Las elecciones presidenciales de 2012 fueron una obra
maestra en lo que se refiere al papel jugado por el dinero y no por los
verdaderos asuntos relacionados con el futuro de los Estados Unidos.
Según algunos cálculos, más de 6 billones de dólares en avisos pagados
corrieron por el sistema de los medios de comunicación. Y mientras había
como un ambiente de Navidad en las salas de noticias, en las oficinas de
contabilidad de las estaciones de radio y de televisión la inundación de
anuncios de propaganda era desquiciante.
En verdad, en esta campaña no corrieron grandes ideas, sino
personalidad, aura, o simpatía.
En lo que a eso se refiere, Barack Hussein Obama tenía mucho más que su
oponente, Willard "Mitt" Romney.
Esta elección se inspiró, en parte, en la opinión nada popular,
Ciudadanos Unidos, (Citizens United), de la Corte Suprema de Justicia,
la que decidió que las corporaciones son personas, y que no es
Constitucional poner límites a los gastos en las campañas.
No fue avasallador, pero fue un triunfo sólido, conseguido con buena
organización y con el voto de gran mayoría de judíos, el 71% de latinos,
la mayoría de las mujeres, de votantes homosexuales, lesbianas y
similares; y por la clase trabajadora de Ohio y Pensilvania.
En 2008, Obama ganó con algo así como 9 millones votos. Este año ganó
con más o menos 2,1/2 millones de votos.
Pero, un triunfo es un triunfo.
Obama, organizador de comunidades en el pasado (y ridiculizado por eso),
organizó con maestría al electorado --y obtuvo un gran triunfo en el
Colegio Electoral. Con 270 votos como margen de victoria, Obama llegó a
esa cifra al triunfar en Ohio, y ganó aún cuando Florida no se decidió
por varias horas después.
Es bueno tener en cuenta que los Blancos en su mayoría no votaron por
Obama.
Pero ellos no fueron necesarios para la victoria.
Barack Hussein Obama hizo historia en 2008; y la hizo otra vez la noche
electoral de 2012.
Tiene gran significado que un Negro gane la Presidencia de los Estados
Unidos por dos veces consecutivas.
Éso quiere decir que el electorado norteamericano está cambiando, y en
alguna forma, el Presidente refleja ese cambio.
Pero también es cierto que los Republicanos metieron las cuatro al
nominar a un hombre tan abierto a tantos ataques. Los disparatados
comentarios sobre violación sexual por dos candidatos Republicanos al
Senado y la negativa de Romney de rechazar esos absurdos, naturalmente
no cayeron bien en el más grande sector de votantes: las mujeres. |