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La boca de la vida
Leopoldo Otero
oskiot@gmail.com

 
 

“Así la penalización hace de pantalla distractiva que impide enfrentar con la mínima honestidad el problema del aborto. Ya dijimos que es hipócrita e inmoral castigar por un lado lo que ella misma obliga a cometer por el otro”.

 

 

                                                               Sacerdote Luis Pérez Aguirre.

 

 

...“Lo que sé es que si en el Parlamento están los votos, hay niños que van a morir despedazados, succionados por una aspiradora del vientre de su madre y tirados a la basura. Y sé que soy crudo, pero los que defienden este proyecto sepan que eso es lo que va a suceder. Eso es un aborto”.

 

                                                            Nicolás Cotugno - Arzobispo de Montevideo

 

Dr. Andrés - Médico

 

Dra. Gabriela - Abogada

 

Marisa - Secretaria

 

Dra. Luisa - Médico

 

Dra. Susana - Médico

 

Político I

 

Político II

 

El Periodista 

 

Obispo Pablo

 

Pastor

 

Mozo

 

V o c e s   de:

 

Juez

 

Fiscal 

 

 

ACTO I

 

 

Escena  I

 

Doctor  -  Voces de Juez – Fiscal

 

Voz Juez

¿Puede contestar la pregunta?

 

Doctor

Sí. Conocía el procedimiento y el lugar. A mi entender, era aceptable.

 

Voz Fiscal

¿A qué llama aceptable? Una mesa, rodeada de tachos con desechos. Diríamos que no es, precisamente, un lugar ideal para transformarlo en una mesa de operaciones.

 

Doctor

Era una mesa adaptada para cumplir esa función  y en cuanto a que, si estaba rodeada de tachos, no lo sé. ¿Se refiere a los campos? ¿Al instrumental? Además le recuerdo que intervino mucha gente  y las cosas, involuntariamente, pudieron  moverse de lugar.         

 

Voz Fiscal

Señor juez, que  figure en actas, que el acusado, pese a ser médico y especialista en ginecología no está autorizado para realizar este tipo de intervención, ya que el procedimiento está penado por ley. En consecuencia, lo estamos acusando de un doble crimen: por mala praxis y por aborto.

 

 

SONIDO DE MAZO

 

Escena II

 

Gabriela y Marisa

 

 

Sonidos de fondo de calle con ruidos  de automóviles y destellos de faros. Gabriela y Marisa vienen caminando.  Al inicio voces en off.

 

Voz de Marisa

 ¡Esperame!

 

Voz de Gabriela

 ¡Dale, tortuguita!

 

ANOCHECE

 

Marisa

No doy más.

 

Gabriela

Dale,  te hace bien. Tenés que bajar de peso.

 

Marisa

Bajar, sí, pero de estos tacos.

 

Gabriela

Hoy, me moví más que tú, así que no patalees. Es un consejo de la dietista. Al no hacer gimnasia, tenemos que caminar.

 

Marisa

Pero con  championes. Además con este frío...

 

Gabriela

Mejor, así nos calentamos.

 

Marisa

No entiendo cómo da consejos de comida una mujer con semejante humanidad.

 

Gabriela

Debe de tener problemas con las hormonas.

 

Marisa

De hormonas, bien alimentadas.

 

Gabriela

No seas mala. Nosotras andamos ahí. Tenemos que cumplir el plan.  Régimen y caminatas. El primer día siempre cuesta un poco.

 

Marisa

Yo diría que cuesta mucho. Bueno, yo estoy un poquitín más pesada que tú, aunque es mi complexión.

Gabriela

Sí, claro.

 

Marisa

No te burles, mala. ¿Cuántas cuadras nos quedan?

 

Gabriela

Dos. Solo dos, de las ocho que ya hicimos. No exageres. No son tantas.

 

Marisa

Por favor, el lunes estacioná el coche  en la puerta de la oficina.

 

Gabriela

¿Por?

 

Marisa

Pronostican lluvias y tormentas.

 

Gabriela

No me hables de los meteorólogos. Además, ¿para qué están los paraguas?

 

Marisa

Odio los paraguas. Te advierto: si llueve, lo de caminar olvídalo. ¡Boliche! ¿Tomamos algo?

 

Gabriela

¡Se me hace tarde para la facultad, Marisa! ¿Qué hora es? Siete. Cinco minutos, ¿eh?

 

Entran en un bar. Toman asiento.

 

Lo que no tenés que olvidarte es llamar a Pablo para confirmarle la reunión.

 

Marisa

Sí. Debe estar preocupado. Desde que fue nombrado obispo no ha parado con este asunto del aborto.

 

Gabriela

¿Quién no? Yo creo que el debate por televisión puede revertir la situación.

 

Marisa

A propósito,  ¿te dije que llamó el pastor Ricardo?

 

Gabriela

No. ¿Qué quería?

 

Marisa

Que cuando puedas te comuniques con él.

 

Grabiela 

Debe de ser por lo mismo. Ahora lo llamo de casa.

 

Marisa

El  diputado Lombardi, que cuando tengas un tiempo pases por su despacho.

 

Gabriela

Lombardi. Haceme el favor, Marisa. Andá  vos a retirarlo el lunes. Es el complemento de las pruebas  que vamos a mandar a Buenos Aires.

 

Mozo

Sí.

 

Gabriela

Un café.

 

Marisa

Lo mismo. Me quedé pensando en esa mesa redonda de la televisión. Puede ser un arma de doble filo. Además, ¡qué van a decirle a la gente que ya no sepa! Es continuar machacando sobre lo mismo.

 

Gabriela

Yo creo que es una  buena oportunidad. No te olvides que ese proyecto sobre el aborto está en un tris de ser aprobado.

 

Marisa

No va a pasar nada; acordate de lo que te digo. Todo va a quedar como está. No te olvides de que tenemos la seguridad del Presidente. ¡Ah! ¿No te comenté lo de Pablo?

 

Gabriela

No, ¿qué?

 

Marisa

Me confirmó del bombardeo de cartas, mensajes electrónicos, llamadas telefónicas que les está llegando del Vaticano y de Estados Unidos a todos los legisladores.

 

Gabriela

¿De Estados Unidos?

 

Marisa

¡Sí! Lluvias de cartas y más cartas de los congresistas liderados por Christopher Smith.

 

Gabriela

¿Leíste alguna?

 

Marisa

Sí, claro.  Aconsejan no cometer el mismo error que los magistrados del Tribunal Supremo  de los Estados Unidos, cuando en el setenta y tres legalizaron el aborto en ese país.

 

Gabriela

¡Estupendo! Ahora, no entiendo tu duda.

 

Marisa

Los señores estos que van a ir a la televisión no son nenes de pecho.

 

Gabriela

¿Y?

 

Marisa

No creo, como te dije, que sea necesaria toda esa alharaca, que para nosotros puede ser un bumerán.

 

Gabriela

¿Y?

 

Marisa

Pienso que estamos arriesgando mucho.

 

Gabriela

Hay que hacerlo, Marisa, por una cuestión de credibilidad científica. Mal que nos pese, tenemos que atraer a la gente por ese lado. Necesitamos recalcarlo, sin descartar, por supuesto, lo religioso. Esa es la consigna.

 

Marisa

No sé. ¿Qué querés que te diga? Yo lo dejaría así, por contactos internos más que públicos. Es un tema muy sensible y una palabra fuera de tono desequilibraría la balanza.

 

Gabriela

No seas pesimista. Además, el encuentro del obispo Pablo y los periodistas es vital para reforzar nuestra posición. No te olvides de que ese reportaje sale el  domingo. Tengo entendido que lo va a enfocar  en la línea de los derechos humanos.

 

Marisa

A propósito, te llamaron de la Casa Militar por el agregado al caso del general Ríos.

 

Gabriela

Sí. Hay que adjuntarlo al expediente  que te va a dar el diputado Lombardi el lunes. Argentina está hambrienta por llevarse a todos los militares. Llamá a Buenos Aires y preguntale al doctor  Parodi, si tengo que ir...

 

Marisa

Si. Eso ya lo tengo anotado.

 

Gabriela

De paso, a Parodi, le reiterás lo de las copias.

 

Marisa

Ya se las pedimos la semana pasada.

 

Gabriela

Bueno, ahora  olvidémonos de todo y disfrutemos del fin de semana

 

Marisa

Contame. ¿Tu bebé, ya se fue?

 

Gabriela

Ayer.

 

Marisa

Seis meses por Europa. ¿Quién pudiera?

 

Gabriela

Sí, bien dices, ¡quién pudiera! Él se lo ganó. Además, ¡mirá qué suerte! Se fue con el grupo y  también con su novia.

 

Marisa

¡Ah, es cierto!

 

Gabriela

Claro. Están en el mismo año.  Al regreso, presentan la tesis y  dos flamantes contadores.

 

Marisa

Y a ganarse la vida. ¿Tu marido sigue de viaje?

 

Gabriela

 ¿Juan? Me llamó ayer. En una semana está por acá.

 

Marisa

Siempre viaja a San Pablo, ¿no?

 

Gabriela

Y a Colombia y Venezuela y no sé.

 

Marisa

Al  menos en esos países, se salpica con un poco de calor, porque acá, si sigue el frío....Me imagino los reencuentros....

 

Gabriela

No te imagines nada.

 

Marisa

¿Pasa algo?

 

Gabriela

No. ¿Qué vas a hacer este fin de semana?

 

Marisa

Luis, tiene un congreso de cirugía, y tengo que ayudar a mamá. Al final se interna el martes. El miércoles la operan.

 

Gabriela

De una hernia, ¿no?

 

Marisa

Sí. Por suerte, ya salimos de eso.

 

Gabriela

Bueno,  ¿dónde dejé las llaves del coche?  Vamos. Se  me está haciendo tarde para la facultad. (Seña al mozo).

 

Marisa

No te cansa seguir dando clases.

 

Gabriela

Para nada. Me entretiene. Es como una descarga a tierra.

 

Marisa

¡Ah! Ya que pasamos  por tu casa, alcanzame  los lentes.

 

Gabriela

¡Ay, sí! Siempre me olvido de traértelos.

 

Marisa

¿Te vas para afuera?

