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Advertencia sobre "Juan Zorrilla de San Martín en la prensa"
Antonio Seluja Cecín

De entre las amarillentas y quebradizas hojas de El Bien Público, hemos extraído casi todas los trabajos hasta hoy ignorados o casi ignorados de Juan Zorrilla de San Martín. Ensayos y discursos integran esta recopilación.

Una paciente y penosa investigación, en la cual fue necesario revisar -entre otras cosas- más de cincuenta años de El Bien Público, nos puso al descubierto un abundante material periodístico y oratorio, cuya selección, anotación y ordenación, hemos procurado realizar en ardua y añosa tarea.

En su carácter de director del órgano católico -durante trece años- Zorrilla de San Martín escribió las páginas más diversas (artículos políticos, literarios, históricos, de arte, de crítica, etc.). La vida febril del periodismo exigióle muchos esfuerzos. En la voracidad de la hora, en la premura del instante, dio forma definida a numerosas ideas, que luego vieron la luz en circunstancias, a veces, harto difíciles para él y para la causa que defendía.

Hechos accidentales o del momento fueron motivo, de por si, para que compusiese editoriales perdurables por su hondura, por su perenne vigencia, o por su estilo vigoroso y pleno.

De cientos de editoriales, sólo hemos recogido aquellos firmados. Sin embargo, cabe a este principio general algunas excepciones que nos fueron impuestas por la naturaleza de los trabajos, pues en ellos se advierte fácilmente -no sólo por el estilo, sino también por referencias autobiográficas o por la índole del tema- que pertenecen al escritor uruguayo.

Por otra parte, excluimos todos aquellos artículos que si bien podrían atribuírsele, nos merecieron serias dudas, pues por entonces, otros periodistas talentosos -Francisco Durá, Mariano Soler y Francisco Bauzá- también colaboraban en el diario católico.

Apenas catorce o quince editoriales sin firma -la mayoría pertenecientes a su segunda etapa- que por su calidad y estilo nos parecieron estupendos, fueron incluidos en esta recopilación.

Ya al margen de la dirección de El Bien Público -después de 1905- Zorrilla de San Martín continuará colaborando esporádicamente en dicho diario hasta poco antes de su muerte. La mayoría dé esos trabajos fueron recogidos en libros. De esta época también seleccionamos algunos ensayos.

Por otra parte, hemos exhumado de diversas publicaciones nacionales y extranjeras, artículos de distinta índole. Así, por ejemplo, varios trabajos históricos aparecidos en diarios y revistas españoles durante su estada en España con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América, muchos de los cuales, fueron reproducidos por El Bien Público,

Cabe preguntarse ¿por qué no recogió Zorrilla de San Martín en libro, ni incluyó posteriormente en sus Obras Completas estos trabajos olvidados -en su mayoría- entre las viejas hojas del diario católico? Tal vez el deseo de no exhumar páginas juveniles, nacidas -muchas veces- de la premura del tiempo y por lo tanto, de clara inmadurez; o acaso consciente de una superación estética posterior, prefirió olvidar piadosamente aquellos ensayos nacidos en su combativa juventud y superados con los años; o el temor de mostrarse -ya consagrado literariamente- ante un público que lo admiraba y lo ovacionaba, con una producción -que a su entender- nada agregaba a su gloria, y sí podía empañarla. O por último, el olvido involuntario.

Otro tanto podemos decir de los discursos no recogidos por Benjamín Fernández y Medina[1], ni agregados posteriormente en la edición definitiva[2]; de ellos, algunos juveniles, inmaduros; pero muchos enérgicos, vibrantes de fe patriótica y religiosa, pertenecen a la etapa de vigoroso ardor oratorio o al periodo de plena madurez literaria, que le valieron su consagración en el mundo hispánico.

Hemos intentado también una clasificación -arbitraria como toda clasificación- que responde, inexcusablemente, a la necesidad de ordenar los temas, tan disímiles, con el objeto de facilitar su comprensión y su lectura, mediante una sistemática y adecuada ordenación.
La prosa la hemos dividido en siete rubros: I) Semblanzas II) Páginas de arte; III) Crítica literaria; IV) Editoriales políticos; V) Ensayos históricos; VI) Artículos religiosos; y VII) Miscelánea.

A veces nos ha sido difícil incluir un articulo en determinado grupo, por la ambigüedad del tema o por la prevalencia -dentro del mismo- de uno de ellos.

En el primero, Semblanzas -el más amplio- recogemos todas aquellas páginas sobre figuras literarias, políticas, religiosas o históricas, de quienes Zorrilla de San Martín escribió notas o ensayos con motivo de acontecimientos o fechas trascendentes. Así, por ejemplo, dos artículos estupendos sobre Artigas y un editorial sobre Lavalleja, nos han parecido más del caso incluirlos aquí, que en el rubro Ensayos históricos, en razón del enfoque particular que dio a los héroes.

En lo que atañe al último, Miscelánea, ha servido para recoger en él, todo lo de difícil clasificación, o que por su contenido -tan vario y complejo- seria necesario crear múltiples grupos. De esta manera, obviamos extensas e innecesarias clasificaciones, que podrían conducirnos a minimizar las categorías.

Los discursos, a su vez, los hemos agrupado en cuatro rubros:

I) Discursos religiosos; II) Discursos históricos-patrióticos; III) Discursos políticos; y IV) Discursos literarios.

Puede decirse que en las dos primeras categorías, Zorrilla de San Martín fue un orador excepcional. Patria y religión dominaron su espíritu en forma conjunta y preeminente, y su existencia giró en torno a esos dos grandes amores: culto imperecedero de su alma. En muchos discursos, ambos temas se dan confundidos, pues hizo de ellos un haz único e indisoluble: síntesis perfecta de un doble y grande amor.

En lo que tiene que ver con los discursos políticos, incluimos los dos pronunciados con motivo de la erección a la primera magistratura del doctor Julio Herrera y Obes, amigo personal del poeta uruguayo.

Por último, damos fragmentariamente -pues así lo recogió la prensa- un solo discurso literario, el que pronunció en las exequias del poeta Amado Nervo.

Dentro de cada grupo mantuvimos -no obstante- un riguroso criterio cronológico, incluyendo -siempre- en primer término, aquellos de más antigua data.

Este trabajo tiene por finalidad esencial, mostrar íntegramente, a través de muchas páginas estupendas, la personalidad literaria, tan proteica de Zorrilla de San Martín, en facetas hasta hoy desconocidas para el lector de lengua española.

Notas:

[1] Conferencias y discursos. Buenos Aires. Maucci Hermanos e Hijos. Montevideo. Bertrán y Castro. Segunda edición aumentada (sin fecha).

[2] Conferencias y Discursos. Montevideo. Imprenta Nacional colorada. 1930. (Tomos 11º, 12º y 13º) de las Obras Completas.

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