Tlacuilo |
¡Porque Bolívar tiene quehacer en América todavía! José Martí |
Hace
menos de dos semanas -los días 22 y 23 de Febrero- se llevó a cabo la
reunión anual del Grupo de Río que tocó en suerte organizar a México
en Cancún. El nombre que tomó fue el de “Cumbre de la unidad de América
Latina y el Caribe”. La
mayor parte de la gente que se enteró de ello fue por el morboso
amarillismo -especialmente televisivo- que levantó la provocación de que
fue objeto Hugo Chávez, de Venezuela, por parte del buscapleitos Álvaro
Uribe, de Colombia (junto con su minusválida gavilla de adictos al
Imperio, los representantes de México, Panamá y Perú) en su pretensión
de hacerle el juego a los Estados Unidos para desviar la atención sobre
el propósito de la reunión. Hubieron
quienes notaron algo insólito: por primera vez en una reunión de
presidentes americanos no fueron invitados los de Estados Unidos y Canadá;
en cambio estuvo presente Cuba (nación expulsada de la Organización de
Estados Americanos en 1962, en acatamiento de los deseos del Imperio). La
otra ausencia notoria fue la de Honduras, cuyo actual presidente -producto
de un golpe de Estado organizado por los Estados Unidos por conducto de la
base militar que posee en ese país- tampoco fue invitada; sobre el
particular, el presidente Lula da Silva, de Brasil, comentó: “No
podemos aceptar ni en broma que esta experiencia de juntas militares de
Honduras prevalezca en otros países...” lo cual deja en claro que una
característica novedosa de la nueva organización, es que nace respetando
y defendiendo la voluntad democrática de los ciudadanos. Algo
ya más difuso por causa de la desinformación de los medios masivos, fue
el propósito fundamental de la reunión: avanzar en la integración de América
Latina. Y sobre los acuerdos tomados, que son de primordial importancia,
solamente los conocen aquellos que se ocuparon en buscar artículos de
opinión o directamente la declaración oficial de la reunión. En
lo personal, estimo pertinente insistir en la conveniencia de ofrecer
-como lo he hecho en otras ocasiones- a quienes deseen conocerla, la
información histórica y política básica que nos proporcione el
sustento necesario para tomar decisiones personales y sociales sobre el
particular. ¿QUÉ ES AMÉRICA
LATINA?
Con frecuencia oímos o leemos la expresión “América Latina” como
una más de las estereotipadas a fuerza de repetición y su significado
pasa desapercibido para el entendimiento de la mayoría. Es
relativamente fácil encontrar personas que sepan que México está
ubicado dentro de la región latinoamericana; pero ya no es tan sencillo
encontrar respuestas para preguntas tan elementales como: ¿Qué es América
Latina? ¿Realmente soy y me siento latinoamericano? Hay quienes, incluso,
consideran que la idea es una vacilada inventada por terroristas, ahora
que ya se les acabó el pretexto del comunismo. Lo
que ocurre es que después del sexenio de Lázaro Cárdenas, los gobiernos
mexicanos fueron dejando de cultivar el sentido de Patria Grande que había
prevalecido desde las luchas de independencia, cuando próceres como
Hidalgo y Morelos iniciaban sus proclamas en nombre de la “Nación
americana” o la “América mexicana”, de la misma manera que lo hacían
otros en Sudamérica, Centroamérica o el Caribe, entre todos los cuales
existía comunicación. En
la actualidad prevalece la idea machacada hasta el cansancio por los
medios de información sumisos, en el sentido de que estamos
irremisiblemente encadenados al Tratado de Libre Comercio de América del
Norte y que el único sueño posible para nosotros es el del american
dream, en cuyo festín ya sabemos que lo que toca a la inmensa mayoría
de los admiradores de Hollywood
y Disneylandia es el papel de lavaplatos. Pero
no es así. América Latina no es una extravagancia ni una entelequia. El
primer habitante de esta región que soñó integrar en una sola Nación a
todas las colonias españolas de América con el nombre de Colombia,
fue el venezolano Francisco de Miranda (1772-1812), culto militar que
participó en la guerra de independencia de los Estados Unidos y en la
Revolución Francesa (su nombre con el título de Mariscal de Francia está
inscrito en el arco del triunfo en París). Simón Bolívar apoyaba esa
misma idea que no se concretó, porque el intento de integrar la
confederación resultó frustrada en 1826. (Continuará) Aguascalientes, México, América Latina Nota: Los siguientes mapas no se incluyeron en la publicación, pero se los envío porque es un material interesante que apoya el texto: Imperio
español Wikipedia 1580
- 1790 Mapa
diacrónico que muestra las áreas que pertenecían al Imperio español en
algún momento durante un periodo de 400 años. Para más detalle, véase
el mapa.
El Imperio español en su cúspide territorial alrededor de 1790
Regiones de influencia (exploradas y/o reclamadas pero nunca controladas)
o colonias en disputa o de corto control
Posesiones del Imperio portugués gobernadas por España
entre 1580–1640 por unión dinástica
Territorios perdidos en o después de 1717 por la Paz
de Utrecht
Marruecos y Sáhara Occidental 1884–1975. Posesiones
españolas en América 1800 |
Tlacuilo Se
dice que la expresión América Latina fue
publicada por primera vez en 1856 por los escritores Francisco Bilbao
(chileno) y José María Torres Caicedo (colombiano) quizás con la idea
de agregar a las de habla hispana, naciones parlantes de otras lenguas
latinas como el portugués (Brasil) o el francés (Haití). En
la actualidad resulta ridícula la idea de que en América Latina solo
quepan naciones que hablen idiomas latinos, porque se tendría que agregar
el sector francoparlante de Canadá; impedir el ingreso de los países
caribeños que hablan lenguas anglosajonas o papiamento (mezcla de idiomas
americanos, africanos y europeos); o lo más absurdo de todo, eliminar las
comunidades indígenas monolingües, que son las únicas verdaderamente
originarias de este continente. En
el nombre América
Latina caben todos los pueblos de todas las lenguas que habiten
cualquier parte del territorio continental o insular desde el sur del río
Bravo hasta la Patagonia, llámesele como se le quiera llamar. Uno de los
muchos nombres que podrían caber si no se quiere mezclar el problema lingüístico
podría ser América del Sur o Sudamérica, punto cardinal que puede ser el emblema que simbólicamente nos
distinga del Norte imperial. 4. GEOGRAFÍA.[1]
Independientemente del nombre que en definitiva se le imponga, desde un
punto de vista estrictamente geográfico el subcontinente o región que
actualmente se designa como América Latina se divide en cuatro sub-regiones:
a) México; b)
Itsmo Centroamericano; c) América
del Sur y d) Antillas. De
ellas las primeras tres son continentales y la cuarta es cuenca insular
ubicada en el Mar Caribe. Desde
el concepto de la latitud, al hemisferio
norte pertenecen México, Centroamérica, Las Antillas, Colombia,
Venezuela y Las Guayanas; al hemisferio
sur pertenece el resto de los países del macizo sudamericano. 5. GEOPOLÍTICA. Desde este punto de vista se puede hablar de tres sub-regiones: a)
Mesoamérica, integrada por México y Centroamérica; b)
El macizo continental completo de
América del Sur; y c) Antillas,
de extraordinaria posición estratégica que unifica a las tres. Lo
que con estos antecedentes queda definitivamente claro en cuanto al nombre
de la región, es que el de “América
Latina y del Caribe” constituye una redundancia parcial, pues si se
menciona una sub-región tendrían que mencionarse también las demás, lo
cual conlleva un absurdo que nulificaría el nombre genérico. 6. CULTURA. Para el propósito que nos ocupa, las tres sub-regiones geopolíticas
nos pueden servir de base para hablar de las culturas originarias: a)
Mesoamérica era una unidad desde la época prehispánica, dominada
