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Algunas reflexiones en torno a la actividad físico-deportiva y su
influencia en el desarrollo humano. |
Síntesis El
presente trabajo, llama la atención, y busca una reflexión, de lo que ha
significado la actividad física-deportiva en el desarrollo evolutivo del
hombre en su devenir histórico.
Si
bien en la actualidad hay un reconocimiento general de todo lo que puede
aportarle al ser humano la práctica sistemática de actividades físico-deportivas
y muy especialmente en la niñez y juventud, las
sociedades actuales se encuentran ante la difícil
disyuntiva de estar viviendo en una etapa en que hay cada
vez más industrialización y automatización
que se acompaña de una actividad laboral con mínima movilidad, en
espacios con aire acondicionado, y con tendencia al agotamiento de
la actividad nerviosa superior. A
partir de esta realidad, hay que aceptar que las formas de vida actuales
hacen cada vez un uso más limitado de las funciones de adaptación y
preparación del organismo,
en detrimento del buen funcionamiento de órganos y sistemas.
Lo
anterior plantea una urgente toma de
conciencia que convierta a las actividades físicas deportivas bien
reguladas y dosificadas en un valioso recurso para el hombre del presente,
permitiéndole contrarrestar las consecuencias nocivas de una vida
sedentaria. Introducción Los
conocimientos actuales permiten establecer que los ejercicios físicos
junto con las actividades de trabajo, han sido los dos elementos que más
han contribuido a perfeccionar la capacidad de movimiento
del hombre como especie. Meinel,
en su obra “Didáctica del Movimiento” (1978, pag.22), analizando el
papel de la educación y los ejercicios físicos planteaba: “Sin embargo
podrá verse (uno de los objetivos de la Didáctica del
Movimiento es precisamente demostrarlo), que si bien las formas han
sufrido las más diversas transformaciones, las leyes y principios
fundamentales de los movimientos humanos, en tanto
que requiere la participación de todo el hombre, y su origen está
en las relaciones activas del mismo con su mundo, siguen siendo los
mismos, tanto para la dinámica del trabajo corporal como para la dinámica
deportiva. Los movimientos
del trabajo físico y los movimientos del deporte están profundamente
emparentados; no puede ser de otra manera. Se trata del mismo
proceso de relación activa del hombre con su circunstancia, sólo
que los objetivos son en cada caso diferentes” Si
en las sociedades que precedieron a la etapa de alta industrialización
y automatización, necesitaron de la Educación Física y el
Deporte para responder a sus necesidades, hay que aceptar que las formas
de vida actuales, hacen cada vez un uso más limitado de las funciones de
adaptación del organismo, especialmente del movimiento total del cuerpo y
del esfuerzo muscular intenso, que ponga
en acción a todos los órganos y sistemas. También
los movimientos han perdido en diversidad y complejidad, acompañado de
una actividad laboral que cada día va más hacia posiciones inmóviles,
en espacios cerrados y con tendencia al agotamiento de la actividad
nerviosa superior. José
Martí (citado por Alvarez, D.A. 1989, pag.22) en su tiempo fue capaz de
reflejar con su excelsa pluma, lo que ya se avizoraba en las sociedades
industrializadas de finales del Siglo XIX, dejando escrito en su Ideario
Pedagógico: “En estos tiempo de ansiedad de espíritu, urge fortalecer
el cuerpo que ha de mantenerlo. En las ciudades sobre todo donde el aire
es pesado y miasmático, el trabajo excesivo, el placer violento y las
causas de fatiga grandes; se necesita asegurar a los órganos del cuerpo,
que todas esas causas empobrecen y lastiman, habitación holgada en un
sistema muscular bien desenvuelto”. Por
estas razones, la higiene moderna (que estudia todos estos efectos), sitúa
entre las posibilidades de saneamiento personal y colectivo, la actividad
física que puede realizarse a través de sus variadas formas (gimnasia,
juegos, deportes, recreación física, danza, etc.) De
esta manera, la actividad física
bien regulada y dosificada se convierte en un valioso recurso para el
hombre del presente, permitiéndole contrarrestar las consecuencias
nocivas de una vida sedentaria y con tendencias cada vez más estresantes. Desarrollo El movimiento como
base de la
actividad física. El
movimiento físico, tal como hoy lo entendemos no fue estudiado como tal, hasta
que anatomistas, físicos y fisiólogos, a partir del