 

Gabriela

No. Voy a estar en casa. ¡Dale Marisa! Se me hace tarde. (Suena timbre de celular) ¡Hola! ¿Qué tal, José?  ¡No! ¿Qué  pasó?  ¿Tu hijo? No, no sé. No, pero ¿cómo? Sí, yo te agradezco que te hayas acordado de mí, pero hay otros que pueden hacerlo. ¿Y por qué renunció el abogado?  Dejame verlo. Sí, sí. Que yo sea catedrática no tiene nada que ver...Dejame pensarlo.  Dame unas horas. Calmate, José. Sí, te llamo. Hasta luego.

 

Marisa

José Fernández, el diputado ¿no? ¿Qué le pasó?

 

Gabriela

Se trata del hijo. ¿Te acordás? El que mató a una mujer en un aborto. Quiere darme el caso.

 

Marisa

Pero, ¿no tenía abogado?

 

Gabriela

Sí, claro, pero al  hijo no le gustó su procedimiento en la primera audiencia y lo recusó.

 

Marisa

No entiendo. Habiendo tantos penalistas, ¿por qué te eligió a ti?

 

Gabriela

No sé. La amistad, trabajamos juntos en “pro de la vida” y somos del mismo partido político y... ¡qué te estoy contando lo que ya sabés!

 

Marisa

Y dile que no. Tus viajes a Buenos Aires... ¡Ahí está! Que por otra parte es cierto. Además, no entiendo por qué su nene no eligió él mismo su abogado.

 

Gabriela

No sé, no sé, no sé, Marisa. Es incongruente. No tiene sentido.

 

Marisa

Claro. Pero, así tú aceptes defenderlo, el tipo, cuando se entere de quien sos, ni ahí contigo. Este José debe de estar confundido. No te preocupes: él te va a entender.

 

Gabriela

Tenías que haberlo escuchado. Me lo suplicó. Ahora, me llama la atención... Estaban distanciados con el hijo.

 

Marisa

Y, bueno, es el padre. Lo vio caído y  ¿estaban separados, me decís? Ta. Vio la oportunidad del reencuentro y te vendió así, como la supermujer maravilla...

 

Gabriela

No me hagas reír.

 

Marisa

Ahora, que te complicaron la vida, no lo dudes.

 

Gabriela

Sí. No es fácil. Además...

 

Marisa

¡No vas a poder hacerlo, Gabriela! No sería ético.

 

Gabriela

Querida, alguien dijo que lo ético se puede transgredir. Solo que hay que tomar precauciones.

 

Escena III

 

Canal de TV.

 

SE ESCUCHAN VOCES.

 

 

Periodista

Señores, por favor. Vamos a limitarnos en los dialogados y aprovechar los pocos minutos que disponemos para hacer las exposiciones. Su respuesta, diputado.

 

Político I

A propósito de tiempo, les recuerdo que en un minuto hay 88 abortos en el mundo. Y si hacen la proporción numérica, tienen 5 mil doscientos cincuenta por hora, 126 mil por día y así llegamos a la friolera de 46 millones de abortos anuales en el mundo.

 

Periodista

Tendría que aclarar hacia dónde nos conducen éstas cifras.

 

Político I

A América Latina, donde el 80 al 90 por ciento de los abortos se realizan en condiciones de riesgo. ¿Qué significa esto? Muertes; innumerables muertes relacionadas con el embarazo, además de las secuelas graves físicas que este hecho provoca.

 

Dra. Susana

¿Me permite una acotación?

 

Periodista

Breve, por favor.

 

Dra. Susana

El diputado omitió decir que el aborto no solo provoca secuelas graves físicas, sino también síquicas.

 

Periodista

No sé qué opinan ustedes, pero debemos procurar en este debate zafar a la danza de las cifras que se usan para justificar las diversas posiciones en contra o a favor de la penalización del aborto. Dada la clandestinidad de la mayoría de los abortos, la complejidad de sus causas y mil factores más, es casi imposible obtener datos precisos. Es su turno, doctora.

 
Dra Luisa

Una acotación. Recién la colega se refirió a las secuelas síquicas por aborto. Los grupos conservadores, que están en contra de la derogación de la ley, han difundido la idea de que existe un “trauma post aborto” que ocasiona depresión profunda en las mujeres que interrumpen su embarazo. Lo cierto es que no existe evidencia científica que ratifique el hecho. Las que experimentan sentimientos negativos, como la culpa, son por lo general aquellas mujeres que están sometidas a sociedades donde no se acepta el aborto. El alivio y la liberación son los sentimientos que más se reconocen. La depresión se da fundamentalmente en aquellos casos en que el aborto se cumple en contra de la voluntad de la mujer. Sea por presiones familiares, por motivos económicos o por accidentes.

 

Dra. Susana

No estoy de acuerdo con la posición de la doctora. La mujer, en muy raras excepciones, llega al aborto convencida de lo que va a hacer. Porque los consejeros de turno se lo plantean como una sola opción: un gran problema y así, no escuchan otra voz para tomar una decisión acertada. De ahí que después se originen los nudos emocionales y psicológicos. Otras y otros, porque los hombres tambien sienten el remordimiento muchos años después: se trata del sindrome post aborto.  Todo esto acompañado de una variedad de síntomas como depresiones, pesadillas y  anorexias. Es traumático por donde se lo mire.

 

Dra. Luisa

Ratifico lo que dije en mi anterior intervención: el trauma es producido por el entorno que rodea el aborto. A escondidas y pagando disparates, por algo que no es seguro. Por otra parte, me siento muy feliz de representar aquí a los cientos de miles de personas, entre los que contamos a las militantes lésbico-feministas, homosexuales, inclusive católicos, que estamos trabajando en el mundo y en América Latina para despenalizar la ley. Ahora, cuando leo que nuestro país, junto con Rusia, fueron los primeros en el mundo en despenalizar el aborto en  el año 34, experimento una sensación de impotencia por este revertir de la historia,  por este retroceso, esperemos sea por poco, que nos llevó de la mano de los políticos y de la Iglesia de nuevo a sumergirnos en el oscurantismo.

 

Periodista

Obispo

 

Político II

Me permite.

 

Periodista

No es su turno, diputado.

 

Político  II

Perdón, pero fui aludido.

 

Periodista

Breve, por favor.

 

Político II

Es simplista la acusación de la doctora. Estamos cansados de escuchar siempre la misma perorata sobre los políticos. En ese caso con respecto a los médicos tengo una frase de  Alex Confort ,que dice que cuando un médico habla de anticoncepción no hay que preguntarse cuánto sabe de medicina, sino con qué ideas religiosas, morales o políticas se identifica. Y así todos, o ¿acaso somos cibernéticos? Creo que tenemos que apuntar la mira a las verdaderas causas del problema. Por otro lado, es la sociedad entera la que está involucrada. Aquí, el debate verdadero es si el gobierno debe cumplir su responsabilidad de proteger y preservar la vida o continuar permitiendo que se niegue este derecho humano fundamental.

 

Dra. Luisa

Le recuerdo al señor diputado que la sociedad, que está representada en usted, ya se expidió en una encuesta, con el 64 por ciento. Claro, que  si se aprueba la ley, está pendiente  la amenaza de vetarla. Esa frase que citó bien se la puede aplicar al presidente, porque no oculta para nada y para nadie sus inclinaciones religiosas y esotéricas.

 

Político II

Con respecto a la encuesta, así fuera un 99 por ciento de los electores, no podemos ignorar que es un problema de vida o muerte, y menos mal que nuestro presidente lo tiene muy claro.

 

Dra. Luisa

Para él.

 

Periodista

Disculpe la interrupción, pero tenemos que seguir un orden. Obispo.

 

Obispo

Nosotros, la Iglesia, no nos sentimos culpables; muy por el contrario, estamos orgullosos de haber servido a la causa de la vida. La Iglesia afirma en el reciente catecismo que "la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida".

 

Dra. Luisa

¿Me permite una breve interrupción?

 

Periodista

Si el obispo la autoriza.

 

Dra. Luisa

¿No cree, el señor obispo,  que existe injerencia por parte de la Iglesia en temas que le competen al Estado? Y nos referimos a un Estado laico. La Iglesia no está de alguna forma dictando reglas para toda una sociedad. Existe un claro ejemplo y lo pongo en boca de Fernando Savater. Aquí lo tengo: Savater cuestiona, “cómo los religiosos católicos insultan impunemente a los demás; por ejemplo, las declaraciones del papa y sus obispos sobre el aborto -al que equiparan con un crimen terrorista o nazi- ponen a la mayoría de las personas partidarias de la despenalización del aborto, al nivel moral de los más viles asesinos”. Savater observa, atinadamente, que, cuando los jerarcas de la Iglesia católica dicen estas barbaridades, nadie los acusa de intolerantes o de herir las convicciones ajenas, o de antilaicistas.

 

Obispo Pablo

Su interrogante es múltiple y daría para  un diálogo  muy extenso. Veamos.

 

El Estado no tiene autoridad para decidir que sea permisible suprimir la vida de un ser humano inocente. Tampoco tiene autoridad para establecer el plazo dentro de cuyos límites el aborto dejaría de ser un crimen. La vida del ser humano pasa por distintas etapas, que son, todas ellas, humanas. Negar la igualdad de los seres humanos es negar un derecho tan básico como es la vida. Los abortos son radicalmente inmorales.

 

Dra. Luisa

Le formulo esta pregunta: ¿con qué derecho, el Estado o  la sociedad está penalizando el aborto, cuando ni por asomo está haciendo nada para que las mujeres lo eviten?

 

Se la contesto yo: Es una sociedad hipócrita e inmoral, ya que castiga con todo el rigor de la ley, lo que ella misma incita a cometer.

 

Ya que los dos utilizamos la palabra “inmoral” con distintas connotaciones, le voy a decir algo: es bastante común que los sacerdotes que hacen trabajo comunitario muestren más empatía y flexibilidad ante esta situación que las autoridades jerárquicas. Debido a que con frecuencia la jerarquía "silencia" a los sacerdotes que se manifiestan públicamente contra las normas represivas de la Iglesia.

