Mario Benedetti |
El caso es que Benedetti es un
poeta que llega a los corazones de los jóvenes porque su palabra es
sencilla, elemental y roja de amor. Sus versos claros, transparentes le
han valido amplia resonancia entre los lectores. A mí, particularmente,
me extraña que no le hayan otorgado el Premio Nobel de Literatura. Conoció el exilio: Debió abandonar en 1973, Uruguay, para radicarse en Buenos Aires. De la Argentina corrió a Perú, donde conoció el arresto y la deportación, para ir a parar en Cuba. Y de Cuba se embarcó para España. Vivió el exilio en compañía de su esposa, Luz López. El itinerario político de Mario Benedetti se empareja con la odisea. Ahora, el poeta, viudo ya, vive sus días otoñales en Uruguay. |
Que su existencia fue
apasionada y radical nadie pone en duda. Junto a miembros del Movimiento
de Liberación Nacional- Tupamaros, fundó en 1971 el Movimiento de
Independientes 26 de marzo. Esa agrupación llegó a formar parte de la
coalición izquierdista del Movimiento Frente Amplio en el Uruguay. Qué
quieren que les diga. Si bien su poesía está abierta con generosidad al
amor, a la vida, a los pasos cansinos de la cotidianeidad, su pensamiento
es básicamente político y humanista. Es difícil que un gran escritor o un enorme poeta no sea un fervoroso activista de una causa social determinada. Entre sus obras, se destacan nítidamente dos novelas: La tregua, 1960, y Gracias por el fuego, 1965. Hizo periodismo, ensayos, relatos, poesía y teatro. Entre sus poemarios pueden citarse La casa y el ladrillo, 1977, Vientos del exilio, 1982, Geografías, 1984, Las soledades de Babel, 1991. Su voz siempre se ha caracterizado por su crecido sentimiento de protesta. Sus pensamientos reflejan un modo crítico de observación de la política, el periodismo, y la cultura. Mario Benedetti es el ejemplo del intelectual que se hace resonancia de las angustias del hombre contemporáneo. |
Hagamos
un trato Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo pero hagamos un trato yo quisiera contar con usted es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo. Mario Benedetti |
Delfina
Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 17 de febrero de 2008
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