Fue
presentado recientemente el libro La década del 40. El libro lleva el
sello editorial de Criterio Ediciones. El trabajo es el resultado de la
Dirección de Investigación de la Facultad de Filosofía de la
Universidad Nacional de Asunción. Son autores del texto Juan María Carrón,
Mary Monte de López Moreira, Salvadora Giménez, Anselmo Ayala y Victorio
V. Suárez.
Me
gustaría, más que nada, hacer una reseña; comentar sobre la década del
40, que corre por cuenta del escritor, periodista y poeta Victorio V. Suárez.
Con seguridad, después de la aparición de los novecentistas, el grupo
generacional más importante en caudal poético, fue el de la década del
40. Hugo Rodríguez Alcalá, crítico rotundo, afirma que son tres las
figuras capitales de la década del 40: Josefina Plá, Hérib Campos
Cervera y Augusto Roa Bastos. Estamos hablando de piezas condensadas
dentro de la literatura paraguaya que deben ser asimiladas en su máxima
medida.
La más elemental inteligencia puede advertir de inmediato lo gravitante
que fue esa generación, la del 40, para la renovación de la creación poética
y narrativa en el ambiente silencioso del Paraguay. Afirma Victorio Suárez
que los integrantes de la Generación del 40 buscaban la identidad estética.
En el llamado grupo “Vy’a Raity”, conformado por Hérib Campos
Cervera, Augusto Roa Bastos y Josefina Plá, se destaca la figura de esta
última. En uno de sus viajes a España, se encontró con la poesía
hermosa, diáfana, del gran Miguel Hernández. Con un lenguaje poético,
que era viva llama, ella abrió el camino para la poesía en el Paraguay.
Personalmente, creo que la voz femenina más importante, más elevada, es
la de Josefina. Fácilmente la comparo con la chilena Gabriela Mistral, la
española Rosalía de Castro, la argentina Alfonsina Storni, y las
uruguayas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou. Por supuesto, con la
figura de Elvio Romero, el más conocido poeta paraguayo, quien conociera
tempranamente el exilio (era comunista), la poesía paraguaya adquiere un
compromiso con la sociedad sofocada por épocas muy duras. Elvio Romero,
en conversación con Victorio V. Suárez, afirma que la poesía es
comunicación plena y permanente. Hérib Campos Cervara, con su poemario
Ceniza Redimida, alza una voz rotunda, que pronto se hace internacional.
No se puede dejar pasar la enorme, la gran presencia de Gabriel Casaccia,
narrador, quien también sufrió en carne propia los dientes feroces de la
persecución y del exilio.
Es Casaccia, con su libro La Babosa, quien se consagra definitivamente a
nivel nacional e internacional. Según el crítico Carlos A. Corona, sin
la aparición de Casaccia la novela paraguaya estaría casi en blanco.
Resumiendo, los nombres más considerables de la Generación del 40 son
Josefina Plá, Augusto Roa Bastos, Oscar Ferreiro, Hérib Campos Cervera,
José Antonio Bilbao, Ezequiel González Alsina, Hugo Rodríguez Alcalá,
José María Rivarola Matto, Gabriel Casaccia,
Dora Gómez Bueno de Acuña.
En relación con las páginas 185-186 del libro La década del 40, ha
dicho Victorio V. Suárez, elaborador de la página literaria, que se
produjo un desliz con la inclusión de Rubén Bareiro Saguier como
integrante del 40. Sin embargo, tal como figura en su obra Proceso a la
literatura paraguaya, el citado escritor pertenece a la Promoción del 50.
Al parecer, según explicó Suárez, hubo un problema en el traspaso del
material cuando fue diseñado, llevando en cuenta que el mismo grupo
investigador está trabajando asiduamente para presentar otro libro sobre
la Generación del 50. |