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Vidalia Sánchez 
Querer es poder
por Delfina Acosta

En la persona de Vidalia Sánchez, exitosa editora de libros, se cumple aquella expresión que dice al pie de la letra “querer es poder”. Comenzó, hace quince años, vendiendo enciclopedias, de casa en casa, para ganar el sustento propio y el de su madre. Aprendió, gracias a su talento y a su fuerza de voluntad, a publicar textos por su cuenta. Ha llegado a editar 500 libros de autores paraguayos. Un cifra contundente. Una cifra que es el motivo de esta jugosa entrevista.   

-¿Cuál fue el primer libro presentado? ¿Sentiste temor de que no tuviera aceptación por parte del publico?   

-El primer libro presentado por SERVILIBRO fue El Mesías que no fue y otros cuentos, del escritor y crítico literario Osvaldo González Real. Apareció en 1995. No tuve ningún temor, ya que Osvaldo fue y es uno de los pocos que escribe sobre ciencia ficción, y debido a su peso como escritor es de alta confiabilidad.   


-¿Por qué elegiste publicar libros de escritores paraguayos?   

-Cuando falleció mi padre, me vi en la necesidad de trabajar para ayudar económicamente a mi madre; yo era joven, no tenía experiencia laboral, por esa razón busqué algo, alguna cosa en los periódicos, pero lo único que había era trabajo como vendedora, vendedora de libros a crédito, es decir enciclopedias, diccionarios y otros; así fue que comencé a trabajar como vendedora de libros a domicilio; visitaba diariamente casas particulares, aunque me centraba más en las oficinas y en los edificios. No me puedo quejar, vendía, y lo más importante es que ganaba y aportaba el dinero que se necesitaba en mi familia. Sin embargo, en esa experiencia me di cuenta de que todos los clientes visitados me pedían libros de autores paraguayos. A raíz de eso visité la entonces librería Juan de Salazar, del señor Benítez, y la librería Comuneros, del querido don Ricardo Rolón. Este gran hombre no sólo me ayudó facilitándome los libros a consignación, sino que también me enseñó a conocer a los autores paraguayos y sus obras. A él le debo el conocimiento y el amor a los libros paraguayos.   

-¿Cómo fueron los primeros tiempos de SERVILIBRO?   

-Yo venía de haber trabajado en la Editorial NAPA, de Juan Bautista Rivarola Matto (con quien aprendí a editar libros paraguayos); trabajé con Rafael Peroni, el padre Rubio y otros, en el proyecto cultural Plaza Uruguaya (EXPOLIBRO SRL). Aprendí con ellos el oficio de la edición de libros nacionales. Sabía que había un mercado potencial que necesitaba contar con libros de autores nacionales que se podía aprovechar.   

-¿Qué significa para ti haber llegado a los 500 títulos?   

-Es todo un orgullo y una satisfacción no sólo por el logro en lo comercial, sino fundamentalmente por el importante aporte a la cultura paraguaya que significa esa cifra. Gané espacios para el libro y para los autores paraguayos.   

-¿No sientes el desafío de hacer conocer los libros en la Argentina, por ejemplo?   
   
-Hay planes de habilitar en la Argentina una librería de autores paraguayos para el año que viene, pues me parece más efectiva tal idea que entregar libros a distribuidores de la Argentina. Realizaríamos actividades culturales y contactos directos con la colectividad paraguaya en Buenos Aires como también con la intelectualidad argentina interesada en la literatura del Paraguay.   

-¿Qué títulos te dieron mayores satisfacciones y por qué?   

-Tengo el honor de haber heredado el sello editorial RP ediciones, adquirido por EXPOLIBRO y luego por SERVILIBRO, sello editorial dirigido por el querido Rafael Peroni, quien editó libros de ilustres escritores en una época en que editar no era rentable. El deseo de Peroni era que el libro paraguayo llegara a todos los hogares. Ese deseo lo llevó a trabajar con los textos de una manera quijotesca. No fue difícil para SERVILIBRO seguir editando, pues ya se tenía a autores consagrados a través de RP: Roa Bastos, Elvio Romero, Raquel Saguier, Helio Vera, Guido Rodríguez Alcalá, Josefina Velilla de Aquino, entre otros. Autores que justamente nos dieron y nos siguen dando grandes satisfacciones.   