siglo XVIII comenzaron a investigar el caminar humano como problema
científico. Sin
embargo, todos conocemos que desde tiempos remotos, el hombre se ha
enfrentado a incontables problemas sobre el movimiento,
los cuales ha solucionado no por la vía teórica, sino en el
quehacer práctico, principalmente el trabajo, y es así también como
las formas fundamentales de la dinámica deportiva se desarrollaron a
partir de la dinámica del trabajo, o sea, que la investigación científica
de los problemas del movimiento fue precedida de un largo período de práctica
y pensamiento empírico. “…el hombre es unidad, y el ejercicio de
su cuerpo es para él el único medio de responder a la vez, a la obligación
de la vida y a la necesidad de la manifestación psíquica. (Fidani,
Roger, 1963, pág. 44). El
hombre se apropió en su confrontación activa
con la vida de una gran variedad de formas de movimiento que ejercitó
mucho antes de haberse puesto a pensar sobre el origen y el desarrollo de
los mismos, y comenzara a explorar con métodos científicos sus
regularidades y leyes. La
labor investigativa actual ha estado más dirigida a la comprensión y
percepción consciente de la calidad del movimiento deportivo. Los rasgos
cuantitativos de la técnica deportiva han sido mucho más investigados,
como son por ejemplo la velocidad total, la fuerza, la frecuencia de
movimiento etc., por lo cual, ya son determinados y calculados con
bastante exactitud. Sin
embargo, los rasgos cualitativos, mucho más difícil de precisar han sido
mucho menos investigados; no obstante, tienen una gran importancia en la
práctica deportiva, sobre todo para el pedagogo que las observa. Un
buen profesor / entrenador busca por ejemplo, como se manifiestan en el
alumno / atleta la estructura del movimiento, el grado de fluidez y
elasticidad con que se ejecuta, el nivel de adaptación a los cambios
motrices etc. Sin embargo, el pedagogo conoce que todos esos rasgos
cualitativos tienen una base cuantitativa. Por
ejemplo, cuando mejora la fluidez en los movimientos, se presenta un
aumento en la velocidad de contracción de los músculos
que intervienen en ese movimiento, así como también aumenta la
fuerza en esos grupos musculares, y como respuesta mejora
el resultado o la marca de
la acción motriz o deportiva. También
se observan diferencias significativas entre los ejercicios deportivos,
donde se determina el resultado por medición, y en los que se determina
por valoración.
En
las actividades físico – deportivas en las cuales el resultado final
puede ser medido o calculado, lo decisivo es en última instancia el
resultado expresado cuantitativamente; pues el hecho de que un alumno /
atleta o un grupo / equipo se muevan
con fluidez, belleza, elegancia, coordinación etc. , en un final
no es lo más decisivo ( aquí se ubican los Deportes de Tiempo y Marca);
en cambio, en aquellas actividades donde lo que cuenta es la calidad de la
realización, el esfuerzo fundamental se pone en lograr la mayor perfección
posible, ya que junto a la
dificultad de la ejecución, pesa mucho también la seguridad, fluidez,
elegancia, precisión y belleza de los movimientos
realizados, ( aquí se ubican los Deportes de Arte Competitivo). No
obstante lo anterior, para la enseñanza práctica de los movimientos,
independientemente se trate de las actividades o disciplinas de medición,
o de las de valoración, la calidad de los movimientos, tiene una
importancia decisiva. No se
puede olvidar que la fuerza, la velocidad y la resistencia del alumno /
atleta no desarrollan por completo su eficacia, si al mismo tiempo no se utilizan de forma cualitativamente superior. Dentro
de la dinámica deportiva, la determinación de la calidad de los
movimientos se desarrolla en etapas,
que al mismo tiempo presentan grados
diferentes de complejidad, abstracción y generalización. Según Meinel,
en la obra ya citada, estas
etapas son:
·
La descripción del movimiento
· La distinción de categorías
·
Los principios de la dinámica de la actividad físico –
deportiva. La descripción del
movimiento La
descripción del movimiento con
ayuda del lenguaje, representa para Meinel un primer paso en la captación
racional del movimiento, proporcionando una cierta caracterización y
explicación del mismo. Para la práctica pedagógica este es un nivel muy
importante en el proceso de enseñanza aprendizaje, o sea, que el alumno o
atleta pueda describir
lo que se está realizando físicamente.
