Marco Tulio Cicerón |
En esta oportunidad me toca hacer o barajar un breve comentario sobre el libro La amistad un don divino, basado sobre las reflexiones del gran orador y filósofo Marco Tulio Cicerón. El texto lleva un largo estudio introductorio de Luis Frayle Delgado, filósofo, poeta, ensayista y escritor español. Marco
Tulio es un filósofo ecléctico; sin poseer una filosofía propia, va
recogiendo la filosofía antigua de las diferentes escuelas y corrientes,
inclinándose hacia la Nueva Academia, y la expone al público culto de su
época a través de un lenguaje sencillo, creado por él mismo. De esta
manera incorpora la lengua latina a la filosofía.
Antonio
mandó exponer los despojos del orador público en la misma tribuna del
foro donde se había despachado contra él. Esta escena macabra, este
momento histórico, este contexto repulsivo repercuten — hondamente—
en el ánimo de Marco Tulio Cicerón, quien escribe, desencantado de la
vida y de la insaciable ambición de los seres humanos, su obra Lelio,
sobre la amistad.
Así mismo reflexiona: “No hay que estar saturado de amistades como se puede estar de otras cosas. Las amistades, como los vinos añejos, cuanto más antiguas, más sabrosas”. Parece simple y hasta vulgar este pensamiento de Marco Tulio Cicerón pero exhibe el fondo de una verdad, de una evidencia, que muchas personas de razonamiento frágil y de corazón apresurado pasan por alto. |
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La
sabiduría de Aristóteles |
Delfina
Acosta
ABC COLOR, Asunción,
Paraguay, 8 de marzo de 2009
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