Arte uruguayo en el Museo Nacional,

nuevas salas para su acervo

por Eduardo Vernazza

Diario El Día (Montevideo

Pilar (retrato de su esposa)

Autor: Rafael Barradas (1890-1929)
Realizado: 1920
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Medidas: 120 x 77 cm

El Museo Nacional de Artes Plásticas se ve renovado.

Con amplias salas nuevas, ganadas al espacio de los fondos del edificio.

Una obra que se necesitaba urgentemente. Que aún podría alentarse a seguir. Porque creemos que espacio no falta para programar un gran museo.

Esta etapa, que el director, Sr. Angel Kalemberg ha logrado concretar, funciona ya. Con una Gran Exposición de Arte Uruguayo.

Que renueva la colección estable que desde hacía tiempo figuraba. Y que con tal amplitud de sus salas, logran ubicar la obra de artistas que poco se conocían en su producción máxima, cual es la que pertenece al acervo del Instituto.

Los Grandes Maestros siguen inconmovibles como debe ser. “Desde Blanes a nuestros días", podríamos reiterar la muestra, aunque doblemos un título ya empleado en alguna exposición pasada. Nunca mejor que en la presente se apoya con los elementos justos para con todos los artistas nacionales. Porque el museo llenó sus salas con la pintura, escultura, grabado y dibujo que produjeron y que debe conocer el público y el estudioso, el artista, y el turista que nos visita y desea cerciorarse cómo y en qué carácter se desenvuelve el arte uruguayo.

Título: El labriego
Autor: Carlos María Herrera (1875-1914)
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Medidas: 70 x 46 cm
Realizado: 1898
Ubicación:
Museo Nacional de Artes Visuales

Un museo es la representación cultural más amplia visualmente que puede ofrecer un país. No dudamos que, aunque faltan piezas de reconocida solvencia, que según su director serán alternadas a su tiempo, la presente afirma los rastros de una plástica que, aunque con bases europeas en sus estudios, sostienen una especial vivencia de particular riqueza sensible a la fuerte realidad plástica de nuestros autores.

En la planta baja se muestran una mayoría de obras de destacados artistas, pintores, grabadores, dibujantes, que tuvieron que ver en todo el desarrollo que la era moderna trajo con su convulsión de los ismos con su renacimiento, con la propia academia acicalada, con la expresionista expansión arraigada en obras que siguen al surrealismo. La etapa de Torres García y sus discípulos más importantes, como Gurvich, conjuntan una elocuente calidad, que nos lleva de uno a otro confín del registro más cambiante que tuvo Uruguay dentro de la individualidad pictórica. Que jugaba en parte con las escuelas y movimientos traídos desde la lejana Europa.

Por otra parte, observando la distribución donde aparecen piezas de gran valor encontramos, aún más importante, las "Lunas” de Cúneo, por ejemplo. Una profunda realidad subjetiva que vence al tiempo y se adelanta a poblarla con elementos nuestros.

De Simone, en su modesta tela y en el gran pintor que dota a la misma de las corrientes empastadas que irían luego con el “informalismo” a desentrañar el temor al color y a su ubicación en la tela. Puntos concretos que contrastan.

Más grande que nunca aparece ese magistral retrato de Blanes “Carlota Ferreira”. Es un retrato que en su época y aún hoy, posee una audacia de tremenda riqueza colorista y tonal. Blanco sobre blanco. Un hacer creador. Pintado con la ansiosa vitalidad de quien desea prender un fuego escondido en la densa mirada de una matrona de altanera expresión.

La desbordante Mallorca de Blanes Viale. Un embriagador colorido. Fresco, alegre, feliz, derrama sus pinceladas con grueso empaste. La naturaleza hace lo demás. Los cielos azules y los blancos y verdes, entonan su armonía poética.

La serie de Carlos F. Sáez, con el retrato del Dr. C. Muñoz fortifica en cada presentación del Museo, un caso genial íntegro. Un “manchista” por encima de los más cotizados maestros de la Escuela Italiana.

Noble belleza de composición Torres García en Las lavanderas”.

Parece la obra de un clásico. Por la manera con que están ligadas las escenas y los planos. Porque el artista ha dado a sus drapeados una corriente simple pero alternada a los efectos de la luz y la sombra. Toda una entonación. Como quería el Maestro, como lo predicara siempre. Sólida “N. Muerta” se expone por vez primera.

