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Bayamo; Capital histórica de la nacionalidad cubana
por Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

 

 

Cubarte).- Bayamo es la capital de la actual provincia de Granma, creada en 1976, por la nueva División Político Administrativa de la República de Cuba. El territorio provincial es mayormente montañoso.

En pequeños valles, o junto a las zonas costeras del oeste y sur, se instalan algunas pocas ciudades -medianas y pequeñas- de cierto interés económico, histórico y cultural. Manzanillo, se destaca como el segundo centro urbano por su condición de ciudad portuaria, la más importante de la provincia, sus entrañables valores históricos, venerable trova, y por su hermoso conjunto urbanístico – arquitectónico, eminentemente ecléctico, recostado junto al mar color turquesa del caribeño Golfo de Guacanayabo.

Grandes reservas naturales, que constituyen un extraordinario potencial de riqueza turística, para cubanos y extranjeros, ocupan el sur de Granma. Muchas de ellas se han venido transformando en Parques nacionales o reservas ecológicas, gracias a la obra constante del gobierno de Cuba socialista.

Los mencionados parques asumen su denominación actual en razón de ciertos vínculos significativos: con la historia, Desembarco del Granma –debido al nombre del yate que trajo, en diciembre de 1953, desde el puerto de Tuxpan (México) hasta Belic1, en la Playa de Las Coloradas (municipio Niquero), a los expedicionarios insurgentes contra la dictadura de Fulgencio Batista Oroz, encabezados por el Dr. Fidel Castro Ruz; de su alta jerarquía geográfica, además de histórica2, Turquino, porque así se nombra y allí se localiza la mayor altura del país, el Pico Real del Turquino (aproximadamente 2 000 metros); historia y geografía fundamentan el título del Gran Parque Nacional Sierra Maestra, el centro principal de la lucha insurreccional del Movimiento 26 de Julio, o, por criterios ecológicos también, el Coto de caza Virama, al noroeste de ese territorio provincial.

Bayamo es un hidrónimo de origen aruaco3, que como muchos otros aruaquismos se conservan vivos en el lenguaje corriente del Archipiélago cubano, y no sólo de sus denominaciones topográficas. Al mismo tiempo, para confirmar su antigüedad, muy superior a la establecida por la cronografía colonialista española, se nombraba Bayamo por los indocubanos, a uno de los veintiocho cacicazgos4 en que, al parecer, ellos habían dividido a Cuba, la isla principal, o, la isla grande, dentro del conjunto de nuestro pequeño archipiélago. Es decir, devino en un ecónimo.

(Así nos informa un mapa realizado por el geógrafo habanero José María de la Torre y de la Torre, que elaboró en las primeras décadas del siglo XIX, atendiendo a las referencias ofrecidas por cronistas de la conquista.)5

También, fue la segunda villa (1513) de las tres fundadas en la región oriental de la Isla (Nuestra Señora de Baracoa, 1511, la primera, y Santiago de Cuba, 1518, la última), por el Adelantado Diego Velásquez de Cuellar. Se “bautizó” católicamente por los conquistadores como San Salvador del Bayamo, conservando de este modo el apelativo aborigen del lugar y del río.

El asentamiento es interior; está localizado junto al río, anteriormente citado. Este, en el período inicial de la colonización, fue navegable hasta el entronque (embarcadero) con otra corriente fluvial que desembocaba en el Golfo de Guacanayabo, el río Cauto. La traza urbana es una cuadrícula irregular, orientada de Este a Oeste, con calles paralelas a la importante corriente fluvial que la abastecía y le sirvió por un tiempo de puerto interior.

La antigua la villa tuvo su núcleo principal en la tradicional plaza de armas, la Iglesia parroquial, cuyo patrono era el propio Redentor (San Salvador), las rústicas casas del Cabildo, y otras dependencias oficiales y de los vecinos principales de la localidad, posiblemente hechas de embarrado, con techumbres fabricadas con los troncos y las hojas de la palma real, al estilo de las primitivas construcciones taínas.

En gran parte su lento desarrollo se debió al comercio ilegal o de rescate con otras colonias del Caribe. El episodio del asalto y secuestro del obispo Juan de las Cabezas Altamirano por el corsario francés Gilberto Girón, cuya embarcación se hallaba fondeada en el puerto de Manzanillo, y la valerosa acción de rescate organizada por los pobladores de Bayamo es el tema histórico del primer poema escrito en Cuba Espejo de Paciencia (1608), cuyo texto se conserva, según Cintio Vitier6. El autor de aquellos versos épicos fue el canario Silvestre de Balboa.

