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Viejos cafés de Montevideo
por Sergio Stipanic

 

 
 

Alejandro Michelena se ha especializado en investigar los rincones de la ciudad de Montevideo, las historias de gentes y lugares, edificios y barrios. Y ha publicado varios libros. Además es bueno decir que comenzó escribiendo poesía y publicó dos novelas («Apartamento 108» y «El vuelo de la oca»).

«En Tupí Nambá fue un microcosmos dentro de la ciudad. Allí concurrían intelectuales, políticos, deportistas. El Sorocabana de los años cuarenta era un café de gente joven, contrastando con décadas posteriores donde concurría fundamentalmente la gente vieja».

Ahora nos ofrece «Montevideo: historias de gentes, reuniones y lugares», que ha sido publicado por la editorial Cal y Canto.

-Hábleme de su libro «Montevideo: historias de gentes, reuniones y lugares».

-Este libro de alguna manera pretende redondear aspectos planteados en mis libros anteriores sobre la ciudad de Montevideo y está dividido en cuatro partes que son bastante autónomas. La primera es «Geografías de la ciudad» y se trata de una recorrida por barrios, zonas de la ciudad, lugares. La segunda parte se llama «Tertulias» y es la historia de las reuniones culturales desde la época colonial. Trata de las tertulias de cafés y librerías. La tercera parte se denomina «Pinceladas y anécdotas». La cuarta se refiere a «Historias y personajes».

-¿Quiénes participaban en las tertulias del Tupi Nambá?

-El Tupí Nambá, el viejo Tupí porque hubo varios, estaba ubicado en la Plaza Independencia en la esquina de Buenos Aires. Tuvo una vida muy larga. El café empezó a funcionar en la década del setenta del siglo pasado. Allí se reunió la generación del 900, los bohemios del 900, Ángel Falco, Florencio Sánchez, Ernesto Herrera.

En la década del veinte hubo una tertulia llamada del grupo Teseo, liderada por Eduardo Dieste, a la que iban Paco Espinóla, Manuel de Castro, el poeta peruano Parra del Riego y su esposa Blanca Luz Blum, que fue la primera mujer que se atrevía a entrar sola a aquellos cafés.

Había en el Tupí peñas no sólo de escritores, sino de artistas plásticos. Por ejemplo, la que integraban Domingo Bazurro, José Cúneo, Bernabé Michelena. Allí se produjo un intercambio de creación que dio origen a libros ilustrados que hoy llamaríamos libros-objeto.

En la década del cuarenta en adelante allí, en el Tupí, se afincaron sobre todo grupos teatrales. Cuando su fundó la Comedia Nacional, empezaron a frecuentar el Tupí directivos como Justino Zavala Muniz, maestros como la propia Margarita Xirgú y actores como Guarnero, Candeau, Estela Medina, Estela Castro.

En el Tupí también había ruedas de políticos blancos y colorados. El Tupí Nambá fue un microcosmos dentro de la ciudad.

La torre del Hospital Pasteur, vigía de azoteas del emblemático barrio de la Unión

-¿Y el Sorocabana?

El Sorocabana de la Plaza Cagancha tuvo su vida propia al desaparecer el Tupí. El Sorocabana fue el heredero del Tupí, de esa condición de gran café.

El Sorocabana abrió sus puertas en 1939. Para la época era un café moderno, de estilo art-decó. Al principio era sólo para tomar café, y surgió por un convenio con Brasil por la estrategia del gobierno de Getulio Vargas para publicitar el café de Brasil en el mundo.

El Sorocabana de los años cuarenta era un café de gente joven, que contrastaba con la imagen del Sorocabana de épocas posteriores, donde era gente vieja la que concurría.

En los años cuarenta la Plaza Cagancha vino a suplantar a la Plaza Independencia como centro de reunión.

La Plaza Cagancha reunía al Sorocabana, al Ateneo, en los bajos del Ateneo al taller de Torres García, había varios teatros independientes por ahí cerca, estaba el Instituto Magisterial Superior, que en ese tiempo tenía profesores como Reina Reyes. Allí los jóvenes confluían en los cafés como el Ateneo o el Metro o el Sorocabana. Allí se reunían, por ejemplo, Idea Vilariño, Humberto Meget, Carlos Brandy.

Allí se veía pasar también a Felisberto Hernández, que en ese tiempo era más conocido como pianista. Allí también iba Benedetti.

La Plaza de Toros de la Unión fue inaugurada el 18 de febrero de 1855. Los días de «corrida» reunía 5.000 espectadores.

Sergio Stipanic
Últimas Noticias (Montevideo, Uruguay)
Domingo 22 de noviembre de 1998

El presente reportaje fue cedido por el entrevistado, en papel diario. Fue escaneado, procesado y publicado por el editor de Letras-Uruguay, el 15 de marzo de 2013

 

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