Hacer la América

 

Giuseppe y Sofía, fueron unos de los tantos italianos que venian ”Hacer la América” y regresar a su Italia natal. La mayoria de los italianos que inmigraron a nuestras tierras iban a ganar dinero, a costa de su duro trabajo. Giuseppe era de origen campesino, tenía sus manos curtidas de tantos años realizando las mismas tareas, allá por el norte de Italia, de donde era oriundo, lo mismo que Sofía. Llegaron a nuestras tierras, cargados de ilusiones, unos años antes de que comenzara la segunda guerra mundial. Con el poco dinero que traían, arrendaron un campo, a orillas del río Santa Lucia, con la sola garantía de sus brazos, jóvenes, fuertes y experimentados en tareas campesinas. Allí comenzaron a sembrar semillas que ellos traían en sus modestos equipajes. Debido a su juventud pudieron soportar, la larga travesía muy dura y llena de sufrimientos, pero al final llegaron. Todo comenzó bien, Sofía lo ayudaba mucho a Giuseppe, pero al poco tiempo Sofía quedó embarazada y la única ayuda que tenía Giuseppe fué mermando a medida que pasaban los meses. Pero Giuseppe no aflojaba, al contrario redoblaba esfuerzos, para sacar cuanto antes alguna cosecha, que tanto necesitaban para vivir un poco mejor. Como la tierra es gorda, no necesita ayuda, manifestaba Giuseppe. Entre cosa y cosa Giuseppe está contento y dice: “Italiani sono famosi in tutto il mondo” mientras que viven muy modestamente, en un viejo establo, que Giuseppe lo va mejorando dentro de sus posibilidades, pero comprende que todo principio es duro, y Sofía debido a su estado hace las tareas domesticas. Varias personas del lugar le han ofrecido ayuda, en lo que haga falta y Giuseppe se ve sorprendido por la bondad de los vecinos, de campos aledaños. A las personas trabajadoras como estas, no hay que perder un minuto y ayudarlas, decía una señora de un campo vecino. Otro llega con un modesto arado y una yunta de bueyes, y da vuelta un pedazo de campo. Giuseppe se vuelve a sorprender, por la solidaridad de la gente vecina y no sabe como agradecer ese magnifico gesto. Nace su primer hijo, dentro de las dificultades que es de suponer, y le ponen de nombre Nito, en homenaje y recuerdo de su abuelo paterno, que aún vive en el norte de Italia. Acelgas y lechugas, falta poco para cosecharlas, los tomates demorarán un poco más, pero sin duda saldrá buena cosecha. Los vecinos están dispuestos a ayudarlos y protegerlos, ya que no tienen a nadie que mire por ellos. El pequeño Nito a medida que pasa el tiempo está cada vez más bonito, y pronto lo van a bautizar, los padrinos serán Jacinto y Adela, las personas que más se han preocupado del niño. Entran a ganar algún dinero, pero deben gastar lo necesario, para poder enfrentar la vida de otra manera, teniendo algunos ahorros. Giuseppe piensa que en un tiempo no muy lejano, poder adquirir en forma difinitiva, la chacra, con la ilusión de hacer una casa nueva, para que su familia viva más cómoda.

Pero la vida del jóven matrimonio y su pequeño niño continúa entre terrones y terrones, pero lo principal que todo marcha bien, y el próximo sabado bautizan a Nito. Los padrinos pricipalmente Adela a organizado una fiesta familiar y van a venir los amigos más cercanos del pago. A esta altura, Giuseppe y Sofía se han ganado la simpatía, de los vecinos del pueblo, sólo por su condición de ser gente trabajadora. Entre otras cosas, han cosechado muchas cebollas y ajos, que ya han marchado para la capital. Entra buen dinero, pero hay que pagar el arriendo y comprar nuevas semillas, pero queda un margen para el gasto familiar, y para que en el futuro los sueños se puedan hacer realidad. Cada dia que pasa, piensa más en la compra de la chacra, pero todavia es prematuro pensar en eso, por ahora sólo son sueños.

A Sofía le queda sólo un mes para tener su segundo vástago, lo que venga esta bien, se sienten sus ruegos, que venga con salud. Giuseppe y Sofía sienten mucha nostalgia de su Italia tan querida, pero se conforman entre ambos, cuando su esposa e hijo duermen, él hace planes, si todo sale como hasta ahora, en poco tiempo puedo mandar a Sofía de vacaciones a Italia, siempre y cuando la guerra haya teminado. El pobre Giuseppe, piensa en todo lo mejor para su familia, ya que ellos son parte de su vida. Sofía está bastante pesada y se encuentra molesta, la comadre la lleva a la casa de su hermana, en la capital, unos dias antes de tener familia para que todo salga mejor, ya que su casa está en el medio del campo.

El 30 de Mayo nace otro varón, que trae más alegría al humilde hogar. El propietario de la chacra donde vive y trabaja Giuseppe, le ha regalado bastante material, para que pueda arreglar el rancho de la mejor forma posible, agradece todo con mucho entusiasmo.

