Severa composición geométrica en los cuadros de Costigliolo
por Eduardo Vernazza
Diario El Día (Montevideo)
José Pedro Costigliolo
Abstracción Don Quijote y Sancho Panza
Óleo sobre cartón 46 x 26 cm
Si bien Costigliolo, en su faceta de
pintor de avanzada, ha reducido los elementos temáticos a lo que
llamaríamos "elogio del rectángulo”, ha pasado por otras etapas en que
su pulcra y severa pintura obedeció a teorías en las que el cubismo tuvo
participación elocuente. En su actual exposición de Galería Revello, nos
muestra Costigliolo una de las más acertadas variantes de su
trayectoria.
Es una sobria pintura geométrica con base de un ordenamiento que tuvo
sus raíces en el cubismo. Aunque no tan libre como esta forma expresiva
a que llegaron otros pintores, sí, en cambio, con el ritmo vertical que
da al objeto amplitud y magnitud plástica.
Las experiencias que logra Costigliolo en esta serie de buenos cuadros,
sugieren una disecación del tema y una especulación en el buen sentido
pictórico.
Ya Petorutti incursionó en tal concepto, y desarrolló en cuadros de
grandes dimensiones el problema del color y la luz, simplificando la
sensación imprevista por un orden. Orden que daría a sus telas cierta
frialdad casi matemática, pero al mismo tiempo una segura realización
dentro de tal tesitura.
El pintor nuestro, sin pretender un desarrollo de tamaños, se sostiene en el pequeño cuadro aún cuando mantenga la disciplina de una plástica bien resuelta en su problema de definir al objeto. Más todavía, cuando éste adquiere por tal gracia, un lugar preponderante sin evadirse de su valor como pintura. Esa ligazón del tema con la solución de la línea recta y de los planos sujetos a la composición cerrada, es una clave que Costigliolo domina con entera riqueza cromática.
Si sus colores son en realidad la consecuencia de un proceso de afinamiento hasta llegar al gris o a la mitigación armónica del color puro, esta armonía aumenta la visión equilibrada dentro de una teoría que tuvo las más dislocadas búsquedas y que, surgida del concepto de Cezanne, pasó por mil manos, las cuales sacaron de sus raíces infinidad de elementos sutiles que la hicieron variable e interpretativa de una época.
José Pedro Costigliolo en el Museo Nacional de Artes Visuales
