Una
quietud |
Una quietud. Delirio de aquel que se prepara y vuelve resucitando al tercer día de haber nacido. Seremos la llave con la cual anunciarnos sin prontos abismos con el acto de la candela listo por si vuelven a fallar las profecías que nos cumplen como dagas. Una quietud. Y decimos una, porque quietudes es como masticar feroces espantos Pero esa… A esa siempre dijimos vencerla en el encuentro. |
Guillermo Acuña
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