P.
Y. Galperin colaborador de L.S. Vigotsky en
su Teoria de la
formación por etapas de las acciones mentales,
considera 5 Etapas en la adquisición de toda acción que realiza un individuo, que
son: 1: Tener motivación, 2: La necesidad de una “Base orientadora de
la acción”, 3: La parte
material o materializada de la acción (donde la persona despliega
todas las operaciones que entran en la composición de la acción), 4:
Etapa verbal o externa (que coincide con este momento lo planteado
por Meinel, aquí la persona puede describir oral o de forma escrita lo
que hace, o sea, comienza
una transformación en el proceso
de aprendizaje donde este ya transcurre
en forma de razonamiento, en voz alta describiendo su marcha. A
este importante momento sigue según Galperin: 5ta etapa que llama
“Mental” donde la persona posee la orientación que le permite
ubicarse en el problema y darle solución. En
la actividad
físico – deportiva, ya en esta 5ta etapa el alumno o el atleta, dominan
el ejercicio o la técnica practicada. Para
los fines científicos, no obstante, resulta insuficiente la descripción
de un movimiento, por muy detallado que este sea, porque sucede por lo
general que no diferenciamos lo esencial de lo accesorio. Siempre
la descripción sigue la trayectoria de la
ejecución desde el
principio hasta el fin. Registramos todo lo que aparece ante nuestra
vista, pero casi nunca lo que primeramente
llama la atención, es lo esencial, no obstante, en el proceso de
aprendizaje de un movimiento
juega un papel importante para
el alumno que aprende, poder
describir lo que está haciendo como ya se planteó anteriormente. La distinción categorial La
“Distinción categorial” es un paso superior en el
descubrimiento del mundo que nos rodea, y a diferencia de la descripción
del movimiento que da una fotografía de lo que observamos o ejecutamos,
las categorías hacen destacarse los
rasgos fundamentales por encima de
las demás características no fundamentales. Las
categorías nunca son a priori, por
especulación, siempre son a
posteriori como resultado de la práctica, después de un gran número de
las mejores y más perfectas ejecuciones. Son
categorías importantes del movimiento la “estructura del movimiento”,
“fluidez del movimiento”, “elasticidad del movimiento”, “ritmo
del movimiento” entre otras.
En
las categorías del movimiento encontramos 3 rasgos esenciales a saber:
a)
Rasgos
figurativos, estos reflejan
el desarrollo superficial del movimiento, lo que se capta ópticamente,
y aquí se incluye la estructura espacio – temporal y la armonía
de movimiento.
b)
Rasgos
dinámicos, son los que distinguen el movimiento: si hay
fluidez, elasticidad, si el ritmo es el adecuado y
la transmisión de movimiento sigue su estructura como tal.
c)
Rasgos
de la disposición psíquica,
estos reflejan el grado de ajuste consciente del ejecutante al
objetivo a conseguir, y la previsión exacta de
los momentos que componen el movimiento,
buscando siempre la
precisión y perfeccionamiento de la ejecución. Pedagógicamente
no todos tienen la misma equivalencia de importancia en cada etapa del
aprendizaje, pero todos contribuyen a lograr la esencia de un movimiento
bien coordinado y eficaz. Los principios de
la dinámica
deportiva. En
sentido general el concepto “dinámica
deportiva” abarca todos los movimientos que coadyuvan a la
formación y educación motriz del hombre, a la conservación de la salud y al aumento de su
capacidad de rendimiento, diferenciándola de la dinámica general humana
que es mucho más amplia. En
cuanto a los principios de la dinámica deportiva, la didáctica del
movimiento define como principios las relaciones y leyes que se encuentran
en un nivel de generalización
y abstracción aun más elevado que el de las categorías ya expresadas. La
dinámica deportiva es el resultado de la larga historia de la constante
confrontación del hombre con
el mundo que le circunda, y en esa confrontación se han evidenciado
determinadas formas de actuar, determinadas tendencias, y en esas
tendencias siempre ha estado presente la búsqueda incesante por hacer más
efectivo y económico cada movimiento, o sea, hacerlo más racional. De esta manera se le da a estas tendencias científicamente demostrables la denominación de principios, surgiendo así para la actividad deportiva dos principios de gran importancia en el desarrollo deportivo, nos referimos a los principios de funcionalidad y de economía. Llegar
a la funcionalidad de acción significa lograr
el movimiento con rapidez y seguridad, y esto sucede cuando se conocen las
leyes objetivas que influyen en cada
acción motriz, ya sea porque el alumno o el atleta las domina, o porque
el profesor vela por ello. En la mayoría de los casos el alumno no posee
este saber, pero el profesor si está
obligado a tenerlo, para poder dirigir al alumno hacia una ejecución
funcional de los movimientos, respetando los postulados fisiológicos,
psicológicos y mecánicos de cada acción motriz. (Este principio se
expresa en la relación que existe entre el propósito del movimiento y la
efectividad de su realización). El
principio de economía en la actividad motriz significa, la buena
administración del cúmulo de energía que
se requiere para una optima ejecución del
movimiento. El principio textualmente dice: la fuerza disponible
debe emplearse de manera que se obtenga un máximo de rendimiento con un mínimo
de esfuerzo. En este principio de la economía también comprende la
no realización de
movimientos innecesarios al propósito funcional y técnico del
movimiento. Como
podemos observar son principios válidos
para todo movimiento realizado por el hombre, de ahí la importancia de la
práctica físico-deportiva desde edades tempranas, pues no podemos
olvidar que independientemente de lo que lleguemos a ser como individuo (médico,
artista, obrero, intelectual, etc.) lo único que tenemos para expresarnos
y desenvolvernos eficazmente como tales es nuestro cuerpo, el cual no siempre atendemos y cuidamos en la medida que el se
merece, para ser más capaces
para nosotros mismos y
como miembros más útiles de una sociedad. Importancia
del desarrollo motor en el proceso de
formación
humana El
desarrollo motor normal en la persona sana según Meinel ha sido poco
investigado, lo cual evidencia que no se ha valorado suficientemente la
importancia del comportamiento motor para el proceso
formativo general del hombre. Sin embargo, no puede haber una
formación y educación de la niñez y la juventud realmente completa, si
no se reconoce la importancia del movimiento motriz, como un valioso
instrumento de esa formación y educación, dándole el reconocimiento que
merece. No
obstante, la historia está llena de ejemplos de hombres que han defendido
ese derecho como Juan Amos Comenio (Citado por Álvarez, D.A. 1989, pag.
