Regreso a casa

Frío de piedra pulida por el tiempo,
olor a musgo penetrante.
Sentado en el umbral de aquella casa,
presencia adolescente itinerante.

Fuego en los cielos,
eternos silencios;
quietud interminable,
contar los muertos.

Caminos sin final, idas y vueltas,
llorando su regreso ya resignado;
memorias de una infancia
abandonada.

Gigantes y balbuciantes,
manzanos y naranjos,
tono verde y marrón
tejen su manto.

Se apagan los olores,
se duermen los recuerdos;
enmudece la vida,
todo es invierno.

Leonel Pérez Domínguez
Ediciones IDEAS
Montevideo, diciembre de 2004

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