Benditos agravios |
La mejor cosa que uno puede hacer cuando se está en este mundo, es salir de él. |
A Mercedes Ramírez |
- I - |
De noche, cuando la habitación queda a oscuras, Margot tiene miedo de morirse. Por eso le compré una veladora. Ahora, con la pequeña lámpara encendida, su pánico ha disminuido, aunque suele despertarme a las dos o tres de la mañana para que yo le hable. A mí me resulta difícil charlar a esa hora, pero hago un esfuerzo y pronuncio palabras inaudibles. |
- II - |
Margot es rubia, fea, gorda y triste. Es difícil que una gorda sea fea y triste, pero Margot lo es, quizá porque vive con un tipo como yo, capaz de contaminar todo lo que ve poniéndole un sobrenombre. A la vida, por ejemplo, la llamo "rata"; a hacer el amor, "enredarse"; a los padres, "cucarachas"; a los hijos, "pruebas no halladas". |
- III - |
La muerte es ruina, desgracia, basura del camino; es escoria que nos espanta a todos. Por eso intentamos embellecerla rodeando a los difuntos de flores. |
- IV - |
Compré un pollo para comerlo con Margot. Es sábado y no tengo ganas de vivir. Pelar, descuartizar y vaciar el pollo va a ayudarme a soportar las tediosas horas, el día que nunca termina, esta terrorífica luz diurna que a mí, a diferencia de Margot, me asusta más que la noche. |
- V - |
Me siento como un animal acosado y tengo la sensación de que algo desconocido podría matarme. La noche me parece tenebrosa. Pienso en el día, igualmente difícil de tolerar, y en que seguiré sufriendo y temiendo hasta el fin de los tiempos. |
- VI - |
Me puse a escuchar boleros pero Margot dijo que la deprimían y apagué la radio. |
- VII - |
De noche Margot se engalana y sale a "enredarse". Yo nunca sé dónde ni con quiénes se "enreda" ni adónde va después de haberlo hecho, pues no tenemos amigos y jamás visitamos a nuestros escasos parientes. |
- VIII - |
A la mañana siguiente Margot me dijo que los hombres y las mujeres andan en yunta con sus hembritas y sus machitos mientras la vida los somete a espantosos escarnios. "La vida los castiga, les da duro, y a veces los pulveriza. Pero ellos no se dan cuenta y se sienten seguros, orgullosos y satisfechos", añadió. |
- IX - |
Muchas veces me pregunto qué es lo suficiente. Ni yo ni Margot ni nadie en el mundo lo sabe. Pero estoy seguro de algo: para mí nada es suficiente, y todo es pavoroso. |
- X - |
Los ratones merodean alrededor de mi cama. Tiro un zapato sobre el que está más cerca pero se escabulle con agilidad. Los restantes corren alucinados, aunque es la primera vez que se acercan tanto. ¿Qué significa esa osadía? |
- XI - |
Acabo de despertarme. Está lloviendo y siento miedo. En días como este la calle me asusta. Margot sale para ir a algún "enredo". Ella es muy disciplinada. Yo no quiero salir. Me levanto, preparo un té, cierro la ventana, me agazapo en la oscuridad. Hace mucho frío pero no tengo estufa ni modo de calentarme. Me gustaría tocar a alguien. Decido que el nuevo nombre de los ratones será "dientes de leche", y que el frío se llamará "agua sucia". |
- XII - |
Veo a Margot acariciando el gato y siento repulsión. Lo acaricia demasiado, aunque por suerte lo besa poco. Ayer el animal la miró de manera extraña, como si lo hubiese molestado que lo toqueteara tanto. En ese momento, y no sé por qué, recordé el ratón que destruí. |
- XIII - |
A veces me pregunto si Margot sabe que está viva. Come mucho, se deprime sin motivo y nunca se entusiasma con nada. ¿Eso es vivir? Yo tampoco vivo intensamente, quizá, porque soy inútil y abúlico y todo me aburre. Y nadie me mira, excepto la mujer con la que vivo. ¿Existo realmente? |
- XIV - |
Ayer, cuando Margot se fue muy temprano a "enredarse" salí del apartamento y me senté en el corredor, donde estuve toda la mañana. El silencio allí era distinto y me asustaba menos. Por primera vez en mi vida pensé en otra parte del mundo, otra oscuridad y otro silencio. También pensé en las sombras de los días lejanos, aquellas de mi niñez. Pero arranqué los pensamientos de mi mente convencido de que en esos mundos yo nunca había estado ni podría estar. |
- XV - |
El mundo se bifurca, se pierde, se aleja. Yo soy algo triste y escuálido que marcha a la deriva. Siento que me encuentro al borde de un abismo pero no me caigo. A veces pienso que estoy atado, y me espanta tener intestinos, boca, estómago, riñones y sangre. Muchas noches no puedo dormir pensando que Margot y yo somos una fétida masa de nervios, bilis y fermentos recubiertos de piel. Si ésta fuera cortada y extendiéramos sobre el piso lo que contienen cualquiera de nuestros cuerpos, moriríamos aterrados. |
- XVI - |
Ayer nos "enredamos" con Margot. Fue una linda noche. Cada cierto tiempo ella acepta hacerlo conmigo, aunque yo sólo estoy dispuesto algunas veces. |
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