólares anuales se importan de
energéticos. La decisión tomada abrió debate: España “rompe relaciones
de fraternidad con Argentina”; el gobierno de E.U., la CE y la titular
del FMI, condenan la medida.
Se conoce que, el Proyecto de Ley –en revisión- a enviarse al Congreso
señala: Estado Nacional 26% de acciones; provinciales 25%; familia
Eskenazi 25%, el resto, Repsol y accionistas privados. Por ello el
gobierno dice que “retoma el control y la administración”, pero no la
totalidad de la propiedad. El resto de empresas de hidrocarburos,
seguirán en manos privadas.
Por otra parte, la nueva YPF requerirá grandes inversiones para servir a
los intereses generales de la nación, además del gasto en indemnización
a quienes poseía las acciones que controlará el gobierno. Al interior
del país se discute la necesidad de dinero fresco, considerando –entre
otros- el aumento al precio de combustibles a usuarios para financiar
inversiones. Pero esta es la situación gruesa, la visible. Hay otros
elementos a considerar.
El nuevo control de YPF por el Estado argentino se inserta en la
tendencia al control mayoritario de reservas de petróleo y gas natural,
por empresas estatales y paraestatales. El Financial Times (Londres)
denomina "Las Nuevas Siete Hermanas" a: -la saudita Aramco, rusa Gazprom,
china CNPC, iraní NIOC, venezolana PDVSA, brasileña Petrobras y malasia
Petronas-.En un artículo del 11 de marzo del 2007, la City de Londres
apreció: "Abrumadoramente estatales, controlan casi un tercio de la
producción mundial de petróleo y gas y más de una tercera parte de
reservas totales de petróleo y gas. En contraste, las viejas siete
hermanas -…cuatro en la consolidación de la industria en 1990- controlan
solamente el 3% de las reservas”.
Robin West, de PFC Energy, dice: "la razón por la cual las…originales
eran tan importantes se debió a que ellas hacían las reglas; controlaban
la industria y los mercados. Ahora, estas nuevas…ponen las reglas y
petroleras internacionales son las que cumplen las reglas". Para la
regulación del mercado de hidrocarburos -manipulado especulativamente
por agencias ligadas al sistema financiero global- el mercado de gas
natural tiende a concentrarse en contratos entre productores y
consumidores.
Un estimado de la Agencia Internacional de Energía (AIE) señala que a
finales de la década del 2040, 90% de la oferta de hidrocarburos vendrá
de países en desarrollo.Habrán de considerarse nuevos factores: el
descubrimiento de yacimientos en la capa del pre-sal, en la costa
brasileña, que ocasiona investigaciones y exploraciones en otras áreas
oceánicas, con formaciones geológicas análogas (Golfo de México y costa
occidental de África). También el desarrollo de tecnología para
explotación del gas de lutitas (shale gas), que involucra fracturación
del depósito rocoso, mediante chorros de arena a la alta presión y
compuestos químicos, para liberar el gas.
El Servicio Geológico de EU (USGS) anota a Argentina como la tercera
reserva potencial de gas de lutitas del mundo, atrás de China y EU. En
diciembre, la YPF-Repsol anunció el hallazgo del mayor yacimiento de
petróleo y gas de su historia, en la formación geológica Vaca Muerta
(entre Neuquén y Mendoza). Levantamientos preliminares estiman en 927
millones de barriles de petróleo las reservas, con potencial a 4 mil
millones de barriles equivalentes, quintuplicando reservas oficiales de
la empresa (El País,7-Nov-2011).
No obstante tales potencialidades -y tal vez, a causa de ellas- entra el
tema básico: ¿Cómo debe operar una empresa como la YPF-Repsol, en un
sector vital para la entidad?. Cuando la YPF fue privatizada (1993), los
rendimientos de los accionistas debían tener prioridad. De allí que los
gobiernos nacionales aseguraran escenarios para que ello ocurriera y
sostener al alza los intereses de "inversionistas". Estas son políticas
públicas de la mayoría de los países.
Repsol operó a YPF como partida preferencial de recursos para
inversiones en otras áreas (Financial Times 16 de abril de 2012). "…la
YPF era la gallina de los huevos de oro, reinvirtiendo las ganancias en
otras áreas”. Tal política mermó la solvencia y productividad de YPF,
contribuyendo a que, entre 2004 y 2011, la producción nacional cayera
casi 20% y la de gas, 13%. Para 2011, el país ya era importador neto de
petróleo, por primera vez en décadas.
Argentina por segunda vez se enfrenta al "globalismo". Primero con la
moratoria en 2003 y la posterior renegociación histórica de deuda de
títulos públicos -que incluyó descuento superior al 80%-. El país
demostró de nuevo, que "inversionistas internacionales" pueden ser
doblegados por un Estado, sintonizado con motivos superiores de su
pueblo. |