Al pequeño niño le han puesto de nombre Julio César, con seguridad se va a criar al lado de Nito,su hermano mayor, y sin duda al dulce trino de los zorzales, con su canto salvaje y bello, como si fuera un juguete para el niño. Giuseppe piensa en el próximo invierno no quiere estar en el establo, es hora de tener algo mejor.. Varios vecinos,, personas fuertes, acostumbrados a la dura tarea del campo, han dispuesto trabajar cuatro dias por mes para construirle la casa a esta familia tan humilde. Giuseppe hace un asado a la parrilla, y Sofía otros manjares que le enseñó su madre en Italia. Giuseppe, toma por primera vez mate amargo, es dificil describir su cara al primer sorbo, pero parece que le gustó por que siguió tomando. La casita está ubicada en lo alto de una pequeña cima, para evitar complicaciones en caso que el río Santa Lucia desborde su cauce.

Giuseppe compra un caballo tordillo, impresindible para la tareas de campo, la casita está casi pronta, le han hecho un camino de piedras coloradas, que le dan un tinte de elegancia.

La casita está terminada, es ahora Sofía la que debe demostrar el buen gusto para adornarla, pero está quedando hermosa. Mientras los niños duermen, Sofía trensa restas de ajos, para la venta. Julito ha pasado la noche con un poco de fiebre, la noche no lo ha pasado nada bien, son problemas de los primeros dientes.

De la familia Furtado saldrán en fija los padrinos de Julio, es una familia muy numerosa, no sabemos a ciencia cierta quienes serán los padrinos del pequeño. Confirmado los padrinos serán, Miguel y Mirta y lo bautizarán dentro de dos semanas.

Estamos a 4 de Julio de 1942, la Segunda Guerra Mundial, está con todo su vigor. La radio hace un triste comentario, sobre los campos de concentración nazi, el de Buschenwald. En este mes de Julio, la primera “Selección” en la plataforma de descarga de Auschwitz, entre los judios transportados   desde Eslovaquia. Estos comentarios, en este país donde reina una paz total, esas noticias nos traen mucha tristeza, de todo lo que está ocurriendo en el viejo continente. Aquí las informaciones son amplias y duran varias horas. Nito ya tiene seis años y está en primer año escolar, su padrino lo lleva todos los dias a la escuela a caballo, y Julito ya tiene tres añitos. En primavera y verano las cosechas han sido abundantes, ya tienen buenos ahorros, Nito ya está en cuarto año escolar. Giuseppe y Sofia están pensando, que cuando Nito termine el grado escolar, todo va a ser más dificil, por la razón que tendrá que cursar estudios superiores. Estos queridos tanos, no quieren ni pensar, el día que tengan que abandonar el lugar, nos va a dar enorme pena, tener que dejar a tanta gente querida, pero todavia no hay que pensar en eso, vamos a vivir el presente, manifiesta Sofía. Ya estamos a fines de 1943, a medida que pasa el tiempo, como es lógico Giuseppe y Sofía van entrando en años, pero los malos tiempos han quedado para atrás. Adriana una chica amiga de la zona, se casa, piensan alquilar un local bien amplio, para que vengan amigos de zonas aledañas.

En Europa, las tropas alidas van avanzando de manera asombrosa, a esta altura se siente la derrota del enemigo. Hoy es 6 de Junio de 1944, día D Las fuerzas aliadas occidentales desembarcan en Normandía. Volviendo al tema que nos ocupa, la mascota de los padres y los vecinos es Julito. Giuseppe con asesoría de algunos amigos, compra una casa muy barata en la capital de Montevideo, una zona muy concurrida por gente a todas horas del día. La casa necesita alguna reparación , pero eso es lo de menos, ya tienen la casa que es lo más importante. En la chacra hay cantidad de hortalizas, un poco más estará Sofía con los niños,él seguirá plantando un tiempo más. Para Giuseppe y familia va a ser dificil abandonar la chacra, donde en su alrededor hay gente tan querida y que guardan recuerdos muy hermosos, aunque Giuseppe piensa conseguir un medianero, para no abandonar del todo ese lugar donde salió por muchos años el sustento de su familia, pero a sus amigos, no los olvidaran jamás.

Giuseppe debuta como feriante, en ferias montevideanas.

En Europa, por fín, 7 y 8 de Mayo de 1945 Alemania se rinde, el día V. La guerra en Europa ha terminado, queda para atrás mucho dolor, muerte y desolación. Nito está a punto de finalizar el curso escolar. Por el momento Sofía se trasladará a la nueva casa, por la razón que su hijo comienza dentro de muy poco, cursos superiores.

