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La intensa vida de un pequeño museo habanero |
El Museo del Tabaco es poco visible para quienes visitan La Habana Vieja, un pequeño anuncio, sobre una discreta puerta en la calle Mercaderes # 120, próxima a Obrapía, nos franquea el paso hacia una empinada escalera, y, allá… al final de un alto primer piso, encontramos las salas de exposición. Sin embargo, las actividades que se llevan a cabo en esta institución tienen gran relevancia cultural, porque no sólo atiende a sus numerosos visitantes, sino que irradia y extiende sus labores hacia ámbitos insospechados (nacionales e internacionales) como descubriremos al leer la entrevista que gentilmente nos concedió su directora la Licenciada Zoe Nocedo Primo. ¿Cómo definirías la importancia que tiene para ti el Museo que diriges en relación con el conjunto de instituciones similares que tienen su sede en el Centro Histórico de La Habana? ZNP: Para mí tiene un significado grande. En primer lugar, porque sentimos honda satisfacción por nuestra pertenencia a la Oficina del Historiador de la Ciudad. Cada día, disfruto no sólo del trabajo en el Museo del Tabaco, sino de la valiosísima obra que hace muchos años se viene realizando en el Centro Histórico por dicha Oficina — dirigida por el Dr. Eusebio Leal Spengler. También debo añadir que, durante 27 años consecutivos, viví en la Habana Vieja — muy cerca de donde ahora trabajo —, por lo que pude observar, desde el inicio, cómo se erigía una obra restauradora que incluía el patrimonio tangible e intangible; y cómo ésta, poco a poco, iba tomando una dimensión mayor. En segundo lugar, yo estudié la carrera profesoral en la especialidad de Historia, por ello, no fueron pocas las veces que, aún como estudiante, acudí a estos sitios monumentales, en búsqueda de información; y en otras, participé en los recorridos (que ahora conocemos como Rutas y Andares), entonces guiados por el propio Historiador, Eusebio Leal. Todavía guardo el recuerdo de un curso sobre la Ciudad impartido por él: fue inaugurado en el Palacio de los Capitanes Generales y, en el segundo encuentro, los asistentes tuvimos que trasladarnos al Anfiteatro del Puerto, debido a la cantidad de participantes que había. Se desbordaba la capacidad del primer local. Es por estas razones, en apariencias sencillas, que llegué al Museo del Tabaco con muchos bríos y deseos de trabajar. Les explico estos breves antecedentes para que todo lo que sigue se comprenda mejor. La labor de las Casas Museos del Centro Histórico es amplia; a pesar de que cada una posee su perfil singular, nuestro quehacer se enmarca en el conjunto de patrones de las actividades museológica, museográfica, investigativa y sociocultural. Sin embargo, en este medio (el de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana), hay algo que considero valioso en extremo, y es: que, independientemente de las tareas concebidas para este tipo de profesión — y que se deben cumplir con rigor —, existe la posibilidad de que el equipo técnico desarrolle un pensamiento creativo, pues, en cada acción que realizas con la comunidad, como parte del Proyecto sociocultural planificado para el año, este último se ajusta a los objetivos reales que la especialización del Museo exige. A partir de aquí, es que puedo responder a la pregunta acerca de la importancia particular que reviste este Museo dentro del conjunto de las casas museos del Centro Histórico. Entre sus características específicas podría mencionar: que el Museo del Tabaco es el único en Cuba dedicado a honrar la historia de una industria enraizada en el proceso de formación de la nación cubana, de su identidad y cultura. En la actualidad se escucha hablar del tabaco, por lo general, sólo cuando se trata el tema de combatir el hábito de fumar. No obstante, la proyección de este Museo se dirige a los valores patrimoniales relacionados con su cultivo, elaboración y usos tradicionales de la hoja, que son muchos, y que se deben dar a conocer, tanto en Cuba como fuera de ella. El tabaco fue y sigue siendo, un "embajador" de nuestra economía y cultura, y como tal la proyección del Museo –dada por la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura — está encaminada a fundamentar y explicitar el por qué de tal hecho histórico.
