De este tiempo crítico estoy convencido que
surgirán algunas voces nuevas que sigan la
estela que otrora dejaron León Felipe o
Gabriel Celaya. Habrá brotes de poesía
cívica de alta calidad, como la de mi amigo
Jacobo Rauskin en suelo paraguayo.
Los poetas son marcadamente sensibles. ¿Cómo
sientes tú, íntimamente, la situación que
acorrala al pueblo, a los desfavorecidos?
La tormenta que descarga su granizo sobre
España y sus gentes me lacera hasta llagarme
el corazón. El contómetro existencial indica
que radico en Salamanca más años que los
vividos en mi Perú primero, aunque ya antes
España estaba en mi sangre, pues por vía
paterna, el abuelo procedía de Asturias,
mientras que mi abuela tenía linaje gallego.
Y si antes me dolía la España de extramares,
hoy me duele esta España que de pronto
perdió sus poses de nueva rica y ve cómo
cerca de cinco millones y medio de
ciudadanos están en el desempleo, sufriendo
efectos negativos como el embargo y remate
de la vivienda adquirida con préstamos
hipotecarios o estrecheces por no llegar a
fin de mes.
Sin ser clarividente ni adoptar lenguaje de
pitoniso, en 2006 escribí un poemario
titulado Hombres trabajando publicado a
principios de 2007 por el sindicato UGT.
Entonces muy pocos comentaron el libro
porque, supongo, lo creyeron desfasado,
filosocialista y demás sandeces. Era una
llamada de atención de un poeta que, además,
oficia de profesor de Derecho del Trabajo en
la Universidad de Salamanca. No me cuadraban
las cuentas entre los salarios que se
ganaban y los precios estratosféricos de las
viviendas. Algo no encajaba en ese tren de
consumo desaforado, automóviles de última
generación, vacaciones y viajes por doquier.
Así, en los primeros versos del poema
inicial, “Hermano, amigo que trabajas” ya se
encuentra la advertencia: “Yendo a lo
nuestro,/ acercándonos a la lumbre/ que al
crepúsculo/ nos alumbra el rostro, te diré/
que debes aprender a recibir los días/ con
todas sus esquirlas,/ a que pueden volver/
veranos oscuros, languideces,/ grilletes”.
En casi todos los sectores de la población
había excesiva confianza en la bonanza
eterna y se solicitaban préstamos que se
dilataban hasta treinta y cinco años. Los
bancos otorgaban créditos sin mayores
garantías y cada quien se preocupaba de lo
suyo, optando por desviar la mirada ante
ciertos casos de miseria o ante innumerables
casos de corrupción. Cada pueblo o ciudad
pequeña quería magnas infraestructuras; cada
provincia su aeropuerto y que el tren de
alta velocidad pasara por la puerta de su
casa.
Los pocos que escribíamos artículos
denunciando este derroche no pocas veces
recibimos reproches o insultos. Ahora
todos.
ESQUELA DE DEFUNCIÓN DE LA
SANIDAD
¿Saldrá a flote España? ¿Percibes un
panorama económico alentador?
España saldrá a flote cuando ponga a buen
recaudo a sus truhanes, llámense banqueros
que se jubilan con 60 millones de euros o
políticos lacayos que piden sacrificios
salariales o despidos gratuitos; llámense
yernos del Rey o ladronzotes de cuello
blanco saqueando las arcas públicas;
llámense también tantos gobiernos de
comunidades autónomas que se han
sobreendeudado alegremente: las autonomías
han motivado, por lo general, una
duplicación del gasto que hacía el
Estado.
Ya está bien que otra vez paguen los justos
por los pecadores. Espero que las
inclemencias de esta crisis, el hartazgo
ante las sumisiones del poder político a la
injerencia del poder financiero provoquen
una catarsis que traiga la Ética que nunca
pasa de moda.
También es necesario que se vuelva a
entrañar en el imaginario colectivo la
cultura del esfuerzo y de saber que el
dinero no es un maná que cae del cielo, que
hay que hacer sacrificios y dedicar tiempo a
labrarse un futuro mejor.
España saldrá a flote cuando los políticos
dejen de decir muchas hermosas mentiras y
cuando volvamos a la prudencia, bien lejos
del despilfarro de hace poco.
El panorama económico no es alentador, pues
los nuevos políticos gobernantes creen que
solo los recortes solucionarán el problema
del déficit público. El consumo se ha
frenado en seco, los bancos tienen activos
que no valen lo que figuran en sus balances,
como es el caso de los préstamos de dudoso
cobro. Necesitan una inyección de dinero de
más de cien mil millones de euros.
No tengo demasiado optimismo, más sabiendo
que la economía mundial está al borde la
recesión y de que el actual ministro de
Economía fue el responsable para Europa del
banco Lehman Brothers, el mismo que quebró,
pero tras mucho falsear sus cuentas con tal
de seguir aparentando una solvencia que no
tenía, aprovechando la desregulación de los
mercados financieros.
El neoliberalismo ultramontano quiere acabar
para siempre con los derechos sociales.
Ahora impone sus propios gobiernos, como en
Grecia o Italia, sin pasar por las urnas. Y
está preparando la esquela de defunción de
la sanidad o la educación pública de
calidad. Creo que el modelo de Islandia
prenderá más pronto que tarde, pues por
referéndum ciudadano se negó a rescatar a la
banca privada, nacionalizando los bancos y
procesando judicialmente a sus directivos y
a políticos que dolosamente permitieron esta
comisión de delitos financieros. Islandia ha
terminado el año con un crecimiento
económico que supera de largo a la Unión
Europea, el mismo que se prevé del 2,7 %
para 2013, entre otros motivos por que está
generando empleo.
En América Latina se escucha el latir
profundo de España. El ejemplo de este
diario paraguayo cruza fronteras de una
hermandad inabarcable.