Llegan los años dificiles para el matrimonio, pero la lucha es incansable y continúa. Giuseppe consigue un medianero, para no abandonar del todo la chacra y que a pesar, el enorme sacrificio que se hizo para salir adelante, a su alrededor están sus amigos de siempre y que ellos los cuentan como parientes. Giuseppe está estudiando un poco, quiere sacar el permiso de conducir, pues ha comprado un Ford viejo, que marcha a gasógeno (Carbón) ya ha entregado la tierra al medianero y él comienza como feriante, tarea bastante dificil y compleja para él, pero sin lucha no se obtiene nada, manifiesta Giuseppe. El matrinonio quiere que sus hijos estudien, porque la educación es el mejor vínculo para logran una integración social, pero de ningún modo abandonarán a sus viejas amistades, que para ellos son parientes. Llega el día de la boda de Adriana, le tuvieron que suministrar un calmante, para tranquilizarla un poco, las personas encargadas de la organización de los festejos, han adornado muy bien el enorme salón. Ya se han casado, la fiesta sigue a todo vapor y animada por gente joven, la alegría es desbordante, no es para menos, es el casamiento de dos amigos. Sofía y los niños se van a quedar a dormir en la casa de los compadres. Una como amigo, ayuda a la limpieza despues de la fiesta, y de todo lo que se necesite. Los novios se van, todos los asistentes a la boda salen para afuera para despedirlos, con gran algarabía, como se acostumbra en estos casos. Sofía conversa animadamente con su comadre, lo cual le promete venir seguido, a quedarse hasta el otro día, para disfrutar un poco más de la amistad tan pura que hemos cosechado en todos estos largos años, y tambien de los niños. Estamos en el año 1951, Giuseppe siente mucho dolor en las articulaciones, según él, está pagando el frío que tuvo que soportar en su juventud, aunque recién cuenta con cuarenta y ocho años, Nito es igualito a su madre, en cambio Julio es el fiel reflejo de su padre. Ahora con el paso de los años es Giuseppe que siente en repetidas ocasiones nostalgia de su pasado en su querida Italia, recibe una y otra vez carta de familiares que están tan lejos y piensa mucho en ellos.

Por las noches, cuando el sueño tarda en llegar, Sofía le hace un breve comentario, de cuando se conocieron en Venecia, hace muchisimos años, es una buena terapia que aplica Sofía, para que Giuseppe no sufra tanto, con los recuerdos.

Llega el cumpleaños de Giuseppe, su familia le prepara una fiestita en compañia de sus familiares y de aquellos amigos que le tendieron la mano incondicionalmente. Sofía y sus hijos, le van a dar una sorpresa al jefe de familia y compran un pasaje de ida y vuelta para Italia en el más absoluto secreto. Julito es el encargado de entregárselo a su padre ¡Qué sorpresa! Al pobre Giuseppe se le cayeron las lágrimas y que a pesar de todo quiso disimular la emoción en presencia de sus amigos, que habían ido a saludarlo, pero sus amigos lo comprendian bien, de todo lo que había luchado el pobre italiano.. Luego que quedaron sólos le recriminó a Sofía, en tono cariñoso por lo que habían gastado. No era necesario manifestó Giuseppe, aunque por dentro tenía una alegría desbordante.

La familia se preparó bien para tomar el mando y la responsabilidad del negocio, aunque Giuseppe sabe bien que todo saldrá al pie de la letra, pero Sofía como veterana, ya se había compenetrado en el trabajo de su marido. En el más estricto silencio, Giuseppe se marchó sólo se enteraron sus familiares y los amigos intimos de la familia. Giuseppe llega a Roma, lo esperaban varios familiares, aunque no los que él pensaba, que ya no están. Dentro del grupo familiar se encontraba Tino Visconti, un recordado amigo de la infancia, que no lo ha olvidado, lo cual le tiene gran estima. Sus familiares lo llevan a todos lados, encuentra todo muy cambiado, tanteaba cautelosamente los recuerdos, y por las noches relata en sus cartas, como fué el reencuentro con su pasado y que lo estaba viviendo en esos momentos.

Ahora extraña a Sofía y a sus hijos que quedaron en Montevideo. A su vez , recibe carta de Sofía, que no se preocupe de nada, y que disfrute todo lo que pueda. Los meses van pasando como vuelo de pájaro, debe regresar pero debe estar fuerte, por que las despedidas son duras, pero en algún momento tiene que ser. Los familiares lo van a despedir, entre sollosos, pero le dan el augurio de buen viaje. Giuseppe ha pasado un tiempito, con algunos de sus familiares más cercanos, de los que aún viven y lo pasó al tope. Llega a Montevideo, está bastante quemado del sol, lo esperan sus familiares y un puñadito de sus mejores amigos de Santa Lucia. Giuseppe está deseoso de abrazarlos y a su regreso ha encontrado, llantos, risas, mucha emoción, pero lo principal el cariño de su familia. Giuseppe, entrecortado decia: bueno, bueno, ya estamos en casa. La ausencia de este hombre duró dos meses que su esposa e hijos redoblaron esfuerzos, y el negocio no decayó, al contrario las ventas fueron superiores a lo acostumbrado.

A esta altura, Giuseppe se siente viejo y cansado, los dias de mucha humedad el reumatismo lo ataca sin piedad, y el dolor es inaguantable, ahora Sofía lo cuida, y los hijos están al frente del negocio.

Con el paso de los años, Giuseppe y Sofía pasaron a ser historia, los hijos bien plantados, defienden con gallardía, la lucha incansable de sus padres, que sirvió para algo, y está vigente.

Venancio "Pocho" Rivero

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