Martes, 11 de julio, 2006 - AÑO 7 - Nº2246

Comenzó como tratamiento para enfermos oncológicos en avanzado estado de gravedad

La medicina paliativa alivia el dolor para vivir con dignidad últimos días

Cientos de uruguayos reciben al año tratamientos de medicina paliativa, técnica que alivia el dolor de los enfermos terminales. En Uruguay se practica en la mayoría de las instituciones de salud tanto públicas como privadas desde el año 1994.

Matías Rótulo

Aquel fin de semana habían festejado el cumpleaños de su hijo más pequeño. Al otro día se irían en otro paseo de verano los tres. Pero algo inesperado hizo suspender el viaje. El teléfono sonó pasada la medianoche y la voz de la abuela del nene -que hacía pocas horas había estado junto a su nieto, yerno e hija festejando los seis años del chiquito- se escuchaba entrecortada. Ese llamado fue el detonante que marcó el comienzo de una larga carrera contra la muerte.

El caos

"Las esperanzas son mínimas", les dijo el oncólogo a la familia un mes después del decaimiento de aquella noche. Desde allí nada sería igual, ni para esta familia ni para ninguna que tenga que vivir el vertiginoso proceso biológico por el que todo ser vivo se somete al nacer, crecer, e indefectiblemente morir. El caos comienza a rondar en la familia y la angustia no se hace esperar, el dolor del paciente es cada vez más fuerte. El proceso ha comenzado, y sólo queda esperar el día del adiós definitivo. Sin embargo, hay quienes se resisten a esperar ese día, sufriendo el dolor que la enfermedad ocasiona. Entonces vuelve a surgir la esperanza, la única que queda, aliviar el dolor, para vivir los últimos días de una manera digna, y humana tanto para el paciente, como para su entorno afectivo.

Alivio y dignidad en últimos momentos

En la década de 1960 Ciceley Saunders, una enfermera inglesa que años más tarde hizo un doctorado en medicina, comenzó con una técnica de alivio del dolor aplicada a pacientes en avanzado estado de enfermedad y denominados "terminales". Años después, dicha técnica médica sería bautizada en Canadá como es conocida hoy internacionalmente: "Medicina paliativa". Comenzó siendo un tratamiento para enfermos oncológicos en avanzado estado de gravedad de su mal y se extendió a otras patologías, ya que el motivo del tratamiento es el mismo: "aliviar y hacer más digna la vida en los últimos momentos". Así lo definió a LA REPUBLICA el doctor Roberto Levin, oncólogo y ex profesor adjunto de la Facultad de Medicina. Levin dirige hoy en el Instituto de Oncología del Hospital de Clínicas, la Unidad de Cuidados Paliativos (UCP).

El apoyo familiar

Levín explicó a LA REPUBLICA, que "la medicina paliativa trata a pacientes con enfermedades crónicas progresivas e incurables". Destacó que la ayuda no es sólo para el paciente, sino para "el ámbito familiar ya que se ven desbordados por la situación". El tratamiento se puede brindar tanto a pacientes internados en hospitales, o en cuidados domiciliarios. La ayuda también cuenta con una cuota importante de participación de los familiares. Levin dijo en tal sentido que "al principio la familia se ve desbordada, y por momento se niegan a hacer tareas de ayuda al enfermo como la higienización o las curaciones, pero a la semana ya son unos 'campeones' en la materia".

La ayuda a la familia incluye además de la capacitación básica en atención al paciente, la visita del grupo completo de medicina paliativa al mes del fallecimiento del paciente en lo que se llama "visita de duelo". En caso de ser necesario, el equipo brinda apoyo sicólogo a algún familiar para superar el difícil trance del fallecimiento de su ser querido.

"El éxito del trabajo es aliviar el dolor"

Los grupos de apoyo de medicina paliativa son de cuatro a cinco miembros, más la intervención de los familiares. Se trata de que cada grupo de medicina paliativa no atienda a más de cuatro pacientes por vez. Si bien el éxito del trabajo médico es salvar vidas, en este caso -y sabiendo que el enfermo corre un alto riesgo de morir-, se trata "de aliviar el dolor de la mejor manera y atenuar los traumas de la familia", dijo Levin.

Destacó que se trata de evitarle al paciente el "encarnizamiento terapéutico", haciendo referencia al sufrimiento que tienen los pacientes que están atravesando por enfermedades que generan fuertes dolores físicos y emocionales.

Los éxitos

Según Levin, con el tratamiento de medicina paliativa se ven rápidamente los éxitos en materia de "alivio del dolor". Los tratamientos de medicina paliativa ayudan a los pacientes en estado consciente, que saben de su enfermedad y de la gravedad de la misma y a su vez se les informa que están recibiendo tratamiento paliativo del dolor. El tratamiento incluye los fármacos y el apoyo sicológico ya que "si un enfermo sabe que recibe tratamientos paliativos, sabe que es un enfermo terminal". Destacó que "a los pacientes terminales que reciben este tratamiento, no se les prohíbe nada, ni fumar, ni comer algunos alimentos dañinos para su salud por más que agrave su situación". Dijo también que en estos casos se trata de convencer a la familia que lo deje darse los gustos, ya que "también es una forma de aliviar el dolor" y agregó que "la familia puede pensar que le está haciendo un bien prohibiéndole cosas, pero no es así ya que los puede afectar emocionalmente". Aclaró que "no debe confundirse eutanasia con cuidados paliativos". Ambas son decisión del paciente y la familia. "El paciente al estar consciente de su situación define si quiere recibir la ayuda de los cuidados paliativos o no", destacó Levin. Dijo también que "la eutanasia desaparece con buenos cuidados paliativos ya que los tratamientos permiten un nivel de vida mucho mejor que si no los recibiera". Hoy los cuidados paliativos son avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda que la atención al paciente comience desde la primera etapa de la enfermedad.

Matías Rótulo
La República
Martes, 11 de julio, 2006 - AÑO 7 - Nº2246 

Ir a índice de Periodismo

Ir a índice de Rótulo, Matias

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio