El mundo cándido y puro de los pintores "naifs"

por Eduardo Vernazza

Diario El Día (Montevideo) 21 de marzo de 1976

Retrato de Pierri Loti (1891) por el aduanero Rousseau

El nostálgico “hubiera querido ser" es común oírlo'' cuando la madurez pone cierto manto de resignación en muchos, y un impulso renovador y hasta apasionante en otros.

La pintura es un ejemplo. La Historia está forjada por casos originales en cuanto a ese despertar tardío y ese coraje de recta final, en que el hombre suelta amarras y comienza, tal vez como un “hobby” y luego como artista, a expresar lo que la naturaleza o la imaginación poblaba con una sinceridad absoluta, sin conocer teorías ni técnicas, y ofreciendo un panorama de auténtica frescura y espontaneidad.

Trabajando en todos los oficios, el paisaje que le circunda, los personajes que él observa con detención, se manifiestan en eso que se dio en llamar Art-Naif (los ingenuos), y que tuvo en Francia un desarrollo y una aceptación final de trascendencia, extendiéndose por todo el mundo, y formando una pintura de aficionados y luego, con algunos nombres, la verificación de sus valores como arte primitivo realista y de fantasía.

Muchos jóvenes también siguieron este derrotero, despojándose de influencias y queriendo retornar a lo que desesperadamente buscó Gauguin en la Polinesia. Unos mantuvieron el candor infantil, otros no pudieron ya contener la civilización del arte. Pero todos aceptan hoy que esto que hacen los que “no saben pintar”, tiene un sentido positivo.

El Aduanero Rousseau, pintor y músico...

La historia tiene que comenzar con este pintoresco personaje. Nacido en Laval el 20 de mayo de 1844, era hijo de un hojalatero. Y aunque sus datos biográficos están plagados de contradicciones (como que lo de “aduanero” fuera un mote de sus amigos), la leyenda un poco, y la verdad también, ayudaron a cimentar su personalidad a través de curiosas anécdotas.

Lo cierto es que su obra es reconocida con el tiempo, y luego de ser ignorado, el cansancio de tendencias, modas e “ismos”, hizo de los pintores como Rousseau, ingenuamente puros, poco menos que los héroes de almas sin contaminación, si se quiere a su manera primitivos, pero viendo la Naturaleza colarse en esa diáfana inocencia que hasta los grandes artistas dieron importancia. La escena campesina, el retrato insólito por su transparente circunstancia casi infantil. La paciencia inaudita que se refleja en sus paisajes, en una labor ímproba en multitud de simples aristas de observación directa. Lo hace con la fe inquebrantable de su convencimiento ante la belleza que inundan sus ojos. Ingres les decía a sus discípulos: “¡Yo no puedo prestarles mis ojos!”. Rousseau tenía los propios arraigados en una sinceridad absoluta consigo mismo.

Picasso da un banquete en su honor

Henri Rousseau. Paisaje con las lecheras.  Característico del autor, donde cada hoja de árbol tiene tanta importancia como las figuras centrales de la obra.

Cita Payro, en su libro sobre Rousseau, “que en 1908 en la ropavejería del padre Soulier, Picasso entre un montón de telas usadas, encuentra un lienzo del “aduanero”. Para celebrar este rescate, Picasso organizó un banquete en honor de quien firmaba la pintura”. Asistieron nada menos que Delanauy, Vlaminck Braque, Appollinaire, Salmón y los críticos Andre Warnot y Maurice Raynal, así como Gertrude y Leo Steim y algunos artistas españoles. “Picasso al encargar la comida se equivocó de fecha y los víveres llegaron al día siguiente...” “Aquella esplendorosa juventud —prosigue Payro—, entonces desconocida y sin dinero, festejó así a un sexagenario que era el más independiente de todos los comensales, que había sido un independiente solitario durante su ya larga vida de pintor”.

Sus cuadros, la prueba de su inocencia

En el mismo libro, se cuenta otra de las anécdotas en que Rousseau por su candidez, es llevado ante los tribunales por un delito que cometió un infiel cercano, y que el defensor, como testimonio de inocencia no encuentra defensa más apropiada que presentar al juez sus cuadros y apelar “que quien así pintaba, no podía tener mucha noción de las operaciones bancarias”.

Se dice que era Rousseau músico, “que tan buen violinista, que llegaron a contratarlo para los conciertos dominicales del Jardín de las Tullerías”. Que en la Plaissance era figura querida, y que se hacía servir la “mañanita en el bar de la esquina, variando la consumición según fuera el día lluvioso o claro”... Y seria de no terminar con todas las cosas, siempre jugando la ingenuidad de este Rousseau, que dejó una obra maravillosa, y de la cual surgieron “discípulos” en todas partes.

No por cierto esta pintura se caracteriza por una manera igual de tratarla. Tiene sus puntos de contacto con la expresión infantil, y caligrafías arquitectónicas muy precisas.

La pintura “Naif” o ingenua, se ubica como manifestación de los pintores que no han seguido una cultura plástica o estética.

Que se entregan a su convicción visual o imaginativa. Que sienten el impulso sentimental si se quiere, instintivo, de realizar todo aquello que la sensibilidad aprueba, y que en lo recóndito del deseo de reproducirlo. a veces imperioso deseo, reclama el detalle, la más absoluta vigencia de su verdad aunque ésta sea imaginada, cuando la invención acuerda también motivaciones.

O copian de postales la belleza de los paisajes.

Y como se expresa en nuestro país “Lucho”, el pescador de La Paloma, cuando pinta en sus escenas de baile los “piringundines”, o talla la madera que el mar le trae a la orilla, sin pensar ni saber nada más que lo que en ellas ve.

