Por el camino del recuerdo

 

Había transcurrido la primera semana del mes de Enero de 1949, recién habíamos salido de las fiestas de fin de año, pero la juventud necesita quemar sus energías. Desde muy temprana hora de la mañana, mi pequeño apartamento está muy concurrido, como es día feriado tendría que haber dormido un poco más. Los primeros en llegar, como siempre son los viejos amigos Juan y Rosa, me recriminan un poco por no haberlos esperado con el mate pronto, eso me causó un poco de risa, que dicho sea de paso es muy buena a temprana hora.

Me levanto, abro la ventana de mi cuarto y ante todo respiro el aire puro, como un proceso sutíl ante la naturaleza.

Sentada en un rincón está Aida, con muestra de cansancio, mientras que larga un prolongado bostezo como dando una señal de haberse levantado antes de lo acostumbrado.

Habíamos quedado unos cuantos amigos, la mayoría estabamos unidos sentimentalmente o algo parecido a pasar el día a un balneario de la costa, no importaba el sexo, eramos todos amigos sin vuelta de hoja, había una gran amistad ante todo, y mucha confianza.teníamos o debíamos evitar al máximo, cualquier acontecimiento, que estuviera lejos de lo normal, para evitar dolores de cabeza, era como un dogma dentro de una dotrina y en eso debíamos ser muy cuidadosos.

Cuando estabamos a punto de partir, aparecen unas personas corriendo, que a la distancia calculamos que eran algunos de los nuestros, en efecto los esperamos y marchamos todos juntos hacia la costa. Arrancamos con gran cantarola, es una vieja tradición conocida en la juventud uruguaya, como una demostración de una alegría desbordante. Esta es una pequeña muestra de un espejo permanente de la juventud, en el que deseamos mirarnos imaginándonos como miembros de una estirpe de una generación que no morirá jamás, mientras haya alguien que nos recuerde, como en este caso.. Alicia me alcanza un mate medio chorriado, me dice que es por el movimiento del omnibus, pero preferimos llegar a destino, y empezar una nueva cebadura, pero hemos descubierto que nos ha pasado algo de lo más insólito , es para no creer entre tantos materos nos habiamos olvidado de la yerba, no hubo problema paramos en un comercio compramos y todo quedó resuelto. Como quien no quiere la cosa, miramos para el fondo del omnibus y vemos a la tía de Miriam; una señora mayor que sin ella sus padres no la hubieran dejado ir, y menos con su novio. Aceptamos de buena manera por la razón de que esta señora es muy pinga, y tiene unos pensamientos progresistas que da gusto escucharla. Alguien en tono de broma le dice a Miriam; ¿ Vinistes con la policia? Refiriéndose a la presencia de la tía ! No seas malo! ¿ Vos sabés como son los viejos? Y se le llenaron los ojos de lágrimas, mientras que   Pedro pidió que suavisaran la cosa, habíamos ido a pasar un día feliz, el sol brillaba con todo su explendor. Un día fantástico, mientras buscamos la formula de colocar un toldo para protegernos del fuerte sol, otros ceban mate y la mayoria de las muchachas preparan ensaladas y todo lo necesario para acompañar el asado. Hay una coordinación muy buena,, es digna de una mensión especial, no sólo por eso   sino por la condición moral de los muchachos que van cumpliendo al pie de la letra lo que habíamos hablado antes de salir, pero por lo visto todos tienen la cabeza bien plantada.

Somos cuarenta y seis personas, algunos amigos han llegado con locomoción propia, de tantos que somos las conversaciones se entreveran y a veces se siente sólo un murmullo. Todos estamos felices de eso no cabe ni la menor duda,, todo va saliendo como lo esperabamos, todos somos de la misma condición social, eso será la razón de entendernos tan bien

Olga se encuentra con dolor de cabeza, quizá haya estado mucho tiempo expuesta al sol. Unos se han protegido bajo unos añejos árboles, otros han comezado a memorear cosas del pasado, no quiero dar mi opinión porque todas son mujeres, me da gusto sentir los comentarios y discuciones, no estoy empapado en ese tema, lo peor que hay es navegar en la incertidumbre. Susana ¿ Cómo van tus estudios? Bien por el momento el 15 de Marzo comienzo las clases en primer año de magisterio, mientras que desde un rincón se siente la voz de Pedro que dice a todas voces: Pedro seguirá con la venta de libros, pero no se a quien se dirige habiendo tanto alboroto, que sin duda son los arrebatos románticos de la juventud