20), que se empeño en construir un sistema de enseñanza y educación del
pueblo, y en 1560 escribe: “Que todos principien pronto a ejercitarse en
el movimiento y la actividad, de las cuales yo no se desacostumbran
con facilidad tan
pronto como éstos se hayan vigorizado mediante el ejercicio. Hemos pues
de permitir a los muchachos que jueguen, corran y hagan siempre alguna
cosa, media vez ésta no sea indebida” El
movimiento es la forma activa de confrontación del hombre con el medio
natural y sociocultural en que vive. En la propia actividad física que
desarrolla, ya sea el trabajo, el juego, el deporte o la recreación física,
el hombre en esa confrontación se va formando a si mismo. “El hombre va
edificando las múltiples plantas del corazón, del espíritu y del
cuerpo. El desarrollo de lo uno…. no sólo va indisolublemente unido al
desarrollo de lo otro… sino que cada una de esas plantas se desarrollan
gracias a las otras y a través de ellas” (Pestalozzi, citado por Meinel,
pág. 25). Los
movimientos infantiles, así como la conducta motriz del adulto, nacen y
se perfeccionan en la propia actividad, en la acción. Sin esa relación
activa del hombre con su circunstancia, no habría desarrollo motor. No
existen movimientos voluntarios innatos y preformados; todos ellos deben
ser adquiridos en el curso de la vida individual
activa (Meinel, 1978). El
movimiento en sí moralmente es neutral, puede servir para entrenar a la
persona de más altos valores sociales, como a un criminal, La
actividad física sólo se convierte en un medio educativo cuando el
educador, de manera consciente la pone al servicio del hombre, de forma
didáctica y con objetivos valiosos para el individuo y para la sociedad. La
mayoría de los autores que de alguna manera han escrito sobre las
actividades físicas y deportivas, reconocen que
son un excelente instrumento para fomentar el razonamiento moral,
siempre y cuando el profesor y/o entrenador
utilicen las vías adecuadas, lo cual implica ponerse de
forma explícita a desarrollar los valores sociales y personales
utilizados como elementos fundamentales en la práctica físico – deportiva. Alejandro
López (2003), resume los principios ético-morales que en forma de
actitudes positivas y valores se vinculan estrechamente a las actividades
físico-deportivas de la siguiente manera: ·
Actitud de aceptación de loa victoria
sin triunfalismo.
·
Actitud de rechazo firme a ganar a cualquier precio a través de
medios ilegales y violentos.
·
Actitud de esfuerzo en colaboración con el árbitro.
·
Actitud de ayuda para la participación de todos los compañeros de
juego.
·
Actitud de superación personal. Son
valores, por ejemplo: Nobleza, valentía, deportividad, espíritu de lucha
y sacrificio, constancia, entre otros. Algunos elementos
sobre el
aprendizaje motriz,
que debemos comprender. El
aprendizaje motriz puede ser estudiado desde diferentes puntos de vista.
En este caso lo estamos tratando desde la Didáctica del movimiento.
De
forma general, aprender es la adquisición de experiencias que permiten
desplegar la conducta futura de modo que cada vez sea mucho mejor, y por
tal motivo más adecuada a la finalidad perseguida. En el hombre
este concepto de aprendizaje es mucho más amplio, aceptándose además
que se aprende durante
toda la vida. Hay
que considerar no sólo la adquisición de nuevos conocimientos por vía
del aprendizaje teórico, sino es también aprendizaje la adquisición de
nuevos movimientos, lo cual no termina en el saber,
sino en la destreza o habilidad, el saber
hacer, la cual sólo se
adquiere a costa de la práctica motriz. Todo
nuevo movimiento que se trate de aprender, en la vida real, o en un
proceso educativo previamente planificado, tiene en su proceso de adquisición de
todas maneras una forma tosca del movimiento que estemos aprendiendo, esta
forma tosca sólo la obtenemos cuando comenzamos la
ejecución práctica del movimiento. A partir de ahí, el movimiento debe
ser corregido, precisado, afinado, lo cual se obtiene por medio de la
repetición, la práctica y el entrenamiento; hasta llevarlo a la forma
precisa o pulida del movimiento como tal, (o modelo deseado).Aquí el
movimiento adquirido se constituye
en acervo duradero para el individuo. Sin
embargo, aun el proceso de aprendizaje del nuevo movimiento no ha
concluido, pues a lo anterior se tiene que unir la aplicación práctica
del movimiento aprendido. Sólo cuando su aplicación haya sido probada
bajo diferentes condiciones es que se puede decir que se ha adquirido el
movimiento. El aprendizaje motor de esta manera significa; adquirir un
movimiento nuevo, precisarlo, afinarlo (perfeccionarlo) y aplicarlo en la
práctica, ya sea en el deporte, en el trabajo u otras actividades de la
vida cotidiana. La
adquisición de un nuevo movimiento, siempre está ligado a la actividad.