 

Cuando dice que los abortos son radicalmente inmorales, me recuerda  a un sacerdote  ya fallecido, que, como usted, con menos rango, pero no menos importante, que padeció de la mordaza, por parte de la Iglesia, que afirmaba, por el contrario, que “la penalización es injusta, inútil e inmoral”

 

Obispo

Era respetable la opinión de mi hermano. Me uno a la frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Esta situación habla de la pluralidad de la Iglesia en estos temas. En  cuanto a lo de la mordaza, de ninguna manera lo comparto. La doctora confunde sugerencia con mordaza. Como toda organización, dependemos de la voluntad jerárquica y a ella nos atenemos. Por otra parte, creo recordar que el sacerdote hablaba también de la cantidad de bebés muertos provocados por los abortos en las clases menos pudientes. Pregunto, ¿un pobre, tiene o no tiene derecho a vivir? Porque, si su vida no merece la pena ser vivida, ¿qué hacemos para evitar que se muera de hambre? ¿También lo matamos?

 

Político I

Su razonamiento, extremo, va de la mano con la voluntad de la mayoría de la población, de un riguroso control de la salud reproductiva, ya que seguimos esperando las inversiones para mejorar la calidad laboral y de vida de los ciudadanos. Antes de que me lo resalte, cuando  digo control de salud, y en esto supongo, que está de acuerdo conmigo, estoy hablando de erradicar definitivamente todos los sucuchos abortivos del país, que siguen masacrando a las mujeres.

 

Obispo

Es muy sutil lo de la salud reproductiva. Se lo voy a traducir: Autorizar los abortos para matar niños y ¿eso es lo que se va a votar?

 

Voces

(Murmullos de desaprobación).

 

 

ESCENA IV

 

CAMBIO DE LUCES

 

Gabriela y Doctor

 

Gabriela

¿Por qué?

 

Doctor

¿Por qué, qué?

 

Gabriela

Acabo de preguntárselo. ¿Por qué  murió? ¿Dónde estuvo el error?

 

Doctor

¿No lo leyó ahí?  Otra vez tengo que repetirlo. No sé. El procedimiento era correcto...

 

Gabriela

Pero no fue lo suficiente. ¿Es la primera vez que le sucede?

 

Doctor

¿Qué cosa?

 

Gabriela

Que se le muera un paciente.

 

Doctor

Sí. Fue una fatalidad, un accidente. Tuvo una reacción adversa a los medicamentos utilizados.

 

Gabriela

 ¿No se podía haber evitado con un análisis previo?

 

Doctor

No, no es de estilo hacerlo. Lamentablemente no se lo detecta hasta que se le aplica la droga.

 

Gabriela

Caramba, qué mala suerte tuvo esa chica. ¿Ni aun en una clínica segura?

 

Doctor

No. Tampoco. La clínica era segura.

 

Gabriela

No sé cómo vamos a convencer al juez de que su clínica, clandestina, era segura.

 

Doctor

Ese es su problema.

 

Gabriela

No. Va a ser su problema, si no me cuenta cómo fueron los hechos. Le voy a ser sincera. Estoy aquí porque su padre me lo pidió y lo acepté por amistad. Yo no vengo a recriminarle a usted  nada, ni mucho menos a bendecir su conciencia. No veo por qué se tiene que sentir molesto. Solo deseo sacar conclusiones para hacer una buena defensa. Nada más.

 

Doctor

¿Ah, sí? Entonces formule bien sus preguntas.

 

Gabriela

¿Por qué lo dice?

 

Doctor

Porque  no necesito a nadie que me venga a compadecer, ni menos a sentirse mal por lo que hice. Así que, por favor, limítese a lo suyo.

 

Gabriela

No entiendo. Usted me está malinterpretando. No se confunda. Soy abogada, no psicóloga.

 

Doctor

¡Qué profesión inútil! ¡No! No la suya. La sicología. Se la recomiendan a los débiles. Aunque los que la imparten son más débiles. No saben nada. Son iguales a los sacerdotes o hechiceros, aunque prefiero a éstos últimos, para consejeros, claro. La culpa la tienen mis colegas, los siquiatras, que se dejaron robar parte de su profesión. Bueno, la escucho.

 

Gabriela

Me sorprende que diga estas cosas.

 

Doctor

No me preocupa lo que piense.

 

Gabriela

Usted no ignora que se encuentra en una situación difícil ¿verdad? Para que lo entienda, está al borde del precipicio, parado en un solo pie, a la espera de una brisa que lo voltee.

 

Doctor

¿Qué? ¿Vino a soplarme?

 

Gabriela

Escuche, ¿vamos a trabajar en serio? Entiendo, pese a su negativa,  que esté afectado por todo lo que le sucedió. Debe ser muy duro, pero, si no empezamos, ni usted ni yo vamos a sacar buenos resultados.

 

Doctor

¿Le importa?

 

Gabriela

¿Qué cosa? ¿Lo de obtener buenos resultados? Escuche,  es a usted a quien le tiene que importar. Yo cumplo con mi trabajo.

 

Doctor

Le tiene que importar hacerlo bien, ¿no?

 

Gabriela

Todo depende de usted, y de que me diga cómo pasó todo.

 

Doctor

Sigo sin entender por qué mi padre la eligió, sin consultarme.

 

Gabriela

¿No se lo dijo?

 

Doctor

Bueno sí, me habló de un abogado amigo...

 

Gabriela

¿Le molesta que sea mujer?

 

Doctor

No y sí. Ustedes tienen ese sentido común especial...

 

Gabriela

No deja de ser un elogio.

 

Doctor

No. Es un defecto. Van acumulando prejuicios que luego aplican a todo.

 

Gabriela

Concluyo que, si su padre le hubiera dicho que era mujer, me hubiera rechazado.

 

Doctor

¿Sabe que no?

 

Gabriela

¿Por?

 

Doctor

Me atraen los desafíos.

 

Gabriela

Yo no vine a confrontar con usted. En todo caso, desafíe a  su conciencia.

 

Doctor

Usted es amiga de mi padre, ¿no?

 

Gabriela

Sí, ya se lo dije. Asesoro a varios parlamentarios, incluido su padre. Formamos parte de la organización “Pro Vida”. Defendemos una causa que creemos es la mejor. Obviamente y por los hechos,  contraria a la suya...

 

Doctor

No entiendo...

 

Gabriela

Pero, pero, como lo que yo hago es estrictamente profesional, no tengo por qué involucrar mis sentimientos en esta defensa.

 

Doctor

Llevo años sin hablar con mi padre. Ocurre esto. Me llama. Lo dejo actuar por “la reconciliación” y me presenta este regalo.

 

Gabriela

¡Qué mal le sienta su papel de deprimido!

 

Doctor

Desilusionado, que no es lo mismo. Ahora, ¿cómo se atrevió a tomar este caso? ¿No teme que la expulsen de su club, de la organización esa...?

 

Gabriela

Tomé esta defensa porque me siento capaz de afrontarla y no necesariamente porque esté de acuerdo con lo que usted hizo. Eso es aparte. Ahora, no creo que me expulsen, del club como dice, por defender un caso que compete a un abogado. Es como si a usted lo expulsaran de la profesión por recetar un analgésico.

 

Doctor

¿Sabe qué? No me cierra. Salvo que usted no esté muy convencida de su posición, porque, si no, no me explico por qué está acá. Me siento como un cordero en la boca del lobo.

 

Gabriela

No creo que sea tan ingenuo. Sucede que a veces se confrontan los valores. Sí. Le confieso que estoy manejando ese dilema. Un bien superior que es mi creencia, por la que he vivido, y por otro, la esencia de mi profesión, que es satisfacer la necesidad de un cliente. A usted, como médico le ocurre esto todos los días, ¿no? Al final, no me toca a mí decidir; de eso se encarga el juez. Como ya le dije, yo aplico los instrumentos de  mi profesión.

 

Doctor

Sin embargo, pienso que para usted ya no será lo mismo.

 

Gabriela

Claro que no. Me sacaré otro caso de encima y usted, no sé, se irá a festejar con sus amigos.

 

Doctor

Me subestima. Tendría que estar muy enfermo para celebrar una muerte. En todo caso estoy dispuesto a hacer una fiesta, en vida, para festejar mi  supuesta muerte. Está invitada.

 

Gabriela

No, gracias.

 

Doctor

Sin embargo parece que a usted sí, que le encantaría  sacar provecho de todo esto para seguir encadenada a su postura inquisidora.

 

Gabriela

Gracias. ¿Lo cree así?

 

Doctor

Tengo el presentimiento de que está muy alejada de la realidad.

 

Gabriela

Mire, ¿sabe qué? No me interesa hablar de sus presentimientos. Además, ¿de qué realidades me habla?

 

Doctor

Sabe a lo que me refiero. A patear escupideras. A ver andrajos de gente envueltas en mugre y orín, que no es el aroma a Kenzo que lleva. A esas mujeres de mil hijos y otra vez embarazadas que se clavan agujas para descargar sus engendros. Una forma de haraquiri.  Porque se mutilan, o las despedazan y  mueren. Porque ustedes, así lo quieren para gloria de su Dios.

 

Gabriela

Todo esto es una pérdida de tiempo. (Parándose). Lo he intentado pero no puedo hacer nada. Lamento en serio: ni usted ni yo queremos perder tiempo.

 

Doctor

Si quiere irse, váyase. Me hace un favor. ¡Espere! ¿Le molestó tanto verse en ese espejo?

 

Gabriela

No. No me  molesta, porque estoy acostumbrada a estas cosas. Lo que me preocupa es que usted sea tan ciego. Para que sepa, si es que aún no se enteró,  el que está detenido por haber dado muerte a una persona, mejor dicho, a dos personas, por la causa que alude, aborto, es usted, no yo.

 

Doctor

¡Espere! Fue un accidente; ya se lo dije. (Silencio). Éramos pareja. Hace un año que la conocía.

 

Gabriela

¿Por qué no me lo dijo antes?

 

Doctor

No lo creí importante.

 

Grabiela

¿Por qué quiso hacerlo usted y no lo delegó a un colega?

 

Doctor

Tenía el lugar. Conocía el procedimiento. Quería asegurarme de que todo saliera bien.

 

Gabriela

Lo sigo escuchando.

 

Doctor

El legrado lo hacen hasta los propios estudiantes.

 

Gabriela

¿Me está diciendo que los estudiantes realizan abortos?