¿ Cómo se ha logrado vincular la actividad propia del Museo con la superación y capacitación de muchas personas que pertenecen, o, se relacionan con el sector tabacalero y tabaquero, y, aún desde muchas otras profesiones y posiciones laborales?ZNP: Los conceptos de la "Moderna Museología" implican una labor que rebase las fronteras de la Casa Museo: mantener un público estable en el mismo; extender la labor hacia la comunidad; orientar los proyectos dirigidos a la educación de la población; esos son objetivos permanentes de nuestra actividad. Por eso, para quienes nos desempeñamos en esta responsabilidad, es muy importante hacer un diagnóstico del por qué y para qué, precisamente para evitar que los proyectos sean ficticios. Por el contrario, deseamos que estén encaminados a las necesidades reales, de acuerdo con la especialización del trabajo. Nos parece provechoso que nuestra acción contribuya a la superación cultural de la población, especialmente a la de la comunidad del mundo del habano. Cómo poder fundamentar al puro habano como un símbolo de nuestra cultura si el conocimiento sobre este tema aún es pobre; cuánto más se podría ganar si al ofrecer a un cliente las vitolas, se tiene un conocimiento abreviado, al menos, de las habilitaciones y anillas que van en esas cajas. ¿Cómo explicar a un cliente o a un visitante, el valor del tabaco torcido si usted no posee información de su cultivo e industria? ¿Cómo se puede explicar el nombre de la marca más famosa ("Cohíba"), si desconoce la raíz aruaca de ese vocablo, o, el uso ritual que tuvo la hoja entre los aborígenes? Sólo por referirme a algunos ejemplos. Todas estas preguntas se convirtieron en cuestionarios, entrevistas y en motivos de observación, para proyectar una concepción de superación cultural a través del Museo que está contemplada en el Diplomado del Tabaco, Cursos para los Lectores Tabacaleros, Simposios Internacionales, Proyecto Cultural "Amigas del Habano" (internacional), y otros espacios mediante los cuales contribuimos nacional e internacionalmente a la divulgación y promoción de nuestro legado cultural. La mayor parte de los proyectos mentados han sido resultados de la actividad investigativa que realizamos. El Museo se ocupa de varias líneas de investigación, en marcha, lo cual nos permite ir definiendo estrategias en el trabajo sociocultural. Por ejemplo, de la investigación "Huellas del Habano en la Habana Intramuros" derivó un logro concreto: "Andar por las huellas del habano", que lo combinamos con productos que, se enlazan en el "maridaje" del tabaco con el ron y el café. De la investigación sobre la "Lectura de Tabaquería", han resultado varios cursos y espacios culturales, como "Dialogando con..."; del "Fichero de personalidades vinculadas al tabaco habano", a través de los siglos, parte el inicio de las "Tertulias del Habano" y es de tal forma que se logran interrelacionar investigación y acción cultural.
¿Cuáles son tus apoyos para llevar adelante tus proyectos museográficos y los de extensión cultural? ZNP: Son muchos, y creo que no soy una excepción dentro de la familia de patrimonio cultural. Contamos, ante todo, con la orientación, apoyo y reconocimiento de quienes nos dirigen — y esto no es un simple cumplido, es una significativa realidad. Los resultados de cada uno de mis colegas, sus proyectos, los intercambios que realizamos en torno a lo que vamos a llevar adelante, todo incorporado te va dando una directriz de trabajo. En mi colectivo de trabajo somos 7 mujeres, y cada una tiene una responsabilidad frente a los proyectos del museo. Consideramos lo primordial, desde las propias visitas al Museo, que cada visitante se vaya satisfecho de la atención y profesionalidad con que fue recibido. Tengo constancia de cómo nuestros visitantes aprecian el esmero de la atención hacia ellos. Encontrándome fuera del país, por motivo de trabajo, he encontrado a turistas que visitaron el museo, y me han descrito las características físicas de quien los atendió (por supuesto yo siempre les pregunto por ellas). Esto es motivo de satisfacción personal y para todo el colectivo. Les comento que quien trabaja con público, permanentemente está sometido a una evaluación. En la relación de nuestros apoyos, añadiré a un número elevado de profesionales, artistas, e instituciones gubernamentales y no gubernamentales, que respaldan constantemente las acciones del Museo, desde su fundación, el 26 de febrero de 1993, y que con el tiempo se ha ido involucrando más. No menciono a nadie en particular, pues, sin exagerar, no son pocos y caería en omisiones imperdonables. Solamente el Diplomado del Tabaco cuenta con 34 especialistas de alto nivel científico técnico, que a lo largo de 10 años se han mantenido junto a nosotros. Aprovecho esta ocasión, para que, una vez más, llegue a todos el agradecimiento por tan hermosa colaboración.
