Cómo Vive un Artista

Verdié, y sus sueños vivientes

por Eduardo Vernazza

Diario El Día

Montevideo, martes 18 a viernes 21 de julio de 1972

Título: Cena
Autor: Julio Verdié (1900-1988)
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Medidas: 127 x 95 cm
Realizado:
c.1950

Acervo del Museo Nacional de Artes Visuales

 

Este texto de Vernazza, al día 25 de junio de 2022, está inédito en Internet. 

Fue escaneado por el editor de Letras Uruguay

Si alguien lo incluye en otro lado agradezco que hagan mención de donde lo tomaron.

Creemos que solo el barco y el avión conocen a Julio Verdié como medios de transporte. Cuando se le ve por la ciudad, siempre lo hace a pie, ágil, casi gimnástico, derecho, mirando sin mirar, y sacando kilómetros con un paso corto, que sacude su blanca cabeza mefistofélica...

El mar y el aire son sus elementos más codiciados. Ha viajado mucho. Y lo ha hecho dentro del carácter del verdadero artista. Unas veces más cómodo. Otras, todo lo contrario. Siempre con la alegría de poder ver y estudiar en los centros europeos, o en ese medio que ya le es familiar porque lo conquistó: Buenos Aires.

Su vida es un poco real y otro poco abstracta. Escritor y poeta, lo fue antes o juntamente con el pintor que, desde hace algunos años, abarcó en ráfagas las más lisonjeras expresiones de los críticos, y ganó los más codiciados premios en los Salones. Muchas veces le miramos como algo milagroso, cuando sin saber cómo, se embarca y un buen dia aparece en Bruselas o París. Muy inquieto, y dejando hacer en algo al destino y un mucho a su propio esfuerzo, Verdié fue encaramándose rápidamente entre la lista de los más capacitados pintores modernos uruguayos.

Entre lo real y lo abstracto

"¿Preguntarme a mi como vivo: responder s algo determinado?; me es más difícil que resolver la cuadratura del círculo”.

Empecemos por la mañana. Sus respuestas encierran casi siempre una paradoja.

“Me levanto preocupado por despreocupar me...” Su natural imaginativo le puebla la cabeza de una serie de pequeños problemas cotidianos, relacionados con la actividad del día que comienza. “Nunca sé bien lo que voy a hacer, y hago lo que más me acucia".

Así da satisfacción a su natural inquieto y movedizo. Por lo general emplea horas de la mañana en diligencias intrascendentes. “Mientras voy al mercado, la satisfacción espiritual nada tiene que ver con las compras que hago". Verdié encuentra ese contento en la inmensidad de una luminosa mañana y goza grandemente de ese baño lustral. "Así pinto para adentro".

No trabaja con regularidad

No tiene regularmente una actividad profesional  - confiesa. De pronto se encuentra totalmente entregado al trabajo, sin darse cuenta cómo lo está haciendo. De tal manera, agota el trance y las alternativas de la creación. Muchas veces, habiendo comenzado en las primeras horas de la tarde y proseguido hasta entrada la noche. Otras, se ha privado de almorzar, para no abandonar la tarea febril de diez hors continuadas.

Caprichos para la música y la literatura

Generalmente se dice que hasta la música "amansa y amaestra a los animales”.

Si bien se considera sensible como cualquier otro ser humano, se siente el menos animal para amansarse

“No escucho música. Me place estimularme con la música electrónica y concreta, que no abunda en los programas de uso corriente”. La literatura está también supeditada a sus caprichos. "Tanto la que escribo como la que leo”.

Ahora publicará con la Glaux-Editora de Buenos Aires, un libro que no pensó escribir, y que aparecerá en agosto... Junto con una exposición será presentado en la ciudad de Colonia, Buenos Aires y Montevideo. Cuando escribe, lo hace “antiprofesionalmente”. Siente la necesidad cuando viaja, de expresarse literariamente —y así como pinta— “me alimento para el verso y la canción”.

La vida de los sueños...

¿Sí duermo? Claro que sí. Pero antes toma un libro hasta que se le cierran ¡os párpados. Como en una comedia, entra en otra vida. Porque dice Verdié que no descansa. Actúa en esas horas, tanto más que en las del día. ,“Mis sueños son vivientes, y en ellos realizo cuanto no puedo hacer despierto”. “No voy al teatro porque lo he amado demasiado”. Pensó an día ser profesional de la escena. Verdié recalca que lo abandonó, cuando creyó darse cuenta que se atrasaba ante los avances de la música y de las artes plásticas. En cambio, el cine le ofrece de cuando en cuando aspectos musicales y plásticos de indudable jerarquía; ejemplares modeios de perfección estética y cultural actual

Hobby: Viajar por el Mundo

‘Me agrada mucho viajar sin metas prefijadas-. Así fue que realizó cuantas veces pude, viajes por Europa, “en busca de la belleza, joven. No, no en busca de la fama —aclara enseguida. Esta siempre marcha detrás. "Que me alance si es que quiere hacerme famoso”.

Le preguntamos por Buenos Aires. Está cerca y es “otra cosa”. Son siete millones. Tienen un porcentaje que necesitan una vida cultural y artística cotidiana. Diez conferencias diarias, muchas exposiciones semanales, inauguraciones de galenas. Permanente actividad, peñas artísticas en cafés porteños, concursos oficiales y privados, suculentos premios, editoriales en permanente entrega de libros, y su presentación en auditorios. En fin, algo vivo que mantienen al autor-humano, en una verdadera atmósfera de cultura.

Verdié salta el río ancho como mar. cada quince días, o cada siete, o cada menos aún.

El Destino gobierna su vida

Irremediablemente —piensa el pintor— el destino “gobierna mi vida’’.

Muchos se interesan por saber como vive un artista. Su estética exterior es la de todos Pero parecería que debieran esperarse de él signos denunciadores de su identidad. En el largo camino ejecutivo se ha rendido sin dificultad a la comprensión de que ha sido tendenciosamente “informalista”, a pesar de amar entrañablemente la forma. (Nuevamente la paradoja toma lugar en la conversación). Creo que es la única que crea verdaderamente el arte. Cuando tenía 16 años asistí a los cursos de primer año del Círculo. Copié un modelo: una gaviota embalsamada. El escultor Belloni, que era el profesor, dijo: “No está mal; más no es una gaviota”. Había “inventado mi propia forma para expresarlo”. Ya era un “informalista”, resuelto a crear “formalmente” sus imágenes.

Ha confiado siempre en el Destino —repite— en el azar, y el capricho. “Estos “guías”, me llevaron por mi verdadero camino”. A esta altura debemos cortar los pensamientos de Verdié, que fluyen y se remontan ya fuera de la órbita de esta nota.

Y agrega aún, que crea por ingénita voluntad directriz, impulsado por atávico destino. No es posible sustraerse a los dictados de los “hados”... Muchos creen que han labrado su porvenir, venturoso o aciago, según les ha ido...

Sin método, sin perseverancia organizada, sin voluntad creadora, sin sacrificio. Solamente se ha dejado gobernar, insiste, por la orden llamada superior sin preceptos de un decálogo u orden escrita o visible”. Creo que soy yo quien se obedece”.

por Eduardo Vernazza
Diario El Día (Montevideo, Uruguay)
13 de julio de 1972

 

Ver, además:

 

                      Julio Verdie en Letras Uruguay

 

                                                Eduardo Vernazza en Letras Uruguay

 

                                                                                                       Dennis David Doty en Letras Uruguay

 

Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)

 

Editado por el editor de Letras Uruguay

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