 

Doctor

Estoy hablando  de abortos terapéuticos, que sí, realizan los estudiantes, supervisados por los profesores, claro.

 

Gabriela

¿Lo hubiera evitado un anestesista?

 

Doctor

No. Ya se lo dije. Además había un anestesista.

 

Gabriela

¿Cobraban?

 

Doctor

No.

 

Gabriela

¿Cómo es eso?

 

Doctor

No, no cobrábamos.

 

Gabriela

¿Hacía mucho que se conocía con ella?

 

Doctor

Un año.

 

Gabriela

Y los padres, ¿cómo lo tomaron?

 

Doctor

No sé. No los conozco.

 

Gabriela

¿Por?

 

Doctor

Era una relación amorosa, nada más.

 

Gabriela

¿Usted o ella eran  casados?

 

Doctor

No. Ninguno de los dos, pero ¿qué tiene que ver?

 

Gabriela

Escuche: si cada vez que le hago una pregunta se va a poner en guardia, no sé qué estoy haciendo acá.

 

Doctor

No me haga caso. Estoy molesto conmigo mismo. ¿Podemos seguir otro día?

 

Gabriela

Sí. No hay problema. ¿Me permite decirle algo?

 

Doctor

Si es un consejo, no, gracias.

 

Gabriela

Hay un punto que deseo que entienda de una buena vez. No soy  ni me considero su desafío ni su consejera. Entienda que si estoy aquí es porque asumí una responsabilidad. Mi propósito es claro: poder abrirle esa puerta.

 

ESCENA  V

 

Graciela y Marisa.

 

Voz de Gabriela

Al final, ayer, ¿miraste el programa?

 

Voz de Marisa

Sí. Con lo del obispo Pablo, quedaron mal parados.

 

Voz de Gabriela

Creo que estuvimos muy bien. Vamos a ver cómo nos va la semana que viene con  este ciclo.

 

Voz de Marisa

Viste que el programa de televisión lo terminan justo cuando se vota en el Parlamento.

 

Gabriela

Si. No me hagas acordar. Estoy cruzando los dedos. ¿Leíste el reportaje al obispo?

 

Marisa

No, no tuvimos tiempo para nada. No sé si alguien en casa ojeó el diario, con el asunto de mamá.

 

Gabriela

Hoy voy a verla. ¿Cómo está?

 

Marisa

Bien. Ya está caminando por los corredores.

 

Gabriela

Menos mal que ya saliste de eso.

 

Marisa

Dirás, estoy saliendo. El cirujano me había prometido darle el alta hoy, pero decidió esperar a mañana. No deja de ser un trastorno.

 

Gabriela

¿Por?

 

Marisa

Los horarios. Corrés  contra reloj.

 

Gabriela

Conmigo no tenés problema; eres mi amiga.

 

Marisa

Y secretaria. Tampoco te puedo dejar sola y menos ahora, con tanto revuelo. Me ibas a contar sobre el reportaje de Pablo.

 

Gabriela

¡Ah, sí!  Como te lo había adelantado, se refirió a los derechos humanos. Cuestionó a los legisladores, por tratar el tema,  y apeló fundamentalmente a los valores. Me impresionó cuando se refirió a la ley como una aspiradora que extrae hijos a pedazos.

 

Marisa

¡Ah! Me olvidé  de comentarte que llamó Ricardo. Nos invitó para una fiesta de agradecimiento a  Jehová, en la organización evangélica.

 

Gabriela

¿Por?

 

Marisa

No sé. Van a  orar para que no se derogue el decreto.

 

Gabriela

Decile que nosotros también tenemos una misa. Invítalo.

 

Marisa

No seas mala.

 

Gabriela

Por favor, Marisa. Estamos tan complicadas. Y no sé si todavía tengo que viajar a Buenos Aires. Si podemos, vamos.

 

Marisa

Es un pastor y de alguna manera tiene que  motivar a su feligresía. Dejame revisar la agenda; creo que por acá hay más... ¿Qué te quedaste pensando? ¡Aquí  tengo lo de Buenos Aires! El Dr. Parodi, que le envíes pronto el borrador con el alegato de extradición de los militares, para ir adelantado la defensa. Los jueces argentinos dice que son como hongos: cuando pensás que van a dejar quieta la causa, surge otro pidiéndola. Otra cosita que tengo por acá. Aquí está.  Ríos, que aproveches ahora para pedir la salida transitoria del hijo, ya que cambiaron al director de cárceles. ¿Estás ahí?

 

Gabriela

Sí.

 

Marisa

¿Qué tal te va con el caso del médico?

 

Gabriela

Te podés imaginar que, cuando se enteró de quien era yo, Dios me libre, tuve que aguantar el chaparrón.

 

Marisa

Te lo advertí. ¿Y?

 

Gabriela

Nada.

 

Marisa

Pero, si es tan díscolo como decís, te va a complicar.

 

Gabriela

No, no creo.

 

Marisa

¿Está casado?

 

Gabriela

No.

 

Marisa

Si es el hijo de José, debe de andar por los veintipico.

 

Gabriela

Treinta y cinco. Por momentos me da pena que esté atravesando por esta situación.

 

Marisa

Él se lo buscó.

 

Gabriela

Al final la que murió era su pareja.

 

Marisa

Entonces, sí, debe estar  mal.

 

Gabriela

No te creas. No era mucho el vínculo que tenía con ella.

 

Marisa

Con todo, no debe sentirse muy cómodo. Y ¿jurídicamente?

 

Gabriela

El caso es difícil, pero tiene salida.

 

Marisa

Te veo entusiasmada con el tema. Bueno, es como si fuera tu hijo.

 

Gabriela

No seas mala.

 

Marisa

Nuestros cuarenta y tantos pesan.

 

Gabriela

Dirás por los tuyos.

 

Marisa

Y ahora ¿quién es la mala?  Bueno, seguí contándome.

 

Gabriela

Me pidió unos libros. Le gusta la literatura científica y también sobre economía. Ya le conseguí dos: De un tal Drucker y otro de Goleman. Estoy leyendo a Goleman en un diálogo científico con el Dalai Lama. Está interesante. (Suena el Celular). ¿Sí? ¡Hola, José! ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? ¡No! ¡No entiendo nada! No te sientas culpable, José. Voy a verlo. Quedate tranquilo. ¿Dónde está? ¿Cómo está ahora? Voy para allá. Tranquilízate. Nos vemos.(Cierra el Celular). ¿Podrás creer? ¡Está en el CTI!

 

Marisa

¿De quién estás hablando?

 

Gabriela

Andrés, el médico que estoy defendiendo. ¡Un infarto!

 

ESCENA VI

 

Canal de TV. Se escuchan voces.

 

Periodista

Si hablamos todos al mismo tiempo, nadie puede escuchar. Obispo.

 

Obispo

Ya termino. La Iglesia respeta y valora el pluralismo y la libertad. Pero también respeta la vida humana, que es una de las bases de todo orden social justo. No se puede reclamar el derecho a las decisiones íntimas ni el de la seguridad jurídica, ni a la seguridad higiénica en el aborto, cuando le estamos quitando a un ser humano su derecho más fundamental: la vida.

 

Dra.Luisa

Nadie piensa, ni quiere, ni desea que ninguna mujer tenga la necesidad de practicarse un aborto. Ninguna mujer se embaraza porque sí para luego ir a abortar. Eso es de Perogrullo, como citaba una senadora amiga.

 

Por eso, no es cierto que existan personas que estén "a favor" del aborto. Por el contrario, sí, hay muchas personas que están a favor de que las leyes no consideren el aborto como un delito. Estar a favor de la despenalización del aborto no equivale a estar "a favor" del aborto, ni mucho menos promoverlo. Significa simplemente aceptar que la penalización no soluciona el problema del aborto, pues, a pesar de estar prohibido por la ley y condenado religiosamente, miles de mujeres se lo practican. Estar a favor de su despenalización implica solamente plantear que las mujeres que no puedan solucionar de otra manera el problema de la gestación no deseada, tengan oportunidad de hacerse una interrupción voluntaria del embarazo en condiciones que no pongan en riesgo su salud ni su vida.

 

Pastor

¡Qué forma más subliminal de justificar la muerte! Es admirable ver el giro idiomático que se viene aplicando para volatilizar el tema del aborto, hasta llegar a deshumanizarlo. Vean ustedes: lo que en realidad es un aborto se llama “interrupción voluntaria del embarazo”; lo que en verdad es un niño por nacer se denomina, “producto de la concepción”  y lo que en el mundo real es una campaña para promover el aborto se llama “campaña de salud reproductiva”.

 

Dra. Luisa

Es muy claro que al señor pastor le agrada el juego de las palabras y veo que no está familiarizado con los términos correctos, y no solo eso. ¡Cómo se ve que no ha concurrido a las salas de ginecología de los hospitales para mirar lo desgarrante del panorama! Mujeres con múltiples infecciones y  prácticamente mutiladas por abortos clandestinos y ni hablar de las que mueren al intentarlo por esa vía. Insisto, aquí, creo que nadie esta a favor o en contra del aborto. No nos vamos a cansar de repetirlo: estar a favor de su despenalización implica solamente plantear que las mujeres que no puedan solucionar de otra manera el problema del embarazo no deseado tengan oportunidad de hacerse un aborto en condiciones que no pongan en riesgo su salud ni su vida. Los políticos  tienen la palabra.

 

Político II

¡Otra vez! ¡Los políticos! Y van....¿ Me permite  una interrupción?

 

Periodista

No es su turno, señor diputado.

 

Dra. Susana

Veamos, no voy a leer las cifras, no deseo aburrir a la audiencia, pero aquí están y son tomadas de aquellos países donde el aborto es legal. Repito, es legal.  Todo aumenta como consecuencia de la “interrupción voluntaria del embarazo”, como les agrada decir a los partidarios  de la despenalización del aborto. Ya lo dije en el primer programa: aumentan la esterilidad, los abortos espontáneos, los problemas emocionales. Quiere decir que no es todo favorable, en un aborto seguro.

