Tucurrique,
Churristate, chorrete, Turrúcares, Turrubares, Térraba, Súrtuba...¿ de
dónde vendrán esos nombres? ¿ Tendrán relación acaso?
Eliminando “chorrete”, los demás sí
supongo que tienen relación. Tucurrique, Tuquirrique, Tuquerrique o
Cuquerrique, que con esas variantes se le conocía dada la dificultad de
los españoles para la fonética local, era un pueblo indígena,
gobernando al tiempo de la conquista por Fernando Correque, que entonces
pasó de cacique a encomendero. Por influencia del catolicismo, casi todos
los topónimos del país fueron sustituidos por nombres de santos. Debido
a alguna extraña circunstancia, este pueblo y varios otros de la zona,
como Atirro, Cachí, Tayutic y Chirripó, conservaron su hermoso nombre
original. Claro que Fernando Correque tampoco se llamaría Fernando. Antes
del adoctrinamiento los indígenas tenían nombres como Tuicbú, Corrobo,
Churruz o Oristuviricá. La mayor invasión no es la de la tierra sino la
de la cultura. Tucurrique ya no es indígena, aunque algunos de sus
habitantes todavía conservan rasgos físicos de los pobladores
originales.
¿Qué está haciendo ahora?
Estoy escribiendo una obra inspirada en
la imagen de Pigmalión, aquel personaje que en el mito griego esculpió
una mujer de mármol y se enamoró de ella. Me parece que hay bastantes
evidencias en el arte, en la ciencia y en la literatura, de que los
hombres han seguido fantaseando con mujeres hechas según sus gustos,
prejuicios o fantasías. Alterno este trabajo con artículos para La
Prensa Libre y para Primera Plana.
¿ Y los príncipes azules, los galanes,
los super machos, los amantes perfectos y los héroes, quién los fabricó,
Yadira?
No tengo nada contra galanes siempre que
no sean fatuos y engreídos. Tampoco contra los amantes, ni perfectos ni
imperfectos. Rhett Butler en Lo que el viento se llevó y Heathcliff de
Cumbres borrascosas son para mí sus prototipos. Los príncipes azules no
me gustan en cuanto suponen princesas cautivas a la espera de rescate. Son
primos hermanos de Superman, de Batman y del Hombre Araña. Ellos forman
parte de la misma configuración patriarcal que incita a los niños a
identificarse con héroes salvadores y todopoderosos, cuyo antecedente
conocido más antiguo es Marduk en Babilonia, el asesino de la gran diosa
Tiamat. Luego la mitología griega creó a Prometeo, un héroe que se roba
el fuego sagrado de los dioses para darlo a los humanos, y Zeus lo castiga
a él y a los hombres, mandando a fabricar una figura de arcilla, Pandora,
ancestra de “la raza de las mujeres”, que trae a la tierra todos los
males. Los supermachos están en los mitos porque están en la mente.
Tienen un origen muy antiguo y una vigencia constante. Hoy Prometeo, o
Marduk, permanecen en el olvido, pero nos pasan películas de Rambo, de
McGiver y James Bond. Son modelos de virilidad que se siguen ofreciendo a
los hombres. Como dice la propaganda de una de una de estas zagas, que vi
pintada en un bus: “Los héroes nunca mueren…sólo se recargan”.
¿ Está contenta con lo que hace , Yadira?
Lo que quisiera estar haciendo es esto
que hago, y que durante mi vida profesional activa sólo pude realizar a
salto de mata, robándole tiempo al tiempo.
¿Por qué se le hizo difícil ?
Durante muchos años tres hijos, primero
pequeños, después adolescentes; unos compromisos laborales, unas
obligaciones domésticas, ciertamente compartidas con un hombre sensible y
bien dispuesto, pero también ocupado con iguales obligaciones e
inquietudes semejantes. Los dos teníamos que esforzarnos por tener la
familia en orden y el trabajo a punto .Todo esto era impostergable. Lo único
que se podía postergar era la necesidad de escribir.
¿Qué es Costa Rica?
Costa Rica para mí significa las montañas
que veo desde mi habitación cada mañana al levantarme; significa mis
recuerdos de infancia y juventud, las personas que quiero, las calles que
recorro, aunque tengan huecos, las costas que visito de tiempo en tiempo y
que cada vez son menos nuestras. Se trata de un concepto muy íntimo,
relacionado con las vivencias más preciadas de un ser humano. El concepto
de patria está unido al sentimiento y a la emoción.
¿ Dónde queda su país, Yadira? ¿Aquí?
