Romance de azahar

Sylvia Puentes de Oyenard

Sonoro grillo el aljibe
espejando la mañana,
los cántaros van y vienen,
descuelga estrellas el agua.

Hondo brocal de ternura,
azahar en la mirada,
la novia tiembla en el beso
y ríe la luna clara.

¡Bienaventurado el vientre
y los senos de alborada,
los esponsales de lirio
y la tierra constelada!

¡Que sea mujer tu pecho
de cocuyo y lechiguana
y en la rueca de los días
borde pañales la lana!

En el altar florecido
el novio reza y desgrana
un corazón encendido
en una alianza cristiana.

¡Ay, Cándida Díaz Suárez,
ay, Aparicio Saravia!
¿Qué duende asalta los labios
de la boca enamorada?

El Cordobés los recibe
ebrio de paz provinciana
y se fecundan las rosas 
en nueve lunas tatuadas.

Y seis varones da el río,
cascabel de los Saravia,
y son seis peces alegres,
seis olas de dura escama.

Cándida vela el sueño,
Aparicio la mañana
y es el amor un cautivo,
entre dos soles, campana.

"Hombre de 20 años formaliza sus amores y forma hogar.
La novia, única hija de Feliciano Díaz y de Marcelino Suárez, Cándida, vivía en Tarariras".

"El General forma su hogar y con su compañera felices viven en el Cordobés, formando una familia de seis hijos varones, que fuimos criados en un ambiente austero de trabajo y de amor; por aquellas lejanas épocas el General atendía las rudas tareas del campo y también
oficiaba de tropero de don Chico.
Al nacimiento de Aparicio (hijo) el 11 de junio del 78, sucede el mío el 16 de mayo del 79, luego Exaltación en el 82, Ramón en el 83, Villanueva en el 85 y Mauro en el 88. Todos le acompañamos en las revoluciones del ciclo Saravista del 96 al 904.
En el ambiente familiar la moral rígida imponía un gran respeto aún entre los hermanos, como prueba de ello, el trato se hacía siempre con el Usted, no usábamos el tuteo. 
Se nos reprendía severamente y se nos inculcaba en todas las oportunidades ideas de honor y probidad y desde niños se nos enseñaba el amor a la Patria y al Partido Nacional que luego fue nuestra pasión. 
Aspirábamos a ser hombres de acción y de conciencia sana."

Dr. Nepomuceno Saravia García
(Memorias de Aparicio Saravia)

Velay Aparicio Saravia inmortal

Sylvia Puentes de Oyenard

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