¿Qué se prevé para el futuro inmediato del Museo del Tabaco? ¿Serán más visibles sus labores, particularmente en los medios masivos de comunicación? ZNP: A decir verdad, no son pocos los medios de comunicación en los que se promueve la labor del museo: Habana Radio, Radio Habana Cuba, Radio Taíno, TVC, las revistas "Excelencias del Caribe", "Destinos de Cuba", entre otros, se encargan de dar una publicidad que es bastante sistemática alrededor de la existencia y labor del Museo. Considero que en este sentido ha existido una divulgación en ascenso, que es correcto destacar. Los Programas Culturales de la Dirección de Patrimonio tienen una emisión mensual y llegan a diferentes instituciones culturales. Mensualmente se reflejan en ellos las propuestas del Museo. Participamos en no pocos eventos nacionales e internacionales, como el Festival del Habano, donde siempre se nos reserva un espacio; auspiciamos el Simposio "Habana-Habanos" que también reúne especialistas de varios países, el evento Iberoamericano de Museos y Centros Históricos; "Puro Arte"; "Pasión por la Artesanía " de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA) de Matanzas, Festival del Vino, etc., adonde llevamos el mensaje de la Oficina del Historiador de la Ciudad y del Museo; apoyamos estos eventos en la medida de nuestras posibilidades. Recientemente, se fundó el proyecto cultural "Amigas del Habano", patrocinado por la gerencia del Hotel Panorama (Gaviota), al cual pertenece un grupo de mujeres interesadas en la cultura del habano, de Cuba y del exterior. Creo que todo ello hace que en el futuro la proyección del Museo sea aún mayor, que su labor alcance mucha más visibilidad; y si pienso en ello no es con el fin de presentarnos en una vitrina expositiva, sino porque en la medida que se conozca de su existencia y proyectos, habrá una mayor cantidad de personas que se involucre en ellos, que sean amigos de esta casa museo, de la Oficina del Historiador y su labor, y desde luego, de la cultura tabacalera y tabaquera. Los resultados del trabajo se han visto estimulados por el Historiador de la Ciudad y la Dirección de Patrimonio. Se han recibido cartas de reconocimiento del Grupo Empresarial TABACUBA y del Sindicato Tabacalero, hemos participado en sus Congresos. Fuimos nominada a "Hombre Habano" en las Comunicaciones en el 2007; se nos entregó la réplica de la sortija del Maestro y al Museo la distinción "Honrar, Honra" que entrega la Sociedad Cultural "José Martí"… Yo creo que el colectivo ha sido más que reconocido por toda su labor. No trabajamos para resultados personales, sino para que la cultura de este producto sea visible, no ignorada. No tiene porqué perderse esta historia que no contradice la campaña que se lleva contra el hábito de fumar; se trata de cuestiones diferentes, y no debe olvidarse que si usted suprime la importancia de esta industria y de su producto, estará obviando también gran parte de la Historia de Cuba y de nuestra identidad.
¿Cómo te las arreglas para ser una profesional competente, rigurosa, eficiente, y, además, mamá, abuela, esposa, una mujer atractiva, amable, que no pierde su sonrisa? ZNP: Hago lo mismo que toda mujer trabajadora en nuestro país, lo primero: amar el trabajo que se realiza, hacerlo con responsabilidad, no detenerse ante las dificultades, sean éstas de cualquier tipo; y poner en práctica lo que aprendes de los demás. Esa fórmula va unida a contar con una familia en el sentido amplio de la palabra. Defiendo la unión familiar, se esté donde se esté. Compartir con ellos cada momento posible. Vivo con mi madre, que con 78 años cumplidos es parte del Proyecto para la Tercera Edad del Centro Histórico. Mi esposo, escucha, revisa, opina sobre cada uno de los proyectos (y casi siempre participa); mis hijos que son jóvenes — estudiosos, excelentes trabajadores y respetuosos —, me apoyan en las tareas domésticas, y no pocas veces en el trabajo, y eso tiene un significado inmenso. En mi casa se escuchan los proyectos de cada uno, y se debaten en familia. Todo ese ambiente afectivo es necesario para poder llevar adelante los proyectos, ello te permite hacer una u otra cosa, y sobre todo, a que las neuronas de mantengan intranquilas constantemente y a sentir que, al margen de cualquier dificultad, te sientas feliz. Es por ello que siempre trato de llevar a los demás mis mejores momentos; no me gusta trasladar nada que no contribuya a la alegría o la esperanza en los otros. |
Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu
Publicado, originalmente, en el Portal Cubarte el 22 de abril de 2010
http://www.cubarte.cult.cu/
Autorizado por la autora, a la cual agradecemos.
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