por las altas culturas Maya y Náhuatl; este
concepto geopolítico fue aprovechado por el imperio español para
superponer el Virreinato de la Nueva España; b)
El Tawantinsuyo,
ubicado en la cordillera de Los Andes y dominado por las altas culturas Quechua
y Aymara; allí también se aprovechó para la casi superposición de
los virreinatos de la Nueva Granada, del Perú y del Río de la Plata; y c)
Las Antillas, que estaba poblada por dos culturas menores dominantes
de origen sudamericano: la Taíno y la Caribe. Se
dice y se dice bien, que la historia la escriben los vencedores. Por eso
hasta la fecha los latinoamericanos prácticamente desconocemos esta etapa
de las grandes culturas prehispánicas, en muchos aspectos superiores a
las europeas, pues somos instruidos en el eurocentrismo
-concepción de Europa como centro del mundo- que considera que la
historia de nuestro continente comenzó en 1492, cuando mediante su
superioridad militar los caritativos conquistadores cristianos despojaron
de su mundo entero a las altas culturas americanas, las diezmaron y
sometieron en forma esclava o servil mediante un sanguinario y selectivo
genocidio, imponiéndoles costumbres, idioma y religión; las culturas
menores que estuvieron a su alcance -como las antillanas- fueron
totalmente aniquiladas al grado de que aquellos hombres misericordiosos,
al quedarse sin brazos para cultivar la tierra decidieron sustituirlos con
negros, lo que provocó otro genocidio en el continente africano y la
consecuente aparición del negocio del esclavismo, con el cual se forjaron
inmensas fortunas con las que devotas familias de piratas compraron títulos
nobiliarios, convirtiéndose a través del tiempo en grandes empresarias,
también arropadas actualmente por el manto de la caridad cristiana para
combatir la miseria que “inexplicablemente” crece sin cesar. (Continuará) [1] A partir de esta segunda entrega se enumeran los capítulos, para facilitar la consulta de los materiales en la versión impresa que coleccionan algunos lectores. En el artículo anterior o inicial, el primer párrafo abriría con 01; el 02 correspondería al capítulo ¿QUÉ ES AMÉRICA LATINA? y el último párrafo diría: 03 EL NOMBRE DE LA COMUNIDAD. |
Tlacuilo “Gusanos pululan por calles y plazas, Fragmento
del “Poema de la conquista”, 1528 Trad.
del náhuatl del padre Garibay Así
como vimos características geográficas, geopolíticas y culturales de América
Latina, podríamos ver otros aspectos importantes que ayudarían a
definirla y entenderla, como por ejemplo la sintomática evolución de su
población: 7. DEMOGRAFÍA. A la llegada de los europeos en 1492, el “nuevo” continente completo tenía unos 90 millones de habitantes; 130 años después, solo quedaban 4 millones y medio (5%);[2] en México, de 25 millones que había en 1518, “en 30 años murieron 20 millones... y un siglo después solo quedaba el 3% de la población original”[3] o sea 700 mil, en “el mayor desastre demográfico de la historia”.[4] Mientras tanto en Europa, de una población similar a la del “nuevo” continente (unos 90 millones de habitantes,[5] de los cuales había 10 en la península ibérica),[6] para 1750 habían pasado a ser 163 millones,[7] entrando en el esplendor del Renacimiento y en el desarrollo capitalista de la Edad Moderna gracias, entre otras cosas, al saqueo de nuevas especies vegetales y animales que los salvaron de la peste y el hambre, así como de metales, piedras y maderas preciosas con las que, por ejemplo, construyeron sus lujosos palacios y catedrales. Por otro lado, “Para responder a la masiva mortandad [yo diría genocidio] de indoamericanos, a partir del siglo XVII los... [europeos]... secuestraron alrededor de 60 millones de africanos, de los cuales unos 12 millones llegaron vivos a América donde fueron reducidos a la esclavitud.”[8] 8. CONCLUYE LA INTRODUCCIÓN. Y así podríamos continuar con infinidad de temas como la medicina, la organización social, el arte, la ciencia, etc., encontrándonos con maravillas tales como el calendario más perfecto creado hasta la fecha, para lo cual se requirió un profundo conocimiento astronómico y matemático, todo lo cual se perdió en el incendio de sus bibliotecas por orden de la santa inquisición, por considerarlo producto satánico. Después de estas pinceladas introductorias, quien se interese en tener un cuadro más completo podrá disfrutar investigando los temas de su predilección; por lo pronto nos han servido para trazar un esbozo y demostrar que la historia de las primeras culturas de este continente no empezó, sino terminó en 1492, tronchada por los predicadores del amor al prójimo. Sin embargo, sus raíces continúan influyendo en el temperamento y en el inconsciente colectivo de las nuevas culturas mestizas predominantes, que jamás volverán a ser autóctonas, europeas ni africanas. 9. NACE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS. Fundada el 23 de Febrero pasado, quedó inicialmente integrada por 32 naciones. Las 20 originales: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras (cuyo presidente no fue invitado por ser producto de un golpe de estado), México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; 11 antillas británicas dependientes de la Commonwealth y la república de Surinam (antes Guayana holandesa). Entre las que faltan -que deberán independizarse- destacan Puerto Rico y Guyane, colonias estadounidense y francesa respectivamente. Veamos el siguiente cuadro estadístico comparativo, que refleja claramente la importancia de nuestra Región en el mundo:[9]
Como se infiere claramente, aislados nuestros países no son nada; unidos, en cambio, podremos dejar de ser explotados por el imperialismo financiero internacional y reclamar el lugar que nos corresponde en el concierto internacional; de no hacerlo, seríamos aniquilados tanto por Estados Unidos como por las comunidades de naciones que se están haciendo fuertes en los otros continentes, como ya lo demostró Europa. 10. PROPÓSITO DE ESTA SERIE. ¿Pero qué pasó en el intervalo histórico del movimiento de independencia a la fecha? He aquí el propósito de esta serie, enfocada desde el punto de vista de la política internacional, en la que nos vamos a encontrar con una pugna de más de dos siglos entre la decisión de América Latina de conquistar su soberanía y el afán de Estados Unidos de someterla, hasta ahora resuelta a favor del segundo por su codicia económica apoyada en la fuerza de las armas. (Continuará) Aguascalientes,
México, América Latina América Latina. Wikipedia Notas: [2] Dobyns, H. F. (1983). Their number become thined: Native American population dynamics in Eastern North America, Knoxville (Tenn.), University of Tennesee Press. (Wikipedia - Historia de América - El contacto con Europa - El colapso demográfico). [3] Cook, S. F. y W. W. Borah (1963), The indian population of Central Mexico, Berkeley (Cal.), University of California Press (Wikipedia - Historia de América - El contacto con Europa - El colapso demográfico). [4] Katz, S. T. (1994-2003). The Holocaust in Historical Context, (2 vols.), Nueva York, Oxford Universtity Press (Wikipedia - Historia de América - El contacto con Europa - El colapso demográfico). [5] “El
imperio en los tiempos de Obama” I José María Pérez Gay. Diario
“La Jornada”, México, a 3 de Diciembre del 2008. [6] Mann, Charles (2006). 1491; Madrid:Taurus, pag. 136 (Wikipedia - Historia de América - El contacto con Europa - El colapso demográfico). |
Tlacuilo Los
Estados Unidos, astutos publicistas, han exportado su imagen como el
prototipo del país libre y democrático por excelencia, al adueñarse de
esas virtudes para autoerigirse en sus adalides y utilizarlas como bandera
para convertirse en el mayor imperio de la historia. 11. UNA CRONOLOGÍA RELEVANTE.
