Las moscas se paran en la ropa blanca
Tendida al sol de este mediodía
Y en la fruta que dejé a medio comer
Después del almuerzo
Dejé lo que estaba haciendo
Y te busqué en lo más profundo de mi
Canté hasta cansarme
Escribí hasta que los dedos se me entumecieron
Pero no alcancé a pintar ni un solo retrato malo
En el papel acuarela que compré
No le encontré el sentido a las cosas
Y me empecé a perder de a poquito
Cuando la tarde apagaba sus luces
E iba a besarse con la Vía Láctea
Creo que la música sonaba en reversa
Creo que empecé a aprender el alfabeto
Reiteradamente
Y las cuatro operaciones matemáticas
Que en mi hemisferio derecho
No calzaban
Pasé nuevamente por la literatura liceana
Esa que marcó forzosamente mi corazón
El Quijote de La Mancha
La Hojarasca
Niebla
Y tantas más…
Pasé por las clases de música
Y las 40 flautas que en el segundo piso
De la sala atravesada
Sonaban como címbalos en apuros
Por las clases de arte que fáciles eran
A mi mano
Odiadas por la mayoría
Y en mi adolescencia atropellada
Me incliné para ver si llovía
Alcé un poema en altavoz a la luna toda
Y no sé como se me pasó la vida
Me encontré de pronto
Sentada frente al ciberespacio
Desahogando voces necias
Quizás perturbando el ocio de alguien
O quizás entregándome en silencio
A tu vida y a tus voces
Que busco persistentemente
En la mitad de mi vida |