Mi país está aquí, en la tierra de mis
ancestros, o la que hicieron suya; donde amaron, trabajaron y murieron; es
también mi tierra y con mucha suerte, la de mis descendientes, si no
llega a ser antes colonia de los Estados Unidos.
¿Ve cerca esa posibilidad? A alguna gente
eso le sonaría a sueño, a salvación...
Yo lo que veo es un país muy grande y
codicioso al Norte, que desde hace muchos años ha estado intentando meter
las garras en América Latina. William Walker contaba con el apoyo total
de su gobierno. Pero hay formas mucho más disimuladas de colonización,
en las que coopera activamente el pueblo colonizado y/o sus
representantes. Creo que el Tratado de Libre Comercio es una de ellas.
Otra se puede notar en las costas de nuestro país: todo es “for
sale”. Las playas han dejado de ser nuestras y en ellas no hay casi
anuncios en castellano. Es como si se estuviera en Malibú.
¿Dígame qué es para usted
“Patria”?
Me gusta definirla según los versos del
poeta panameño Ricardo Miró: “La Patria son los viejos senderos
retorcidos/que el pie desde la infancia sin tregua recorrió/en donde son
los árboles, antiguos conocidos/que al paso nos conversan de un tiempo
que pasó”.
Qué belleza...¿y se ha puesto Usted a
pensar en eso de ser “patriota”? ¿ le parece válido el adjetivo?
Sí me he puesto a pensar y no me parece
válido el adjetivo. El concepto de patriotismo tal como se utiliza en los
libros de historia, no me gusta. Yo creo que no se trata de algo por lo
que hay que condecorar a las personas y erigirles monumentos. Me parece
que el patriotismo es algo más íntimo, relacionado con la honradez, el
trabajo, la herencia de bien que podemos legar a quienes nos sucedan. Y
eso que queremos legar es un país socialmente habitable, en donde la
democracia no se convierta en demagogia, donde los gobernantes no sean
vendepatrias, donde la naturaleza sea vista con respeto, porque somos
parte de ella, y donde el civismo no se reduzca a la ceremonia de izar la
bandera y cantar el Himno Nacional.
Ese mismo himno que por cierto nos llama a
la mitad de la población a levantarnos de manera “viril” y empuñar
armas por el honor...¿ Se acuerda que una vez hablamos del tema?
Desde luego, pero a muchas personas
criticar el Himno les suena a herejía. Yo sí creo que un símbolo patrio
no debe identificar valor y virilidad ni imaginar al pueblo como macho.
Toda la estructura metafórica del Himno está basada en oposiciones
masculino femenino, conceptuados como estereotipos. Por ejemplo, la paz es
“blanca y pura”, como las novias ante el altar; la Patria se presenta
como una “gentil” “madre de amor”, de suelo “pródigo” que nos
da “sustento”; pero inerte, indefensa, expuesta a la agresión cuando
alguno pretenda “manchar” su gloria. Este es un estereotipo de
maternidad. El pueblo es en cambio un “hombre”, dispuesto a
defenderla, cuya faz se enrojece con la lucha del trabajo. Y no se trata
de que ese vocablo se use como genérico: se está refiriendo a seres
masculinos y a trabajos presuntamente viriles. En última instancia, las
mujeres concretas estamos excluidas del himno, como estamos excluidas de
la Historia. Por supuesto, todo esto revela una mentalidad.
Escuchándola se sienten claramente sus
mayores intereses, Yadira...
Mis intereses prioritarios se relacionan con los cambios sociales a favor
de las mujeres, con la necesidad de que las ideas de igualdad no se queden
en parches al patriarcado o en discursos para ganar votos, sino en
realidades concretas.
¿No cree que en ese sentido hemos
avanzado? ¿ qué más nos falta?
Si, claro que hemos avanzado. Si una se
pone a pensar que a las primeras mujeres que insistieron en asistir a las
universidades las veían como marimachos y arribistas descaradas, claro
que hemos avanzado. Pero todavía seguimos viviendo bajo criterios
patriarcales. Dice una autora usamericana, Ethel Person, que “el auténtico
poder personal se vincula necesariamente con la libertad de elegir”. Las
mujeres todavía tenemos muy coartada esa libertad. Por ejemplo, el
trabajo doméstico es una adscripción sexual. Se asume que nos
corresponde por naturaleza y se nos induce a él desde la infancia. Es muy
difícil contrariar los mandatos culturales. Por eso hacemos profesiones,
pero se nos sigue encasillando como amas de casa, si no es que de hecho no
seguimos funcionando como tales. Quiero aclarar que no tengo nada contra
las “amas de casa” sino contra la falta de libertad de elección. Por
otra parte, se mantiene el concepto del hombre “cabeza de familia”,
una metáfora de San Pablo creada dos mil años atrás. El lenguaje no es
gratuito. Tiene una carga ideológica que se debe desenmascarar. Esa carga
ideológica pesa mucho sobre la vida de las mujeres.