Mucha gente cree que el afán de dominio de los Estados Unidos proviene
del siglo XX; por eso vale la pena hacer un resumen de fechas clave: 1492.-
Colón llega a América. Los reyes católicos, que a duras penas acababan
de liberarse de la ocupación musulmana de ocho siglos, en una conquista
relámpago -que independientemente de los medios reprobables que utilizó
es una de las más grandes hazañas de la historia- se adueñan de todas
las regiones estratégicas y de alta cultura del continente americano,
cuyos recursos convierten a España en el mayor imperio del mundo -por
primera vez esférico-; además transfiere riquezas inconmensurables a
toda Europa -entre ellas alimenticias como el maíz, la papa, el jitomate,
el aguacate, el chocolate, etc.- remediando el hambre y las epidemias que
aparte de las guerras la tenían postrada en la miseria; por si eso fuera
poco, al hacerse añicos el mito católico de que el mundo era plano se
rompió el cerrojo religioso que abrió el cautiverio de la mente a la
libertad del pensamiento, permitiendo al viejo continente entrar en la
etapa de esplendor del Renacimiento, en el estallido del conocimiento
tantos siglos amordazado y, consecuentemente, con los avances de la
ciencia y la tecnología surgen la revolución industrial y el desarrollo
capitalista con la organización de las compañías mercantiles orientales
y occidentales. 1607.-
Sin embargo, Europa continuó inmersa en conflictos bélicos provocados no
solo por la reforma protestante sino también por conflictos de sucesión de las monarquías. Eventualmente su ambición es aguijoneada
por el descubrimiento de míticos y exóticos territorios y se enfrascan
en una feroz competencia por obtener más ventajas de las riquezas del
mundo. Así, después de pasados 115 años de la hazaña de Colón,
Inglaterra establece su primera colonia -Virginia- en la costa atlántica
del actual Estados Unidos. 1608.-
Francia funda la suya -Nueva Francia, con base en Québec-
muy al norte de Virginia. 1682.-
Setenta y cuatro años después, cuando las colonias británicas ya habían
llegado a diez, en un golpe de estrategia genial Francia se hace de la
región que denominó Luisiana
en honor de Luis XIV, fortaleciendo su imperio (la Nueva Francia) con
todos los territorios de la cuenca del Misisipi,
desde su desembocadura en el Golfo de México (Nueva Orléans) hasta Ontario
y los grandes lagos en Canadá, que incluía los que hoy son “Luisiana,
Misisipi, Arkansas, Oklahoma, Misuri, Kansas, Nebraska, Iowa, Indiana,
Michigan, Wisconsin, Minessota, Dakota del Norte y Dakota del Sur”
estableciendo una barrera contra la expansión española hacia el este y
un cerco formidable contra el ensanchamiento territorial que Inglaterra
estaba planeando hacia el oeste. 1732.-
Inglaterra -convertida ya en Gran Bretaña- con la fundación de Georgia
alcanza la integración de trece pequeñas colonias. 1763.-
Tratado de París. En plena ilustración y después de una serie de
confrontaciones francobritánicas, al término de la “guerra de siete años”
y con el apoyo de sus colonias americanas, Gran Bretaña derrota a Francia
(hundida política, económica y militarmente por la indiferencia de Luis
XV y la dilapidación extravagante de madame Pompadour) y le arrebata
Canadá y los territorios al este del Misisipi,
quedando todavía los del oeste en poder de España. 1765.-
Para evitar confrontaciones bélicas, el gobierno británico emitió una
“Proclamación real” ordenando a los colonos “negociar con los
indios americanos la compra legal de la tierra”. Frustrados en su
certeza de que se habían ganado el derecho de avanzar gratuitamente hacia
las praderas al oeste de los montes Apalaches
donde los esperaban los bisontes que significaban carne y pieles en
abundancia, los colonos se negaron a obedecer. El rey Jorge III estableció
entonces impuestos, previendo la necesidad de contar con fondos para
afrontar la guerra con los indios; esto enfureció a los colonos que
protestaron, dejaron de adquirir los productos del comercio británico y
alentaron el contrabando. Sin medir las consecuencias, el rey reaccionó
en forma enérgica, aplicando severas medidas represivas. (Continuará) Aguascalientes,
México, América Latina Cuenca del río Misisipi. Wikipedia (Río Misisipi) |
Hasta
aquí hemos visto que los colonos ingleses tenían la misma actitud
abusiva que los españoles, pues actuaban como si hubieran llegado a un páramo
desolado, negándose a tratar a la población autóctona como seres
humanos con derechos, a pesar de que tenían más de once mil años de
ocupar los territorios que los recién llegados consideraron suyos desde
el momento de clavar una bandera y hacer una declaración en un idioma que
ningún natural entendía. Para
los europeos -en este caso los futuros fundadores de los Estados Unidos-
los nativos solo tenían tres opciones: o se sometían como sus siervos, o
desaparecían de su vista o se morían; por eso se negaron a obedecer la
orden del rey en el sentido de negociar con los indígenas la compra de
los nuevos territorios que aspiraban a disfrutar. La
historia oficial solo pone énfasis en que los impuestos establecidos por
el monarca fueron la causa que orilló a sus colonos a independizarse;
pero no dice, por ejemplo, que aunque no con tanto esplendor y
magnificencia como las náhuatl o maya de mesoamérica,
una ciudad del valle del Misisipi llamada Chahokia,
“...contaba en el siglo XII con una población de entre 15 y 39 mil
habitantes.” Aquello no era, pues, un desierto. 12. INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS.