 

Dra. Luisa

Retomando el tema político del asunto: en mis manos, tengo un libro cuyo título es ”El poder y la vida” y pertenece al ex presidente francés Valéry Giscard D’Estaing. En él, y permítanme que lo lea, relata:"Yo soy católico - le dije a Juan Pablo II- pero también soy presidente de una república cuyo Estado es laico. No tengo por qué imponer mis convicciones personales a mis conciudadanos, sino que debo procurar que la ley responda al estado real de la sociedad francesa para que sea respetada y pueda ser aplicada. Comprendo perfectamente el punto de vista de la Iglesia católica y, como cristiano, lo comparto. Juzgo legítimo que la Iglesia pida a los que practican su fe que respeten ciertas prohibiciones, pero no corresponde a la ley civil imponerlas con sanciones penales al conjunto del cuerpo.

 

 

Político II

No estoy de acuerdo. ¿Por qué un presidente no puede tener su opinión? ¿A quién puede afectarle? Además, no solo está actuando en plena libertad de  poder hacerlo, sino también, y aquí nadie lo discute, se trata de una palabra autorizada.

 

Está en la Constitución y las leyes de la República. Todo ciudadano es libre de pensar, decir y  opinar y aun de protestar, cuando considere que sea necesario hacerlo.

 

¡Caramba! Estamos hablando de un ciudadano común,  que momentáneamente está ocupando el principal cargo del país.

 
Dra. Luisa

Ni los presidentes, ni los legisladores están nombrados en sus cargos para tratar de crear políticas que reflejen sus muy personales ideas privadas del bien. El ideal de gobierno no es hacer que sus visiones morales íntimas se transformen en ley, sino preservar una sociedad en la que los desacuerdos lleguen a un consenso, en el mayor de los respetos.

 

Usted mismo nos está diciendo que no es una palabra cualquiera. En eso estamos de acuerdo y negar por esta misma razón  que no es influenciable es como negar que estemos en un canal de televisión. Salvo que el presidente se avenga al término teológico de “influenciar” por “alguna inspiración que Dios le envió interiormente a su alma”. En ese caso, que se dedique a evangelizar...

 

Voces

 

Murmullos de protesta.

 

ESCENA VII

 

El doctor está  sentado en una cama. Entra Gabriela.

 

Gabriela

¡Buen día! ¿Cómo está el paciente? ¿Mejor?

 
Doctor

Cliente.

 
Gabriela

Perdón.

 

Doctor

Soy su cliente ¿no?

 

Gabriela

¡Ah! Sí, sí, claro. Perdone. Veo que está más optimista hoy. Así quería verlo. Le traje algunos libros. Smith y Openheimer. Se salvó de los fríos y tormentas ¿eh? Hoy, contrariamente a lo que habían anunciado, está agradable, casi primaveral.

 

Doctor

No sé qué puede ser más atractivo: esto o la cárcel.

 

Gabriela

Ayer vine a verlo por la tarde, y no pude entrar. Me encontré con un mar de gente.

 

Doctor

Sí, vinieron muchos. Que yo recuerde no era su día de visita.

 

Gabriela

Tenía que venir por la zona y pensé que le podía alcanzar los libros. No quise molestar. Además sabía que lo vería hoy, así que... No deseo aburrirlo con los legajos. Por otra parte, no ha variado mucho la cosa. Tenemos que esperar a que termine la feria. Igual le voy a mandar el último escrito presentado.

 

Doctor

Está bien.

 

Gabriela

Ayer vi muchas caras. Su padre es muy querido.

 

Doctor

Sí, tiene muchos amigos.

 

Gabriela

Sí, claro. Usted también.

 

Doctor

¿Teme perder el caso?

 

Gabriela

Vamos, no empecemos. No. ¿Qué sentido tendría? No estaría acá. Vamos a  ver.  Deseo preguntarle algo y no se  ofenda, por favor. Con respecto a su trato con... (Mira  el  expediente) María, insisto en que, si usted reconoce su relación, podría significar un atenuante muy importante.

 

Doctor

¡Otra vez! ¿Lo dice en serio?

 

Gabriela

Claro.

 

Doctor

No me parece.

 

Gabriela

No cambia nada. Ella está muerta. Y el hecho de que se enteren que usted tenía, además, una relación afectiva con su hija, puede significar una mayor comprensión y no estarían tan solos en su tragedia.

 

Doctor

No sé. Volvemos a la psicología. No. No intente crearme un sentimiento de culpa. Científicamente hice todo lo posible para salvarla. Además no veo en qué nos favorece el hecho de sacar a luz la relación. Escuche, yo no tengo que decirle a usted lo que tiene que hacer.  Y por lo poco que conozco de  su trabajo, creo que no se trata de preocuparse  sentimentalmente por los demás.

 

Gabriela

Vamos, no es sentimentalismo. Se lo planteo, porque, ya se lo dije, puede ser beneficioso para la causa.

 

Doctor

No, gracias.

 

Gabriela

No esperaba tanto pragmatismo.

 

Doctor

¡Qué rápido hace sus conclusiones! Lo tomo como un cumplido. Al menos estoy con los pies en la tierra.

 

Gabriela

Yo diría un poco más abajo.

 

Doctor

Su oficio, bastante turbio por cierto, es desenterrar; así que, por favor comience a trabajar en lo suyo, para eso mi padre le paga ¿no?

 

Gabriela

Su padre no me paga.

 

Doctor

Bien, no me interesa. Es su problema. Ahora, me preocupa que trabaje gratis;  considero que no es lo mismo.

 

Gabriela

¡Cómo! ¿No me dijo la otra vez que no cobraba en sus clínicas? Así que tampoco para mí “es lo mismo”. ¿Acaso lucraba con los abortos?

 

Doctor

Ya le dije que no.

 

Gabriela

¿Puede comprobarlo?

 

Doctor

Tengo miles de testigos, pero ¿qué quiere? ¿Qué vengan aquí a contárselo al juez y luego vayan presos? El otro abogado era un estúpido y usted busca parecérsele.

 

Gabriela

Cálmese que se le cierran las arterias. Si busca ofenderme, no lo va a lograr. ¿Sabe que igual no le creo?

 

Doctor

¿Qué cosa?

 

Gabriela

Eso, de no cobrar nada.

 

Doctor

Le digo más. Incluso le damos los medicamentos gratuitos.

 

Gabriela

Pero, entonces, ¿de dónde salían los recursos?

 

Doctor

Aunque le parezca mentira, de nuestros propios bolsillos.

 

Gabriela

Cuando dice  “nuestros” ¿a qué cantidad de personas se está refiriendo?

 

Doctor

A muchas.

 

Gabriela

Me está hablando de una organización.

 

Doctor

Puede ser.

 

Gabriela

¿Por qué teme contármelo?

 

Doctor

¿Para qué? Usted no lo entendería.

 

Gabriela

No me diga que tienen toques y signos. ¿Acaso es masón?

 

Doctor

¿Toques y signos? ¿Qué es esa basura?

 

Gabriela

Mi padre era masón y algo conozco.

 

Doctor

Ni masón, ni católico, ni protestante. Usted, no sé por qué me da una verdadera dimensión del borreguismo reinante en el mundo.

 

Gabriela

Solo le pregunté si era masón.

 

Doctor

Ya le contesté.  No me gusta ser clubista.

 

Gabriela

¿Qué tiene de malo?

 

Doctor

¿Sabe para qué están los clubes? Para escapar del tedio de la casa, engañar, escuchar tonterías,  vincularse y crear grupos de poder, entre comillas. Luego salen de esos agujeros como de una terapia grupal, creyendo que son salvadores y  reyes de la tolerancia y no se aguantan ni ellos mismos.

 

Gabriela

¿De qué tipo de clubes me está hablando?

 

Doctor

Estoy hablando de la Masonería, del Opus...

 

Gabriela

Usted sabe bastante sobre ellos. ¿Acaso estuvo allí adentro?

 

Doctor

Lo tiene tan incorporado que lo da por hecho a todo aquel que la rodea ¿no? Llega al límite de lo absurdo con tal de pertenecer a un grupo o una tribu.

 

Gabriela

¿Lo dice por mí? Sí. ¿Por qué no? Al igual que Ud. soy un ser social.

¿Por qué piensa que pertenezco a alguna tribu?

 

Doctor

¿Acaso no es católica?

 

Gabriela

¿Es un delito?

 

Doctor

No. Es una estupidez. ¿Para qué quiere la religión? ¿Para ser ejemplar? Para eso usted no necesita del sacerdote, porque, de lo contrario, está perpetuando la explotación y todas las tretas de las religiones. No, no me molesta. Aunque reconozca que es una religión sexofóbica.

 

Gabriela

¿Por qué lo dice?

 

Doctor

Piense que la Virgen María tuvo que ser virgen para tener al hijo de Dios.

 

Gabriela

Yo respeto su idea, pero...

 

Doctor

¿Sabe cómo me la imagino a usted?

 

Gabriela

Por favor, no imagine nada.

 

Doctor

Me la imagino sentada a la mesa rezando antes de comer y antes de acostarse. ¿Es así?

 

Gabriela

No. ¿Hasta cuándo tenemos que seguir en esto?

 

Doctor

No hace mucho, vi, en un cine club, una película: “El Gatopardo”, con un viejo actor, ya fallecido, Burt Lancaster. Me llamaron la atención las relaciones sexuales de las catoliqueras de la época. En el camisón que le llegaba a los pies, ella, adelante, en la zona pudenda, tenía un agujero así, no muy grande. En aquella época, se cuidaban de que nadie las tocara. ¿Sería por el frío?  Dormían vestidas, pero con ese detalle...

 

Gabriela

No me hace nada de gracia. Usted, por lo que veo, me ubica en la edad de piedra. Además no se imagine nada más. Lo sigo escuchando, pero trate,  por favor, de no entrar  en temas personales.

 

Doctor

Vamos, no se compadezca de mi situación. Dígame lo que sienta.

 

Gabriela

¿Qué? Se parece a un niño. Aunque ahora es tarde para darle unas palmadas.

 

Doctor

Bueno, no pretendía tanto. No se olvide de que estoy en inferioridad de condiciones.

 

Gabriela

No. Hablando en serio. A cuento de los clubes y todo lo demás, quedó algo pendiente. Cuando nos trata supuestamente, de “absurdos”por pertenecer a una religión, ¿por qué lo dice?

