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Esclavitud, cimarronaje, rebeliones por la libertad e independencia nacional
por Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

Profundizar en nuestra historia nacional, ampliar la reflexión propia con lo que ha ocurrido en otras partes del Caribe y, en general, de Nuestra América, sin por ello olvidar a los americanos del norte con sus peculiares problemas y vicisitudes, resulta hoy un ejercicio intelectual de la mayor urgencia. No podemos dejar de percibir en toda su complejidad el bosque; tampoco el árbol.

Complejidad, celeridad y violencia son algunos de los componentes del mundo diseñado por los planes de la "posmodernidad", por la irracionalidad del Imperio capitalista que se debate en medio de una crisis ideológica finalhabana . A pesar de ello, las potencias guerreristas tratan de aplastar con la mentira a sus contrincantes multifacéticos, a quienes los denuncian, se organizan y resisten, los que son simbolizados en un gran sujeto colectivo: la Opinión pública mundial y los gobiernos del Tercer mundo más conscientes de su derecho a ejercer la verdad histórica, a defender sus independencia y soberanía nacional. Objetivos principales del Imperio: confundirnos con informaciones y discursos de doble moral, divulgados a través de poderosos medios de comunicación bajo su control; hundir ideológicamente a poblaciones enteras en la desesperanza, gracias al caos, la ingobernabilidad, la interminable lluvia de noticias malintencionadas, en apariencias dirigidas contra el "terrorismo" y los terroristas que "amenazan" la existencia del Imperio, en realidad encubridoras de situaciones muy distintas, cuando se entroniza oficialmente, a escala mundial, el terror desatado por los gobernantes y congresistas de los Estados Unidos de América, la legalización de las torturas, las desapariciones programadas, el espionaje de todo aquel que actúa o se mueve bajo sospecha, incluidos sus propios ciudadanos.

Divulgar ideas de superioridad nacional, racial, económica, científico técnica, militar, de cualquier índole, encubren una fatalidad irremediable: la sumisión neocolonialista y la neoesclavitud a las que están "predestinados" los habitantes pobres de los países subdesarrollados del mundo. Estos son los "oscuros rincones"del Planeta que planea atacar, dominar o eliminar, el Presidente George W. Bush, a costa de volver a las leyes de la barbarie. Además, aspiran también a desunirnos, infiltrando desconfianza entre pueblos hermanos, divisiones y luchas intestinas entre supuestas "facciones", pertenecientes todas a la única clase explotada, los pobres de la Tierra. Negar y destruir siglos de pensamiento y civilización humana parece algo tan simple como estampar la firma del Presidente sobre una hoja de papel en Washington, y dígase ¡Amén!

Dentro este contexto de actualidad se ha abierto en La Habana el Foro Cimarronaje en el Caribe y América Continental, que sesionó desde el 7 hasta el 10 de octubre, día en que se conmemoró el inicio de las Guerras por la Independencia de Cuba. Aunque el Foro continuará sus actividades a lo largo de todo el mes de octubre en distintas sedes, según nos anunciaron sus organizadores. El importante evento está auspiciado por la Casa de África de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Casa de las Américas y muchas otras instituciones cubanas de gran prestigio cultural a las que se unen la Asociación Cubana de Naciones Unidas, la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO y la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe, miembros del Cuerpo diplomático acreditado en Cuba, especialmente los embajadores africanos y caribeños.

Ejes temáticos importantes como el análisis de la esclavitud africana en el Nuevo mundo, traída hasta acá en las primitivas carabelas de Cristóbal Colón, desde el primer momento de su "descubrimiento" el 12 de octubre de 1492, lo cual provocó no sólo la expansión del capitalismo euroccidental en su etapa más temprana, y la de los pueblos europeos en el mundo nuevo, sino también la de los pueblos africanos negros y de su riqueza y diversidad cultural, trasplantadas a porciones totalmente ignotas de la Tierra, muy alejadas de sus estados y aldeas natales en África. Dio luz y lugar al criollo negro en la recién bautizada América, así nació lo afroamericano.