¿Y su preocupación personal mayor? ¿ cuál
sería?
En lo personal mi mayor preocupación es
el bienestar de mis seres queridos.
¿Y en lo social?
La situación de las mujeres y de otros
grupos infravalorados. No me gusta que la pertenencia a un determinado
sexo, raza o clase signifique exclusiones de ningún tipo. Paralelamente
me preocupan mucho los asuntos ambientales, el respeto a la naturaleza y
la paz social.
¿ Qué le parece el hecho de que cada vez
más hombres se hayan ido acercando a nuestras causas?
Los hombres, o por lo menos algunos de
ellos, siempre han apoyado nuestras causas. La “Declaración de Seneca
Falls”, de 1848, considerada el documento que dio inicio a la lucha
feminista organizada, llevaba las firmas de 68 mujeres y 32 hombres. La
Unión Nacional de Sociedades para el Sufragio de la Mujer, en el Reino
Unido, tenía muchos hombres asociados. En Costa Rica, a la causa del
sufragio femenino se sumaron también algunos. Y es preciso decir que hubo
muchas mujeres opuestas a estas causas. Por supuesto que en cuanto este
tipo de movimientos dejen de verse como amenazantes para el orden social,
habrá más personas que se adhieran a ellos.
¿ Cree que es cierto que las nuevas
generaciones de varones se estén dando cuenta que el machismo y el
patriarcado les limitan a ellos también? ¿ les atan a roles impuestos?
No me cabe duda. De un modo diferente, el
patriarcado afecta también a los varones. Les ofrece un modelo de
virilidad en el que deben ser exitosos, dominantes, valientes, poderosos
amos de la tierra. Pero al mismo tiempo presenta esa condición como algo
muy frágil que se puede perder por echar una lágrima, lavar platos o
cuidar niños. Llevar esa carga encima debe de ser muy duro, porque se
trata de un modelo al que cualquiera podría aspirar pero muy pocos logran
conseguir, y no conseguirlo supone una pérdida del autorrespeto. Creo que
la especie humana no es tan dicotómica como se nos ha hecho creer.
¿ Y cuando piensa en el futuro...¿
qué ve, Yadira?
Depende del día. Los sábados son mis días
con más campanas, y los lunes no tienen música, pero en general más
bien prefiero el optimismo y por lo tanto las utopías. Veo un país capaz
de adoptar libremente sus propios derroteros; veo un mundo con agua pura,
aire incontaminado, bosques y flores; veo una sociedad solidaria, sin
prejuicios ni estereotipos estigmatizantes.
Dicen que lo que pasa es que uno ve al
mundo según como uno sea...¿ Será cierto?
Sí, seguro que sí. Es lo que plantea
Anaïs Nin en una cita que hacés de ella en tu blog: “Nunca veremos las
cosas tal como son sino como somos nosotros”. Ya había dicho el griego
Protágoras, somos “la medida de todas las cosas”.
¿Qué lee usualmente?
Para leer no tengo preferencia por ningún
género, leo de todo y con fruición siempre que me parezca bueno.
¿Y qué música le gusta oír?
Igual me pasa con la música, escucho
desde los grandes compositores hasta las canciones de Paquita la del
Barrio. Depende del momento.
¿Cómo?! ¿ Se sabe la rata de dos patas?
¡Por supuesto!. Y también “Taco
placero” y “La pistolita”. Me parecen muy cómicas, como todas las
exageraciones. Son caricaturas, y como tales hay que entenderlas. Por otra
parte, me parece que ella constituye un fenómeno sociológico digno de
atención: un buen golpe al narcisismo machista que rezuman muchos
corridos mexicanos.
¿Qué le estimula creativamente?
Lo que me estimula más para escribir es
saber. En cuanto tengo unos datos interesantes sobre algún asunto, me
empiezan a acosar las ideas y no me libero del acoso hasta que no las
pongo por escrito.
¿Escribe con disciplina o sólo
cuando le entran ganas?
Escribo con disciplina. Mi estudio es mi
cueva. Ahí, rodeada de inciensos, música y velas, hago de la escritura
un ritual cotidiano.
¿Y de los partidos políticos, qué
piensa usted, Yadira?
Cuando se observa el entorno político,
queda la impresión de que los partidos son comida de trompudos, y que
casi cualquier cosa se vale para conseguir una posición o imponer una
idea. Esto me repugna.
