Desaparición
Alicia Preza

La buscaron en el bar,
en un candelabro antiguo.
La mantis religiosa de su pelo,
vagaba, triste, en su habitación. 
Tomaron las copas,
el vino se tornó azul.
Brindaron, inmóviles.
Llegaba olor a incienso.
Un vampiro la esperaba,
era la noche del sacrificio. 
Pasó el tiempo.
Un día la encontraron.
Vestía de enagua blanca,
nadie se animó a llamarla.
Ella los vio, lanzó una carcajada.
Sus amigos sospecharon.
Dejó rastros de sangre en la vereda. 
Finalmente llegó él,
era viejo, arrastraba las alas. 
Una luz negra los iluminó.
Era tiempo de partir.
Los escritores se sentaron,
escribieron su nombre en la ventana.
Esperaban su regreso.
La noche les trajo una visión.
Todos dormían.
Ella llegó temblando, feliz.
Se miró en el espejo,
para recuperar su inocencia. 

Alicia Preza
Sacrilegio

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