Vuelve al Museo el cuadro "La fiebre amarilla"

Este gran cuadro, que supone una de las obras más importantes en su género del máximo pintor uruguayo Juan Manuel Blanes, aporta una concepción idealista, sin evadir la tremenda realidad que representa. El boceto que conocemos (Museo Histórico Nacional) es una cruda escena con más dramatismo visual. El pintor supo depurar aquella, su primera impresión para ofrecernos esta rica visión de intensas facetas
facetas dramáticas, al tiempo que se mira, con ternura, sin rechazar, sin molestar, aún cuando todo se une para integrar el símbolo de años de incertidumbre y dolor.

Y saltemos al ‘‘Paisaje” de Laroche. Un paisajista que tuvo en sus manos la poesía de nuestros campos. Su arte, tan personal, se enriquece con el tiempo. Una especial manera de plantear sus posibilidades expresivas. La masa de árboles, las copas verdes o doradas, los cielos claros, contrastan con una factura densa y cambiante. Dan la tónica a un pintor que deja un historial con pinceladas que se convierten en una oración; ya del alba, ya del atardecer, o del sol radiante del mediodía. Fuerte estudio de Carlos María Herrera, “El Labriego”. Se le conoce por sus retratos al pastel (especialmente), donde fue maestro. Pero quien estudie esta pieza, comprenderá por qué se llegó a estimar su ensoñada belleza de una época de retratista. Figura tratada a todo rigor de toque y pincelada justa, se convierte en una pintura de las más importantes del admirado pintor.

La colada

Autor: Joaquín Torres García (1874-1949)
Realizado: c.1903
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Medidas: 69,5 x 95 cm

Título: Cerco de tunas
Autor: José Cuneo (1887-1977)
Técnica: Óleo
Soporte: Tabla
Medidas: 146 x 97 cm
Realizado: c.1944
Ubicación: Museo Nacional de Artes Visuales
Exhibición: Sala 2

El movimiento de Figari

Una serie de Figari, con su inconfundible riqueza de matices, con sus motivaciones más originales aún, se proyectan con la gracia y el recuerdo de una época autóctona, que, al ser histórica, revela también que la vivencia de un clarividente artista, ejecutante imaginativo, se conecta con sus recuerdos y los renueva con expresionistas facetas figurativas.

Barradas la inquietud del ritmo

Barradas, con sus composiciones coloristas manchadas a ligera pasta. Apuradas para que no se borren de ese hálito fugaz con que el pintor desea plasmar la vibración y el ritmo. O cuando se detiene en “Los Magníficos”. Tipos que, casi marmóreos, quedan mirando sin ojos la grandeza de un artista único, personal, revelador de imágenes depuradas al máximo. Síntesis apenas visible en la cambiante realidad de la forma. Pero sí muy distintas y estilizadas en su interpretación plástica. Su infalible don de composición...

Y una sala dedicada a sus acuarelas y dibujos. Una sala nueva, con una colección de ensayos, apuntes, manchas, y cuadros con carácter.

Carmelo de Arzádun, en su etapa luminista. Junto a Cúneo y Laborde. Este, con un recordado cuadro de jugadores de tenis, que llevara a gran dimensión, y que fuera presentado en el Primer Salón Nacional. Una figura de Laborde magníficamente realizada. Seria muy largo enumerar todas las obras (380), en la que se Incluyen los artistas jóvenes junto a los ya consagrados como Vicente Martín, Damlanl, Prevosti, y tantos más que mantendrán el Interés de un museo que posee una gran sala de escultura, y exhibe grabados que comentaremos en próxima nota.

Nota del editor de Letras Uruguay:

Las obras incluidas en este texto figuran en el artículo publicado en el Diario "El Día", mencionado. Integran el acervo del Museo Nacional de Artes Visuales, ubicado en Tomás Giribaldi 2283 esq. Julio Herrera y Reissig Parque Rodó - Montevideo - Uruguay Tel.: +598 27116054 - 27116124 - 27116127 (internos)

Ver, además: Ampliación del Museo Nacional de Artes Plásticas y Visual - Escultura, dibujo y grabado - Suplemento Huecograbado del diario "El Día" - Montevideo, Año LII -N° 2627, 4 de marzo de 1984

por Eduardo Vernazza
 

Publicado, originalmente, en: Suplemento Dominical del Diario El Día Año LII - N° 2625 Montevideo 19 de febrero de 1984

Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)

Link del texto: https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/54445

 

Ver, además:

 

                     Eduardo Vernazza en Letras Uruguay

 

                                                                        Dennis David Doty en Letras Uruguay

 

Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)

 

Editado por el editor de Letras Uruguay

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

instagram: https://www.instagram.com/cechinope/

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

 

Ir a índice de ensayo

Ir a índice de Eduardo Vernazza

Ir a página inicio

Ir a índice de autores