El hato apureño: aspectos socio-económicos y culturales |
Introducción:
1. ¿Qué son los llanos? Son una planicie ilimitada que va a parar a un horizonte alejado y agrandado a medida que se avanza, interrumpida a veces por grupos de árboles denominados “Matas”. En las riberas el bosque se prolonga siguiendo el curso de estos , llamados bosques o selvas de galería, haciéndose un poco mas espeso por causa de la humedad; pero salvado ese bosque, continua la sabana interminable, reverdecida en la época lluviosa o amarillenta y tostada en verano (sequía). Un
buen sabanero conoce los parajes donde se encuentran determinados ganados
y bestias, donde acostumbran beber, sestear y majadearse para dormir; dónde
se refugian en la estación de sequía y adonde los lleva su instinto para
guarecerse de los rigores de las copiosas lluvias. Sin un aprendizaje metódico,
el peón de hato apureño, no obstante lleva en su mente una fotografía
de la sabana y con precisión localiza los animales que en ella se
encuentran. Una casa grande, de bahareque y tejas, torcidas las paredes, despatarradas las techumbres, de zinc la de los corredores que la rodeaban, con un palenque (Valla o estacada de madera o sitio cercado) por delante para defenderla del ganado y algunos árboles por detrás , en lo que se denomina el patio , no muy altos , pues el llanero no los consiente cerca de sus viviendas por temor al rayo; al fondo, la cocina uy unas piezas destinadas a almacenar las yucas, topochos y frijoles que producían los conucos para el consumo del personal; a la derecha el caney sillero y los que servían de dormitorios de la peonada y entre éstos y aquél, la tasajera , donde se secaba al aire y al sol, pastos de las moscas , la carne salada; a la izquierda , las trojes (trojas) donde se depositaba el maíz en mazorcas, el totumo y el merecure del gallinero, los botalones de tallar sogas, las majadas, las medias majadas y corralejas y finalmente , el chiquero de los marranos , esto era el hato de Altamira . Una fundación primitiva, asiento de una industria rudimentaria y abrigo de una existencia semibárbara en medio del desierto. El hato es típica institución llanera y para tener legítimamente ese nombre debe llenar una serie de condiciones. La Ley de Llanos del Estado Apure, del 26 de mayo de 1937, establece en su artículo 114. Las posesiones de los criadores se dividen en hatos y fundaciones. Los
primeros son los que consten de dos mil quinientas hectáreas de terreno
en adelante y contengan más de dos mil reses y las segundas, las que no
lleguen a estas cantidades. Consta un hato de tres elementos principales; casa para vivienda, corrales para trabajar y una cerca o alambrado para resguardar las escasas siembra indispensable al abastecimiento de las necesidades del hato, es decir, el pan junto con algún potrerito destinado a los animales, especialmente las bestias que en algún momento no conviene liberar del todo en la sabana, pero sufrirían bastante encorraladas. Muchos llaneros al fundar un hato, su primera preocupación es el conuco,
pues de allí han de proveerse del pan. Primeramente el topocho. Un buen
topochal es base segura de abundancia y abastecimiento en la casa.
Asimismo suele cultivarse yuca, maíz, frijoles, ñame, auyamas, batatas y
otras verduras. Dicha preocupación es muy natural, pues ha de saberse que
todos esos artículos son escasísimos en sus regiones, porque no es allí
la agricultura, sino mas bien una necesidad urgente. Se cultiva en los
hatos para no verse constreñidos a comer carne sola. Por lo regular se construye un ranchón, sacando de él uno, dos o mas cuartos para servir de abrigo al dueño, la familia, el mayordomo. La horconadura debe ser madera de corazón por resistir mejor la acción corrosiva de la humedad y del comején, la madera del techo ha ser también de buena calidad y resistente. Este ranchón se cubre con paja, palma, teja o zinc. Aparte pero no muy distante se construye otra casa para servir de cocina, despensa, almacén, deposito de los enseres propios del hato y en otro lugar un gran caney para albergue del peonaje. La razón de estas construcciones así separadas, es por si acaso la candela prenda y se desarrolla en una de ellas, puedan ser salvadas las demás edificaciones y también para defenderlas aisladas de los animales por medio de empalizadas y palo a pique. Actualmente se emplea el zinc o hierro acanalado de mucha mas facilidad y
rapidez para techar; así como mas ventajoso y mayor seguridad contra el
fuego. Anteriormente se prefería la teja, por cuanto, el insoportable