¿No se salva ninguno?
Posiblemente los hay peores y mejores,
pero a mí la política me da repelús, porque tengo la impresión de que
cualquier promesa y cualquier oferta se considera válida para ganar
votos, aunque no se tenga ni lejanamente intención de cumplirlas.
¿Y los sindicatos?
Me parecen necesarios porque en la medida
que la clase trabajadora se organice y cohesione en función de intereses
comunes, extiende sus derechos y pone límite a los abusos de la clase
patronal.
¿Entonces cree usted en la lucha de
clases y aquello de los proletarios uníos...?
Pues sí. No en los mismos términos,
pero dice un refrán que muchas gotitas de cera forman un cirio pascual.
En tanto los problemas de grupo se vivan como individuales, no se pueden
solucionar. Pareciera que las ideas no producen cambios mientras no las
abanderen grupos organizados.
¿Y cómo ve la función social de las
universidades?
Lo que espero de las universidades es que
sean serias, estimulen el pensamiento crítico y el saber libre de
prejuicios. Que no hagan creer a la gente que son los títulos los que dan
conocimiento. Lo que cada cual sepa no depende de si lleva delante del
nombre un Lic., un Mr. o un Dr. Como dice el pueblo, el movimiento se
demuestra andando.
¿Y del Estado?
Lo que menos me gusta del Estado es que
tenga una religión oficial, porque esto le da a la Iglesia injerencia
para imponer sus criterios morales, los cuales podrían resultar válidos
para los feligreses, pero no para quienes no los compartimos. El Estado
debe ser laico.
Del gobierno ¿ qué me puede decir?
Del gobierno actual y de los últimos
gobiernos me disgusta el entreguismo ante los Estados Unidos, el besamanos
con los que se suponen amos del mundo y el descaro con que manipulan a su
propio pueblo. Eso es humillante.
¿Le enoja? ¿ Cómo ha encauzado ese
enojo, Yadira?
Me enoja y me frustra. No lo sé encauzar
bien. Es algo que no tengo resuelto. Me pregunto cómo hay tanta
inconsciencia todavía sobre lo que está ocurriendo, cómo los grupos
poderosos mienten con tanto descaro y cómo se hacen y aceptamos
simulacros de democracia.
Y de la empresa privada..¿ qué podría
decir?
Me parece que se vuelve peligrosa cuando
sobrepasa ciertos límites y empieza a poner la codicia y la explotación
por encima de los intereses legítimos.
¿Qué personaje o personajes nacionales
admira? ¿ por qué?
Admiro mucho a Carmen Lyra por la
capacidad de llevar a la literatura el habla del pueblo; a Yolanda
Oreamuno, sobre todo por sus ensayos, en donde planteó con una gran
clarividencia vicios nacionales que continúan vigentes.
¿Y del mundo y de la historia de
la humanidad....quién o quiénes le han inspirado más?
Por supuesto las luchadoras que en contra
de los prejuicios, las burlas y la desaprobación, supieron abogar por los
derechos que se les negaban: Flora Tristán, Mary Wollstonecraft, Emily y
Christabel Pankurst, Elizabeth Cady Stanton, y muchas otras a quienes les
debemos los espacios (todavía exiguos) de igualdad de que disfrutamos las
mujeres hoy. Pero me inspiran también otras mujeres que crearon sus obras
y lograron respeto a pesar del ambiente negativo para su trabajo, como por
ejemplo Charlotte y Emily Brönte, Jane Austen, o Emily Dickinson,
Virginia Woolf y Emilia Pardo Bazán.
Sobre todo las primeras, poco
conocidas....
Sí, son poco conocidas, pero muy
importantes. Flora Tristán era una francesa de origen peruano. Tal vez se
la conozca mejor por haber sido la abuela de Paul Gauguin. Fue la primera
persona en escribir un Manifiesto Obrero. En él incluyó como obreras a
las empleadas domésticas. Viajando llegó a darse cuenta de que todas las
mujeres eran parias, y se dedicó a la lucha feminista dentro del
socialismo. Mary Wollstonecraft fue una pensadora inglesa que escribió
una obra para denunciar la opresión de las mujeres. Algo curioso es que
su hija, Mary Shelley fue la creadora de Frankestein, y en la actualidad
el monstruo fabricado de retazos humanos es mucho más conocido que estas
dos autoras geniales.
Yadira...una última cosita....¿ qué es
lo que la hace más feliz a usted?
Lo que me hace más feliz es sentir cerca
la respiración de mi marido, saber que nos apoyamos mutuamente, que lo
quiero y me quiere, y que esta reciprocidad ha superado la prueba del
tiempo. |