De bronce
Juan Ramón Pombo Clavijo

No puedo pasar sin verte
Aunque tu indiferencia me roce
Tu espada descansa tiempo ido
De mil batallas, con mellado filo 

Tu mirada que lejos mira
Ve pasados que son historia
Obra del cincel que dio vida
Al bronce que te evoca

Tus labios tiesos emiten sonrisa
Muda, sombría, la pupila inmóvil
Tu frente amplia luce orgullosa
Guarda recuerdos de vida fértil

Las aves, con canto sonoro
Te llenan de gentil alabanza
Cantata que al dormido Mundo
Despierta con trinos del alma

Tal vez, tu frío pecho
Guarde angustias que lejos quedaron
De un amante corazón deshecho
Por amores que lejos volaron

Fantasmas te cuidan del Invierno
Rudo cincel talló tu figura
Pero no te pudo despertar
De tu sueño manso y eterno

De muerte, repugnancia y duelo
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Qué fin tendrá tu vuelo?
¡Que soledad la del muerto!

Las voces de mil batallas
Brotan de tu sepulcro solitario
Y se estremecen las frías losas
Guardando huesos del fuego Patrio 

Tu figura altiva y ceñuda
Nos acecha desde lo alto
El céfiro, nuestra alma desnuda
Silencios que huyen de espanto

El fuego fatuo te acompañe
En tu largo viaje glorioso
Sol, Luna, campana que tañe
Que tu alma tenga sosiego

Monumento serás por siempre
Mientras te recuerde la Historia
Otros seres vendrán a venerarte 
Ellos cantarán loas de gloria

Tu perfil desafía al cielo
Y con postura gallarda, se somete
Estoicamente a ser venerado
En tu glorioso destino de bronce

Juan Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Plenilunio”
7 de julio de 2008

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