Maurice Ravel

Lic. Yolanda Pérez Eccher de Scosería  

En el Conservatorio de París transcurrieron 15 años de la vida de Maurice Ravel. Ahí asistió a las clases de eminentes profesores entre los que cabe mencionar a Gédalge, Charles de Beriot, Pessard y Gabriel Fauré, su gran consejero. Fue excepcional estudiante, pero no pudo convencer al jurado que otorgaba el Premio de Roma, y aunque cueste entenderlo, y aunque haya provocado en su época un verdadero escándalo, el nombre de Ravel no figura entre los ganadores del preciado galardón.

Su vida interesa hasta en sus más mínimos detalles. Hombre meticuloso, pulcro, cuidadoso de su vestimenta, unió a su pasión por la música el interés por todo lo que lo rodeaba. La astronomía ejerció en él tanta atracción como la prestidigitación; las miniaturas lo apasionaban y no sólo coleccionaba porcelanas sino que, con cajitas de fósforos y fósforos realizaba todo tipo de construcciones. Su sentido del humor le permitía reírse de sus propios errores, era un gracioso y entretenido anfitrión siendo famosas sus imitaciones. Roland Manuel, su amigo y biógrafo nos dice: "Era el más sociable de todos los seres y el menos comunicativo a la vez”. Sentía especial devoción por la familia y un verdadero respeto por los amigos. Nunca se casó, cuando fallecidos los padres queda solo, su refugio será “Le Belvédere”, su casa en la colina de Montfort (L'Amaury), a 45 kms de París. La decora con esmero, siente placer en mostrarla a sus amigos. Allí vive acompañado de sus gatos siameses: como Debussy sintió una devoción muy especial por ellos... compartían siempre sus horas y su mesa de trabajo. Y también como su gran contemporáneo sintió el hechizo, la atracción del mar. Se sabe de sus excelentes cualidades de nadador y se sabe asimismo cuánto disfrutaba en sus largas y diarias caminatas.

En el año 1914 se había instalado frente a la costa vascuence: poco habrá de disfrutar la paz y la serenidad de ese bellísimo lugar que quedará oculto como tantas impresiones en su mente y en su corazón. La guerra interrumpe ese período, desea alistarse en el Ejército pero no se le permite, y ante su insistencia pasa a ser ayudante en los hospitales..

Muy hondamente sentirá los avatares de ese conflicto. Data de esa época la fundación de la Liga Nacional para la Defensa de la Música Francesa que decide prohibir la ejecución de obras de compositores alemanes. La respuesta de Ravel es otra muestra del equilibrio de su pensamiento y su objetividad; expresa en dicha carta: ”No puedo seguirles cuando afirman que ‘la función de la música es tanto económica como social'. Nunca pensé que para mayor seguridad de nuestro patrimonio artístico’ fuera necesario prohibir en suelo francés la representación pública de compositores contemporáneos alemanes y austriacos”. La carta continúa apoyando la producción de Schonberg, Bartok y Kodaly, y provocó dura respuesta del presidente de la Liga.