Las muchachas se han hecho amigas de un perro ovejero alemán, que según un lugareño lo habían abandonado hacía unas cuantas semanas.El asunto era quien se lo quisiera llevar tenía que hacerse responsable de el animalito. Así es Pantaleón y Teresa se lo van a llevar, es un pastor alemán que está descuidado, pero es un buen perro, se lo llavarán para el nuevo domicilio de ambos. Se barajan varios nombres, pero eso es lo que menos interesa, lo importante es que un animal abandonado, pasa a ser animal de compañia. Sigue haciendo un día radiante de sol, un día fantástico para estar en contacto con la naturaleza, pero es   imposible andar por la arena, la temperatura es muy alta y quema los pies. Nos sentamos bajo el toldo, otros se sientan bajo los pinos y algunos se cubren el cuerpo con cremas, para evitar el ardor en la piel. Se sienten conversaciones muy variadas, algunas llenas de amor, otras de reproches pero todo en términos muy fraternales, si algún malestar hay proviene de el cansancio.

El cabezón Humberto trabajó toda la noche en la gomería y Tota su compañera pidió que lo dejaran dormir un poquito más bajo los pinos que corre una suave brisa. Algún vivo, utilizando gran habilidad le colocó un palito entre los dedos de los pies, se levantó medio enojado, pero cuando empezó a comer el rico asado, se despabiló y se reía de la ocurrencia de alguno en hacerle esa broma. Con esta generación tenemos sobrados motivos, para mantener una profunda amistad, nos une una vieja tradición, ese es el motivo de tanta confianza entre todos

Chela, la hija del bolichero del barrio, me vió que tenía la piel muy colorada y me pasa crema protectora en la espalda, no nos une ningún vinculo amoroso, sólo el afectivo, ya que nos conocemos de niños. Yo tenía unas ganas de contar unos cuentos verdes que en ese momentro eran inéditos me parecía ambiente para ello, por fin encontré a quienes me escucharon y comenzamos un mano a mano, se juntaron otros que querian mostrar sus virtudes en el arte de contar cuentos y que sean interpretados por todos. El éxito fue total, vinieron otros bañistas de otros campamentos y demostraron ser buenos cuenteros.

Hay un grupo que comenzó con una charla informal y se ha formado una tertulia muy interesante. Cada cual da su opinión, el cual los demás escuchan con suma atención, como siempre todo se basa en política o deporte y siempre se apoya al que esté más cerca de la verdad. Los encargados del asado avisan que está todo pronto, tienen que venir a comer pronto porque sino el asado se pasa, van cayendo rápidamente y se van acomodando en distintos sitios, donde se encuentran más cómodos. Chorizos, morcillas y mollejas, están deliciosos y el asado ni les cuento, yo tenía tanta hambre que parecía un lobo comiendo.

Mucha gente que está   en la playa nos mira con insistencia, o es por el rico olor que despide la carne asada y que dicho sea de paso es el manjar de nosotros los uruguayos, pero eso no nos preocupa en absoluto.   Somos un grupo de amigos, que entre todos formamos una piña y estamos disfrutando de un día maravilloso de sol.

Bueno parece que hay un nuevo romance, nadie lo puede creer, es Julia, la muchacha que jamás se le conoció novio alguno, parece que en su vida a tenido mala suerte, esperemos que todo le salga bien, porque ya tiene treinta y pico. El invitado no es amigo de nosotros, sino de Julia, lo llaman Eli, trabaja en una textil, después nos enteramos que se llama Elisendo.

Eli   le da comida en la boca a Julia, nos parece muy bien aunque alguno debió aguantar la risa. De ha rato las conversaciones suben de tono, son cosas pequeñitas pero selectas. La dulzura de las muchachas, es un sentimiento intransferible, son el símbolo de la belleza que llenará sin duda nuestros sueños.¿ Qué ha pasado? Varios compañeros nuestros corren hacia la playa, ahí están Julia y Eli¿Qué pasa? Parece que a Eli lo que tomó se le fue a la cabeza y zamarreó a Julia y esta se puso a llorar. Menos mal que te pasó ahora y no después? ¿No parece, Julia? Le dice Teresa cariñosamente. Julia pide perdón a todos, pero todos comprendemos que ella no es la culpable en absoluto Pobre Julia , es tan buena que la persigue la mala suerte, en cosas del amor. Quisimos plantearle algo a Eli, para que reflexionara pero no quiso hacerlo y se marchó hacia Montevideo en un omnibus indepartamental. Al perrito abandonado, lo han bautizado “El Bienvenido” en estos momentos está entretenido con unos huesos, ni él se imagina en las manos que cayó, hasta los animales tienen marcado su destino.

La alta temperatura y el fuerte sol no nos da lugar para movernos mucho, menos mal que han traido naipes, y se han puesto a hacer partidas de truco en parejas y cada vez se va poniendo más bueno, para muchos cuando les entre el cansancio, van a dormir hasta Montevideo.

