“Al perro más flaco se le pegan las pulgas”
Juan Almendares

Vi aquel perro amigo del Pedernal en el Valle Siria, que dejo de mover la cola; al morir la alegría.   Escuálido, con  la piel depilada por la sarna y los hongos. Movía las patitas, equivocando los pasos, como estuviera borracho de miseria. Se observaba cabizbajo, por  la vergüenza de vivir oprimido y   humillado por el hambre. Sus compañeros, los árboles, compartían la tristeza, la anemia y la pobreza que había engendrado la industria minera.

En aquel escenario en que se marchito la belleza; la cara  y  el cuerpo de las niñas y los niños estaban invadidos de machas: blancas, amarillas, rojas o negras que recordaban los colores de las aguas contaminadas por metales tóxicos. A igual que los cerros, las cabecitas estaban pelonas y la piel se había tornado vulnerable a la invasión de los  parásitos. Estas manchas del sufrimiento, humillaban  el sentimiento estético de los infantes.

Casi diez años después  de iniciada la explotación minera, a pesar de la violación de los derechos de los animales, plantas y seres humanos, la Gold Corp  declara que ha recibido un premio por la protección ambiental y anuncia el cierre mortal de la empresa en Honduras y  en su testamento deja como legado “el museo de la muerte,” y un cementerio de: colas, residuos tóxicos y  drenaje ácido  que continuará contaminado  por sécula seculórum  la vida  del Valle de Siria.

El sufrimiento y la infamia contra la población del Valle de Siria  plantea dos soluciones: una reformar la ley y que las mineras continúen operando, acumulando capital a expensas de la  enfermedad y la muerte y la otra que se deroguen las concesiones  y se prohíba la explotación minera en Honduras.

La primera tiene el apoyo de la seguridad privada y estatal que son los guardianes de las multinacionales y de sus aliados empresarios  locales y la segunda la resistencia  y la movilización de las comunidades en defensa de la vida para transformar la injusticia y no ser  débiles y vulnerables como lo que ocurrió al “perro mas flaco que se le pegaron las pulgas”.

En Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica ya existen comunidades organizadas y movilizadas que no permitirán que se instalen las  multinacionales mineras. 

Juan Almendares

juan.almendares@gmail.com 
http://www.movimientomadretierra.org/ 
www.dignidaddelospueblos.hazblog.com  
http://dignidaddelospueblos.wordpress.com/ 

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