Victorio V. Suárez |
Se ha presentado recientemente el poemario El cristal y la rosa. La obra lleva el sello editorial de Servilibro. Las
palabras de Victorio Suárez tejen y destejen un mundo que el hombre no
puede comprender, o que comprende a medias. Por su verso, sube hasta el
lector, la duda de un poeta que se enamora de la rosa y se desenamora de
la existencia. Las palabras le salen atropelladamente al autor, como
queriendo hacer un acto de venganza verbal. Apasionado del arte, de la
poesía, edifica sus líneas sobre el flujo y el reflujo de una sociedad
donde el sufrimiento y la alegría son las dos caras de una misma moneda.
Grandilocuente, Victorio se desborda, a veces. |
Me mata siempre Vigila la dirección de mis travesías aprisiona el aire que respiro llena de sombras mi garganta crucifica mi cuerpo clava mis manos y mis pies se baña en mi sangre derramada se pega como costra a mi piel me vacía hasta los huesos delira en mis noches atormenta mis insomnios acribilla mi corazón vuelve polvo las cosas que toco desparrama mis lágrimas revolotea siempre pinta de carbón el alba camina sobre mis andamios revive mi tristeza cubre de arena el paisaje come mis alas entumecidas despedaza mis gestos castiga mis nostalgias me cubre de ceniza me mata siempre me lleva de bruces me lame con su lengua amarga se descobija en mi dolor me sepulta, tapona mis pupilas me deja tendido me cubre de arena soy su cadáver favorito. Victorio Suárez. |
Delfina
Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 1 de junio de 2008
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