Las damas calentaron agua y lavaron las cosas en que habiamos comido, y luego se fueron todas juntas a darse un baño.

Varios se han quemado demasiado y sienten frío. Lentamente se va acercando la hora del regreso, son las 17 horas, Aida gran matera calentó agua llenó el termo para el regreso.

La tía de Miriam hizo un discurso improvisado, pero lleno de calor humano y entre otras cosas dijo sentirse orgullosa de esta magnifica muchachada, que todos han dado un gran ejemplo; hubieron varios que gritaban Bien doña!!!, Julia quiso decir algo pero le dijeron que no se preocupara, que ella seguirá siendo amiga de todo el grupo. Comenzamos una colecta para el chofer, pero no la aceptó, dijo haber pasado un   día al tope, al tiempo que como persona de bien, agradeció a todos.. Ya venimos cerca de la Cruz de Carrasco, los que no se han dormido vienen hablando de todo tema, pero el principal tema es el carnaval. Por fin llegamos hay un malestar en una pareja, pero son cosas puras del amor.

Estoy en casa de mi madre, me he bañado y voy a dormir un poquito, con miras de salir en esta noche hermosa de carnaval, no hay que perdérselo y estar orgulloso de poder quemar algunas enegías. Pantaleón y Teresa se han casado el viernes de la semana pasada, por el civil y el sabado lo hicieron por la iglesia. Por la noche fiesta corrida, entre familiares y amigos, los padrinos se pasaron y no dejaron faltar nada, lástima que los novios se fueron temprano argumentando que se iban de viaje. A todo esto, la madre de la novia entre sollosos, se lamentaba que su hija ya no va a vivir más con ella. Después nos enteramos que lo de la veterana es puro teatro, ya que su hija vivirá al fondo de su casa, donde tiene un apartamento.

Bienvenido se ve que está sumamente cómodo y dueño de casa, el pelo del perro brilla está hecho un principe. Eugenia es la chica más humilde que he conocido, debió madurar a la fuerza, ella está muy triste porque su hermano menor sufre de adipsia y pasa largos períodos sin tomar líquido, pero la pena nuestra es, porque estos muchachos son huérfanos de padre y madre, lo que se han tenido que arreglar sólos, pero en el barrio son muy queridos.

¿Qué opinas del sufrimiento ajeno? Le pregunta Teresa a su flamante marido, que dicho sea de paso, está profundamente enamorada y orgullosa de su nuevo estado civil. La verdad cariño, que esa es una pregunta sin sentido, nada se puede decir del sufrimiento ajeno, sino lamentarse, porque todo el mundo tiene derecho a ser feliz.

Estamos en una época de grandes convulciones mundiales, para nosotros los que somos jóvenes todo sigue igual, aunque no nos apartamos lo que está sucediendo en el mundo.

Han pasado varios meses, ya estamos en pleno invierno, los dias son cortos y fríos hay que recogerse temprano. Me voy a la casa de mi madre, donde me espera con el mismo calor de siempre. Son las 17 horas, hay mucha tormenta y el tiempo nos anuncia una noche prematura. Es domingo la panadería Aires Puros de los hermanos Calbelo, hacen un pan malteado, que es especial para acompañar el mate de la tarde y allá vamos. Hace algunas horas vienen anunciando la llegada de un fuerte temporal, que está a punto de comenzar. Lentamente se va oscureciendo, las descargas eléctricas son más frecuentes, ya llueve a cántaros, los entendidos auguran que el mal tiempo seguirá por una semana más. El tiempo ha pasado velozmente, ya estamos en 1954, y tengo veinte y tres años. Me encuentro con la desdichada Julia, siempre con sus ojos bellos que deja entrever, los más delicados sentimientos, por fin a encontrado su bienestar y está a la espera de un bebé. A pesar de los contrastes que ha sufrido en la vida, Julia posee una reconocida bondad y persona de bien, nos llena de alegría que haya formado su hogar, pero la verdad que no le resultó nada fácil.

A medida que pasa el tiempo todo llega a su fin, a muchos le hemos perdido los pasos, otros son peregrinos de la gloria póstume. En esta larga historia de la vida misma, que sin duda fue el símbolo de la amistad y de una época, que nos a tocado vivir. Pienso que volverá a renacer aquel antiguo hechizo que se ha estinguido a la sombra de los tiempos. Por eso queremos rescatar del recuerdo, cosas muy queridas como pocas y que tienen reservado un lugar en nuestros corazones.Pero estoy seguro que habrá un despertar en el más allá.

Venancio "Pocho" Rivero

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