Dijimos que el rey no midió la consecuencia de su decisión al reprimir a
sus súbditos de América, pues a diferencia de los colonos españoles que
estaban dispersos en territorios inmensos y sometidos a un virrey
respaldado por un poderoso ejército, los colonos británicos estaban
concentrados en trece pequeñas y cohesionadas colonias que se
autogobernaban por asambleas democráticamente electas, en coordinación
con un simple representante del rey (sin mayor poder porque de allí no
salían riquezas que defender); mantenían una estrecha comunicación y
opusieron un frente uniforme y compacto en contra de la corona británica.
Por
otra parte, mientras el virrey español contaba también con el apoyo
total de una iglesia única -la católica romana- los colonos británicos
manejaban la tolerancia religiosa debido a la diversidad de credos:
anglicanos, puritanos, metodistas, protestantes luteranos, calvinistas,
presbiterianos, anabaptistas, católicos, etc. Y,
en fin, mientras en México, por ejemplo, Miguel Hidalgo proclamaría la
independencia en forma oportunista e incoherente no en contra, sino en
defensa del rey y de la religión católica, instigando a la lucha a un
pueblo ignorante y desarmado para sostener la monarquía medieval y el
feudalismo, muchos colonos británicos eran ilustrados, liberales
seguidores de los enciclopedistas; contaban incluso con científicos e
inventores y eran diestros en el uso de las armas. 13. PRIMERA REPÚBLICA MODERNA.
Sobre las bases antimonárquicas y anti teocráticas de la Enciclopedia
francesa impresa en 1772, las trece colonias expiden en 1776 la Declaración
de Independencia de los Estados Unidos de América, para luchar no
solo por esa independencia, sino para establecer la primera república
representativa en libertad y democracia, nada menos que trece años antes
de la revolución francesa. Ah,
pero libertad y democracia solo para los blancos; los indios no podían
ser ciudadanos, como tampoco el medio millón de negros esclavos que ya
habían comprado en Las Antillas. 14. UNA NACIÓN SIN NOMBRE PROPIO.
Aquí vale la pena hacer una reflexión sobre la designación que se le
dio a la nueva nación: “Estados Unidos de América”. El nombre “América”
no es propio sino genérico; todos los países de este continente son
americanos. Para muchos, esta es la mejor demostración de que, desde su
propio nacimiento, este país aspiró a adueñarse de todo el territorio
continental, lo que corroboran expresiones hegemónicas de muchos de sus
políticos destacados. 15. RECONOCIMIENTO BRITÁNICO Y GESTACIÓN DE OTRO IMPERIO.
Mediante el tratado de Versalles de 1783, Gran Bretaña reconoce la
independencia de Estados Unidos. Curiosamente, en el momento de ser
reconocido este país duplica su territorio con la parte de la Luisiana
que comprende la ribera oriental del río Misisipi, que ese mismo día
Francia (en plena descomposición prerrevolucionaria y desgastada
financiera y políticamente) había entregado a Gran Bretaña, junto con
todos sus territorios en Canadá. Paradójicamente Luis XVI terminó
haciendo lo que tanto temió Luis XIV: despejar el camino a los
anglosajones, permitiéndoles iniciar su insaciable expansión hacia el
Pacífico. Y Gran Bretaña no solo reconoció la independencia de Estados
Unidos, sino que firmó el testamento para heredarles la corona como
imperio mundial. (Continuará) Aguascalientes,
México, América Latina
En azul el
territorio compacto de las 13 colonias originales En rojo la barrera francesa de la
Luisiana. (Hacia 1714) “Colonización
Europea de América” (Wikipedia)
Verde
claro: Estados Unidos al ser reconocido independiente
(1783) (Incluye la
parte de la Luisiana en la margen oriental del Misisipi que Francia
le había cedido a Gran Bretaña. La margen occidental se la había cedido
a España). “Colonización europea de América” Wikipedia |
Tlacuilo Dijimos
que después de siete años de lucha, la “Confederación y perpetua unión
de Estados” surgida de las trece colonias británicas en América fue
reconocida como independiente por su metrópoli en 1783. 16. IMPERIALISTA DE ORIGEN. Aún
no se constituía jurídicamente como nación y ya estaba tramontando los
Apalaches para conquistar la Luisiana oriental. 17.- LA CONQUISTA DEL CARIBE.
Y no solo eso: También tenía claro en su mente dominante apoderarse del
Caribe, zona estratégica que le permitiría arrebatar a España el resto
del continente. Prueba de ello es la siguiente declaración de Thomas
Jefferson, uno de los padres de
su independencia: “Siempre
he considerado la adquisición de Cuba como la más importante que podría
verse en el caso de hacer nuestro grupo de Estados. La unión de esta isla
a nuestro sistema nos aseguraría con la península de la Florida, el
dominio efectivo de todo el Golfo de Méjico, así como de todos los países
y de todos los istmos bañados por esas aguas... Me doy bien cuenta de
que, aunque tuviéramos el consentimiento de los cubanos, no podríamos
conseguirlo más que por medio de una guerra...” 18. FUNESTAS PROFECÍAS. Seguramente expresiones como ésta -que se harían realidad un siglo
después- movieron a Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda,
ilustrado estadista del imperio español -quien como embajador de Carlos
III de España en Francia participó directamente en el Tratado de
Versalles de 1783- a prevenir al rey mediante un informe confidencial,
acerca de lo que ocurriría a largo plazo con la sed de conquista de los
dirigentes de esta incipiente potencia que: “...nació
pigmea, por decirlo así y ha necesitado del apoyo y fuerza de dos Estados
tan poderosos como España y Francia para conseguir su independencia.
Llegará un día en que crezca y se torne gigante, y aún coloso temible
en aquellas regiones”. “La libertad de religión, la facilidad de establecer las gentes en
territorios inmensos y las ventajas que ofrece aquel nuevo gobierno,
llamarán a labradores y artesanos de todas las naciones... y dentro de
pocos años veremos levantado el coloso que he indicado.” “Entonces
olvidará los beneficios que ha recibido de las dos potencias, y sólo
pensará en su engrandecimiento... El primer paso de esta potencia será
apoderarse de las Floridas a fin de dominar el golfo de México. Después
de molestarnos así y nuestras relaciones con la Nueva España, aspirará
a la conquista de este vasto imperio, que no podremos defender contra una
potencia formidable establecida en el mismo continente y vecina suya”. Aranda recomendó al rey desprenderse de sus posesiones en América y formar con ellas una federación para garantizar su integridad, pero no fue oído. En cambio, Gran Bretaña utilizó su idea en el siglo XX “para mantener la unidad de sus antiguas posesiones por medio de la famosa ‘Commonwealth’.” Finalmente,
en 1787 se
consolida jurídicamente la nación “Estados Unidos de América” al
jurar su Constitución y elegir su primer presidente: George Washington. 19. FRANCIA FUERA DE AMÉRICA.