calor o frío, según haya Sol o lluvia, son muy desagradables y
perjudiciales a la salud. Representan en el hato el éxito y seguridad de los trabajos, bastante se extreman las medidas tomadas en la selección del terreno, el cual debe ser alto, duro y seco; asimismo tomaban en cuenta los hateros, la distribución, el numero y la solidez de su construcción. Desde el corte de las maderas, el cual generalmente se hacía en los menguantes de los últimos meses de la estación lluviosa, por ser época de menos ocupaciones en trabajos de sabana y que además presentan mayores ventajas para el transporte de la madera por los caños todavía llenos y las sabanas inundadas y por estar menos aguados los árboles, facilitando la clavada o enterrada. Asimismo se facilitaba la disposición de los varios corrales que constituirían seguro encierro de los toros y caballos cerreros. En el verano ventea en el llano intensamente, casi siempre de Este a
Oeste; hacia este lado de la casa es donde se plantan los corrales para
evitar verla envuelta en la gran polvareda levantada mientras se trabaja. El corral principal es la Majada, destinada al encierro, regularmente colocada en el medio de todos y en comunicación con esta se construyen tres, cuatro, cinco o mas los corrales de aparte y la Corraleja (corral largo y estrecho para trabajar con toros que por su bravura es mas conveniente enlazarlos desde afuera, de allí que la Corraleja sea muy estrecha. Según las necesidades y la clase de trabajos que se practican. La Majada debe estar construida sólidamente y a la vez debe tener suficiente extensión, destinada como está a encerrar grandes masas de ganado, sobre todo novillos. Casi siempre de palo a pique, es decir, de troncos de madera bastante gruesos, profundamente enterrados (sesenta a ochenta centímetros), muy cerca unos de otros, casi juntos. Este paloapique se interrumpe con algunos tramos que van a servir de escapatoria o burladero cuando alguien se ve perseguido por alguna res enfurecida. En un ángulo de la Majada, donde se colocan los mirones y los llevaderos de la cuenta del trabajo, se clava el botalón eje y base de todas las maniobras. Consiste en un tronco de madera de corazón muy grueso, enterrado lo mas profundamente posible por un extremo., terminando el otro extremo al aire en una horqueta a objeto de pasar y apoyar la soga con la cual se enlaza la res a trabajar. |
2.1.4. ¿De qué material se construyen los corrales?
Normalmente en épocas pasadas los corrales se hacían de paloapique,
construidos con gruesos troncos clavados en la tierra, uno al lado del
otro, se usaban para estos fines maderas de: Corazón, resistentes a la
humedad y a la acción de los insectos (Masaguaro, Congrio, Mora, etc.) Por ultimo existe un corral mas económico y fácil de construir , llamado “Corral de varas”, por cuanto, es hecho con varas o troncos de ramas , que por supuesto es un material mas delgado, liviano y menos resistente , el cual se utiliza como corral para ordeñar vacas mansas. |
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Llanero. La Negra, Estado Guárico. |
3. Las estaciones y los trabajos de llano en los hatos apureños
Se identifica como la época de sequía; transcurre este lapso entre los
meses de enero hasta abril, cuando comienzas las primeras lluvias. En esos
meses el trabajo en los hatos apureños se circunscribe al Trabajo de
bestia (amansar el ganado caballar), Queseras (ordeño y elaboración de
quesos de cincho), Moliendas de azúcar o caña dulce (trapiches), para
elaborar las panelas, la melcocha, el batido y la madrina. Reparar
instalaciones (Líneas, potreros, viviendas, etc.).
En las “Entradas de aguas” o “Creciente” (aproximadamente desde el
15 de mayo en adelante) y en las “Salidas de aguas” o “Bajante”
(aproximadamente desde el 15 de noviembre) se hacen trabajos como:
Recolección de hatajos, Dar el pique, Sabanear, Vaquear, Vaquerías,
parar Rodeo, Aparte, Hierra, curar reses, Castrar toros, Encierro,
Pastoreo, Descornar reses, Velar el ganado, Trasladar ganado
(Cabestreros), Limpieza de conucos, señalar becerros. También algunos se
dedican a castrar colmenas.
Se caracteriza esta fase porque se inicia el periodo de intensas lluvias
en todo el territorio apureño. Corresponde a los meses de junio a
septiembre; es la época en que los peones de hato ejecutan tareas como:
Desmontrencar queseras, Ordeño, Trabajo de queseras, Corte de maderas
(estantillos), Remiendo de líneas y chiqueros (becerros y cochinos),
Desmalezar potreros, construir nuevos corrales. Otros pasan los días
tocando arpa, cantando, bebiendo aguardiente y meciéndose en un
chinchorro.
