Paquete de noticias |
Se supone que una persona que ha ganado cierta confianza del público lector tiene que escribir tratando de aproximarse, todo cuanto le sea posible, a la realidad del entorno. No saldremos a engañar ni a tratar de engatusar a los lectores haciendo una escritura falsa, traída de los pelos, pues con el correr del tiempo, nos iremos quedando a un lado de sus preferencias. Me dice mi odontólogo mientras lo miro con la boca abierta: “Yo a J. J. directamente ya no lo leo; lo leía antes, cuando parecía más veraz y más crítico de la situación política. En los últimos tiempos escribe cualquier pavada. Ahora bien: ese tipo, N. N., maneja expresiones que se acercan considerablemente a la verdad. Ése sí me parece interesante”. Aunque él no lo sepa, después de oír su comentario, empecé a escribir para él (para mi odontólogo), pues encontré que es el prototipo del lector que quiere informarse sobre la precisión de los acontecimientos, ateniéndose a las reglas de un periodismo en vías de consolidación. Confieso que muchas cosas buenas que se hacen por el país no son parte del paquete de noticias. Soy de las personas que creen fielmente que las buenas noticias venden. Vivimos en un mundo donde las concreciones de los sueños, los motivos de optimismo, los esfuerzos de los individuos por mejorar la sociedad, pasan por una suerte de caño subterráneo, perdiéndose en la oscuridad. Así pues viene a ocurrir que solamente el desgaste del planeta, las guerras, las enfermedades y los robos públicos son tapas de diarios y titulares de televisión. Me presento como una mujer empecinada en mejorar la milésima parte del mundo que me corresponde. Y en mejorar el Paraguay. Creo
que la ciudadanía debe gestar hechos que sean motivo de superación del
individuo y de la colectividad. Desde luego, estoy hablando desde mi condición y mi potestad de ciudadana, con plenos poderes para reclamar lo que creo justo. Tengo que, en nombre de los anónimos, demandar la falta de sentido expeditivo de las autoridades, así caiga un rayo sobre mi cabeza. De un tiempo a esta parte, observo mucha ambigüedad en el Poder Ejecutivo. Lo vago, lo errático, ningún beneficio trae a este país que precisa un horizonte claro. Los bienes acumulados por Nicanor Duarte Frutos superan a las estrellas: “Contraloría confirma que Nicanor tiene mucho más de lo que declaró”, afirma un titular del diario ABC. Se debe acompañar al expediente una orden de arresto. Si viera cumplirse una orden de arresto, creería en la voluntad de hacer justicia de los nuevos gobernantes. Un
punto: No puede ser tan difícil el camino de la honradez cuando se avanza
con valentía por la vida. Y eso es bueno. Porque el arte educa y va pincelando un país con más oportunidades de ser visto en el resto del mundo. Como sea, el caso es que la mediocridad se va quedando por el camino. De modo que termino mi comentario de la fecha diciendo: ¡¡¡Ánimo!!! |
Delfina
Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 12 de octubre de 2008
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