En 1789 estalla la revolución francesa pero diez años después
sobreviene el fracaso, cuando Napoleón impone el Consulado y adquiere
poderes dictatoriales. En
1803 -más ocupado en preparar su coronación como emperador- Bonaparte
comete uno de los mayores errores estratégicos de la historia: para
financiar su ya costosa campaña contra la guerra de independencia
iniciada desde 1793 por los negros de Haití (que si bien era la mayor
productora mundial de azúcar no dejaba de ser parte de una minúscula
isla del Caribe) vende a los Estados Unidos en 15 millones de dólares la
parte de Luisiana en la ribera occidental del río Misisipi
(aproximadamente 2 millones de km2). Aún así, su poderosa
flota sufrió la más vergonzosa de las derrotas siete meses después, a
manos de los esclavos negros de la falaz república francesa que proclamó
los “derechos del hombre” pero no proscribió la esclavitud. Francia
no solo perdió todo en América, sino que le dejó el paso libre a la
nueva potencia. 20. LA CONQUISTA DEL LEJANO OESTE. Ya
con este sorpresivo regalo (conformado por la mayor parte de los actuales
estados de Colorado, Luisiana,
Minnesota, Montana, North Dakota y Wyoming; una pequeña parte de
New México y Texas y los estados completos de Arkansas, Iowa, Kansas, Missouri, Oklahoma, Nebraska y
South Dakota) que sumado a la ribera oriental del Misisipi recibida en
1783 constituye la tercera parte de su actual territorio, la ambición de
Estados Unidos por alcanzar ya no el cercano oeste sino la costa del Pacífico,
se desboca. (Continuará) Aguascalientes,
México, América latina Thomas
Jefferson Autor
de la Declaración de Independencia y Tercer
presidente de Estados Unidos (1801-1809) (Fuente:
Wikipedia) El
párrafo imperialista que se reproduce en este artículo lo escribió
antes de 1787. Pedro
Pablo Abarca de Bolea Conde
de Aranda (Fuente:
Wikipedia) Ilustrado
estadista español que advirtió inútilmente al rey Carlos III de España
-hacia 1783- la vocación expansionista de Estados Unidos. Napoleón pierde Louisiana por defender
Haití. Fuente:
Haití (Wikipedia) El
obsequio de Napoleón a los Estados Unidos
En verde, la parte de la Luisiana
(vertiente occidental de la cuenca del río Misisipi) vendida por Napoleón
Bonaparte a los Estados Unidos en 1803. Fuente:
Luisiana [Nueva Francia] (Wikipedia). Napoleón
Bonaparte (Fuente:
Wikipedia) El héroe de la revolución francesa
-otro colonialista sanguinario disfrazado de libertador que invadió Italia, Egipto, el Imperio Otomano y España- terminó
coronándose como emperador en 1804,
después de ser vergonzosamente derrotado en 1803
por sus esclavos negros de Haití,
quienes
acabaron con sus pretensiones expansionistas en América. Nota: Las imágenes no forman parte de la edición de “La Jornada Aguascalientes” |
Tlacuilo 21.
La independencia de América Latina En
las trece colonias de las que nació Estados Unidos no hubo movimientos
insurgentes antes de 1773. Veamos ahora cómo se presentó este proceso en
América Latina. 22. Resistencia
a la conquista. Desde el momento en que los invasores mostraron su
rapacidad, encontramos fuertes resistencias a lo largo del continente,
entre las que destacan la Chichimecatl en México y la Mapuche
en Chile, que jamás fueron derrotadas por los conquistadores a pesar de
sus arcabuces y cañones, anulados con la autóctona guerra de guerrillas. Inclusive
dos de los más renombrados capitanes españoles encontraron la muerte al
intentar subyugarlos: Pedro de Alvarado frente a
Tenamaztle, Gran Tlatoani de
Nochistlan dentro de la guerra chichimecatl
del Mixton, México, 1541; y
Pedro de Valdivia frente a Lautaro,
Gran Toqui de la guerra mapuche, en la batalla de Tucapel
en la Araucania, Chile, 1553. 23. Las clases sociales.
Al inicio de la colonia solo había dos razas: la de los naturales
americanos y la de los invasores europeos.
Con el transcurso del tiempo se va concentrando una presión política
cada vez más tensa al aparecer y desarrollarse tres clases más: la de
los criollos (hijos de los
europeos pero nacidos en América) que se sienten cada vez menos españoles
y más dolidos por el hecho de que los peninsulares (europeos nacidos en
la península ibérica) acapararan los altos puestos; la de los mestizos
(que como hijos de madre indígena generalmente no son reconocidos por sus
padres españoles) deseosos de salir de la condición servil; finalmente,
la raza negra traída para
sustituir a los aborígenes exterminados en las zonas tropicales. 24. Indígenas sin esperanza.
En la época colonial se dieron frecuentes rebeliones indígenas
brutalmente aplastadas, pues significaban el mayor peligro para el abusivo
régimen establecido por los europeos. El trabajo que los primeros
misioneros (franciscanos, dominicos y agustinos comprometidos con la
corriente humanista) realizaron con ellos se fue diluyendo, al dedicarse
en su mayoría a fomentar el sistema de explotación feudal y a concentrar
colosales riquezas para la iglesia. Por
su parte, la Compañía de Jesús estableció avanzadas técnicas de
producción en sus admirables “reducciones” guaraníes
del Paraguay, de Chiquitos en
Bolivia o de la Tarahumara en México,
pero también de justicia en la distribución de los beneficios entre
todos los que aportaban su esfuerzo colectivo, razón -entre otras- por la
que fue expulsada, desvaneciéndose así las últimas esperanzas para
ellos. 25. Negra, primera comunidad libre.
Desde que llegaron de África, los esclavos negros hicieron lo posible por
evadirse para organizar comunidades que llamaban palenques,
mocambos o quilombos, en
su medio natural que es la selva (cimarrones les llamaban por indomables).
Cuando los llegaban a capturar, los piadosos españoles exhibían sus
cuerpos descuartizados y clavados en picas para ejemplo de los demás. A
pesar de ello, el primer pueblo libre del continente americano se llamó
precisamente "El pueblo Libre
de San Lorenzo de los Negros", cuando el gobierno se vio obligado
a reconocerlo en 1630, después de una larga lucha iniciada en 1570 por el
cimarrón Nyanga
(o Yanga) en Veracruz, México. 26. Mestizos, precursores de la independencia.
La clase de más dinámico crecimiento fue la mestiza. Y fue precisamente
uno de los discípulos mestizos del colegio jesuita “Francisco de
Borja”, en Cuzco, el que inició -en el año 1780- la primera gran
rebelión formal de independencia regional ya que lo hizo en nombre de los
pueblos andinos de Colombia hasta Argentina, y el primero también en
declarar abolida la esclavitud: José Gabriel Condorcanqui Noriega, más conocido como Tupac Amaru II, considerado precursor de la independencia y padre
del nacionalismo peruano. Tupac Amaru hablaba quechua, español y
latín y había leído a los autores franceses
Rousseau y Voltaire, de
manera que conocía las ideas filosóficas del liberalismo y el atractivo
principio de la libertad individual. Finalmente
Tupac Amaru fue capturado, torturado y descuartizado públicamente,
después de presenciar la ejecución de su familia por los virtuosos
cristianos españoles. Su nombre y su lucha continúan vigentes hasta la
fecha. 27. Los criollos. Las ideas libertarias se fueron filtrando en diversos estratos de la
población, principalmente por conducto de sacerdotes, misioneros y
militares criollos que tenían contacto con las noticias y libros que
llegaban de Europa, o que habiendo viajado a aquél continente o a los
Estados Unidos, habían sido iniciados en los ritos masónicos de reciente
aparición. (Continuará) Aguascalientes,
México, América Latina Tenamaztle Gran
Tlatoani chichimecatl de Nochistlan
1541.