Desde muy temprana edad, siendo niño el futuro peón de hato, comienza a
realizar tareas como: Becerrero, Aguasilador (Aguador, cargador de agua en
taparas o baldes), Arreador de burros, Alimentar a los animales (gallinas,
patos, Guineos y pájaros del hato), Pastorear becerros, Portero (Puertero),
Artesano. Cuando el joven ha dejado de ser niño , asume tareas más exigentes y de mayor responsabilidad , por supuesto, acordes con su desarrollo, que se inicia con la transformación de niño a hombre; es decir, el niño va adquiriendo conocimientos que le van moldeando su personalidad y que por lo tanto puede ejercer oficios como: Cabestrero, Ordeñador, Sabaneador, Picador de vacas, Velar el ganado de noche, Pastorear en sabana abierta, Herrador, Cimarroneador, Maneador, Revisor, Garrochero, Bestiero, Cabestrero, Amansador, Enlazador (Debe ser buena soga), Contrapuntero, Culatero, Castrador de toros, Saber tirar el ganado a los pasos (Ríos o caños), Soguero, Coleador, Saber bestiar. |
4.3. Maduro (cuarenta y cinco años en adelante) El peón de hato apureño al llegar a esta edad sigue desempeñando labores útiles en el hato, por supuesto, acordes con su edad, tales como: Quesero, Picador de vacas, Aguasilador (Aguador, cargador de agua en taparas o baldes), Arreador de ganado manso, Pescador, Mayordomo, Artesano, Cocinero (Caqui), Conuquero (Agricultor) Fuente. También se ocupa en cantar, tocar algún instrumento musical y a contar leyendas (cuentos de aparatos, fantasmas, aparecidos, entierros), asimismo se ocupa de referir sus vivencias y experiencias en las sabanas, caños, lagunas y ríos apureños y por ultimo también se dedica a la artesanía (elaborar silletas, totumas, paletas, pilones, manos de pilón, trompos, etc.) |
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Llaneros con ganado. La Negra, estado Guárico. |
5. Evolución de los utensilios del peón de hato apureño
O como se ha dado el proceso de transculturización del hombre de caballo
soga y toro.
Es una especie de macuto o bolso elaborado en fique, donde cargaba el
bastimento (un trozo de tasajo -carne seca salada, preferiblemente cecina-
una mascada de tabaco o chimó, un trozo de panela, queso, casabe, fósforos,
un cabo de vela, un tabaco, una estampa o cromo de un santo milagroso, una
botella de ron, aguardiente o anís. En nuestros días, ese hombre de a
caballo, soga y toro, carga un bolso, también llamado morral o mochila
marca “Wilson”, donde llevan por bastimento (ahora refrigerio) unas
galletas de soda, Doritos, Cocosette, una lata de atún, diablito o de
sardina, una caja de cigarrillos, un reproductor de CD (Discman) o un MP3
y unos cuantos Discos compactos (“CD”) y de bebida una botella de
Whisky. Generalmente el peón de hato apureño para taparse de la acción de los rayos del Sol y de la lluvia, utilizaba un sombrero pelo e´guama o de cogollo de palma. Ahora usa una gorra o cachucha con el logo Yanquis de New York, los Medias Rojas de Boston, los Indios de Cleveland, etc.; ni siquiera dicha prenda es de los Magallanes o de los Leones del Caracas. 5.3. Caballo Nuestro peón de hato apureño usaba un caballito criollo, de
esos que trajo el conquistador, pero muy halador, nadador y rápido;
entrenado para evadir el cuerno asesino de un toro cimarrón (enmatado).
Aunque todavía para ejecutar las faenas de vaquería en Apure, se utiliza
este noble animal. Sin embargo algunos peones (sifrinos) utilizan para el
arreo bicicletas (montañeras) y hasta motocicletas.
Hasta finales de la década de los años cincuenta, el llanero apureño de
toro, soga y sabana utilizaba un cuchillo llamado “Punta e´lanza”
(muy filoso), de aproximadamente treinta centímetros de longitud, con una
hoja en forma de lanza (de ahí su denominación) de veinte centímetros
de largo y de diez centímetros de cacha (empuñadura). Ahora algunos de
estos peones, utilizan una navaja importada marca “Victorinox”, con su
emblemática cruz blanca, la cual es empleada por el ejército suizo.
