-¿Por qué elegiste publicar libros de escritores paraguayos?
-Cuando falleció mi padre, me vi en la necesidad de trabajar para ayudar
económicamente a mi madre; yo era joven, no tenía experiencia laboral,
por esa razón busqué algo, alguna cosa en los periódicos, pero lo único
que había era trabajo como vendedora, vendedora de libros a crédito, es
decir enciclopedias, diccionarios y otros; así fue que comencé a
trabajar como vendedora de libros a domicilio; visitaba diariamente casas
particulares, aunque me centraba más en las oficinas y en los edificios.
No me puedo quejar, vendía, y lo más importante es que ganaba y aportaba
el dinero que se necesitaba en mi familia. Sin embargo, en esa experiencia
me di cuenta de que todos los clientes visitados me pedían libros de
autores paraguayos. A raíz de eso visité la entonces librería Juan de
Salazar, del señor Benítez, y la librería Comuneros, del querido don
Ricardo Rolón. Este gran hombre no sólo me ayudó facilitándome los
libros a consignación, sino que también me enseñó a conocer a los
autores paraguayos y sus obras. A él le debo el conocimiento y el amor a
los libros paraguayos.
-¿Cómo fueron los primeros tiempos de SERVILIBRO?
-Yo venía de haber trabajado en la Editorial NAPA, de Juan Bautista
Rivarola Matto (con quien aprendí a editar libros paraguayos); trabajé
con Rafael Peroni, el padre Rubio y otros, en el proyecto cultural Plaza
Uruguaya (EXPOLIBRO SRL). Aprendí con ellos el oficio de la edición de
libros nacionales. Sabía que había un mercado potencial que necesitaba
contar con libros de autores nacionales que se podía aprovechar.
-¿Qué significa para ti haber llegado a los 500 títulos?
-Es todo un orgullo y una satisfacción no sólo por el logro en
lo comercial, sino fundamentalmente por el importante aporte a la cultura
paraguaya que significa esa cifra. Gané espacios para el libro y para los
autores paraguayos.
-¿No sientes el desafío de hacer conocer los libros en la
Argentina, por ejemplo?
-Hay planes de habilitar en la Argentina una librería de autores
paraguayos para el año que viene, pues me parece más efectiva tal idea
que entregar libros a distribuidores de la Argentina. Realizaríamos
actividades culturales y contactos directos con la colectividad paraguaya
en Buenos Aires como también con la intelectualidad argentina interesada
en la literatura del Paraguay.
-¿Qué títulos te dieron mayores satisfacciones y por qué?
-Tengo el honor de haber heredado el sello editorial RP ediciones,
adquirido por EXPOLIBRO y luego por SERVILIBRO, sello editorial dirigido
por el querido Rafael Peroni, quien editó libros de ilustres escritores
en una época en que editar no era rentable. El deseo de Peroni era que el
libro paraguayo llegara a todos los hogares. Ese deseo lo llevó a
trabajar con los textos de una manera quijotesca. No fue difícil para
SERVILIBRO seguir editando, pues ya se tenía a autores consagrados a través
de RP: Roa Bastos, Elvio Romero, Raquel Saguier, Helio Vera, Guido Rodríguez
Alcalá, Josefina Velilla de Aquino, entre otros. Autores que justamente
nos dieron y nos siguen dando grandes satisfacciones.
-¿Cómo celebraste el ejemplar número 500, Vidalia?
-En realidad estamos empezando a celebrarlo y con mucho orgullo. El día
martes 30 de noviembre cumplimos los “15 años”. SERVILIBRO es una SRL
entre Elizabeth Báez Acosta y Vidalia Sánchez. Ambas hemos decidido
festejar nuestro aniversario entregando tres importantes donaciones de
libros a instituciones, como la Biblioteca Nacional, la sala de pediatría
del Hospital de Clínicas. Entregamos además textos a los jóvenes y niños
del bañado Sur de Asunción en la persona del pa’i Oliva. Hicimos una
feria itinerante con nuestros 500 títulos en todo el país. El punto de
inicio fue el Shopping de Villa Morra.
-¿Cuál es tu próximo desafío?
-Como editora, sueño que los libros y los escritores paraguayos
trasciendan las fronteras; esto significa abrirnos hacia mercados del
exterior que sirvan para aumentar el tiraje de nuestras ediciones. El
crecimiento del tiraje dará como resultado el mayor y mejor conocimiento
de nuestra literatura. Con esta misma finalidad estamos organizando con el
Holding de Radio y el Ateneo Cultural Lidia Guanes el Concurso de Novela
inédita bianual y cuyos dos primeros ganadores han presentado sus libros
en Casa de América, de Madrid, España. También participamos en las
ferias internacionales de España, Argentina, Uruguay, Cuba, Colombia,
Brasil, y, últimamente, la Feria de Fráncfort, Alemania, una de las más
grandes e importantes feria de libro del mundo.
-A la hora de los premios, tu editorial se lució, ¿por qué?
-Porque, felizmente, somos muchos los paraguayos que soñamos con un
Paraguay mejor y consideramos que uno de los caminos para salir adelante
se presenta a través del libro y la lectura. Las premiaciones dan
prestigio a mi editorial. El éxito de un libro premiado es también el éxito
de SERVILIBRO. Quizás por esa razón siento todo el apoyo de la prensa en
general, los escritores, colegas y amigos.
- ¿Cómo es Vidalia Sánchez, la persona?
-Bueno, es difícil hablar de uno mismo, pero me considero una persona
afortunada por la familia y amigos que tengo, porque hago el trabajo que
me gusta y porque vivimos en un país que a pesar de todo, lucha por salir
adelante; finalmente, creo que la pregunta anterior a esta contesta, en
parte, lo que soy.
-¿Cuáles de los libros publicados admiras? ¿Por qué?
-Existen libros que por su trascendencia son más admirados por los
paraguayos, y entre los cuales podemos citar los de Augusto Roa Bastos,
Elvio Romero, Rubén Bareiro Saguier, Ramiro Domínguez, Raquel Saguier,
Josefina Plá, Manuel Ortiz Guerrero, Renée Ferrer, Helio Vera, Carlos
Federico Avente, Carlos Villagra Marsall, Osvaldo González Real, Nila López,
Guido Rodríguez Alcalá, entre otros.
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