Vencedor
de Pedro de Alvarado. Tomado
de “Francisco Tenamaztle” (Wikipedia) Pedro
de Alvarado
|
Der: “Códice Telleriano-Remensis durante el año 10-casa (1541), se indica la muerte de Pedro de Alvarado junto al glifo del sol (Tonatiuh), apodo por el que fue conocido debido a su cabello rubio; a su lado un fraile bautizando a un chichimeca. En la parte inferior se representa a Nochistlán, rodeada por un río y con el glifo de un nopal con tunas (nochiztli). Sobre el montículo Francisco Tenamaztle se enfrenta contra el virrey Antonio de Mendoza, quien es representado por un maguey (me-tl) y una tuza, es decir metuza=Mendoza. También se aprecia un pequeño halcón, el cual hace alusión al capitán Falcón.” (Tomados de “Pedro de Alvarado” y de “Francisco Tenamaztle” Wikipedia) |
Leftrarü
(o Lautaro) Gran
Toqui de la guerra Mapuche
de la Araucania. (Wikipedia) Pedro
de Valdivia 1553. “Últimos
momentos de Valdivia. Grabado del siglo XIX”. (Wikipedia) Gaspar
Nyanga (o Yanga)
1570.
Fundador del primer pueblo libre de América Latina. (Tomado
de Wikipedia) José Gabriel Condorcanqui Noguera Túpac Amaru II 1780.
Primer precursor de la Independencia de América Latina (Wikipedia) Nota: Las imágenes no forman parte de la edición de “La Jornada Aguascalientes” |
Tlacuilo Así
como el primer pueblo que conquistó su libertad en América Latina
mediante la lucha armada fue el palenque de Yanga, la primera nación en conquistar su independencia
también fue de esclavos. La importancia de este hecho para la raza negra
ha sido cuidadosamente diluida en los libros de historia, escrita,
naturalmente, por blancos... o su polveada servidumbre. 28. HAITÍ.
El 5 de Diciembre de 1492 Cristóbal Colón llegó a esta isla poblada por
300 mil taínos que la llamaban Haití. Él la bautizó como “La Española”.
En 1496, su hermano Bartolomé fundó Santo Domingo de Guzmán, posterior
capital de la República Dominicana. A
pesar de que fue recibido amigablemente, Cristóbal planeó esclavizarlos
desde el primer momento. Las brutales condiciones laborales, los castigos
sanguinarios, el suicidio y las enfermedades traídas por los españoles
aniquilaron a los poseedores originarios de la isla, que fueron
sustituidos con esclavos cazados en África. A
la mitad del siglo XVI España era la primera potencia mundial de la
historia. Pero un siglo después tenía ya dos fuertes competidoras:
Francia e Inglaterra. Para
tratar de detener a Francia, cuya flota crecía cada vez más, en 1689 se
le enfrentaron el Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra y España.
Esta “Gran Alianza” no pudo vencerla y el tratado de Rijswijk (1697) obligó a España a entregarle la parte occidental de La Española,
que ya era un refugio de corsarios franceses. En aquél territorio que
llamó Saint Domingue, Francia
fundó Port-au-Prince, actual
capital de Haití. Una
noche de 1769 un grupo de negros se reunió secretamente en Bois-Cayman
para jurar -en una ceremonia dirigida por el sacerdote vudú Boukman- permanecer atentos al momento oportuno en que deberían
iniciar su liberación. En
1776 oyen algo sobre la independencia de Estados Unidos y en 1789 sobre la
Revolución en Francia, su metrópoli. Aunque esclavos analfabetas,
comprenden bien el lema que les dice lo que quieren saber: “Libertad,
igualdad, fraternidad”. Cuando se dieron cuenta de que aquellos “revolucionarios” eran tan esclavistas como el rey, organizaron en 1791 la primera rebelión encabezada por Boukman, quien murió. Tres mil esclavos comandados por Georges Bissou “se refugiaron en la parte española de la isla”; los españoles, interesados en la expulsión de los franceses, los instruyeron militarmente; entre ellos destacó François Dominique Toussaint Bréda, quien al distinguirse en la batalla recibió el sobrenombre de L’Ouverture (el iniciador), haciéndose acreedor al grado de General del Ejército del Rey de España. Animados por los resultados, los españoles invadieron parte de Saint Domingue; la otra estaba ya invadida por ingleses. Ante la inminencia de perder Saint Domingue, el gobierno francés resuelve expedir el decreto de abolición de la esclavitud en todas sus colonias; Toussaint L’Ouverture vuelve su ejército contra los españoles que le habían demostrado no tener intenciones de liberar a los esclavos y los derrota, por lo que a España ya ni le dolió entregar a Francia la parte española de la isla en 1795, a cambio de que ésta le devolviera territorios que había invadido en la propia España. El gobierno francés, feliz, otorga en 1796 el grado de General de División a Toussaint, quien se lanza ahora contra los ingleses, a los que expulsa definitivamente el 31 de Agosto de 1798. Finalmente, en 1801 inflinge la última derrota al intento de España por restablecer su colonia en Santo Domingo. Entonces Bonaparte resuelve restablecer el pleno dominio de Francia sobre La Española, para lo que envió “un ejército de 25 mil soldados al mando de su cuñado, el general Leclerc.” Éste no puede derrotar a Toussaint, pero “Por medio de una treta lo captura en 1802” y lo remite a Francia, donde murió prisionero en 1803 sin asistencia médica. Sin Toussaint de por medio Napoleón restablece la esclavitud. Cuando llegó la noticia a Puerto Príncipe la indignación negra generalizó el levantamiento y el ejército napoleónico -el más poderoso de la Tierra- acabó siendo derrotado y expulsado vergonzosa y definitivamente por sus ex-esclavos negros bajo el mando de Jean-Jacques Dessalines, quien había sucedido en el mando a Toussaint. Napoleón se repuso de aquella inútil inversión vendiendo Luisiana a Estados Unidos en 15 millones de dólares, pero no pudo reponerse de la “Humillación que París jamás perdonará,” como acertadamente lo dice José Steinsleger, pues como también lo afirma Alperovich, "La revolución de los esclavos negros de Haití es uno de los acontecimientos más importantes de la lucha libertadora de los pueblos". El 1º de Enero de 1804 la nación se declaró definitivamente independiente con el nombre de Haití y su Constitución -promulgada ese mismo día- prohibió "que los extranjeros tuvieran propiedades” y estableció el reparto de tierra para transformar “a los ex-esclavos en campesinos." Mensaje final para los actuales imperios: "Bajo su influencia se levantaron los esclavos de las colonias inglesas, holandesas y portuguesas y en los Estados Unidos” y enseñaron el camino a los demás países de América Latina. (Continuará) Aguascalientes, México, América Latina Nota: Las
imágenes siguientes no forman parte de la edición de “La
Jornada Aguascalientes” Las
Antillas
Microsoft
Encarta 2007 Cuba
(Izq); La Española (Centro); Puerto Rico (Der)
Microsoft
Encarta 2007
François
Dominique Toussaint-L’Ouverture Wikipedia Jean
Jacques Dessalines Wikipedia |
Tlacuilo |
Francisco
de Miranda, “primer criollo universal”. El
ejemplo de Haití lo siguieron por separado otros dominios del imperio
español aprovechando las coyunturas favorables del momento histórico,
pero esta etapa la encabezaron los criollos. Levantemos
ahora el velo de otro capítulo cuidadosamente encubierto por la historia
oficial; el burilado por un personaje de talento excepcional que no se
limitó a luchar por la liberación, sino que concibió la admirable idea
de integrar Hispanoamérica en una región unida y solidaria, capaz de
evitar la indeseable intervención de las potencias en la tarea de
construirse a sí misma; y no solo generó el proyecto: trazó el camino y
abrió la brecha inicial (estrategia y táctica en acción); este
personaje excepcional es 29. FRANCISCO DE MIRANDA.
