Del rosal – la rosa
Juan Ramón Pombo Clavijo

Cuando el sol asoma, tu perfumas
con tu aroma, la brisa de la aurora.
En tus ojos, brilla el amor que amas
y el lucero, se oculta en tu ternura.

¡Que raro designio, a mi ser conmueve,
que de tu mano, mi vida en ti se arraiga!
El calor de tus besos de pimpollos, lleve
a mi alma, el calor que a tu pecho abriga.

Tiene envidia el sol por ti, vanidoso él
que no puede eclipsar, a tu fuego fatuo.
Expresarte en mi verso, en sentimiento fiel,
hoy quiero, ofrendarte mi homenaje perpetuo. 

Donde moran tus pasos, se forma mi sendero
y con alegrías de tardes, mis mañanas, cantan.
Tus risas y gracias, me saben a cántaro fresco,
con lunas y estrellas, tu y mis vivencias, bailan.

Amarillas, rojas, moras, blancas, jaspeadas
y todas los tonos de mil colores, tuyos son.
En loca danza de cascabeles, tus flores todas,
se juntan para emular tus dones, que míos son.

Pueda mi oda, en ambición eterna, adorarte,
en tiempo y forma de vivir, poderte compensar.
Con retazos de cielo y con rimas, abrazarte
y con coplas en el corazón, tus labios... besar.

Del rosal de mi jardín glamoroso 
eres la reina; la rosa más hermosa.
Sobre tus pétalos, se posa el rocío
y brillas como perlas... sos mi Esposa.

Juan Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Sol Morado”
29
de mayo de 2004

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