 

Doctor

Lo absurdo es no ver más allá de las narices. Tienen  que estar siempre pegados a otro porque, si no, se caen de tanta debilidad. Necesitan estar metidos dentro de un molde por temor. Entonces depositan la confianza en otro. Entran en los clubes del  psicólogo,  el líder, el político, el cura, de la Masonería, del Opus, de  cualquier grupo. Es el deporte de todas las personas tarambanas, frívolas. Y ahí crean dependencia. Y una vez metidos, a lo que digan...y así,  se  crean un mundo romántico  y  allá van, temerosos, como corderitos de las narices a buscar  la nada. Bueno, sí, “poder”, entre comillas.

 

Gabriela

¿Por qué  “poder”  entre comillas?

 

Doctor

Por lo que ya le dije. Hay gente que  busca todo eso por su propio miedo, por  inseguridad. Además los poderosos, no están en esas sectas, religiones o grupejos. Así que, muchos se llevan un chasco enorme.

 

Gabriela

Sin embargo, el presidente está allí.

 

Doctor

Dirá, “nunca estuvo allí”. Él sabe bien que hace años que no concurre. Él paga el club, pero nunca va. ¿Ser o no ser?  Y en cuanto al poder, Virgilio ya lo dice en la Eneida: “Pueden, porque creen poder”.

 

Gabriela

Él, sin embargo, no niega ser masón.

 

Doctor

Ya se lo dije. Es una verdad a medias o una verdad con máscara, como dijo Byron.

 

Gabriela

Acaba de decirme que está en una organización ¿no?

 

Doctor

Es distinto. Y ¿sabe por qué? Porque soy libre. No dependo de esas cosas absurdas.

 

Gabriela

Los masones también se consideran libres.

 

Doctor

¿Libres? Es ridículo que digan que son libres cuando dependen de rituales que los anestesian y, por supuesto, de jerarquías. Que no me hagan reír.

 

Gabriela

Sin embargo, para ellos eso no es el verdadero concepto de la libertad.

 

Doctor

Claro, lo adornan escudándose en el hermetismo, al igual que la iglesia, en el misterio. Ambas cosas son tan oscuras como ellos mismos.

 

Gabriela

Vaya paradoja. Yo ahora a  usted no lo veo tan libre.

 

Doctor

Ya se lo dije. Usted se encadena y se traga la llave del candado.

 

Gabriela

¿Quién  es el que está buscando ahora la llave de la libertad?

 

Doctor

(Silencio). No entendió nada.

 

Gabriela

No.

 

Doctor

¿Me alcanza un poco de agua?  Mire. Somos moldes y como tales salimos repetidos. Pero llega un momento en que algo o alguien nos hace pensar y, ahí sí, comenzamos a diferenciarnos.

 

Gabriela

Así de fácil.

 

Doctor

No tan fácil. Me llevó años  abrir un poco los ojos. Antes me agradaba escuchar palabras lindas. Era un placer oírlas. Me decía: ¡Qué bien habla tal o cual! Yo pienso lo mismo. ¡Qué bien me cae esa frase! En una palabra, me sentía acariciado y hasta, si se quiere, reconfortado. Eso, mi querida amiga, se llama anestesia.

 

Un buen día me encontré con un libro.

 

Gabriela

De autoayuda.

 

Doctor

No. De un pensador hindú. Él nunca escribió, así que, si bien es cierto es un libro, no está escrito por él.

 

Gabriela

Me la está haciendo difícil. Dígame una pista. Hay varios que han escrito libros sobre otros. Biografías.

 

Doctor

Se trata de varios libros  que recopilan todas las conferencias que impartió por el mundo. Murió en el 84. Se los recomiendo. Su nombre, Jiddu Krishnamurti.

 

Gabriela

Y usted viene a ser algo así como su seguidor.

 

Doctor

No. Me hizo ver un poco más allá de las narices. Él no trata de convencer a nadie, sino de pensar. Es muy cómodo no pensar. (Silencio. Bebe agua).

 

Escuche, a esta altura no sé nada de su vida y usted de la mía conoce bastante. Cuénteme algo.

 

Gabriela

¿Así, porque sí nomás?

 

Doctor

Bueno, si no me quiere contar, hablemos de…

 

Gabriela

No. ¿Qué quiere saber?

 

Doctor

A propósito de libros… ¿Ha leído algunos de los que me trajo?

 

Gabriela

¿Por qué habría de leerlos?

 

Doctor

No sé.  Solo preguntaba.

 

Gabriela

Sí. Leí a Goleman, “Emociones destructivas”.

 

Doctor

¿Le gustó?

 

Gabriela

Sí, sobre todo, las charlas con el Dalai Lama. En una de ellas dice que la verdadera fortaleza de los seres humanos no es tanto física como mental y, en consecuencia, el modo más adecuado de cambiar a las personas consiste en recurrir a la amabilidad.

 

Doctor

Está bien. No lo dirá por mí, ¿no?  A propósito de ese mismo libro, a mí me quedó, más que las charlas, una anécdota que contó Goleman sobre un hecho que le pasó al Dalai. Dice que, mientras hablaba, notó que una cucaracha le subía por la túnica. La tomó con la mano y se la dio a su asistente para que la llevara a otro sitio. Luego el Dalai lo miró a Goleman y sonriente le dijo: “Hoy, porque me encontró de buen humor que, si no, muere aplastada”.

 

Gabriela

Todo depende del estado de ánimo ¿no?

 

Doctor

Y de la amabilidad.

 

Doctor

¿Qué hizo ayer?

 

Gabriela

¿Es un juego?

 

Doctor

No, una pregunta.

 

Gabriela

¡Uy, bueno! Ayer. Me quedé en casa. Estuve ordenando algunas cosas. Leí algo. Fui a visitar a la madre de una amiga, a la que habían operado. Luego vine a verlo a usted, pero como le dije, me asusté con tanta gente. Después, hmmm, compré algo y me volví. Y ahí terminó el periplo.

 

Doctor

¿Por qué está sola?

 

Gabriela

Mi marido, por el trabajo,  viaja siempre. Y mi hijo también. Se fue de gira por el mundo con los estudiantes de Economía.

 

Doctor

¿Me hace el favor? Alcánceme un poquito más de agua. Gracias.

 

Gabriela

Mañana no cuente conmigo.

 

Doctor

¿Por?

 

Gabriela

Tengo que viajar a Buenos Aires.

 

Doctor

Está bien. Diviértase.

 

Gabriela

Voy  por trabajo.

 

Doctor

Diviértase igual.

 

Gabriela

Se lo digo porque va  a venir mi secretaria para traerle el último escrito que presentamos…

 

Doctor

Hágame el favor, cuando venga, prefiero que me lo traiga usted.

 

Gabriela

¿Algo más?

 

Doctor

No. Bueno, si no es molestia, cómpreme unos chocolates.

 

Gabriela

¿Se quiere suicidar?

 

Doctor

Dulcemente.

 

Gabriela

Muy bien. ¿Podemos seguir hablando de su caso?

 

Doctor

¿Sobre qué?

 

Gabriela

Sobre lo que me dijo de su organización… (Silencio).  ¿Está distraído?

 

Doctor

No.

 

Gabriela

Dígame.

 

Doctor

¿Qué quiere que le diga?

 

Gabriela

Si está cansado, vamos a dejarlo para otro día.

 

Doctor

No. No. Está bien. Mi organización. No está grabando ¿no?

 

Gabriela

¿Por qué habría de grabar una conversación? Sigue sin tenerme confianza.

 

Doctor

No sé. Comprenda que el contárselo puede ser arriesgado.  Póngase en mi lugar. Usted para mí es Dios y el diablo a la vez, aunque, obvio, me quedo con su parte de diablo.

 

Gabriela

No me deja muchas alternativas. Gracias.

 

Doctor

A propósito, ¿sabe por qué las mujeres se entregan a Dios?

 

Gabriela

¿No? ¿A ver?

 

Doctor

Porque el diablo ya no quiere saber de nada con ustedes.

 

Gabriela

Se ríe de sus propios chistes. Es bueno reírse.

 

Doctor

A propósito de risa, ¿sabía que Cristo jamás se rió? Nunca hizo un chiste, ni una broma...era un triste total. No se ponga seria. Y...dígame ¿por qué tiene tanto interés en conocer mi organización? ¿Importa a mi causa?

 

Gabriela

¿Por qué no? El hecho de no cobrar los abortos, como dice, aporta mucho a su legajo. Además le aclaro que tanto en mi profesión como en la suya somos  como  sacerdotes en el confesionario.

 

Doctor

Eso no me da ninguna garantía. Es lo mismo que confesarse frente a un inquisidor. Estoy muerto e incinerado antes de empezar a hablar.

 

Gabriela

¡Hola! Aquí, el Dalai clamando por amabilidad. Está bien. Hábleme. ¿Qué otros tipos de aborto se practicaban en su clínica?

 

ESCENA VIII

 

CANAL DE TV.

 

 

Voz Político I

¿Se hace necesario dar el detalle de un aborto? ¿No estamos con esto apelando a un recurso efectista, para desviar la verdadera atención de la audiencia?

 

Dra. Susana

La audiencia no es usted ni yo, sino toda la sociedad, a quien solo queremos recordarle  cómo se realiza un procedimiento que usted está defendiendo.

 

Político I

No minimice el problema. Nosotros no queremos que esto suceda. Lo que ocurre es que, de una buena vez, todos tenemos que hacer algo para no tirarnos los fardos encima. Con su actitud lo que hace es echar leña al fuego. Seguimos en el eterno dilema. Educamos o no. Sin educación lo que hacen es empujar a las mujeres para que se hagan el aborto. Mostrar  tan explícitamente la forma o el procedimiento lo que provoca es repulsión, pero no solución.

 

Periodista

Su turno, doctora.

 

Dra. Susana

El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de por algunos métodos domésticos, a través de los siguientes métodos. (Optativo la muestra de diapositivas).

 

Por envenenamiento salino. Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que protege al bebé. Se introduce una larga aguja a través del abdomen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos.

 

Por succión. Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está desarrollando, absorbiéndolo, depositándolo después en un balde junto con la placenta.

 

Por dilatación y curetaje, que es el más conocido, por el que se desmiembra al bebé y se lo saca en pedazos.