Uno de los vecinos más notables y ricos de Bayamo en el siglo XVIII, José Antonio Silva y Ramírez de Arellano, fundó y costeó, en terrenos que usufructuaba, la villa señorial de San José de Guisa, al sureste de aquella otra ciudad. Por tal motivo, y entre otras acciones que le acreditaban para tal honor ante Carlos III, fue erigido en 1774 marqués de San José de Guisa. Fue éste el primer título de Castilla que recibió una familia del Departamento oriental de la Isla.

No obstante, a pesar de la posición estratégica de Bayamo, clave para la entrada a la región oriental, y de los recursos agropecuarios fomentados por los descendientes criollos de los conquistadores -sobre la explotación de mano de obra africana esclava y blancos pobres canarios-, el más sombrío atraso cultural reinaba entre los pobladores de Bayamo hacia 1850.

Los logros más elementales del Iluminismo, que desde fines de la centuria anterior hacían brillar a La Habana, capital de la colonia, no se observaban en aquella villa, que mantenía su dependencia de la Tenencia general de Santiago de Cuba, segunda capital de la Isla.

No se permitían gimnasios, imprentas ni periódicos: nada de lo que pudiera vigorizar al cuerpo ni dar luz al espíritu. Solo se interrumpía el silencio de la ciudad por el grito de los sargentos enseñando a los reclutas en el campo de Marte; y sólo turbaba la tranquilidad del campo el lamento de los esclavos y el chasquido del látigo de los mayorales. La máxima de los gobernadores de Bayamo era: ódiame, pero témeme... 7

Este testimonio ofrecido por el poeta bayamés José Fornaris (1827-1870), se confirma con los juicios de otro joven, Carlos Manuel de Céspedes del Castillo (1819-1874), de familia acaudalada, cuya instrucción superior se había realizado en La Habana y Barcelona, completándose con viajes a otros países europeos para conocer sus adelantos.

Céspedes retornó a su patria chica para denunciar la situación colonial imperante y liderar su transformación total, para rescatar sus valores nacionales y la estima de éstos por los propios cubanos.

La isla de Cuba, comparativamente hablando, es un pueblo reciente, primitivo por decirlo así, y el estudio de la Historia antigua y moderna nos enseña que la poesía es el primer ramo de literatura que se cultiva por los hombres en semejantes condiciones. Las obras serias, los grandes trabajos literarios, las ciencias en fin, son productos de edades más avanzadas y sólo pueden nacer y cultivarse donde ya la civilización y la riqueza en su apogeo, retribuyen suficientemente los desvelos y aún los grandes gastos que esas obras exigen. ¿Y quién en Cuba ha podido todavía librar su existencia o su porvenir en sólo el sacerdocio de las letras?... 8

Los pocos hombres célebres que la isla de Cuba ha producido en las demás ramas de los conocimientos humanos, son bastante conocidos y en número suficiente para augurar que el día en que nuestra sociedad haya progresado como lo prometen su índole y brillantes prospectos, el día en que las vigilias del sabio le den gloria, poder y riquezas, sobrarán talentos que eclipsen los más ilustres de las pasadas eras, y las bibliotecas del universo llenarán de obras grandes y originales escritas por los descendientes de esos mismos cubanos que hoy se suponen, por espíritus limitados, propios solamente para escribir sonetos al pie de Panchita o al lunar de Pepillita. ¿Qué necesita el hombre de todas las latitudes para llegar a ser un autor famoso en la materia a que se consagre? Talento, instrucción y constancia. Las dos últimas cualidades vendrán en sazón oportunas: la primera la poseen los cubanos en grado eminente. 9

Y, Bayamo fue la primera ciudad tomada victoriosamente por el Ejército Libertador el 20 de octubre de 1868, al frente del cual estaba Céspedes, convertido ya en el Padre de la Patria. Pocos días antes, el 10 de octubre, había iniciado el alzamiento separatista y abolicionista, en su ingenio de La Demajagua (Manzanillo)10 . En ella se organizó la Capitanía General del Ejército Libertador de Cuba, como aparato fundamental (transitorio) para llevar adelante la Revolución. La ciudad fue incendiada el 12 de enero de 1869, por decisión mayoritaria de sus vecinos, ante el avance incontenible de las tropas españolas.

Por ello esta modesta, pero muy amada ciudad por los cubanos, fue declarada la capital de la insurrección; allí se erigió el primer Ayuntamiento de Cuba Libre, se bendijo la bandera tricolor y se cantó primera vez la letra del Himno Nacional, compuesta por Pedro (Perucho) Figueredo (1819-1870), compuesta su música marcial por el propio poeta.

