-
¿Qué significado personal y artístico tiene para ti la poesía?
- Para mí, escribir poesía es una extraordinaria aventura no solo
emocional sino también lingüística. Por un lado, quiero expresar mi
reacción al mundo que me rodea, a mis vivencias y, por otro lado, quiero
explorar el mundo de la palabra oral y escrita. Cada palabra es una metáfora
viviente con una historia de trayectorias que traspasan culturas y
generaciones. Mi trabajo como poeta es arrancarle a cada palabra un
aspecto de sus muchos significados y en una combinación breve con otras
palabras insinuar en la mente del lector una historia humana. Es decir,
crear o recrear la compleja gama de emociones, historias y mitologías que
cada ser humano inventa para crear su realidad durante su paso por la
vida.
Este paso por la vida contiene un mandato biológico de duración
limitada, y para mí es un desafío expresarlo por medio de la poesía con
cierta dignidad ante lo inevitable.
Cuando
experimento con nuevas formas de poesía, lo hago principalmente para
satisfacer mi curiosidad de las capacidades renovadoras del “medio” de
la palabra en el espacio de una hoja de papel y el origen mágico de los
sonidos. Este tipo de poesía impresiona más a los escritores
profesionales y a los críticos que a los lectores. Yo quiero alcanzar a
los lectores de cada día.
- ¿Quién te ha influenciado más como escritor?
- Como escritor moderno del mundo occidental estoy influenciado por muchos
escritores del pasado. Es casi imposible liberarse de la influencia de la
lectura de los grandes escritores que forman la base de mi educación
literaria.
Me influencian también algunos intelectuales y profesionales con quienes
tengo contacto. Tengo algunos poemas que fueron influenciados por mi
conversación con el geólogo paraguayo profesor Darío Gómez Duarte.
Cuando hablo en algunos poemas del tiempo y la evidente condena impuesta
sobre el ser humano por las imparables horas que pasan, él me introdujo a
la evidencia del tiempo geológico.
De la socióloga profesora Andrea Ferentinos, he robado -o prestado- el
concepto de la construcción social de la realidad. Mis conversaciones con
estos profesionales y la lectura de la física sobre el destino de los
planetas han servido de tema de algunos de mis poemas.
La otra influencia es la telúrica. Nací en el Chaco paraguayo. Crecí
pynandi y casi como un niño salvaje. Mi padre, un guerrero de la Guerra
del Chaco, quien me contaba historias y me enseñaba, me ha influenciado.
La enorme influencia de mi larga estadía en los Estados Unidos, el
aprendizaje del inglés, mi carrera como escritor de habla inglesa, y mis
estudios de la literatura anglosajona y europea me han marcado también
como hombre y pensador. La pérdida de contacto con la literatura
hispanoamericana también me ha afectado; ésta, en forma negativa.
Estas influencias pueden notarse en el libro Contra el olvido.
LOS POETAS DE HABLA HISPANA SON DESCONOCIDOS EN ESTADOS UNIDOS
- ¿Por qué se lee tan poco a poetas de habla castellana en los Estados
Unidos?
- Porque no hay acceso a libros de poemas en español y la gran mayoría
de los poetas de habla hispana son desconocidos. Solo los estudiantes
graduados de Literatura Hispana tienen un acceso limitado a nuestros
poetas. Los poetas paraguayos son invisibles, con excepción de los que
aparecen en sitios en la red.
La red, en cierto modo, es una maldición y una bendición para la poesía.
Hay centenares de sitios que publican poesías malísimas de cualquier
persona que quiere publicar sus “poemas”. Por otra parte, los buenos
poetas que no pueden encontrar casas editoriales que inviertan en la
publicación de sus libros pueden hacerse conocer por medio de la red.
La red tiene también algunos aspectos peligrosos, monetariamente, para
los que darían cualquier cosa por ser publicados.
En los Estados Unidos no solo se lee poco la poesía en español, sino
también la poesía en general. Las causas pueden encontrarse en la
respuesta a la pregunta “¿para qué sirve la poesía?” y en las
características de la vida contemporánea. Hay muchos escritores que han
dado su opinión sobre este fenómeno.
- ¿Cómo ves a la poesía paraguaya?
- Con bastante vergüenza debo responder que no he podido leer a los
poetas paraguayos de los últimos años. No he podido encontrar libros de
paraguayos en los Estados Unidos. Ahora que estoy aquí, estoy yendo a la
caza de libros. He leído textos parciales en la red. Claro que he leído
a Campos Cervera, a Elvio Romero, a Manuel Ortiz Guerrero, Appleyard, Pérez-Maricevich,
a Delfina Acosta, a Josefina Plá y otros, pero no a todos. Mi ignorancia
en este aspecto es lamentable.
- ¿Cómo definirías tu estilo?
- Escribo con miras a ser leído. Es decir, escribo en busca de lectores.
Como Roa Bastos, Borges e incontables escritores han afirmado, los libros
y poemas no existen hasta que encuentren un lector que les den vida; me he
unido, con mi propia forma de hablar, a los poetas que creen que deben ser
entendidos, que la poesía no debe ser “un paraíso secreto” al que
tienen acceso solo los iniciados en el codificado lenguaje de los críticos,
los profesores de Literatura o los poetas profesionales.
Los poemas en Contra el olvido recogen varias etapas de diferentes formas
de escribir. Son poemas que cuentan y que sueñan que el lector los
reconozca y los adopte.
LA POESÍA DE CARLOS ZACARÍAS GÓMEZ
Concisión es definición. El autor del libro define con un lenguaje
sencillo su relación con la existencia. El amor es una constante así
como la muerte en sus poemas, que transitan por la belleza cómodamente.
Zacarías Gómez nos cuenta, nos relata -casi- las cosas que le sucedieron
y que le van sucediendo con un lenguaje marcado por el oficio y la
diversidad de las formas poéticas. Fina textura, hermosa piel envuelve su
voz.
Contra el olvido es uno de los mejores libros que he leído hasta la
fecha. La originalidad acentúa la calidad de la obra. |