 

Y el método más espantoso es el “D & X” a las 32 semanas. Después de dilatado el cuello uterino por tres días y guiado por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con  ella una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé y finalmente lo extrae. Como la cabeza es demasiado grande, entierra unas tijeras en la base del cráneo y la abre para ampliar el orificio. Inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión.

 

Después están los otros por operación cesárea, mediante prostaglandinas y siguen más.

 

Obispo

¡Un verdadero asesinato! La Iglesia dice “no” al aborto, único modo de estar consecuentemente a favor del “sí” a la vida del hombre, que es la gloria de Dios.

 

Dra. Luisa

Como colega, puedo decirle a la doctora que fue una estupenda clase de cirugía, la que, por supuesto, y esto omitió decirlo, se practica en todos aquellos países adelantados donde está legalizado el aborto. Le aclaro también, que en estos países ha bajado la tasa no solo de abortos, sino también de mortalidad por este tipo de intervención.

 

Pero, yendo a lo exaltado de la afirmación del representante de la Iglesia, le tengo que decir que es absurdo hablar de crimen o asesinato. Esos argumentos fijan arbitrariamente un momento del proceso evolutivo. Creo que estamos confundiendo los términos. “No se trata de una persona humana, sino de una vida en desarrollo”. No es este el caso, pero no todos los homicidios se castigan de igual forma, e incluso hay algunos que están libres de sanción penal, como las innumerables muertes y matanzas por guerra o los verdugos, que están también legalmente exentos.

 

Periodista

Los otros días leí al final de un editorial la afirmación de que la sociedad no estaba preparada para un debate sobre la educación sexual y el aborto. La Iglesia ¿qué dice?

 

Obispo

¡Que es verdad!  Si no, mírenos a nosotros. Todo esto no tiene sentido. Y menos con respecto a los partidarios del aborto. Es irrefutable la posición de la Iglesia con respecto al tema. Sencillamente porque no existen argumentos para justificar la muerte de una persona. Y, en cuanto a la educación sexual, todos queremos aportar información, pero, ¿cuál?, ¿para qué? ¿Para inducir a una actividad sexual temprana?  ¿Para introducir algo que en la vida de los niños no existe? Y en cuanto a los preservativos es muy clara nuestra posición. Es inducir a la promiscuidad. Lo mismo que con los anticonceptivos. Son cancerígenos y además incitan a las adolescentes, como ya dije, a la promiscuidad. Con respecto al SIDA, y no nos cansamos de repetirlo, la abstinencia sexual y fidelidad conyugal son los únicos medios lícitos de prevención.

 

Político I

Lo que dice el padre es respetable y muy sano como consejo para sus feligreses, pero no tiene sentido tratar de imponerlo al resto de la sociedad. Mal que le pese, felizmente somos una sociedad laica. Además, en su propuesta, tendrían que existir campañas sobre cómo resolver otros temas sociales, como la educación, etc. En las clases altas esos programas tienen otra repercusión. Si no, lo que estaríamos haciendo es perpetuar la pobreza y la multiplicación de los niños en la calle.

 

Obispo

Claro, para usted, la esterilización estaría solucionando el problema.

 

Político I

A esa aberración voy a contestarle con hechos. Antes, déjeme seguir con el hilo de la conversación.

 

Con respecto a la pregunta  de que, si estamos o no preparados para debatir, yo digo que el no hacerlo sería aventar con liviandad un asunto que no puede ser postergado. Por un lado, se trata de la salud y la vida de innumerables mujeres, que, con o sin ley, igual continúan abortando. Seguimos silenciando el tema, ocultando la cabeza.. En lo que tiene que ver con la educación sexual,  se hace imprescindible impartirla, porque a nadie escapa que existe educación sexual, deformada, llena de tabúes, pero existe.

 

En cuanto a los preservativos, es un absurdo lo de la abstinencia; si no, que lo digan los “misioneros en África”, entre comillas, de lo que contamos con la documentación pertinente. Tienen relaciones sexuales sin preservativos, con las novicias, ya que es más seguro que mantenerlas con las lugareñas, por el SIDA. Claro que las novicias, tienen sus hijos, y todo, con el silencio cómplice de la Iglesia.

 

Obispo

Esto es una mentira infame. ¡Usted es un francotirador!

 

Político I

No terminé. El actual escándalo por paidofilia sacerdotal que comenzó en los Estados Unidos no se puede explicar sin el antecedente de las monjas africanas, una injusticia que está documentada por especialistas por lo menos desde hace dos décadas.

 

Niveles de impunidad como estos, aunados a las declaraciones del  vocero oficial del Vaticano, para tratar de minimizar la extensión del fenómeno, indignaron aún más a la opinión pública. Tanto que el Parlamento Europeo apoyó por mayoría de votos, en Estrasburgo, una resolución oficial titulada “Sobre la violencia sexual contra las mujeres y en particular contra religiosas católicas”.

 

Obispo

¡Esto es una calumnia!

 

Político I

Ya termino. El documento de carácter público - que el padre, sabe muy bien que existe- se solidariza con las víctimas, exige al Vaticano que destituya de sus cargos a los sacerdotes y obispos responsables de explotar sexualmente a las monjas, y pide “que cooperen con las autoridades judiciales”, a las cuales llama a proceder jurídicamente contra los responsables.

 

Obispo

¡Este exabrupto no era el tema! ¿A dónde quiere llegar?

 

Político I

A que no se puede predicar con el clásico  “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”.

 

Periodista

Señores panelistas, nos vemos en la necesidad de  poner un orden a este dialogo, al que hemos tratado de no interrumpir para hacerlo más ágil.  Cuando todos hablan a la vez, nadie, ni ustedes ni la teleaudiencia pueden escuchar nada. Así que como se darán cuenta nos vemos obligados a poner un punto para reordenar la charla. Señor obispo.

 

Obispo

¡Claro que el punto lo tiene que poner usted! Habíamos acordado que los temas a tratar iban a versar sobre el aborto y no a prejuzgar el comportamiento de algunos de mis hermanos. Por supuesto que hay ovejas descarriadas. No vamos a culpar a la Iglesia  por estos desmanes. Además, la argumentación  de los que están a favor del aborto cada vez es mas débil,  y necesariamente se ven obligados a recurrir a este tipo de “bengala” para desviar la atención del problema. Si hablamos de corrupción, también existe en la Salud, con médicos que lucran y seguirán lucrando con la profesión, y por eso ¿vamos a culpar a todo el cuerpo? Los políticos, si miran un poco, todavía hay una camada en las cárceles. ¿Qué? También los metemos a todos en la olla. Quien esté libre de culpa que arroje la primera piedra. Entonces, convengamos que los tres actores que participamos de  esta opinión sobre el aborto estamos involucrados en temas corruptos .Es una forma de descalificación estúpida. ¡Vamos a dejarnos de estos trucos simplistas!

 

Político I

Nadie desea desviar nada. Además estamos diciendo la verdad. Como el reciente tratado de ética para los políticos que sacó el Vaticano con la firma del papa, Joseph Ratzinger, algo así como el inquisidor número uno de la Iglesia. El objetivo de la guía es decirles a los políticos que deben asumir una actitud de “resistencia profética” contra las leyes moralmente “injustas e “imperfectas” en relación a temas tales como aborto, divorcio, anticoncepción, eutanasia, experimentos genéticos, homosexualidad, parejas extramatrimoniales, clonación humana.

 

Obispo

Vale la pena aclarar que el tratado de ética del Vaticano está destinado exclusivamente a los políticos católicos.

 

Político I

Es que el documento dice: "En ningún ámbito de la vida la ley civil puede sustituir a la conciencia". Y a las voces de descontento que ya alzaron algunos políticos contra esta "guía moral" se sumaron ahora los miembros de la comunidad homosexual y lésbica. En el tratado se afirma que la homosexualidad "no tiene valor social" y se advierte contra conceptos tales como "sexo seguro" y "salud reproductiva", y asegura que los preservativos no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual.

 

Le recuerdo los dardos lanzados hace muy poco por su arzobispo contra la homosexualidad. Claro, ahora se tiene que cuidar la lengua porque muy bien puede ser procesado, gracias a un artículo único que se incorporó al Código Penal. Así que, violín en bolsa.

 

Periodista

Vamos a ordenar el dialogado. Nos quedan pocos minutos y estamos a 48 horas de que el Parlamento  se expida sobre la ley de despenalización del aborto. Restan algunos panelistas por  hablar, así que les pido brevedad cuando vayan a exponer sus conceptos.

 

ESCENA IX

 

Gabriela y Marisa 

 

Gabriela

No se puede hacer nada. El traslado de los militares es inminente. Según Parodi, no lo vamos a poder evitar. Pese a la negativa de nuestro presidente,  existe  acuerdo para lograr las extradiciones.

 

Marisa

¿De que fuente lo sacó Parodi?

 

Gabriela

De la propia Casa Rosada.

 

Marisa

¿Te vas a dar por enterada?

 

Gabriela

¡Claro! Además, qué querés que te diga. No lo creo. Primero serán juzgados y encarcelados acá y luego, si llegan a cumplir la pena, se los llevarán.

 

Marisa

¿Cómo te fue en Buenos Aires?

 

Gabriela

Como siempre. No me dio para ir a ningún lado.  La única salida fue con Parodi y la mujer. Fuimos a cenar. Después a comprar algunas bobadas. Aunque los días se  me hicieron eternos. Estuvo lloviendo siempre. Debe ser por eso.

 

Marisa

¿Cómo sigue el doctor?

 

Gabriela

Hace un rato hablé con él. Está bien.

 

Marisa

Sí, pero ¿por qué lo del infarto?

 

Gabriela

Discutieron. Ninguno de los dos me dijo nada. Pienso que el hijo le cuestionó al padre mi defensa y le falló la arteria.

 

Marisa

¡Te lo advertí!

 

Gabriela

Lo importante es que ahora están bien los dos.

 

Marisa

¿Lo van a operar?

 

Gabriela

 No, no creo. Tuvo una obstrucción mínima.

 

Marisa

Un tipo, por lo que me decís, tan vital se debe de aburrir de lo lindo.

 

Gabriela

No. Va mucha gente a verlo. 

 

Marisa

En tu visita ¿a quién viste?