Nacido el 28 de Marzo de 1750 en Caracas, Venezuela de padre canario y
madre caraqueña, al concluir sus estudios en la Universidad y enfrentarse
a los obstáculos que los peninsulares imponían a los criollos para
impedirles ocupar niveles de alta jerarquía, gracias a la solvencia
familiar emigró a España en 1771 para continuar sus estudios sin
apegarse a los rígidos programas escolares, sino a un plan de vida en
construcción que requería una amplia cultura complementada con
frecuentes viajes, para lo cual se mantuvo en permanente soltería. En
Madrid inició su nueva formación estudiando matemáticas, geografía e
idiomas (empezando por el inglés y el francés hasta llegar a dominar
seis, aparte de traducir el latín y el griego). Cultivó las relaciones sociales en centros de distracción como la “plaza de toros y los teatros populares” y también en medios refinados como la Fonda de San Sebastián “lugar frecuentado por ilustres escritores y una actividad cultural pujante a la que la obra de la Real Academia, las sociedades económicas y el auge de las imprentas contribuyeron notablemente.” |
|
Emprendió
también la integración de una biblioteca personal en que sació su sed
de conocimiento a lo largo de su vida, en la que se encontraban libros de
filosofía, historia, arte, geometría, álgebra, física, óptica, religión,
etc. 30. MIRANDA, MILITAR ESPAÑOL.
En 1773 cumplió uno de los propósitos principales de su traslado a la
península: iniciar su carrera militar al obtener una patente de capitán
del Real Ejército Español, grado con el que fue “asignado al
Regimiento de Infantería de la Princesa, bajo el mando del mariscal de
campo Juan Manuel de Cajigal”, quien llegó a ser su gran amigo y
protector. Cajigal
lo llevó consigo a las campañas de África, en cuyos combates destacó
por su inteligencia, su destreza y su valor y también en la flota
expedicionaria de América, inserta en la guerra de España y Francia
contra el Reino Unido de la Gran Bretaña. En
1781 participó en la toma del estratégico fuerte de Pensacola, que además
de apoyar a los insurgentes de las trece colonias llevó a España a
recuperar Florida y hacerse de territorios en Luisiana, recibiendo por su
desempeño el grado de Teniente Coronel. Por
último, después de haber cumplido satisfactoriamente la delicada misión
confidencial de estudiar la capacidad militar del Reino Unido en Jamaica,
participó en el triunfo rotundo obtenido en otro enfrentamiento contra
aquella potencia en 1782, recibiendo la honrosa distinción de Cajigal de
hacerse cargo de las negociaciones por medio de las cuales España obtuvo
de la capitulación británica “la cesión de todas las islas”
Bahamas. Su
biblioteca crecía; pero aparte de ediciones de cultura general y de carácter
militar que le interesaban en razón de su oficio, también crecía una
sección con obras de racionalistas perseguidos por la iglesia: Descartes,
Diderot, Rousseau, documentos liberales relacionados con la Enciclopedia
francesa terminada de publicar en 1780, etc. Al
mismo tiempo su formación política se consolidaba con el análisis de
acontecimientos contemporáneos de primera magnitud, como la guerra de
independencia de los Estados Unidos a la que acababa de contribuir; la
rebelión de Túpac Amaru en 1780; el surgimiento de la revolución
industrial británica, etc. Miranda,
quien por estas inclinaciones era investigado por la Santa Inquisición,
se hizo acreedor a un proceso formal acusado de herejía, a la que se sumó
otra de conspirar contra el rey por intrigas que le habían adjudicado; su
detención para remitirlo a juicio en España era inminente. |
Tlacuilo El
despotismo ilustrado que
prevalecía en la España de los Borbones, especialmente con Carlos III
-quien incluso expulsó a los jesuitas y disminuyó facultades a la Santa
Inquisición- estableció reformas que favorecían a los criollos
americanos, muy bien aprovechadas por Francisco de Miranda para forjarse
una brillante carrera militar, utilizar su simpatía y don de gentes para
expandir su radio de acción, así como acrecentar su formación personal
y su cada vez más rica biblioteca. También
había aprovechado la decadencia inquisitorial para evadir su acoso, pero
la intriga de traición adicional lo colocaba en una situación
comprometida. Para evitar un juicio parcial, pero sobre todo una segura
condena del Santo Oficio al colocarse a su alcance en Madrid, con la
decidida ayuda de Cajigal, su superior y amigo, también militar
ilustrado, salió secretamente de Cuba. 31. MIRANDA EN ESTADOS UNIDOS.
Desembarca en New Bern, Carolina del Norte, el 10 de Julio de 1783. De
ahí hacia el norte recorre prácticamente todo el país, pasando la mayor
parte del tiempo en Boston y Nueva York -entonces la capital- desde donde
realiza desplazamientos adicionales Entre
sus técnicas de viaje, que posteriormente recordaremos para comprender
sus propósitos, interesa destacar tres: 1.
Registro riguroso de las características geográficas, demográficas,
sociales, culturales (especialmente bibliotecas y escuelas, o
universidades donde las había), artísticas, económicas, políticas y
militares de cada lugar visitado, más sus experiencias sobresalientes. 2.
Misteriosas cartas de presentación que le abrían las puertas de los más
altos despachos y frecuentemente las de los propios hogares de sus
funcionarios. 3.
Una igualmente misteriosa técnica de correspondencia “mediante el
obsequio y préstamo de libros”. Entre
el cúmulo de personajes con quienes establece comunicación están varios
de los padres fundadores de los Estados Unidos empezando por Samuel Adams,
probablemente el más culto de todos, quien le reseñó detalladamente el
desarrollo de la lucha contra la Gran Bretaña en numerosas y prolongadas
reuniones y le pidió su opinión sobre el proyecto de constitución que
se estaba preparando para establecer la república; Miranda registró en
su diario que de las muchas observaciones que le hizo destacan dos entre
las que Adams aceptó como válidas: 1.
