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Nueva Humanidad (8)
por Netzahualcóyotl Aguilera R. E.
tlacuilo.netz@yahoo.com

 

“...los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad”

Simón Bolívar[1].

¡Y pensar que tanto George W. Bush como Vicente Fox se declararon bolivarianos!

 

NEOLIBERALISMO, MODA PASAJERA. Lo más probable es que para el año 2100 esta etapa consumista y contaminadora solo sea un capítulo más en la historia de la decadencia capitalista, por lo que vamos a ver en estos últimos números de la serie.

 

PANAMERICANISMO. En 1823 el presidente James Monroe declaró que América era para los americanos, gentilicio que se dieron a sí mismos los fundadores de Estados Unidos que ya habían manifestado el propósito de apoderarse de todo el continente; sus sucesores han intentado conseguirlo por todos los medios incluyendo el magnicidio y la intervención armada, para imponer desde políticas públicas hasta títeres civiles o militares que les permitan saquearnos. Eso es lo que se conoce con el nombre de panamericanismo y otras prácticas internacionales que van desde la good neighbor policy o política del buen vecino, hasta la del big stick o gran garrote, de acuerdo con las circunstancias; lo único que no cambia es el fin que persiguen siempre: saquearnos. Ese cuento acerca de que después de 190 años desecharán la “doctrina” Monroe es además hipócrita, pues si la continúan aplicando a Cuba seguirá existiendo.

 

LATINOAMERICANISMO. Desde el final de la guerra para independizarnos de la corona española que se consumó con nuestro triunfo en la célebre Batalla de Ayacucho en 1824, los latinoamericanos pretendimos integrarnos como una sola región independiente. El primer intento lo realizaron los países centroamericanos que pretendieron integrarse ese mismo año; el segundo el Libertador Simón Bolívar con el Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826.

 

EL DESTINO MANIFIESTO. Ese naciente latinoamericanismo libertario más otras tímidas conferencias (1847,1856 y 1865 con propuestas de unión mercantil y de defensa contra las agresiones de Estados Unidos) fue aplastado por el monstruoso crecimiento del poderío imperial, manifestado cínicamente en la desafiante declaración que profirió el presidente Buchanan en 1857, cuando pretendía apoderarse de Nicaragua en una acción piratesca, tan solo diez años después de haberle arrebatado a México la mitad de su territorio: “Está en el destino manifiesto de nuestra raza extenderse por todo el continente de la América del Norte...”[2]

 

En 1890 Estados Unidos impuso la creación de una “Unión Internacional de las Repúblicas Americanas” (transformada en Unión Panamericana en 1910) para someter a América Latina, continuar expandiéndose por el Caribe al apoderarse de Cuba y Puerto Rico, así como por Centroamérica de la United Fruit Co., hasta engullirse la zona del Canal después de arrancar el territorio panameño a Colombia en 1903.

 

LATINOAMERICANISMO DEL SIGLO XX. Entre la primera y la segunda grandes guerras del siglo XX, cuando Estados Unidos necesitaba enfocar todo su esfuerzo y cerebro en los escenarios geopolíticos extra-continentales, requería de nuestro apoyo en alimentos, materias primas y fuerza de trabajo para sus aprestos bélicos; América Latina contó entonces con cierta libertad para fortalecer su desarrollo interno. Desde la creación de la Sociedad de Naciones en 1920 hasta la de la Comisión Económica para América Latina por la ONU en 1948, varios países de la Región alcanzaron un fortalecimiento considerable.

 

GUERRA SUCIA. Pero fue precisamente en 1948 -tres años después de recibir la corona imperial de parte del Reino Unido y en plena Guerra Fría- durante la IX Conferencia Panamericana celebrada en Colombia, cuando Estados Unidos impuso la transformación de la Unión Panamericana en Organización de Estados Americanos (OEA) para bloquear los Movimientos de Liberación Nacional surgidos del ejemplo que las nuevas naciones independientes (como China e India) habían dado al poner en práctica la Declaración Universal de los Derechos Humanos decretada por la ONU.

 

El pueblo colombiano protestó enérgicamente, pero fue violentamente reprimido, cubriéndose así el nacimiento de la OEA con un baño de sangre que pasó a la historia con el nombre de Bogotazo, presagio que inició un período de latrocinios contra América Latina bajo la amenaza de acusar de comunista toda protesta social para aplastarla sin misericordia, hasta que el imperio se quedó sin ese pretexto cuando la URSS desapareció en 1991. Pero para entonces ya había inventado la guerra contra las drogas para seguir interviniendo en nuestra Región.

(Continuará)

 

Nota: Agradezco al compañero Sergio Zúñiga, de la Universidad Católica del Norte en Coquimbo, Chile, su observación en el sentido de que Nixon no envió a Chile a Milton Friedman en 1975. Efectivamente, aunque el dictador Pinochet ya había empezado a aplicar el neoliberalismo desde 1973, cuando Friedman lo visitó en 1975 ya el presidente de Estados Unidos era Gerald Ford, porque Nixon había renunciado en Agosto de 1974 para librarse del juicio a que estaba sometido por su corrupto comportamiento.

 

Nota:

[1] Hispanoamérica en lucha por su independencia. Cuadernos Americanos. México, 1956 p.IX.

[2] Fábula del tiburón y las sardinas. América Latina estrangulada. Juan José Arévalo. Editorial América Nueva. Manuel Porrúa, 3ª. edición, México 1956, p.25

 

Netzahualcóyotl Aguilera R. E.

La Jornada (Aguascalientes, México)
Viernes 22 de Noviembre 2013 

Autorizado, para Letras-Uruguay, por el autor

 

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