Hay que arrastrar el carro
Teresa Puglia

Hay que arrastrar el carro, ser humano.
El camino es aciago y puede tener luces de artificio;
salones inventados, gran pompa de colores
y ventanas azules con luceros opacos.

Hay que arrastrar el carro
este carro sin ruedas que nos pesa,
ya lo creo que pesa...
Cada bocina al viento nos señala
la hora preparada para lanzarnos a la rutina diaria.
Y hay que seguir peleando
con el taco vencido y el portafolios viejo;
con la mesa servida o vestida de nada
         con la palabra h a m b r e,
                   con el paso apurado.

Hay que ganar asfalto, ser humano.
Olvidar que es verano, que te duele la sangre
al añorar descanso
éste tal vez vendrá sin esperarlo.

Devórate el anden que el tren no se irá en vano
Te llevará en el tiempo a la estación sin nombre
de alguna cosa buena, acaso a quien te espera
para decirte ¡ hermano !.

Hay que arrastrar el carro, ser humano,
aunque queme la planta
y la espalda bostece su cansancio.
no aminores la marcha

Serán todos los soles 
propietarios de tus ambiciones.
Pero antes, habremos caminado
gastándonos los brazos, quemándonos los ojos,
arrugando papeles, planchando desazones
elevando oraciones. Maldiciendo o amando.

Hay que seguir arrastrando este carro
que el tiempo ya perece y aún nos restan sueños
para ahogar en las sienes 
         o para festejarlos ¡Ser Humano !.

Teresa Puglia 
de “Arañando la Vida” - 1988

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