El aprendizaje motor en el niño va a estar siempre muy ligado a su afán
de movimiento y actividad, siendo el juego infantil el elemento más
favorable para el aprendizaje motor. Obtener nuevos movimientos va a estar cada vez más condicionado por las experiencias motrices adquiridas con anterioridad, a la vez que muy relacionado a un nivel de madurez funcional del organismo, de sus órganos y sistemas, en especial a la madurez del sistema nervioso central. Madurez funcional y experiencia motriz facilitan y aceleran el ritmo de aprendizaje. La
totalidad del desarrollo motor deportivo puede ser comprendido como la
continua confrontación del ser humano con los obstáculos, resistencias y
tareas que ofrece el mundo de los humanos y de los objetos. Su carácter
desafiante, a menudo el riesgo que encierran, son los incentivos
para nuevos aprendizajes o modificación de lo aprendido, donde el
arte del pedagogo consiste en anteponer ante el educando en el momento
conveniente los obstáculos
oportunos, las resistencias a la acción e incluso los peligros en cada
actividad ejecutada. Nunca podemos olvidar que se prepara al hombre para
vida. Aspectos que
intervienen en
el desarrollo
multilateral de
la personalidad. La
extensión y complejidad de los aspectos
que inciden sobre la personalidad relacionados
con el desarrollo físico,
se evidencian tanto por las investigaciones realizadas, como por los
propios sistemas de objetivos que debe
cumplimentar la Educación Física escolar para satisfacer esa
demanda social. Cuando
se analiza la función social de la Educación Física encontramos
que sus tareas esenciales van dirigidas fundamentalmente al
perfeccionamiento de la capacidad
de rendimiento físico, al fomento de la salud
y al desarrollo de cualidades positivas de la personalidad.
Esto explica que el Deporte
sea uno de los medios
fundamentales para garantizar este encargo social; adquiriendo por tanto
una importancia vital para la formación de la personalidad de aquellos
que lo practican de forma sistemática. Ariel
Ruiz, al abordar las tareas esenciales de la Educación Física plantea los
componentes de la capacidad de rendimiento físico como objetivo
fundamental de la Educación Física
y lo sintetiza planteando que cuando se profundiza en
el área dedicada a la formación
de la capacidad de rendimiento físico,
esta se logra con la acción conjunta de capacidades físicas
condicionales, capacidades físicas coordinativas, habilidades motrices y
componentes del
rendimiento psíquico.
Cada uno de estos factores a su vez, están integrados por
diferentes aspectos que interactúan de acuerdo a los objetivos que para
cada situación del proceso docente -
educativo se
determine. Las
concepciones más avanzadas sobre los objetivos y tareas de la Educación
Física, la conciben constituyendo un sistema,
donde no sólo intervienen aquellos aspectos referidos al
desarrollo físico, sino también a otras esferas de la personalidad que al interactuar propician la
formación multilateral y armónica de los individuos. La
educación en sentido general brinda una estructura que partiendo
de los fines, objetivos, planes de estudio y programas, tiende al
logro de la finalidad social (el desarrollo multilateral y armónico de la
personalidad); lo cual implica que cada esfera que influye en el
desarrollo del individúo, seleccione en cada etapa del proceso de enseñanza,
aquellos objetivos, contenidos, métodos y medios que mejor responden al
logro de esta finalidad social. Esto se logra a partir de la unidad bio-psíquico-social del hombre, donde resulta indispensable considerar al analizar la formación de la capacidad de rendimiento físico, no sólo su estructura morfo – fisiológica, sino también su estructura psíquica.
En
toda actividad física están presentes
los esfuerzos volitivos que se experimentan subjetivamente como un estado
interno especial que implica la superación de
dificultades. La existencia de
algún tipo de obstáculo es condición indispensable para su manifestación.