José Luciano Franco — historiador cubano negro, a cuyo 115º natalicio, e importante obra escrita, se dedica otro significativo eje del Foro — denominó a la referida situación histórica LA DIASPORA AFRICANA EN EL NUEVO MUNDO. Bajo ese título surgió una compilación de sus ensayos africanistas en 1975 (La Habana, Editorial de Ciencias Sociales), que lo situó entre los primeros y selectos especialistas latinoamericanos, iniciadores de la Historia de África, auspiciada por la UNESCO. Este fecundo intelectual habanero (1891-1989) dedicó una primera y larga etapa de su labor investigativa (1942-1959) a la historia de las municipalidades en la América hispana, particularmente en Cuba. Un legado muy sustancioso para los actuales gobiernos municipales se acumula en: Servicios públicos; definición de los servicios públicos que deben estar a cargo de los municipios (La Habana, 1943), Las ciudades y sus problemas (La Habana, 1946), Instituciones locales. Urbanismo (La Habana, 1959), por mencionar algunas de las siete obras donde se elucidan problemas de la urbanística desde una perspectiva teórica bien documentada y actualizada, y se sintetiza la praxis de su trabajo como funcionario municipal. Todas sus publicaciones fueron reconocidas internacionalmente por el Instituto Interamericano de Historia municipal e institucional, del cual fue fundador y socio eminente.

En 1947, Franco fue premiado por el Ayuntamiento de La Habana a causa de las contribuciones científicas de su obra titulada Política continental de España en Cuba 1812-1830, que inició otra vertiente de trabajo en torno a la historia de la región caribeña y circuncaribe. Son bien conocidos sus aportes documentales e interpretativos a la historia de la Revolución de Haití, y de las relaciones históricas de Cuba colonial principalmente con México y Venezuela. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida (1973, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, tomos I-III), revela su extraordinaria capacidad como biógrafo y la humildad científica de este profundo estudioso de nuestra historia patria.

Las rebeldías contra la opresión invasora hasta hoy, el llamado cimarronaje, definido magistralmente como la lucha por la dignidad humana en todas sus expresiones, incluidas las literarias y artísticas, fueron tratadas por destacados científicos y escritores, entre los que encontramos a Miguel Barnet, autor de Biografía de un cimarrón (La Habana, 1966), testimonio paradigmático de la vida de un esclavo negro rebelde y obra maestra de la antropología cubana; la primera edición cumple su aniversario 40 y fue festejado alegremente en el Foro; Yolanda Wood, Directora del Centro de Estudios del Caribe; Rogelio Martínez Furé destacado etnólogo y el historiador Alfonso Iglesias, con sus disertaciones enriquecieron otras aristas del tema. También brilló la sencillez y hondura de los versos de Nancy Morejón, homenajeada por el Foro el primer día.

Finalmente, la presencia de Cuba y los cubanos en el continente madre, África, durante la segunda mitad del siglo XX, enalteció la memoria del Comandante Ernesto Guevara y recordó su asesinato en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Del público presente surgieron las pequeñas historias de los internacionalistas, de misiones militares y civiles cumplidas honrosamente sobre tierra africana. Emocionantes anécdotas de sencillos cubanos y cubanas, alimentaron gratamente la memoria del sujeto colectivo reunido en feliz asamblea; emocionadas palabras de reconocimiento en nombre de todos sus hermanos y hermanas, y de la Historia, fueron pronunciadas por los diplomáticos africanos presentes.

El 10 de octubre de Carlos Manuel de Céspedes se agigantó este martesdel 2006; se reavivó en nuestras almas cubanas y universales. Nos descubrió otro mundo nuevo, sin explotación, ni fronteras, que ya está en camino, es indetenible, lo guía el pensamiento de Fidel, del Che y de muchos próceres americanos y africanos. Otra vez marcan el paso de la nueva vida el doblar de campanas y de tambores ancestrales. En el corazón de todos vibró un saludo sin despedida ¡Hasta la victoria siempre!

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