A ese hombre de a caballo no le faltaba un cacho (similar al que lanzó
Florentino en el medanal cuando se topó con el maligno) para beber agua o
en su defecto una hoja de uvero, la cual doblaba para hacer un cucurucho
(similar a los vasitos cónicos de cartón de los bebederos de agua).
Ahora en vez del cacho o de la hoja de uvero, algunos peones utilizan una
cantimplora, similar a la de los exploradores o “Scouts” o sino cargan
su botellita de agua, esas de envase de plástico, por supuesto altamente
contaminantes, por no ser biodegradables.
La faja era una correa de cuero de diez centímetros de ancho, la cual se
colocaba por encima del pantalón para ajustarlo a la cintura. Poseía una
cartuchera donde se colocaban los capsulas del revolver o los cartuchos
para la bácula, según fuera el caso. Un monedero donde guardaban las
“Morocotas” (dólar de 31,1 gramos de oro Ley 999,9) o los
“Pachanos” (moneda de cinco bolívares o “fuerte” de oro, acuñado
en tiempos de Guzmán Blanco) , también algunas monedas de plata de dos
bolívares, llamadas “Pesetas”. Asimismo la faja poseía una funda
para colocar el revolver y un adminículo para colocar la vaina para el
machete o para el “Punta e´lanza”. Ahora esa faja o cinturón ha sido
reemplazado (en muchos casos) por los llamados “Koalas”. Los pantalones del peón de hato llegaban hasta cinco centímetros mas abajo de la rodilla, eran elaborados en “dril” o en su defecto de tela de sacos de harina (preferiblemente de la marca “Harina Pilsbury”). Estos pantalones lo llamaban “Chucutos” (para indicar que eran cortos, que por extensión, se aplica esta palabra a trabajos o pagos incompletos; por ejemplo. La maestra dice al alumno: Ese trabajo esta chucuto o fulanito me pagó chucuto). Por camisa utilizaban una franela de algodón, blanca y mangas tres cuartos o en su defecto una especie de camisa (blanca) de tela de algodón, sin mangas, llamada “Cotona”. Esta vestimenta facilitaba las rudas tareas de sabana, por cuanto era más fresca y el peón tenía mas libertad en la ejecución de los movimientos. Actualmente utilizan por pantalón un “Blue Jean “(ahora lo llaman “Jean”, de marca reconocida como: “Wrangler”, “Levis” o “Lee” y preferiblemente importados). La camisa que ahora utilizan nuestros peones, es una camisa importada a cuadros, manga larga, marca “Wrangler”. Por calzado, los peones de hato utilizaban unas alpargatas de planta de suela de cuero y capellá de pábilo o si no descalzos. Ahora emplean unas botas de cuero marca “Loblan”: Con este atuendo, pareciera que nuestros peones van a un “Rodeo” norteamericano y no a realizar un trabajo de vaquerías. |
5.8. Cobija de pelo A nuestro peón hasta finales la década de los años cincuenta no le faltaba una buena “cobija de pelo” , la misma era elaborada en legitima lana natural , la cual les brindaba calor y los mantenía sequítos en medio de un chubasco o un chaparrón llanero. Ahora nuestro peón de hato utiliza una chaqueta de alguna afamada marca, similar a las que usan los Coach del béisbol, del Básquet o como las que utilizan los estudiantes de liceo de Estados Unidos (high School) o de alguna reconocida universidad norteamericana, donde se observa el logo “UCLA” (aunque nuestro veguero, ahora transformado en “vaquero” ni siquiera sepa que significan esas siglas). Pero por si acaso alguno está interesado en saberlo se lo voy a aclarar, UCLA significa Universidad de la ciudad de Los Ángeles.
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Canoero en el río Portuguesa |
5.9. Instrumentos musicales
Tampoco le faltaba a nuestro peón de hato una bandola o un cuatro y un
par de maracas, las cuales eran muy fáciles de transportar y que le
garantizaban alegrarse cuando estuviera “velando el ganado” o para
improvisar un alegre “Parrando”. Hoy en día no es necesario cargar
estos instrumentos, por cuanto ahora ese hombre de toro, soga y caballo,
habla de “sonido”, para referirse a esos adminículos electrónicos
con los que se animan las riñas de gallos, los bailes en el hato o en los
caseríos y en los toros coleados. Actualmente dicen estos llaneros: ¡El
Parrando va a está bien bueno, no jile, porque el sonido es calidá!