En su música, tan perfecta como inspirada, se advierte la versatilidad, la ductilidad de su genio. Pinta cuadros impresionistas en Mirolrs, en Daphnis et Cloe, y escribe a los 28 años su magnífico Cuarteto, forma que generalmente se aborda en la madurez. No escapó, como otros creadores franceses, al embrujo, la fascinación que España provocó en ellos (Carmen de Bizet, España de Chabrier; Iberia de Debussy). Su nacimiento, cerca de la frontera influye también en creaciones auténticamente ibéricas como “Rhapsodie espagnole"; “L’Heure espagnole” y “Alborada del gracioso". En su respeto por las estructuras formales, encontramos en él a un “clásico” del siglo XX, con notoria inclinación por lo antiguo. Tal es el caso de “Le tombeau de Couperin”, el “Minué de la Sonatina”, la “Pavane pour une infante défunte”. Cuando se acerca a la música vienesa escribe “La valse”, apoteosis de la inmortal danza, recreando un mundo de ensueño en la corte imperial del 1855; y es Schubert quien está presente en los Valses Nobles y Sentimentales. También en la sátira, en la fantasía, en el mundo de los cuentos de hadas, en la imitación de caracteres a la que era tan afecto, hallamos cumbres en su producción, como Histoires Naturelles, L'Enfant et les sortileges, Ma Mere l'oie, etc. Sensible a la captación de todas las tendencias musicales, el jazz no escapa a su interés y en ese sentido su viaje a EE.UU. en el año 1928 le permite compenetrarse con la riqueza de sus ritmos y la tristeza y nostalgia de sus blues. Tan importante fue su viaje a USA y tanto se desea complacerlo que una compañía americana fabrica especialmente para él los cigarrillos que fumaba en Francia. En el país del norte dio 31 conciertos, fue director invitado de diversas orquestas sinfónicas y pudo conocer a George Gershwin en una recepción brindada por la cantante Eva Gauthier (7 de abril de 1928), y si realmente lo admiraba, al escucharlo en la Rhapsody in Blue y en otras creaciones, quedó más fascinado aún. Ravel se negó a darle clases cuando aquél se lo solicitó, le dijo: “Podría perder Ud. su maravillosa espontaneidad melódica y escribir un mal Ravel”.

El éxito lo acompañó, el mundo se entusiasmó con la monotonía llevada a un clima de extraordinaria fuerza en el crescendo del popular bolero; en todas sus obras se encontrará el lenguaje audaz del activo miembro de la Sociedad de los Apaches. El no olvidaría aquellas reuniones de juventud en casa del pintor Paul Sordes en Montmartre, allí con Ricardo Viñes (pianista compañero del Conservatorio y excelente intérprete de sus obras), Paul Fargue (escritor) inician el grupo que se enriquecería con la presencia de Manuel de Falla, I. Strawinsky, Roger Ducasse y Florent Schmitt entre otros. Su lema era la rebelión contra lo tradicional, la búsqueda de la emancipación, la independencia. Se reconocían silbando la frase inicial de la Sinfonía de Borodín que pasa a ser su lema.

Es importantísimo el lugar que ocupa en la literatura para teclado. En “La musique française de piano" expresa Alfred Cortot: “Descubre de nuevo, para deleite de los pianistas, el secreto de aquella técnica brillante, de aquel impresionismo de reflejos y de resplandores de los que Liszt había llenado en su tiempo a la música". La claridad de su escritura permite entender lo que expresó en una oportunidad a un grupo de pianistas que le pedían consejo: “No deseo que se interprete mi música: basta con tocarla”. El color, el sonido, alcanza en él nueva expresión.

Destacó especialmente a sus 2 Conciertos para piano y orquesta, pero toda su producción pianística interesa al intérprete, para quien cada lectura representa un nuevo hallazgo tímbrico y expresivo.

Había nacido un 7 de marzo de 1875 en Ciboure y fallece en París el 28 de diciembre de 1937. “Tengo tanta música en mi cabeza” le había dicho a Mme. Jourdan Morhange, “No he dicho nada... Tengo todo por decir aún”.

Maurice Ravel: Bolero / Gustavo Dudamel conducts the Wiener Philharmoniker at Lucerne Festival 2010

6 sept 2017

accentusmusic At the closing concert of the Lucerne Festival 2010, the Wiener Philharmoniker performed Maurice Ravel's probably most famous piece of music under the baton of Gustavo Dudamel: Boléro. The concert was broadcast live in more than 50 cinemas in Europe on 18 September 2010. Recording Date: 18 September 2010 Composers: Maurice Ravel Orchestras: Wiener Philharmoniker Conductors: Gustavo Dudamel Director: Michael Beyer

 

por Lic. Yolanda Pérez Eccher de Scosería 
 

Publicado, originalmente, en: Crónicas Culturales Suplemento Dominical "El Día" N° 2835 Montevideo, 22 de mayo de 1988

Link del texto: https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/54440

Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)

 

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