“La primera fue, como en una democracia
cuia base era la virtud, no se le señalava puesto alguno á esta y
por el contrario todas las dignidades y el poder se daba á la Propiedad?
Que es justamte. el veneno de una Republica semejante!”
2.
“...el otro fue, la contradicción que observava entre admitir como uno
de los derechos de la humanidad, el tributar culto al ente Supremo del
modo y forma que le paresca sin dar predominancía pr. Ley á Secta
alguna; y que despues se excluia de todo cargo legislativo, ó
representativo al que no jurase ser de la religión Christiana!...” Otros
padres de la independencia a quienes conoció fueron George Washington, al
término de la guerra que había conducido al triunfo como su comandante
en jefe, seis años antes de convertirse en el primer presidente de la
nueva nación; a Henry Knox -que llegaría a ser el primer secretario de
Guerra- quien lo impresionó por el hecho de que habiendo sido librero
hubiese llegado a tener tan profundos conocimientos militares, además
puestos en práctica en el campo de batalla. Y
así a infinidad de intelectuales, inventores, militares, marinos,
agricultores, comerciantes, etc. Pero entre los políticos destaca uno:
Robert R. Livingston, ex director del King’s
College (antecedente de la Universidad de Columbia) quien recién en
Abril de 1783 había sido el negociador del Tratado de París como
Secretario de Relaciones Exteriores, cuando Napoleón sorpresivamente les
hizo la venta-obsequio de la enorme cuenca occidental del río Misisipi;
sobre este particular, Livingston pronunció las siguientes palabras: “Hemos
vivido mucho tiempo pero esta es la obra más noble de toda la vida... Los
Estados Unidos tendrán desde hoy un rango entre las primeras potencias
del mundo.” Así
pues, Miranda fue testigo presencial del inicio de la frenética expansión
y de las ambiciones imperiales de ese país en su propio nacimiento. Pero
el largo brazo de sus enemigos y de la Santa Inquisición, más la amenaza
de matrimonio con Susan, hija de Livingston, le avisaron que su estancia
en Estados Unidos había terminado y era tiempo de tocar una nueva
retirada. (Continuará) Map
of Louisiana Purchase (Mapa
de la compra de Luisiana) Issue
of (emisión de) 1904 Tomado
de Robert Livingston. (Livingston
Commemorated) Wikipedia |
Tlacuilo El
Viernes 21 de Mayo apareció el último número de Tlacuilo con la décima
entrega de la serie “Comunidad de Estados Latinoamericanos”, cuando
concluimos el viaje de Francisco de Miranda a los Estados Unidos e íbamos
a iniciar un breve resumen de su gira de cuatro años por Europa
-incluyendo su participación en la revolución francesa, donde obtuvo el
grado de Mariscal de Francia- para terminar ejecutando su obra maestra
desde Londres, al forjar la idea de la integración de lo que ahora
llamamos América Latina,
mediante la coordinación de los esfuerzos de la mayoría de los grandes
caudillos de las guerras de independencia de Hispanoamérica, desde fray
Servando Teresa de Mier en México hasta José de San Martín en el Río
de la Plata, pasando por Simón Bolívar en la Gran Colombia, el
Libertador por excelencia. Mi
idea general consistía en darle un tratamiento un tanto detallado desde
la independencia de los Estados Unidos hasta los prolegómenos de la
organización del Congreso de Panamá con la creación de “la
primera Sociedad de Naciones integrada por estados independientes en la
historia de la humanidad” como acertadamente lo dice Gitta Alonso Gómez,*
ya que si la historia de América Latina ha sido ocultada sistemáticamente
al conocimiento de nuestros pueblos, la de esta etapa, de la que parte su
clave, es la más desconocida. La
explicación de este ocultamiento es simple, porque afecta a los intereses
del naciente imperio estadounidense que, sabedor de los esfuerzos de Bolívar
por unificar a Hispanoamérica, en 1823 -el mismo año en que Francisco
Morazán había avanzado ya con la integración de América Central,
posteriormente malograda por la acción de los traidores de siempre al
servicio de los imperios- en 1823, decíamos, Estados Unidos lanzó la mal
llamada “doctrina” Monroe, al erigirse
en “defensor” del continente -sin consultar a ninguno de sus
integrantes- mediante su primera advertencia dirigida a Europa para que se
abstuviera de intervenir en los asuntos de América. Lo que estaba
haciendo, veladamente, era advertirle a Hispanoamérica que no reconociera
más amo que el señor de las barras y las estrellas. Fue
entonces, en 1823, que se manifestó descaradamente la pretensión congénita
de los Estados Unidos de someter a todo el continente. Se vio entonces,
claramente, la bifurcación entre lo que actualmente conocemos como
latinoamericanismo, en contraposición con el panamericanismo que nos han
querido imponer desde entonces. A
partir de allí la historia se desarrollaría en forma más ágil y
condensada, pasando por la conclusión de la brutal expansión territorial
estadounidense hasta la costa del Océano Pacífico en 1853 -con el
despojo de más de la mitad del territorio mexicano- y su consolidación
como primera potencia mundial un siglo después al concluir la Segunda
Guerra Mundial y llegar hasta la actualidad, cuando su decadencia -que
viene desde adentro como nos enseña la historia de todos los imperios-
nos obliga como latinoamericanos a prepararnos para conquistar nuestra
verdadera independencia mediante la consolidación del sueño bolivariano
heredado de Francisco de Miranda, al integrar la Gran Patria anunciada en
la Reunión de Cancún del mes de Marzo pasado, con la creación de la
“Comunidad de Estados Latinoamericanos.” Pero
no para constituirnos en un imperio más; no para ser un depredador más
de la riqueza ajena y de la ecología mundial, sino, como lo dijo
acertadamente Bolívar: “Solidaridad, defensa, unión de las repúblicas
latinoamericanas, no para combatir ni conquistar a nadie, no para hacer a
nadie la guerra, sino para defenderlas de peligros comunes, para lograr el
respeto a su soberanía, para solucionar conciliadoramente sus diferencias
y para luchar por su prosperidad y progreso.”* Hasta
ahora he intentado reanudar la serie, pero a pesar de mis deseos no me ha
sido posible. Cuando tenga la oportunidad de hacerlo estaré nuevamente
con ustedes, gracias a la generosa hospitalidad que desde su inicio La
Jornada Aguascalientes me ha otorgado por conducto de mis estimados amigos
Jorge Álvarez Máynez, su director, Manuel Appendini Carrera, coordinador
editorial y todos los compañeros jornaleros que en forma callada y
tesonera hacen posible que nuestras letras surquen el ciberespacio y
aparezcan impresas diariamente. Hasta entonces y siempre deseo a usted,
amable lector destinatario de estas letras, que vea realizados lo mejor de
sus anhelos. Y que la Gran Patria Latinoamericana se convierta por fin en realidad por la decidida convicción de todos sus hijos. |
Netzahualcóyotl Aguilera R. E.J
La Jornada
(Aguascalientes, México)
Entregas semanales entre el 12 de marzo y el 21 de mayo del 2010
Autorizado, para Letras-Uruguay, por el autor
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