A ese hombre de sabana no le faltaba un buen chinchorro de moriche,
guaralillo, un par de mecates o colgaderos y un mosquitero o pabellón.
Ahora son capaces de colocar una cama en la sabana, por cuanto, los
chinchorros y que los marean o sino tal vez duerman en una carpa o en un
saco de dormir.
Dicen que por la maleta se saca al pasajero, pero nuestro hombre de a
caballo no le faltaba por maleta una “Capotera”, era una especie de
saco (por eso algunos llaneros la llamaban “Saco maletero”, la cual
era elaborada en una tela muy resistente llamada “Cretona”,
“Crehuela” o “Liencillo” esta Capotera poseía dos aberturas o
bocas en ambos extremos, que se cerraban ajustando una cuerda. Allí
guardaba una linterna, dos mudas de ropa, dos calzoncillos, el chinchorro,
el mosquitero y los colgaderos. A veces cargaba un par de alpargatas
nuevas para estrenarlas en un Parrando. Esa Capotera la colocaban detrás
de la silla, es decir, en la grupa del caballo. Ahora no ocurre así, por
cuanto, nuestro peón de hato carga un maletín o bolso, posiblemente
“Made in China”, con cierre o cremallera y por chinchorro hay quienes
utilizan una carpa (importada) o un saco de dormir y por calzoncillos un
par de boxers.
Ese hombre recio del llano, hacía como el famoso bandolero calaboceño
Nicolás Ochoa o “Guardajumo”, quien al atardecer recogía bosta que
hubiera por allí y unos trozos de madera seca o “chamizas” y prendía
la candela o lo que los llaneros llaman “Hacer un humo” (de allí su
apodo de Guardajumo), hecho esto , se acostaba a dormir tranquilamente.
Ahora se untan una loción repelente contra la picadura de insectos o sino
un repelente en forma de espiral (“Plagatox”).
Tampoco le faltaba un fiel perrito, criollo pero bien entrenado. Estos
animalitos eran buenos nadadores, cazadores y mejores centinelas.
Generalmente sus nombres eran: “Amigo”, “Corazón”, “Echa
palante”, “Sute”, “Chucuta”, entre otros; por cierto, no requerían
de muchos cuidados, ni mimos. Ahora sus nombres son: “Rocky”, “Tarzán”,
“Lassie”, “Bobby”, “Depredador”, “Terminador”, “King”,
“Pluto” y hasta “Beethoven”. Amén de ser animales con Pedegree,
es decir, no un perro cualquiera sino de razas reconocidas; como: “Pitbull”,
“Rock Willer”, “Pastor Alemán”, “Doberman”, “Golden
Retriever”. Por cierto un amigo me decía, que esos son perros de marca,
queriendo decir de raza. Amén de esos extraños nombres hay que
prodigarles cuidados extremos como: bañarlos, desparasitarlos,
vacunarlos, pasearlos, llevarlos a las academias, a las peluquerías y
alimentarlos con buena comida.
Trabajar de “Ojeo” dicen los llaneros es salir a la sabana con los
“Madrineros” con objeto de reducir novillos, toros o vacas paridas u
horras. Es indispensable que el ganado espere, que no huya ante la
presencia de los madrineros, para apartar de estos las reses solicitadas.
Según opinión de Fernando Calzadilla Valdez, la escasez o el abandono de
la explotación de esta industria, él la atribuía a la carestía de la
sal y la forma de negociarla
De lo anteriormente expresado se infiere que el llanero se ha ido
divorciando de sus raíces; con la lamentable perdida de los valores de
pertenencia e identidad. En ese sentido la intención de este trabajo es
defender el gentilicio llanero y que sea una propuesta seria, orientada a
enfrentar esos patrones ajenos a nuestra cultura, que únicamente
responden a los intereses de la Sociedad de consumo (Consuma y no piense).
Porque detrás de esa vestimenta y estilos de vida, operan poderosas
corporaciones transnacionales; que no les conviene que nuestros peones de
hato utilicen sus ancestrales alpargatas, las cotonas, la faja, los
pantalones chucutos, hechos con liencillo, cretona o crehuela o una
franela blanca de algodón; vestuario mas económico y adaptado a las
condiciones ambientales de nuestro medio; sino que utilicen modas y
patrones de conducta ajenos a la realidad apureña, pero que generan
sustanciales ingresos a dichas corporaciones. Cachilapo |
Hugo Rafael Arana
Fotografías: Arturo Álvarez D'Armas
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