 

Gabriela

A nadie, aunque me pareció reconocer al decano de medicina,  pero, viste como soy cuando hay mucha gente: media vuelta y afuera. Cuéntame ¿viste el programa? Estoy deseando llegar a casa para verlo. Lo dejé grabando. ¿Estuvo interesante?

 

Marisa

¡Si habrá estado! Yo ya te  había advertido que iban a aprovechar al máximo para lanzar sus últimos dardos.

 

Gabriela

Y ¿el obispo?

 

Marisa

Mal. Que lo llames.

 

Gabriela

Por la aprobación de la ley. Bien sabe que van a tener un festejo corto.

 

Marisa

Tu doctorcito sí estará contento.

 

Gabriela

Sí. Supongo que sí. ¿Tenés algo más?

 

Marisa

Ricardo el Pastor. Preguntando por qué no fuimos a la ceremonia. Que nos esperó, que....

 

Gabriela

Le dijiste que estaba en Buenos Aires.

 

Marisa

¡Por supuesto!  Además, le conté lo de  mi madre.

 

Gabriela

Bien. Vamos. (Mutis).

 

Marisa

¡Ay, qué tanto apuro, mujer!

 

Voz  de Gabriela

Dale, Marisa. ¡Hoy nos toca caminar! ¿Ya te habías olvidado?

 

Marisa

¡Noo, hoy no, por favor!

 

ESCENA X

 

En el  sanatorio. Gabriela y el Doctor.

 

Doctor

Gracias de nuevo por los libros y los chocolates. (Comiendo). Están muy buenos. ¿Gusta?

 

Gabriela

 No, gracias. ¿Estuvo muy visitado?

 

Doctor

Sí. Como todos los fines de semana… ¿Me ayuda?

 

Gabriela

Sí, claro.

 

Doctor

La invito a caminar un poco, si no la comprometo.

 

Gabriela

Por favor.

 

Doctor

Permítame  que me apoye. Así. Vamos.

 

Gabriela

¿El policía nos dejará?

 

Doctor

Si le decimos la verdad, no.

 

Gabriela

¿Cómo es eso?

 

Doctor

Que nos vamos a fugar.

 

Gabriela

¿Qué diría si le dieran el alta?

 

Doctor

No sé. No me va a alegrar nada tener que volver a la cárcel.

 

Gabriela

Sin embargo, un día me dijo que esto era igual.

 

Doctor

Bueno, sí. Es lo menos peor. Ahora me está dando por dormir y me acuerdo de cuando lo hacía con mis gatos. ¿Le agradan los gatos? No. No me responda.

 

Tengo tres. Lu, Toby y Noé. Toby es el del medio y es un gran cazador. Se especializa en picaflores. Se los come enteritos. Debe de ser por lo dulces que son.

 

Gabriela

¿No les da de comer pastillas?

 

Doctor

Sí, claro. Pero además cazan. ¿Sabe qué? Tendrían que inventar una pastilla con gusto a ratón. Eso les encantaría.

 

Gabriela

Yo nunca he tenido gatos en casa, así que...

 

Doctor

Hay mucha gente a la que no le gustan los gatos y ¿sabe por qué? Porque son muy parecidos a nosotros. Independientes. Dos famosos pintores eran amantes de los gatos: Gustav Klimt y Picasso.

 

Gabriela

Es un hombre de suerte.

 

Doctor

¿Lo dice por los gatos?

 

Gabriela

No. Le nombraron un nuevo juez para su causa.

 

Doctor

¿Por qué?

 

Gabriela

Porque al que estaba lo trasladaron a otro juzgado.

 

Doctor

Y eso ¿qué cambia?

 

Gabriela

Nada. Es otra visión. Y por lo que me adelantó, al ser primario, no tener antecedentes y haber cumplido parte de la pena, queda en libertad condicional.

 

Doctor

¿Cuándo sería eso?

 

Gabriela

Pronto.

 

Doctor

Se ve que los cambios me favorecen. Lo digo por usted, también.

 

Gabriela

Bueno.  Espero poder seguir ganando su confianza.

 

Doctor

Ya se la ganó.

 

Gabriela

Gracias.

 

Doctor

Creo que los dos incorporamos muy bien la teoría del Dalai. Sentémonos. El sábado recibí un informe que me dejó muy contento. Con relación al año pasado bajó la estadística de los abortos.

 

Gabriela

Y ese dato ¿es de su clínica?

 

Doctor

De las veinte. No se sorprenda. Son  un total de veinte clínicas que están  trabajando en esto.

 

Gabriela

Deben de estar distribuidas en todo el país.

 

Doctor

Así es.

 

Gabriela

Creo recordar cuando me dijo que no cobraban. ¿Cómo se solventan?

 

Doctor

Están involucrados una de las aseguradoras más  grandes,  varios laboratorios y alguna que otra empresa. También se recibe ayuda del exterior.

 

Gabriela

Pero ¿de dónde surgió todo esto?

 

 

Doctor

Fue a  raíz de una conferencia que dio un médico muy importante, de origen holandés, para que actuáramos,  por el juramento hipocrático, y evitar así la alta mortalidad por los abortos ilegales. Nos culpó directamente a nosotros por la situación. Y nos señaló como los actores principales en el proceso de legalización del aborto.

 

Gabriela

Pero, así como así nomás, viene un doctor extranjero, habla de lo mal que se están portando los médicos y todo el mundo a hacer lo que él diga. ¿No entiendo?

 

Doctor

Me sentí responsable por no estar haciendo nada. Nos reunimos  con otros colegas y luego con  varios empresarios y ahí empezó la historia.

 

Gabriela

De acuerdo con lo que me dice, cuentan con bastante apoyo.

 

Doctor

Sí. Hasta el propio decano supervisa y nos aconseja, además de otros altos técnicos, por supuesto.

 

Gabriela

Ahora, tuvo que existir un plan.  Esto tiene que venir funcionando desde hace tiempo. No nació así  de golpe.

 

Doctor

Claro que no. Todo se inició a través de los médicos de cabecera, que es la puerta de entrada de la población al sistema de salud. Fue así como conformaron  un grupo muy fuerte y comenzamos a abrir las clínicas hace más de cinco años.

 

Gabriela

Si, ahora me acuerdo. Fue cuando se dieron recursos para  reactivar  al médico de familia.

 

Doctor

Exacto.

 

Gabriela

¿No teme que se sepa?

 

Doctor

Ya ve que no. Se lo estoy contando.

 

Gabriela

¿Por  que piensa que no lo voy a denunciar?

 

Doctor

Porque creo que es una mujer inteligente.

 

Gabriela

Todo ahora parece que lo favorece.

 

Doctor

¿Lo dice por la aprobación de la ley? Todo está en manos del presidente.

 

Gabriela

Su posición es muy sólida.

 

Doctor

Sí. Así lo dice. Vamos a ver.

 

Gabriela

El veto puede ocasionar una frustración muy grande para muchos.

 

Doctor

Sí. A la mayoría.

 

Gabriela

¿Espera alguna recompensa por hacer lo que hace?

 

Doctor

Vuelvo a  Krishnamurti. Él consideraba que todas las recompensas son infantiles.  Todos fuimos y estamos siendo educados en términos de recompensa y castigo, logro y competencia. La recompensa no es más que un lindo vestido que cubre al fracaso. ¿Acaso usted da amor y espera a cambio una retribución?

 

Gabriela

Claro que no. Y en el caso como le pasó, tener que enfrentarse con la muerte ¿de alguna forma no sería frustrante?

 

Doctor

Ver la muerte  en los demás, y más de seres queridos, es siempre doloroso. Es distinto si a mí me toca morir. Uno tiene incorporado, atávicamente,  el deseo de quedarse. Más allá del tema material.  No quiero morir hasta terminar con lo que estoy haciendo. Así, tengo miedo a la muerte, porque sería frustrante no tener más tiempo de vida para hacer más. Sin embargo, si en cada tarea ponemos entrega, entusiasmo, amor, lo que hacemos es eternizar los instantes. La felicidad es la eternidad del instante. Y entonces ya no tendríamos temor a la muerte.

 

Gabriela

Sí, un filósofo  y mi padre lo decían siempre: la muerte no existe. Es irreal. Solo la vemos en los demás...pero duele, como dice, verlo en los seres queridos.

 

¿Me permite darle una sorpresa?

 

Doctor

¿A ver?

 

Gabriela

¿No se dio cuenta de que no había ningún policía en la puerta?

 

Doctor

A decir verdad, no. ¿Capaz que fue al baño?

 

Gabriela

No. No está más. Porque usted está libre. No solamente está dado de alta, sino que también le conseguí la libertad condicional.

 

Doctor

¿Es verdad? (La alza, abrazándola). ¡No, no  puedo creerlo! ¡Gracias! 

 

Gabriela

¡No puede hacer fuerza! ¡Bájeme que le puede venir algo!

 

Doctor

No me importaría. Uf, aunque me agité un poco.

 

Gabriela

¿Se encuentra bien?

 

Doctor

Mejor, imposible. Discúlpeme por el arrebato ¿Por qué demoró tanto en decírmelo?

 

Gabriela

Quería conversar con usted antes de que se fuera y creo que valió la pena.

 

Doctor

Supongo que no va a ser la última.

 

Gabriela

¡Claro que no! Además le voy a tener que seguir mostrando los escritos y me gustaría continuar con nuestras charlas.

 

Doctor

Si no se aburre... ¿Me hace un favor?

 

Gabriela

¡Cómo no!

 

Doctor

¡Lléveme a casa!

 

Gabriela

Con mucho gusto. ¿Puedo hacerle una pregunta?

 

Doctor

Dígame.

 

Gabriela

No, nada. No tiene nada que ver.

 

Doctor

Dígame.

 

Gabriela

Ocurrió en el primer día…cuando nos conocimos. ¿Cómo supo el perfume que usaba?

 

Doctor

Soy un loco de los perfumes. Kenzo. ¿Nunca se le dijeron? Su origen. Es una linda historia sobre los elementos. Algún día se la voy a contar. Bueno, ya me apronto.

 

Gabriela

Está bien. Lo espero abajo.

 

Doctor

Gracias.

 

Sorpresivamente, el doctor se toma del pecho y se recuesta sobre la cama.

 

FIN

 

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