Arte de fantasía e imaginación en los grabados de Luis Solari

por Eduardo Vernazza

Diario El Día (Montevideo, 7 de abril de 1973)

Título: Los novios
Autor: Luis A. Solari (1918-1993)
Técnica: Dibujo sobre collage
Medidas: 57 x 78 cm
Realizado: c.1965
Ubicación: Museo Nacional de Artes Visuales

Luis A. Solari es uno de los grabadores más fecundos de nuestro país.

Embarcado en un arte de difícil temática en su interpretación (máscaras, leyendas, mitología), creó como otros artistas en su género, un caudal de recursos que ha extendido en su técnica a cientos de obras que conocieron el éxito.

Sus exposiciones en el exterior, especialmente en EE.UU. —a donde fuera becado— han estimulado la complementación de su personalidad.

Se caracteriza por una fuerte riqueza de inventiva, en donde la transformación de los personajes patentiza una fantasía mordaz o irónica.

No es extraño, pues, que un mundo de fábulas absorba ese misterio que Solari deja flotando en la figura humana, a la que viste de atributos de la fauna; picos, alas, plumas y ojos avizores de agudas expresiones.

Todo ello compone una sugestiva estructuración que analiza con criterio plástico. Al que agrega el simbolismo, no escaso de un surrealismo que va desde el grabado a color al “collage”.

Nos cabe agregar aun, todo un acervo de alegorías, proverbios, y la humanización de los animales que representan (recordamos a Goya) en no pocas razones al propio hombre.

Debemos adjudicar a la imaginación el mayor caudal de virtudes en Solari. Sí agregamos a ello un muy superior concepto de la teoría y técnica del grabado, el agua fuerte, encontramos a un artista cambiado en muchos aspectos. Las planchas, de buena dimensión, y que se muestran en la exposición, curiosamente al lado del procedimiento, ilustrando al visitante, abordan nuevas ideas modernas. Que marginan, en parte, la habitual constancia del género que Solari trató hasta el presente.

Una simplificación total de la figura, compuesta por la geométrica función de su estructura, coadyuva a delinear lo que es posible llegue a configurar una expresión metafísica.

Fuera de catálogo se exponen algunas de tales piezas en colores, o a solo un color, con estudios en los que entra el artista a buscar la dimensión y el escorzo, como ejemplo y ayuda a una interpretación universal.

Es como poner la mano en las entrañas mismas de algo que aún no ha madurado. Pero que espera sacar de allí un origen nuevo que supere el símbolo cerrado a una fábula, para tomar vuelo hacia latitudes aún no confirmadas.

Quedan sus cabezas monstruosas esperando el dictamen de aquella fascinante fantasía que despliega en el colorido de sus “collages”, y que en invariable exaltación, desfilan como en una imagen, generada en el laberinto del dramatismo, de la sabiduría y de la fuente interior, en la que se nutre el artista.

Sería largo enumerar las 34 obras que componen el salón, una serie sumamente luminosa de color, que dentro de su más caracterizada manera, se exhiben con igual éxito en el hall de la Alianza Cultural Uruguay-EE.UU.

Solari: Sus grabados y la representación de las fábulas de Esopo - por Eduardo Vernazza - Suplemento Huecograbado del diario "El Día" - Año LII -N° 2614 Año LII Montevideo, 4 de diciembre de 1983

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