Aquel momento, decisivo para la Historia de la Nación cubana, trascendió artísticamente en el óleo que adorna el arco triunfal de la actual Catedral de Bayamo. El edificio está en el sitio que ocupaba la antigua iglesia parroquial, reconstruida después del incendio de la ciudad que llevaron a cabo por acuerdo mayoritario de los vecinos bayameses, en 12 de enero de 1869, para que sólo las cenizas de sus hogares y riquezas cayeran en manos de las tropas coloniales. Junto a él se encuentra la Capilla de la Virgen de los Dolores, que sobrevivió al fuego, y se conserva como uno de los mejores ejemplos de altares barrocos cubanos del siglo XVIII.

Al cuidado de tan sagradas reliquias históricas, se instituyó la Casa de la Nacionalidad Cubana, que merece estar entre los más importantes centros culturales a escala nacional. Hasta el momento es atendida directamente por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, y, localmente, por la Dirección Provincial de Cultura de Granma.

Su director es un joven historiador bayamés, Licenciado Ludín Fonseca García, a quien tuvimos el placer de entrevistar. Nos informó acerca de las actividades científicas que desarrolla anualmente la Casa, y de sus perspectivas de desarrollo, las cuales pueden llegar a avalar, en el futuro, a dicha institución como un Centro de referencia nacional.-

Bibliografía

1 Ernesto Che Guevara, Escritos y discursos, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1985, segunda reimpresión, tomo II, p.8.
2 Miles de jóvenes cubanos, después de finalizada la insurrección armada contra el dictador Fulgencio Batista (1956-1958) que tuvo por centro la Sierra Maestra, escalaron varias veces el Pico Turquino, como una prueba física y moral de su firmeza junto a la historia y los ideales de la Revolución Cubana. Estas largas y difíciles marchas dieron inicio, en los años sesentas, a una tradición patriótica vinculada al reconocimiento directo de la realidad socioeconómica de Cuba, en una de las zonas más pobres y atrasadas. Simbólicamente, los jóvenes cubanos revolucionarios se comprometían –incluida la autora- de este modo, casi ritual, para la defensa, el desarrollo y beneficio futuro de la Patria.
3 Aruaco:...término general utilizado como denominador de los grupos etnolingüísticos mayoritarios de las Antillas. Ver: Sergio Valdés Bernal, Las lenguas indígenas de América y el Español de Cuba. Dos tomos. La Habana, Editorial Academia, 1991, Tomo 1, “El aruaco insular; lengua general de las Antillas”, p.15. Este concepto también aparece escrito Arahuaco en : Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, Editorial Espasa Calpe, vigésima segunda edición, 2001, p.192.
4 Cacicazgo: Se deriva de cacique, aruaquismo insular “con el significado traslaticio de ...persona principal que haga de jefe en un lugar, de un grupo donde se le obedezca en todo.. (Rodríeugez Herrera, 1958-59. el cacique era el morador por antonomasia, el habitador continuo, el poblador, en suma, alrededor de cuya persona y casa se reunían los demás. ( Perea y Perea, 1941:47) En el caso de ambos autores son mencionados por Sergio Valdés Bernal, op. cit. Tomo 1, p. 125.
5 Mapa titulado: División Territorial de Cuba antes de la ocupación por Velásquez (Según José María de la Torre); aparece publicado en diversas obras del siglo XIX y XX, la autora lo consultó en: Fernando Portuondo, Historia de Cuba, La Habana, Editorial Pueblo y Educación, Instituto Cubano del Libro, 1974, volumen único, p.65.
6 Cintio Vitier, Lo cubano en la poesía, Instituto del Libro, La Habana, 1970, volumen único, p. (25). El manuscrito original no ha aparecido aún, nos afirma autorizadamente el Dr. Sergio Valdés Bernal.
7 Carlos Manuel de Céspedes, ESCRITOS, Compilación de Fernando Portuondo del Prado y Hortensia Pichardo Viñals, dos tomos, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1974, p. 23.
8 Ibid. Tomo I, p.459.
9 Ibíd., p.460.
10 Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, dirigido a sus compatriotas y a todas las Naciones. Manzanillo, octubre 10, 1868. Ibíd. Tomo 1, p.109.

Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

Publicado, originalmente, en el Portal Cubarte  http://www.cubarte.cult.cu/ , el 23 de agosto de 2004
Link del artículo: http://www.cubarte.cult.cu/periodico/opinion/bayamo;-capital-historica-de-la-nacionalidad-cubana-/12115.html

Autorizado  por la autora, a la cual agradecemos.

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