Cuando
el hombre actúa sin tropezar con dificultades, en él no existen, lógicamente,
el estado interno de esfuerzo. En la actividad deportiva los esfuerzos
volitivos suelen ser variados por su carácter y su grado y siempre
vinculados a la actividad. También
la psicología marxista analiza
la formación de las capacidades del hombre como un proceso socialmente
fundamentado.”La tesis fundamental consiste en que las capacidades como
realidad son el producto de la interacción entre las propiedades psíquicas
del individuo y las condiciones sociales en las que se produce su
desarrollo”. (Kunath, P. 1976, pág. 19) Las
capacidades psíquicas son condiciones indispensables para efectuar con éxito
cualquiera actividad humana, en dependencia del dominio de los
conocimientos, habilidades y hábitos que cada individúo haya adquirido
de la interacción herencia – medio. Es
importante señalar, que durante todo el tiempo que el niño y el
adolescente esté sometido a la influencia de las actividades físicas y
deportivas – recreativas, estas deben estar fundamentalmente dirigidas a la formación de la necesidad
de la práctica sistemática del ejercicio físico y el deporte. Las
actividades de esta etapa tienen que siempre ir dirigida a promover la
motivación y el interés hacia la práctica sistemática de actividades físico
– deportivas – recreativas, que en lo fundamental se adquiere con los
conocimientos y la valoración consciente de la influencia que sobre el
individúo ejercen
estas actividades. En
este sentido debe quedar
claro que, si importante es para la sociedad y para el individúo la
formación de la capacidad de rendimiento
físico; la cual como ya se dijo, aparece como el primer objetivo
a lograr con la Educación Física escolar, la formación de la
necesidad de la práctica sistemática de actividades físico –
deportivas – recreativas debe ser una consecuencia directa de la primera
y tan importante como ésta. Los
criterios más avanzados de la medicina, la pedagogía y la psicología señalan
que la actividad física es una necesidad vital para el niño y el
adolescente, y se extiende con bastante fuerza hasta la juventud, debiendo
continuar luego como un hábito
higiénico y saludable en la edad adulta y vejez. En
el complejo proceso de la formación de la personalidad, surge una
estrecha unión entre la cognición y el afecto, desarrollándose en el
individuo diversas formaciones
psíquicas como son los conocimientos, las actitudes, las convicciones,
los ideales, la autovaloración, etc.
La
motivación hacia la práctica de actividades físico – deportivas –
recreativas, debe surgir
entonces, cuando se logre transmitir mediante los mecanismos de la cognición,
los elementos necesarios para que se
produzca en el individúo un nivel de convicción tal que dé como
resultado una tendencia orientadora que lo motive a la práctica físico -
deportiva; o sea, la formación en
el individúo de la necesidad
de este tipo de actividad de una forma consciente – volitiva. El
régimen escolar debe propiciar que se forme la necesidad de ejercitación
física en los escolares, siendo el Deporte
reconocido como uno de los medios de la Educación Física que
más contribuye a la formación de esta necesidad hacia la
práctica sistemática de actividades físicas. La
importancia que tiene la formación del carácter y las convicciones para
la educación de niños y jóvenes es incuestionable. Por tal motivo, todo medio de educación
tiene que contribuir al desarrollo de
cualidades positivas del carácter y a crear firmes convicciones que haga
de cada individúo una personalidad acorde con los principios de la
sociedad en que vive. Conclusiones Podemos
resumir planteando que mediante la práctica de actividades físico-deportivas
el individuo recibe influencias en lo físico, en lo psíquico y en lo
social. Estas influencias por lo tanto deben coadyuvar a un desarrollo más
integral de aquellos que la practican de forma sistemática. Lo
anteriormente planteado nos permite asegurar, que la humanidad tiene en la
actividad física-deportiva, uno de los medios más ricos en posibilidad y
variabilidad de alternativas, para cumplimentar las necesidades e intereses que están
presentes en las diferentes etapas del desarrollo por las que atraviesan
los seres humanos, propiciando cambios en los diferentes sistemas orgánicos:
sistema nervioso, sanguíneo, respiratorio, muscular, etc., que se resume
en una personalidad más sana y equilibrada, más capaz para sí y para la
sociedad a la cual pertenece. “El
análisis del desarrollo deportivo en el mundo evidencia su consolidación
como fenómeno de masas y su vigencia
como elemento inexcusable en la Educación. La generalización de sus
virtudes para el mejor desarrollo de las capacidades que integran al
hombre, están acreditadas por la ciencia y la técnica y por las múltiples
instituciones que, con carácter universal conceden gran importancia al
tratamiento de dichas actividades” (Ruiz Aguilera, A.1985). Bibliografía. Alfonso
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Dra. Anicia Álvarez Guerra
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