a burguesía burocrática priísta del período contrarrevolucionario (1940-1982) era sumamente cautelosa y procuraba no expoliar demasiado a la clase trabajadora; pero cuando el peso específico de los conservadores que se fueron enquistando en el sistema fue mayor, al tratar de recuperar los antiguos privilegios se aliaron con el imperio estadounidense, facilitándole la imposición del neoliberalismo a partir de 1982.

El Domingo 9 de Julio del año 2000 -siguiente al en que se celebraron las elecciones que dejaron a México a merced de uno de los presidentes más necios de su historia (de hecho dos)- publiqué el artículo “Réquiem por la Revolución. Ganó el Salinato”.[1] Entresaco de ese artículo del 2000 los párrafos entrecomillados:

MÉXICO NEOLIBERAL “...Salinas impuso el neoliberalismo que le enseñaron en los Estados Unidos... Fox va a continuar manteniendo... esa misma política... que también le enseñaron en los Estados Unidos, con los que además estará muy agradecido si, como se supone por las pruebas encontradas, fue apoyado financieramente por su sector más reaccionario para soportar los estratosféricos gastos de la campaña electoral más larga de la historia.

“Sí, seguramente... Fox está agradecidísimo con los Estados Unidos ¿Pero a quién más le están inmensamente agradecidos los Estados Unidos que a Salinas, ya que fue quien inició la franca desnacionalización del país y abrió de par en par las puertas entreabiertas por Miguel Alemán a la inversión extranjera?”

¿POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS? “El ambiente es de fiesta, pero también de honras fúnebres. Preparémonos, pues, a festejar a la democracia y, también, a despedir a su progenitora la Revolución Mexicana con una solemne pero solitaria misa de cuerpo presente, mientras allá, a lo lejos, el pueblo tal vez se pregunte: ¿Por quién doblan las campanas?”

UNA NUEVA CONSTITUCIÓN. “Nuestros venerables constituyentes con toda seguridad, están de luto. Saben muy bien que, después de otorgado el certificado de defunción de la Revolución Mexicana, una nueva Constitución tendrá que venir. Una nueva Constitución que refleje los intereses de la contrarrevolución en el poder y, consecuentemente, cercene la médula de la anterior: la aspiración a la Justicia Social... Fox ya nos advirtió su intención de promover una nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; una en la que ahora sí se destaque eso de los ‘Estados Unidos’ y se minimice lo de ‘mexicanos’.”

Comentario 2013:

LAS REFORMAS ESTRUCTURALES. Como Fox y Calderón fueron incapaces de eliminar la Constitución para sustituirla con otra despojada de su esencia porque el pueblo no está dispuesto a exhumar a sus muertos del panteón revolucionario para arrojarlos al basurero neoliberal, tuvieron que tratar de seguirle haciendo los agujeros y pegando los parches iniciados por su habilidoso mentor Salinas (dislocamiento de la Reforma Agraria, fisuras al Estado Laico, etc.) ahora con el rimbombante título de reformas estructurales a las que lógicamente Peña Nieto, un discípulo más del Salinato, también está aferrado.

De eso se tratan, pues, muchas de las reformas atentatorias de nuestra soberanía (Energéticos, Turismo, Seguridad Social, Garantías individuales, etc.) que intenta y seguirá intentando aprobar al vapor el Congreso de la Unión, integrado en su mayoría por fieles siervos, pero no de la Nación.

LA HISTORIA SE REPITE. Aunque no sin tropiezos, Salinas maneja el poder tras el trono desde 1982 ya que De la Madrid era su marioneta; impuso a Zedillo; “Fox no hubiera podido ser candidato a la presidencia si Salinas no reforma la Constitución” (con una reforma estructural que permitió aspirar a la presidencia a los hijos de extranjeros, si bien hay quienes aseguran que Fox mismo es extranjero); Calderón no hubiera podido llegar a la presidencia si Salinas no le saca las castañas del fuego con la mano de la Gordillo; y Peña Nieto tampoco de no ser por su sagaz intervención. Es decir, que el Salinato cumplió ya 24 años si le restamos el sexenio de Zedillo -quien se quiso pasar de listo- y podría cumplir 30 si sostiene su control sobre Peña Nieto.

Artículo del 2000: “Hace un siglo, la dictadura de Porfirio Díaz que duró treinta y uno [treinta y cinco si incluimos su primer período para el que fue legalmente electo] estaba en pleno auge. Las inversiones extranjeras eran las dueñas del país; la industria estratégica incipiente -petróleo y ferrocarriles- estaba en las manos de esas inversiones extranjeras; los aristócratas pulqueros -nacionalistas de pacotilla que festejaban en grande el 15 de Septiembre en sus residencias de París- eran sus lacayos y el hambriento pueblo mexicano era el esclavo de ambos. La historia se repite.” Comentario 2013:

SUICIDIO. La oligarquía parece no darse cuenta de que está tensando la rienda a tal grado que puede convertirla en su propia horca, igual que hace un siglo.

Nota: