Este
material de investigación que ahora sale a la luz no solamente aborda la
compleja situación de las instituciones eclesiásticas y la fe (y no fe)
de los cubanos, sino que además va perfilando, de manera fundamentada, la
historia de la Revolución cubana.
Conviene hacer la observación de que Frei Betto, quien hizo una
entrevista a Fidel Castro en 1985, consideró que si el socialismo en Cuba
se mantiene en pie es porque el socialismo nació martiniano, en honor a
José Martí, el libertador por antonomasia.
Augusto Ocampos Caballero ha cumplido una excelente gestión diplomática
en Cuba. Aprovechó su estadía en el país de los habanos para adentrarse
(con objetividad) en la compleja historia de Cuba, que sufrió el
autoritarismo y las persecuciones del régimen militar de Batista. Se sabía
de la vida miserable que llevaban gran parte de los cubanos durante décadas.
Aquella situación lamentable era denunciada por la propia Iglesia.
Fidel Castro estudió en el colegio “Belén” de los jesuitas. Su
consejero y maestro fue el padre Armando Llorente.
En medio de un ambiente nacional de división y de persecución del
movimiento sindical revolucionario, en marzo de 1952, el general Fulgencio
Batista dio un golpe de Estado. Se convirtió en el hombre fuerte de la
isla, gobernando de manera despiadada de 1940 a 1944.
Fidel Castro levantó su voz, su clamor y su denuncia al frente de una
insurrección que también levantó voces de protesta en movimientos de la
Iglesia como la Juventud Obrera Católica y la Acción Católica.
El 26 de julio de 1953 se realiza el ataque al Cuartel Moncada.
El ataque, por demás histórico, tuvo consecuencias mortales: 61 rebeldes
quedaron prisioneros; Fidel Castro consiguió escapar de Batista, pero fue
capturado enseguida. Otra vez (cuándo no) la Iglesia católica intervino
en los trágicos acontecimiento; a punto de ser fusilado Castro, se salvó
de la ejecución mediante la mediación formulada por el arzobispo de
Santiago de Cuba, monseñor Enrique Pérez Serrantes.
Después de dos años del asalto al Cuartel de Moncada se declaró la paz,
vale decir la amnistía general, por orden de Batista.
Transcurrieron episodios inesperados. Batista fue perdiendo terreno y los
insurgentes, siempre al mando de Fidel Castro, hicieron triunfar la
Revolución cubana.
Muchos son los clérigos que luego de instalarse la revolución en Cuba,
se apartaron de ella. También son muchos los cubanos que llegaron a
enfrentamientos por causa de la fe. Era de esperar que eso sucediera, pues
en varias oportunidades los revolucionarios hostigaban a los
contrarrevolucionarios.
La Iglesia católica cuenta actualmente con 602 templos, 11 diócesis, 13
obispos, 297 sacerdotes (55% cubanos), 29 hermanos legos, 31 diáconos y
518 monjas (34% cubanas). Puede decirse que el número de religiosos ha
crecido y coexiste con otras religiones como las llamadas Evangélicas.
La visita del Papa a Cuba en 1998, rubricó una historia, una relación de
la Iglesia y la revolución que hasta ahora se mantiene firme. Más allá
de la clausura de colegios religiosos en los primeros tiempos de la
instauración del comunismo, la Iglesia ha sabido estar a tiempo en los
momentos de sufrimiento de la Isleños.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR: Diplomático de carrera; antes
desarrolló intensa actividad profesional en diferentes medios de
comunicación, desde la Jefatura de Redacción de periódicos, dirección
y conducción de espacios televisivos, hasta la Dirección de Radio
Nacional del Paraguay; entrevistando a celebridades como el Papa Juan
Pablo II, en la Santa Sede. Diplomado en Altos Estudios Internacionales y
profesor honorario de la Sociedad de Estudios Internacionales de Madrid.
Ha recibido títulos, diplomas y distinciones por sus trabajos de
investigación, como la Insignia de Oro “Félix de Azara” de la
Diputación de Huesca, Aragón. |