Muestra
de la poesía uruguaya actual (2009). |
Selva
Casal |
Los misiles apuntan a
mi corazón
Los
misiles apuntan a mi corazón la
puerta se cerró el
viento quedó solo ahora
quien puede recuperarle nadie donde
están los que matan los
asesinos son dulces en mis manos y
mi vientre es un campo de batalla no
conozco a los que me aman y ellos no me conocen me
arrancaron de un vientre de una espada la
noche fulguraba el
sol es triste y duele es
maravilloso estar vivo es
maravilloso estar muerto arden
las ramas las estrellas mi
corazón ardía el
paraíso es así fulgura y duele huyamos tocarás mi ventana con una hoja amarilla y
me levantaré desnuda si
sabes mi locura despiértame
de
prisa mátame no
sé quién soy no existo pero
amanezco siempre sorprendida como
de haber estado en algún sitio oculto aprendí
a deletrear tardíamente los colores y
la luz toda fue yo
no quería aprender a leer a escribir yo
no quería nada me
arrastraron me
sujetaron del pelo me
golpearon los
maestros las
instituciones los estados ahora
los misiles la otan ahora
se me caen los ojos voy
por el mundo como un estallido porque
mis amores se asemejan al viento porque
este es un bosque precioso donde
también suceden asesinatos los
misiles apuntan a mi corazón nos
suceden catástrofes siento
una angustia cósmica nuestros
huesos al aire me
abrazo a este planeta me derrumbo perseguimos
mamuts perseguimos la luna no
estamos quietos nunca todos en
la luz y en la muerte somos
contemporáneos bien
lo saben los dioses las estatuas el
desatino atroz de vivir en un cuerpo solo ah
qué bien ya es domingo resucitaremos
otra vez no
volveré a la escuela esta vez no estudiaré leyes como
en 1960 fue
será distinto en
el tiempo de la justicia pienso
en un mar oscuro en
bestias flores acaso
ellos se salven de la perversidad animales
queridos orugas incipientes las
moscas roen nuestras entrañas la
carne constelada de las vacas es azul y renace las
arañas no nos perdonarán ni
los monos que devoramos vivos al
hombre que ayuna tuve en mi vientre y
me dio vergüenza comer porque
nosotros comemos y
envenenamos el mar y las hormigas Cristo
ven termina
simplemente mi esqueleto Buda
ven entrañas
de los niños asesinados de
la niña que fui vulnerada
asesinada en
una escalera entonces
vi cosas hermosas y grité moría
y era hermoso mi
padre se asustó caían
estrellas yo caía holocausto las
espadas apuraron el miedo a
quien apuntan directamente estos misiles este
reto a la vida a
quiénes esta furia a
quiénes sino a mí.
De El
infierno es una casa azul, 1999.
En
mí es de noche siempre Qué
tengo yo qué tengo por
qué no tiene fin ya mi delirio y
en mí es de noche siempre el
mar duerme yo no cansados
de girar duermen los astros cuajada
iba la noche de diamantes bajo
el inmenso ojo lunar hasta
dónde los mares primeros repican tal
el caos y el orden el
miedo de pronto aparece ellos
duermen yo estoy alerta de
continuo el mundo me requiere no
es sangre brasas es lo que por mí circula cuando
has nacido no hay dónde esconderse nosotros
convivimos con la nada perdemos
el recuerdo los
días son manzanos ardientes fruto
de una crucifixión a
la que no hemos asistido cómo
podemos seguir viviendo para
ti el holocausto la
sorpresa de ser como
una bengala velocísima desaparezco hay
cuerpos. De Ningún día es jueves, 2007. |
Selva Casal
(Montevideo, 1930)
Muestra de la poesía
uruguaya actual (2009)
Ricardo Pallares - Jorge Arbeleche
Academia Nacional de Letras
Dep. de Lengua y Literatura
Sección Literatura
Autorizado por los co autores
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