-¿Cómo celebraste el ejemplar número 500, Vidalia?   

-En realidad estamos empezando a celebrarlo y con mucho orgullo. El día martes 30 de noviembre cumplimos los “15 años”. SERVILIBRO es una SRL entre Elizabeth Báez Acosta y Vidalia Sánchez. Ambas hemos decidido festejar nuestro aniversario entregando tres importantes donaciones de libros a instituciones, como la Biblioteca Nacional, la sala de pediatría del Hospital de Clínicas. Entregamos además textos a los jóvenes y niños del bañado Sur de Asunción en la persona del pa’i Oliva. Hicimos una feria itinerante con nuestros 500 títulos en todo el país. El punto de inicio fue el Shopping de Villa Morra.   

-¿Cuál es tu próximo desafío?   

-Como editora, sueño que los libros y los escritores paraguayos trasciendan las fronteras; esto significa abrirnos hacia mercados del exterior que sirvan para aumentar el tiraje de nuestras ediciones. El crecimiento del tiraje dará como resultado el mayor y mejor conocimiento de nuestra literatura. Con esta misma finalidad estamos organizando con el Holding de Radio y el Ateneo Cultural Lidia Guanes el Concurso de Novela inédita bianual y cuyos dos primeros ganadores han presentado sus libros en Casa de América, de Madrid, España. También participamos en las ferias internacionales de España, Argentina, Uruguay, Cuba, Colombia, Brasil, y, últimamente, la Feria de Fráncfort, Alemania, una de las más grandes e importantes feria de libro del mundo.   

-A la hora de los premios, tu editorial se lució, ¿por qué?  

-Porque, felizmente, somos muchos los paraguayos que soñamos con un Paraguay mejor y consideramos que uno de los caminos para salir adelante se presenta a través del libro y la lectura. Las premiaciones dan prestigio a mi editorial. El éxito de un libro premiado es también el éxito de SERVILIBRO. Quizás por esa razón siento todo el apoyo de la prensa en general, los escritores, colegas y amigos.   

- ¿Cómo es Vidalia Sánchez, la persona?   

-Bueno, es difícil hablar de uno mismo, pero me considero una persona afortunada por la familia y amigos que tengo, porque hago el trabajo que me gusta y porque vivimos en un país que a pesar de todo, lucha por salir adelante; finalmente, creo que la pregunta anterior a esta contesta, en parte, lo que soy.   

-¿Cuáles de los libros publicados admiras? ¿Por qué?   

-Existen libros que por su trascendencia son más admirados por los paraguayos, y entre los cuales podemos citar los de Augusto Roa Bastos, Elvio Romero, Rubén Bareiro Saguier, Ramiro Domínguez, Raquel Saguier, Josefina Plá, Manuel Ortiz Guerrero, Renée Ferrer, Helio Vera, Carlos Federico Avente, Carlos Villagra Marsall, Osvaldo González Real, Nila López, Guido Rodríguez Alcalá, entre otros.

            Un poema de Ricardo Mazó

 

                          II   
Situación   
Ahora que ya ha pasado el tiempo   
del clavel florecido en un momento,   
del rostro que se mira y se hace amigo,   
del suspiro precoz y del amor sencillo.   

 

Ahora que no puedo dar la mano   
sin que sienta un latir destituido,   
que la luna es el símbolo, y desierto
mi corazón se rige con compuertas   
por temor que se me inunde el cuerpo   
de sangre amarga -y de sangre muerta-.   

 

?.. y, en dos palabras,   
una fracción apenas de mí mismo,   
he tenido que verte tantas veces   
que al fin no pude menos que quererte.  

Delfina Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 5 de Diciembre de 2010

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