Carta a la Comunidad Internacional |
Las organizaciones internacionales |
Amigos
y amigas de Tierra Internacional. Amigos
y amigas de ATALC y de todas las regiones del mundo. Siento
gran satisfacción en este momento de agradecer al mundo por todas las
expresiones de solidaridad con los pueblos de Centroamérica y
particularmente con el pueblo de Honduras y contra el golpe militar que
todavía está vigente. El
día martes 30 de junio 2009 pronuncié un
discurso frente a las
instalaciones de la Casa Presidencia, ante miles de hondureños que
protestaban bajo la lluvia con la piel y el corazón curtidos por la
insatisfacción, el sufrimiento y la persecución, y dirigido también
para todos aquellos que están
ausentes porque han sido golpeados
por las fuerzas militares; para los que guardan prisión, están heridos
o están siendo objeto de acoso o exilio. Manifesté
que un pueblo organizado, movilizado, es más grande y más fuerte
que el ejército agresor que
usa las armas compradas con el hambre, el dolor y el sufrimiento de los
pobres y enfermos de Honduras Mientras
el pueblo se manifestaba, el régimen golpista
organizó la marcha de
sus adeptos, quienes inmediatamente fueron denominados “los de guante
blanco” porque, curiosamente, todos
estaban muy limpios con camisetas nuevas, blancas en su mayoría, o
vestidos de blanco y bien perfumados de manera contrastante con “la
marcha de los curtidos”, organizada por el Frente de Resistencia
Popular. Los
de guante blanco pertenecen a un
sector de la población ligado a las clases poderosas que participan conjuntamente con el ejército y que aplauden
con júbilo el golpe y la brutalidad militar. En sus discursos promovían un dialogo nacional garantizado por las
bayonetas, las metrallas y los tanques en contra del pueblo. Ante
este escenario de violencia se ha mantenido la vitalidad del Frente de
Resistencia Popular, gracias al heroísmo de las pobladoras, las
comunidades indígenas, los garífunas, las campesinas, los movimientos
obreros y de estudiantes; las organizaciones de mujeres, los intelectuales
que no son serviles al orden de cosas
y, desde luego a la solidaridad
internacional de todos los pueblos del mundo. Como
expresión de ese humanismo planetario se están realizando marchas y
protestas nacionales e internacionales para
restablecer al gobierno constitucional del presidente Manuel Zelaya
Rosales y garantizar que se respeten los derechos de la ciudadanía. Estos
actos de solidaridad ocurren en todas las regiones de Honduras; en
el Salvador, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, México, Uruguay, Cuba y el
Caribe; Venezuela, Ecuador, Colombia, Bolivia, Paraguay y toda América
Latina. En Estados Unidos de América, Europa, África y Asia. Es
significativa la condena a
este golpe militar por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas, la OEA
y los pueblos de la ALBA y el sistema de Integración
Centroamericano (SICA). Sin
embargo estamos pendientes en cada minuto
de lo que va a ocurrir en Honduras, cuando se anuncia que en el
curso de los próximos días de este mes de
julio regresará el presidente de Honduras Manuel Zelaya, acompañado por
una delegación de la OEA y de las Naciones Unidas. No obstante lo
anterior, el actual régimen de facto manifiesta en forma reiterada que va
a capturar el presidente Zelaya. Ante
esta situación se mantiene vivo el espíritu del Frente de Resistencia
Popular que no va a claudicar en la lucha por restablecer el orden
constitucional. En
nuestro país y durante toda su historia las clases poderosas y los ejércitos
han sido los guardianes al servicio de los
intereses multinacionales. Esa
es la razón fundamental por la que nuestros pueblos rechazan los
tratados comerciales que se basan en la desigualdad
económica y social, las concesiones y explotaciones mineras y madereras; los
monocultivos y plantaciones de árboles
que destruyen la biodiversidad, los agro combustibles; las
violaciones a la soberanía alimentaria
y las políticas que contribuyen a las emisiones de carbono
agravantes para los cambios
climáticos. En
el marco de todos estos esfuerzos solidarios con Honduras, en estos
momentos de dolor, reconocemos
la labor de los verdaderos amigos y amigas de la Tierra: Amigos
de la Tierra Internacional y en el plano regional latinoamericana de ATALC
y la Vía Campesina y de todas las organizaciones del movimiento social,
de los pueblos originarios, de los jóvenes, de las mujeres organizadas y
de toda de la comunidad
internacional. Gracias
al amor y solidaridad local, regional, global y planetaria, la lucha
continúa en Honduras y en el mundo por la soberanía, la unidad y la dignidad histórica de nuestros pueblos. Tegucigalpa 1 de julio 2009 |
Juan Almendares
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