Cubre la Historia hasta nuestros días, los aportes ricos de pintores en los que ha sido conmovedor el tránsito de la más humilde profesión, hasta el reconocimiento a tiempo, tarde o nunca...

Louis Vivin Le château de Versailles. Este detalle ¿no vibra como un op-art?, cuadro del "ingenuo" vivin.

La mucama Serafina Senlis

Nació en 1864. Servía en la casa del crítico de Arte alemán, Wilde Uhde. Pintaba naturalezas muertas y flores. En 1912 integra la gran exposición de los “Ingenuos” con todo éxito. La descubrió a tiempo el crítico que también se acercara a Rousseau y a Picasso.

Ella fue pastora y conocía las flores del campo y la naturaleza..En el tomo II de la Historia de la Pintura R. Cogniat la cita en el “Regreso al tema”; Y Camil Bombois, que era pastor, trabajador de granja y atleta de feria, en 1917 empieza ya a expresarse en sus cuadros

“El supernumerario de correos y telégrafos”

Louis Vivin es uno de los más importantes ingenuos. Nació en Hadol (1861). Falleció en París en 1936. “Es un arte de albañilería, dibujado piedra por piedra, canto por canto”, acota P. C. (Kapelusz).

En realidad, es una vastísima caligrafía de línea fina y cuidadosa, de meticulosa ejecución, donde quizás los ladrillos tengan todos la misma medida y los cálculos sean seguros en lo concerniente a la fidelidad de los detalles. Se dice que “pintó París y Venecia a través de tarjetas postales”. No es extraño que en sus momentos libres haya comenzado por copiar... Dicen sus datos biográficos que era supernumerario de Correos y Telégrafos Y esto lo confirma su primera exposición que se realizó en el “Salón de empleados de Correos”. A los 61 años se jubiló (prosigue el historiador citado). “Y no se vio obligado a levantarse a las 5 para pintar alumbrado con una lámpara de petróleo antes de salir para la oficina”. Lo promueve Wilden Uhde en 1925.

Otros “ingenuos"

El espacio no nos da para comentar a toda una pléyade de pintores ingenuos.

Andrés Bauchant (muerto en 1958), autor de posiciones mitológicas, historia, pájaros y flores. Nació en 1873, y a los 46 años comienza a pintar. Entre las flores también está su limbo de ideales. Instinto colorista, fantasía imaginativa, encanto para derramar sin lógica aparente los colores de un verdadero jardín.

“Qué bueno, qué tónico es, en medio de nuestras polémicas sobre el espíritu de las formas y la psicología de los colores, detenernos un instante a la vera de este encanecido niño de la gracia” (P.C. Kapelusz).

Y siguen entre muchos, Edward Hicks, nacido en Pensilvania, y Jan Van Weert de Holanda. Dominique Laagru, que se enamora de un mar embravecido con el festón decorativo de las olas y los barcos hamacándose en su cresta. Pero detallado, no en la verdad real, sino en la que ve. Por el contrario, Jean Fous, en su “Feria de pescados”, es la directa y minuciosa representación con un dibujo bien catalogado de ingenuismo, que nos da los tipos, los objetos, y hasta un coro cantante que caracterizan el tema. Lo campestre tiene por lo general sus intérpretes entre dos formas: una anecdótica —Andre Demonchy en “Les Foins”—. Este pintor, dentro de un carácter “Naifs”, encuentra el cambio de colores y trata un cielo más de paleta.

Por contraste, Hermini - Hanin “Les Gueules de loup" es el envío del romántico mensaje de una paloma y un primer plano de flores. Y la cartilla, con toda la anotación, como si contara las hojas de un árbol, que también lo parecen hacer.

*****

Jean Fous - Los leñadores, circa 1950 - Óleo sobre tabla. Detalle en el que los personajes una inocente gracia, casi infantil, y en la cual no olvida nada a pesar de su simplicidad que coadyuva a completar el motivo

Los "ingenuos” no ven el bosque sino sus árboles. La carencia de métodos y de Escuelas les hace improvisar aún poéticamente. Ellos desean del árbol todas las hojas, de las fachadas todos sus ladrillos. ¿Nació entonces con el hombre?

Su contacto con el mundo infantil así lo hace suponer. Sobre todo por el convencimiento total. Se le da en llamar el “pintor dominguero”..Es el día libre en que nacen esperanzas que parecían idas...

Otra vez Rousseau ... y Apollinaire

Se cuenta que “le arrancaron lágrimas de emoción". Apollinaire (festivamente), le dedicó el homenaje que le rindieron al fin Picasso y los suyos. En ellos puede apreciarse la comprensión y la definición de los “Naifs”, que tuvieron en el hasta entonces "El aduanero“, al más grande ejemplo. Así recuerda Rousseau, los paisajes aztecas, los cuadros en que abundan el mango, el ananá, los monos vertían sangre de las sandías al rubio emperador que mataron allá.”

(Julio Payró; cita de Robert Delaunay, compañero de Rousseau en sus últimos años)

Exposición Arte Naïf Europeo 2017 Éboli Madrid

4 mar 2017
Cuadros de cincuenta artistas naïf que participan en la Exposición de Naïf Europeo 2017 en la Galería Éboli de Madrid, de Marzo a Mayo

Henri Rousseau "El Aduanero"

6 oct 2013
muestra de la obra de Henri Rousseau, para más información sobre su biografía y obra, puede visitarse: http://euclides59.wordpress.com/2013/...

por Eduardo Vernazza
Diario El Día (Montevideo, Uruguay)
21 de marzo de 1976

 

Ver, además:

 

                     Eduardo Vernazza en Letras Uruguay

 

                                                                        Dennis David Doty en Letras Uruguay

 

Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)

 

Editado por el editor de Letras Uruguay

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